Twenty three
aurelia miró a su alrededor con asombro, sus labios se separaron ligeramente mientras se deleitaba con todo lo que estaba a su alrededor.
La tienda estaba llena de objetos de bromas como orejas extensibles, cajas de dulces y algunos productos especiales como la poción de amor.
el sonido de las risas y la sorpresa se podía escuchar a lo largo de la tienda, trayendo una gran sonrisa a la cara de aurelia, que todavía estaba mirando alrededor de los diversos objetos de broma.
– querida aurelia. –Fred comenzó, manteniendo sus manos en el hombro de aurelia y le dio la vuelta.
– tenemos algo especial para ti. –George guiñó un ojo, inclinándose un poco, haciendo reír a la chica.
– ¿qué es? –aurelia preguntó, la emoción goteando su voz.
–espera. –Fred dijo, sacando una venda y atándola alrededor de la cabeza de aurelia.
–¿Qué estáis haciendo vosotros dos? – aurelia se rió, extendiendo los brazos en la parte delantera para asegurarse de que nadie estuviera frente a ella.
los gemelos sin pronunciar una palabra, llevan cuidadosamente a la chica potter a una sección muy especial.
Era un armario grande con la cita "ACCESORIOS", fred quitó la venda y ordenó a aurelia que abriera los ojos.
Levantando lentamente los párpados, aurelia miró fijamente el armario frente a ella. Una repentina oleada de emoción y entusiasmo se encendió dentro de ella.
todo el armario estaba lleno de accesorios de lujo como esmalte de uñas, diademas, pendientes especiales en forma de W y muchos más accesorios hermosos.
– Oh, Dios mío. –Aurelia finalmente exhaló, sonriendo ampliamente– esto es hermoso.
–El crédito es para mí. –Fred sonrió.
–te refieres a nosotros. –George corrigió.
–Muchas gracias. –aurelia se rió, tirando de los dos gemelos para un abrazo. al alejarse, aurelia cogió un brillo, esmalte de uñas plateado y se rió histéricamente.
–¡disfruta! nos vemos.–fred dijo antes de dirigirse a los otros clientes con George siguiéndolo.
unos minutos más tarde, el trío de oro, seguido por aurelia, salieron de la tienda.
–¿Cómo lo están haciendo Fred y George?–Hermione preguntó después de un tiempo –La mitad del callejón ha cerrado.
— Fred cree que la gente necesita reírse en estos días. —Ron respondió.
el cuarteto pasó por la tienda de varitas que parecía que acababa de ser golpeada por un desastre.
—Oh, no.—Hermione se quejó— Todo el mundo necesita su varita de Ollivanders.
Aurelia se quedó quieta, viendo la tienda destrozada. Harry entró haciendo que aurelia y sus amigos lo siguieran.
Los ojos de aurelia se abrieron de tono de shock cuando vio los montones de papel escarrados por todo el lugar mientras los estantes rotos estaban esparcidos por el suelo.
—harry.—Ron lo llamó haciendo que los demás siguieran su mirada hasta draco y narcissa malfoy.—Soy yo o Draco y su madre parecen dos personas que no quieren que las sigan?
Ambos Malfoy abrian rápidamente camino a través de los estrechos callejones.
aurelia siguió rápidamente al trío, con el corazón golpeando en el pecho cuando entró en el callejón.
Los tres se detuvieron detrás de una pared, mientras aurelia miraba a su alrededor para encontrar a un hombre murmurando para sí mismo.
Aurelia sintió un escalofrío recorriendo por su columna vertebral mientras se arrinconaba a la pared.
El cuarteto miró a la vuelta de la esquina para encontrar al dúo madre-hijo entrando en la tienda "Burgin y Burkes"
Harry señaló el segundo piso de la tienda que tenía una luz encendida y los tres subieron al techo conectado a un edificio, seguidos por aurelia.
Ella observó con el ceño fruncido como Draco colocaba su mano en un armario y lo abría mientras su madre le daba un beso en la mejilla, para consolarlo.
Aurelia se agachó con los otros tres luego de que Fenrir Greyback aparecería frente a el armario hacia ellos.
Algo no estaba bien.
[...]
Aurelia camino en el tren, buscando un compartimento vacío como siempre cuando vio a su amigo.
—theodore.—Aurelia lo llamó, saludándolo con la mano para ganar su atención.
Los labios de Theodore formaron una gran sonrisa al mirar a la chica que se moría por ver.
El se dio cuenta de lo atractiva que se veía la chica con los mechones de su cabello cayendo constantemente sobre su cara, sin importar cuánto tratara de meterlo detrás de su oreja.
—¿puedo acompañarte?— theodore preguntó, caminando hasta donde estaba aurelia.
—¡por supuesto!—aurelia asintió, deslizando la puerta de un compartimento y arrastrando su equipaje hasta adentro.
Mientras la última llamada para los estudiantes sonó, el tren empezó su ritmo.
—¿Cómo estuvo tu verano?—Theodore preguntó.
—Muy bien. Solo tuve una ventaja de que dudley me prestó su cámara una vez más—aurelia sonrió, sacando su cuaderno de bocetos.
—¿dudley?
—mi primo. —Aurelia explicó— Es un mocoso Niño rico y mimado, pero es muy amable conmigo. ¿Y a ti como te fue?
Tan pronto como esa pregunta salió de la boca de aurelia, ella quería enterrarse diez pies bajo tierra.
Al escuchar la pregunta, la cara de Theodore se cayó, sus ojos se entristecieron.
—estuvo bien. —dijo theo, con el dolor notorio en su voz.
—Lo entiendo. —aurelia dijo, sin saber cómo consolarlo.
—Cambiemos el tema.—Theodore se rió torpemente antes de señalar el cuaderno de bocetos en la mano de aurelia—¿dibujaste algo?
—sí. —aurelia sonrió, sintiéndose feliz de que una vez en su vida alguien le preguntara sobre su talento secreto.
—¿puedo ver?—Theodore preguntó, sonriendo ligeramente.
felizmente, aurelia entregó el cuaderno de bocetos, abriendo el primer boceto que dibujó en sus vacaciones de verano.
Era la silueta de una madre que estaba abrazando a su bebé.
—Los vi en el parque.—aurelia sonrió, mirando con ensueño el boceto de tal manera que podía ver a las dos figuras que se adoraban mutuamente.
—wow.—Theodore exhaló, mirando a aurelia que todavía estaba mirando el boceto.
volviendo al boceto, Theodore pasó a la página siguiente , donde un búho se estaba elevando a las alturas.
—mi búho. —aurelia habló— mi amor de verdad...
Theodore miró a su lado para encontrar a aurelia feliz por su arduo trabajo. Nunca se dio cuenta de cómo sus ojos eran miel con marrón mezclado suavemente en él.
Nunca en toda su vida habría pensado en tener a alguien que pudiera quitarle todo su dolor y miseria con solo una sonrisa, estaría eternamente agradecido de sí mismo por tener el coraje de estar con aurelia.
la luna tuvo que morir para que su sol pudiera salir y brillar.
Ahora Theodore se convirtió en el cielo donde brillaba un sol llamado aurelia.
cuando llegaron a Hogwarts, los dos esperaban que los demás salieran del tren tren mientras tenían una conversación sobre las flores.
Realmente solo hablaban de cualquier cosa que ni siquiera les importaba si tenían sentido o no.
los dos se separaron solo cuando tuvieron que sentarse en las mesas de su respectiva casa.
Aurelia miró a la mesa de gyffindor para buscar a un cierto chico que no veía.
Aurelia empezó a impacientar y asustarse.
momentos después de que el sombrero terminara su canción, Harry entró con la nariz rota.
Los ojos de aurelia siguieron a Harry, que se sentó en la mesa de Gryffindor, al lado de ginny.
Ginny tomó un trozo de tela y lo puso suavemente en la nariz de Harry haciendo que aurelia sonría.
—¡Las mejores noches para ustedes! — Dumbledore dijo, sonriendo ampliamente, sus brazos se abrieron de par en par como para abrazar toda la habitación.
Aurelia se giró para mirar al director.
—¿Qué le pasó a su mano?—Susan preguntó, inclinando la cabeza hacia un lado.
No solo Susan, todo el mundo parecía notar la mano de Dumbledore.
—Nada de qué preocuparse.—dijo Dumbledore en voz baja cuando se dio cuenta de que todo el mundo susurraba y algunos incluso apuntaban a su mano—Ahora... a nuestros nuevos estudiantes, bienvenidos, a nuestros antiguos estudiantes, ¡bienvenidos de nuevo! Los espera otro año lleno de educación mágica..
—Aquellos que deseen jugar para sus equipos de Quidditch deben dar sus nombres a sus Jefes de Casa como de costumbre. También estamos buscando nuevos comentaristas de Quidditch, que deberán hacer lo mismo. —Dumbledore continuó.
—Nos complace dar la bienvenida a un nuevo miembro este año, el profesor Slughorn.
Slughorn se puso de pie, su cabeza calva brillaba con la luz de las velas, su gran vientre proyectando la mesa de abajo con su sombra.
—es un ex colega mío que ha aceptado reanudar su antiguo puesto de maestro de Pociones.
—El profesor Snape, mientras tanto—dijo Dumbledore, levantando la voz para que pararan todos los murmullos—se hará cargo de la posición de profesor de Defensa contra las Artes Oscuras.
Snape, que estaba sentado a la derecha de Dumbledore, no se puso de pie ante la mención de su nombre; simplemente levantó una mano en reconocimiento perezoso de los aplausos de la mesa de Slytherin.
—Consiguió el trabajo de sus sueños. —murmuró Hannah abott haciendo reír a otros.
—Ahora, como saben, todos y cada uno de ustedes fueron revisados con su llegada aquí esta noche. Y tienen derecho a saber por qué. Había una vez un joven que, como tú, se sentaba en este mismo pasillo, caminaba por los pasillos de este castillo, Dormía bajo su techo. Parecía un estudiante como cualquier otro. ¿Su nombre? Tom Riddle. —Los murmullos estallaron en el salón—Hoy, por supuesto, es conocido en todo el mundo por otro nombre. Es por eso que, al estar pendiente de todos ustedes esta noche, me acuerdo de un hecho. Todos los días, a cada hora, a cada minuto, tal vez, las fuerzas oscuras intenten penetrar en las paredes de este castillo. Pero al final, su mejor arma eres tú. Esto solo es algo en lo que pensar. Ahora, a la cama.
Aurelia miró hacia abajo, un enorme lío se formó en su pensamiento. Miró a Harry, que ahora se estaba levantando de su lugar seguido por los demás.
suspirando, aurelia siguió a los estudiantes de Hufflepuff, su mente fija en Voldemort y los desafíos que tendrá que enfrentar.
al llegar a la sala común, sintió la mirada de todos sobre ella y algunos susurros.
—¡Dejen de hacerla sentir incómoda!—Susan estaba harta. No iba a dar un paso atrás hacia alguien que se atreviera a intimidar a aurelia.
—susan, está bien.—murmuró aurelia, sosteniendo su brazo y arrastrándola hacia arriba.
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