Durante los días siguientes, Theodore ignoró por completo a Aurelia. No importa cuánto intentó Aurelia olvidar el incidente, no pudo captar las emociones que vio en esos ojos azules.

Tenía miedo de algo, era claramente visible. 

Por otro lado, Aurelia estaba constantemente tratando de ponerse al día con las técnicas de defensa que le estaba enseñando su hermano.  Aunque a veces lo estropeaba todo, todavía había alguna mejora.  Ella superó la ansiedad y la torpeza que siente cuando está en un duelo. 

Los timos se acercaban también y aurelia pasó todo su tiempo preparándose, Pero no podía concentrarse por culpa de Theodore, Quería disculparse, La mirada en los ojos de Theodore era claramente la de la soledad.

Aurelia sabía cómo se sentía estar sola. 

Esta vez aurelia decidió hablar con theodore, de una forma u otra.

Aurelia entró en el aula de transformaciones para encontrar solo un estudiante sentado en la última mesa, Theodore.

Al escuchar los pasos, Theodore levantó la mirada para encontrar a Aurelia mirándolo torpemente.  Se aclaró la garganta haciendo que Aurelia rompiera su trance y encontrara un asiento. 

Aurelia siendo Aurelia, se sentó directamente frente a Theodore haciendo que el Slytherin pusiera los ojos en blanco. 

Aurelia estaba a punto de hablar cuando unos estudiantes entraron, charlando y riendo. 

Theodore suspiró aliviado y abrió su libro. 

— Revisaremos los capítulos que aprendimos desde los últimos cuatro años — Dijo McGonagall, dándose la vuelta para escribir algo en la pizarra con su varita.

Aurelia aprovechó esta oportunidad y garabateó algo en un trozo de pergamino antes de pasárselo a Theodore, quien miró a la chica con el ceño fruncido. 

Por curiosidad, Theodore levantó la pieza aplastada y la enderezó para leer las palabras.  Una pequeña sonrisa abrió camino en los labios de Theodore, pero la derrotó y mantuvo la cara seria. 

"¿me perdonas? Lo siento mucho por ese día."

A pesar de tratar de ignorar a la chica, Theodore no pudo evitarlo y momentos después se encontró escribiendo de vuelta. 

Cuando McGonagall no estaba mirando en su dirección, Theodore tocó el hombro de Aurelia para llamar su atención. 

Aurelia se volteó levemente y rápidamente agarró el trozo de pergamino.

"¿De qué estás hablando?  No recuerdo nada, Lo olvidé y tú también deberías."

Aurelia sonrió aliviada y se guardó el papel en el bolsillo. 

Tan pronto como sonó la campana, los estudiantes salieron corriendo, charlando. 

— ¡Theodore! — Aurelia llamó cuando lo vio alejarse entre multitud de estudiantes.  Theodore se dio la vuelta y le dio una mirada inquisitiva al Hufflepuff que simplemente lo detuvo. 

— Gracias de nuevo — Aurelia sonrió, trotando hacia él — Lo siento en nombre de Harry también. Él puede ser estúpido a veces, pero solo quería asegurarse de que yo estuviera bien. Si hubiera sabido que solo estabas tratando de ayudarme- no -Quiero decir que no me estabas ayudando. Bien, lo olvidé.

Theodore miró a Aurelia y asintió — Bien, estaba tratando de ayudar a mi amigo porque no quería que se metiera en problemas.

Con eso, Theodore se dio la vuelta y comenzó a alejarse, pero pronto fue seguido por Aurelia.

— Pero no parecía que estuvieras tratando de ayudarlo, ¿sabes? — Aurelia se sobresaltó, tratando de seguir el ritmo de los rápidos pasos del chico — ¡Pensé que estabas a punto de darle un puñetazo!

— No sé de qué estás hablando Potter — Se burló Theodore, rodando los ojos mentalmente.

—  ¿Por qué escondes tu verdadero yo? Claramente estás mintiendo, Theodore.

La pregunta tomó a Theodore con la guardia baja y por un segundo se detuvo en seco pero continuó caminando.

— Lo que sea, déjame en paz — dijo Theodore

— ¿Por qué siempre quieres estar solo? — Aurelia frunció el ceño.

— ¡Porque nadie quiere estar conmigo, ok! — Dijo Theodore en un tono mucho más rudo.

— Oh — murmuró Aurelia.

como yo, pensó Aurelia. 

— ¿Te gustaría reunirte conmigo en la biblioteca? Podemos estudiar juntos y ya no estarías solo.

Theodore miró a la chica con el ceño fruncido, El estaba confundido. 

¿Por qué ella quiere estar conmigo? El pensó. 

— No — Theodore rechazó la oferta y se escapó antes de que Aurelia pudiera alcanzarlo nuevamente. 

Suspirando derrotada, Aurelia regresó a la sala común de Hufflepuff y se dejó caer en su cama, Pasó una hora y Aurelia no hizo nada más que acostarse en su cama y mirar al techo. 

— ¿Estás bien? — Susan Bones preguntó después de un rato — pareces perdida.

— ¿Hm? Estoy bien — Aurelia asintió antes de ponerse de pie. 

Se peinó y agarró los libros de la mesa, Aurelia se puso los zapatos y salió de la sala común hacia la biblioteca.

En el camino, encontró a cierta Ravenclaw que tenía el pelo rubio.  Aurelia la reconoció instantáneamente como luna lovegood. 

— Hola luna — Saludó Aurelia, deteniéndose junto a Luna que estaba mirando alrededor del pasillo, buscando algo. 

— Hola Aurelia — Luna sonrió, doblándose para mirar a la Hufflepuff. 

Aurelia descubrió que Luna se movía constantemente en su lugar y cuando miró los pies de Luna, descubrió que estaban desnudos. 

— ¿Dónde están tus zapatos? — Aurelia chilló — hace mucho frío.

— Mis zapatos siguen desapareciendo — Luna respondió en su tono habitual — deben ser nargles. Como siempre.

— Bueno, si no puedes encontrarlos, entonces puedes quedarte con los mío — Ofreció Aurelia con una cálida sonrisa en su rostro. 

— No, está bien. Gracias — Luna rechazó la oferta. 

— No está bien Luna. Puedes enfermarte — Aurelia trató de convencer al ravenclaw, — aquí tienes mis zapatos, tomaré otro par de mi dormitorio.

Aurelia sacó sus pies de los zapatos y lo deslizó frente a Luna.

— Pontelos — alentó Aurelia — Iré a buscar otros.

— ¿Estás segura? — Preguntó Luna, solo para confirmar.

— Por supuesto. 

— ¡Gracias Aurelia!

Aurelia sonrió satisfactoriamente y regresó a su dormitorio, se puso otro par de zapatos y se dirigió a la biblioteca. 

Pasaron unos minutos y Aurelia ahora estaba escribiendo algunas notas para futuras referencias, De repente, alguien retiró la silla y se sentó a su lado, Aurelia miró hacia arriba y miró al chico frente a ella con sorpresa. 

— Pensé que habías dicho que no — Aurelia enarcó una ceja. 

— ¿Y? Ahora digo que sí — Theodore puso los ojos en blanco antes de sacar su libro. 

No sabía por qué decidió regresar, pero tal vez fue porque Draco presumía de que se había unido a la brigada inquisitorial.

Theodore quería la paz pero nunca esperó encontrarla en Aurelia.

— Mejor tarde que nunca — Aurelia dijo con una sonrisa divertida en su rostro — por cierto, deberíamos movernos a otra mesa en-

— ¿Por qué? — Theodore frunció el ceño, levantando la vista de su libro.

— Pensé que no querías que te vieran conmigo... — Aurelia se apagó, su tono mucho más triste ahora.

— Nunca hubiera decidido venir aquí si no quisiera ser visto contigo. — Theodore se encogió de hombros.

— Bien — Aurelia sonrió ampliamente.

El chico no sabía que el primer rayo de Aurelia había logrado entrar en la jaula de la que se había rodeado.