El fin de semana había sido catastrófico. Mi madre se había empeñado en localizar a mi padre sin éxito, y eso provocó que estuviese más irascible de lo que ya estaba en estos últimos tres meses. Además desde el sábado por la tarde empezamos a recibir en casa una serie de llamadas extrañas en las que una voz nos anunciaba:
"Dead7, no sabes a lo que estás jugando" Ni ganas de saber de qué iba aquel estúpido juego.
Desde luego, Alcor de Los Pinos,  no era el lugar más idílico para que una adolescente viviera, por mucho que mi madre se empeña en que la ciudad no era para nosotras. Aún no entendía porque se negaba a que volviéramos a Madrid. ¿Había algo que no me había dicho? Es como si me estuviera protegiendo de algo, pero ¿de qué?  Yo no era un adolescente problemática. Había cosas que yo no entendía me decía mamá.
Aquel lunes antes de las vacaciones de Navidad, el tiempo no invitaba a salir a la calle. Hacía bastante frío y mucho me temía que al final del día terminaría nevando, cosa que odiaba. Tras colgar mi mochila a la espalda y dar por imposible melena rizada, me hice una coleta y salí a la calle corriendo para encontrarme con Adela y su padre en la otra parte del pueblo.
Adela era la chica con la que compartía coche para ir a Retuerta de Mora, dónde tomábamos el autobús para ir al instituto. Tenía un años menos que yo, aunque su expediente escolar era tan maravilloso que ya estaba haciendo primero de bachiller.
Unos 300 metros separaban mi casa del pueblo, ya que vivíamos en las afueras, como solía decir mamá a modo de broma, pero al parecer solo le hacía gracia a ella. Además decía que tener una casa a las afueras nos daba categoría. ¡Cómo si eso importara en un lugar como este!
En dos minutos atreversé las cuatro casas y la única calle principal del pueblo. Una carnicería hacía las veces de panadería, tienda y bar. Y el hogar del jubilado también era de uso múltiple, pues además de ser consulta médica una vez a la semana, también hacía de discoteca para que los jóvenes del pueblo fuéramos a bailar los sábados por la noche. En todo el tiempo que llevaba viviendo allí no se me ocurrió pisar nunca la discoteca.
Desseo vida social, no suicidarme por los cuatro viejos verdes que iban a ver cómo bailaban los pocos adolescentes que había en Alcor de los Pinos.
Cúando llegué Adela se encontraba absorta con un libro de matemáticas encima de sus rodillas.
-Hola, Adela.
Ni siquiera se molestó  en contestarme. Su padre fue un poco más educado y empezó a hablar del tiempo y a contar chistes que no me hacían gracia. Menos mal que solo había 5 kilómetros para llegar a Retuerta de Mora.
El conductor nos esperaba en la puerta del autobús con un cigarro suspendido de los labios. Me coloqué en el último asiento para disfrutar de la música de mi Ipod.
Aún quedaban 20 minutos para aterrizar en la  civilización.
Cerré los ojos y me deje llevar por la música de Gary Jules. En momentos como aquel me sentía tal y como me decía letra:

All around me are familiar faces Worn out places, worn out faces bright and early for the daily races going nowhere, going nowhere
Their tears are filling up their  glasses
no expression, no expression 
hide my head I want to drown my sorrow
No tomorrow, notomorrow

And I find kinda funny
I find kinda sad
The dreams in which I'm dying
are the best I've ever had
I find it hard to tell you
I feel it hard to take
when people run in circles
it's a very, very mad world, mad world (...)

Todos los rostros a mi alrededor son conocidos
lugares gastados, rostros cansados
Temprano y brillantes hacia la competición diaria
Yendo a ningún lado, sin un destino
Sus lágrimas están llenando sus vasos
Sin expresión, sin expresión
Oculto mi cabeza, quiero ahogar mi dolor
Sin un mañana, sin un  mañana
Y lo encuentro gracioso
Es algo triste
Que los sueños en los que he muerto Son los mejores que he tenido
Es difícil decírtelo
Es difícil aceptar que
Cuando la gente da vueltas en círculos
Este es un mundo muy, muy loco mundo loco...

Cuando llegamos advertía Eloy en una esquina de la puerta del instituto, aunque en la otra estaba Tamara rodeado de siete u ocho chicos mirándole las tetas. Eloy tenía una sonrisa en los labios y me guiñó un ojo cuando me vio bajar del autobús. Estaba apoyado en la pared dejando caer el peso de un pie sobre el otro. En el momento en  que Tamara también reparó en mi  presidencia recompuso el gesto y siguió mis pasos hasta que llegué a la altura de Eloy. Subió la música de su móvil con una sonrisa en sus labios. Era una de las baladas de papá. Cerré los ojos. Estaba claro que estaban hablando de mí y de mi padre.
-¿A quién se lo estará cantando? ¿A su novio?- soltó uno de los chicos abrazándose a otro fingiendo un beso en los labios.
-Ya  te gustaría a ti que te cantaran alguna vez algo tan bonito- comenté alargando mis labios forzando una sonrisa- ¡Ay, se me olvidaba ! Para eso tienes que tener novio.
-No le hagas caso, es una gilipollas- me susurró en el oído- No sé qué puede ver en ella.
-Tú sabrás. En las fotos que colgó se os veía muy bien juntos.
-Eso fue antes del verano y solo fue una semana- chasqueó la lengua algo incómodo- ¿Dónde tengo que firmar para verte sonreír?
Me tomò de la cintura, me empujó con suavidad y me aprisionó contra la pared. Buscaba un beso. Me miró a los ojos con intensidad sin esperar respuesta. Recorrió con sus labios mi mejilla hasta llegar a la comisura de mi boca.
-Ahora hablemos en serio- me dijo besándome con pasión,  que correspondí con el mismo entusiasmo.
El timbre sonó y nuestros labios se separaron.
-Ya sabía yo que tras ese aspecto de niña buena se escondió una vampiresa.
-

Cuando quieras repetimos- me aseguré de que Tamara nos estaba mirando antes de darle otro beso.
El tiempo parecía detenerse entre los brazos de Eloy y fue la profesora de lengua quien nos chistó para que pasáramos a clase.
-¿Han terminado ya de compartir sus fluidos?-Esperó a que nos decidiéramos a pasar-Para la clase de hoy vamos a ver a uno de los mejores románticos de nuestro país.
Eloy y yo separamos nuestras manos cuando entramos en el aula. Tamara hacía como que miraba su mochila Louis Vuitton, pero en realidad nos siguió con la mirada hasta que nos sentamos. Eloy estaba en la segunda fila por delante de Tamara y yo me encontraba detrás de ella.
Sole, la profe de lengua, comenzó la clase explicando quién era Mariano José de Larra. Al tiempo explicaba que explicaba que este autor se casaba con una joven niña de la burguesía madrileña, unas notas comenzaron a circular por toda la clase:"Hoy se sabrá quién será el primer participante de Dead7".Mi compañera de atrás me pasó otra nota que ponía: "Dicen que la primera concursante Dead7  será una chica". Tuve ganas de parar la cadena. Después de un fin de semana recibiendo llamadas anónimas, lo que menos me apetecía era encontrarme el tema en clase de lengua.
-...La conoció un año después de su boda con Pepita en un salón madrileño y Dolores era Elvira en su novela:  el doncel de don Enrique el doliente...
"Dead7 subirá a las nueve una foto en su Web"
Eloy se giró en su silla buscando mi mirada. Tamara como si simulara una pistola con sus dedos índice y corazón, disparó a Eloy,  quien se llevó una mano al pecho como si hubiese sido alcanzado por una bala. Reprimí un bufido y me mordí el carrillo interior. Eloy dibujó una sonrisa inocente y se encogió de hombros, pero si esperaba que me riera con estas tonterías lo llevaba claro. Aparté  la cara y me concentré en la explicación de Sole.
-En el 1834 Larra se separa de su mujer,  y otro tanto ocurre con Dolores y su marido, gracias- remarcó esta palabra con los dedos índice y corazón - a la carta que envió Pepita, harta de sus infidelidades..
"Dicen que la primer participante Dead7 podrá elegir otro concursante"
Algunos de mis compañeros enviaban mensajes a Twitter desde sus smartphones. Tamara entró en varias ocasiones a la web de Dead7 seguramente para ser la primera en conocer la noticia.
-En febrero de 1837, Dolores decidió volver con su marido...
"En 5 minutos se anunciará la primera concursante de Dead7"
-La última visita de Dolores fue la gota que colmó el vaso en la vida de este autor. Larra no pudo superar la separación y se disparó en la cabeza..
Unos segundos antes de que sonará el timbre, Tamara dio un bote en  su asiento que despertó nuestra curiosidad.
- Lo siento, Sola, pero es que me ha impresionado la historia- suspiró- es tan romántica.
-La próxima vez  procura reservar tus impresiones para una mejor ocasión. Por hoy la clase ha terminado. Eloy ba a repartiros folios para el trabajo que haréis esta navidades.
Tamara se levantó con brusquedad y su silla cayó al suelo.
-Soy la primera elegida Dead7!- exclamó dando saltos de alegría cuando Sole salía de clase.
La clase rompió a aplaudir y todos corrieron a abrazarla. Cuando Eloy pasó por su lado, Tamara se abrió paso y se tiró a su cuello. Le  enseñó el mensaje que le habían enviado a su smartphone" felicidades eres la primera Dead7!!! Invita a un amigo o amiga. No sabes a qué estás jugando."
-Ahora que estoy dentro te puedo meter-gimió Tamara y se separó lentamente de mi novio sin dejar de mirarme.
-¿Harías eso?- preguntó con incredulidad.
-Claro somos amigos ¿verdad?-murmura mojándose los labios-Así que cuenta con ello.Tú y yo jugando juntos.¡Qué pasada!- respiré hondo antes de prepararme para la siguiente clase. Ni siquiera me miró cuando acepto el trato. Tamara esperó a que todos salieran del aula para pasar por mi lado y dedicarme una de sus sonrisas cínicas:
-Y tú eres tan cutre que aunque quisieras entrar nadie te elegiría. Nos lo vamos a pasar genial y pronto te darás cuenta. ¿Lo verás por Twitter?
Le sostuve la mirada sin responderle, y antes de salir se aseguró de que nadie la viera cómo elevaba su dedo corazón al aire. Entonces silabeó:"Jó-de-te"