– El alcalde Don Mitchell luchó por la ciudad, y no descansaré hasta encontrar a su asesino. Este fue un crimen sin sentido y estamos investigando todas las pistas que hemos encontrado con el fin de identificar al autor y arrestarlo.

Daniel observa divertido a Oliva quien rueda los ojos ante la declaración que hizo Pete, y luego de que la conferencia de presa terminará, Pete les ordeno al detective Storm y al teniente Gordon que fueran a su oficina.

Lo cual ambos hombres saben que eso solo puede tener un significado y no es nada bueno para ellos.

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Daniel y James están sentados frente al escritorio de Pete, quien los mira hirviendo de enojo – ¡Quiero una maldita explicación! ¡Por qué llevaron a ese maldito loco a la casa de los Mitchell!

James intenta hablar en tono amigable con el comisionado pero resulto en que Pete volviera a gritarles – ¡No! No estoy de humor en este momento para ser tu amigo Gordon – Le dice furioso Pete.

– Comisionado Savage – Daniel decide intervenir antes de que esto llegue algo peor – La razón por la que solicitamos la ayuda de él fue porque necesitamos su ayuda para resolver esto de manera eficiente.

Durante unos segundos Pete se quedó callado, para luego dar un gran suspiro de cansancio y luego se frota las manos sobre su cara – Escúchenme bien ustedes dos, no quiero que ese fenómeno vuelva a estar presente en otra escena de crimen, ni nada relacionado a este caso.

– Pero Comis... – Habla el teniente de nuevo pero es cortado por Pete.

– Es mi última palabra, ahora quiero que vayan a buscar más pistas, o mejor al responsable de esto.

Cuando sale de la oficina Daniel y James se dirigen al estacionamiento de la estación para caminar a sus autos.

– Entonces, ¿seguimos sus órdenes o hablamos con tu amigo de manera extraoficial?

James se gira a ver sorprendido al detective por unos segundos – Pensé que lo odiabas.

Daniel se encoge de hombros – Aun lo hago pero sin su ayuda estamos en un callejón sin salida.

– Bueno hagamos esto de manera extraoficial.

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Ambos oficiales son citados al día siguiente en un edificio por el vigilante, y cuando los tres bajan del elevador James suelta un silbido impresionado por la colección de autos del difunto Don Mitchell – Carajo, sí que le gustaban los autos.

Daniel asiente impresionado al reconocer varias las marcas de dichos autos – Supongo que aquí acaban mis impuestos – susurra él.

James suelta una risa por el comentario del otro para luego dirigir su pregunta al vigilante – ¿Por dónde empezamos?

– ¿No creen que estamos adelantando? – Pregunta Daniel caminando por el lugar – Podría ser cualquier cosa.

Batman se gira a ver a Daniel – ¿No confías en mí?

Daniel se ríe de la pregunta – Pregunta equivocada, para el sujeto equivocado – y luego apunta hacia James Gordon –Teniente Gordon ¿confías en él?

– Han pasado dos años y ni siquiera sé quién es – Responde el temiente.

Daniel vuelve a dirigir su mirada hacia el vigilante pero nota que él se detuvo frente a uno de los autos – ¿Qué sucede?

– Ahí.

El detective se acerca hasta Batman para ver a que se refiere, y ve unas tijeras enterradas en una de las llantas delanteras del auto. Por lo que Daniel saca unos guantes quirúrgicos para retirar las tijeras.

–Por lo visto no te equivocaste – comenta Daniel mientras guarda las tijeras en una bolsa de evidencia.

James y Batman se acercan al auto para abrirlo, y comienzan a registrarlo. Daniel mira como ellos alumbran cada rincón del auto con sus linternas mientas ellos buscan algo, y el detective se acerca hasta el James para ayudar.

– ¿Qué buscamos?

– Un puerto USB – responde el teniente Gordon quien voltea a ver unos segundos a Daniel para volver a dirigir su mirada al interior vehículo.

– ¿Un USB?— Pero antes de Daniel obtenga una respuesta el detective nota que su compañero y el vigilante se miran por unos segundos – ¿Qué?

– Una memoria a la mano – Batman le enseña el USB que estaban buscando, y Daniel nota un pulgar que cuelga como adorno.

– Mierda – susurra James.

Daniel se ríe asqueado pero sorprendido de lo que hizo el misterioso asesino – Al menos encontramos el pulgar de Don Mitchell.

James voltea a ver a su compañero con una mueca de fastidio – No seas morboso, Storm.

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James les dice que ira al auto por su laptop para ver el contenido del USB, por lo que deja solos a Daniel y Batman en estacionamiento

Batman se gira a ver al detective quien se encuentra apoyado contra uno de los autos esperando a que vuelva su compañero – ¿Tú confías en mí? – Batman repite la pregunta que le había hecho al detective.

Daniel se voltea a ver al vigilante quien no le quita la mirada de encima – No, no confío en ti – Sonríe el detective en respuesta, para luego acercarse unos pasos hasta quedar enfrente al vigilante – ¿Y tú confías en mí?

Cuando Batman está apunto de responderle al detective, y James vuelve con la laptop encendida para dejarla sobre el toldo de unos de los autos.

Daniel se aleja de Batman para caminar hacia donde está su compañero, y el vigilante imita su acción. El detective le da el USB al teniente.

Cuando James coloca el USB suelta una maldición – Está encriptado.

– Usa esto – Batman le pasa el pulgar de Don Mitchell al teniente – Ese tipo de USB tiene un lector de huella.

James mira incrédulo y con un poco de asco el pulgar pero lo agarra, para luego abrir donde está el lector de huella del USB — Este tipo es muy gracioso.

Luego de unos segundos el USB les muestra la información que contiene. Se trata de varias fotografías de Don Mitchell quien se encuentra acompañado de una misteriosa joven rubia.

—Mira nada más, ahí están sus valores familiares – Murmura divertido Daniel.

James le hace un zoom a una de las fotos intentando reconocer a la joven – ¿Quién es ella?

– Ni idea, pero ese es el pingüino – Señala el detective al hombre gordo en la pantalla – Es la mano derecha de Carmine Falcone.

– Sé quién es.

De la nada se escucha un sonido desde la laptop de James Gordon – ¿Qué fue eso?— Y cuando ambos observan ven un montón de notificaciones de correo electrónicos enviados.

– ¡Carajo! ¡La memoria! – Grita el teniente Gordon irritado – Envió las fotos de mi cuenta a los noticieros y periódicos.

Daniel cierra los ojos al pensar en lo que hará el comisionado cuando se entere de esto – Mierda, a Pete le dará un ataque.

– Aun miente – Batman susurra acercándose más a ellos – ¿Sobre ella?

– Tal vez – responde James.

– Ese es el Iceberg lounge, está debajo de Shoreline lofts – informa Daniel, quien siente como su celular empieza a vibrar – Es donde se esconde Falcone.

James cierra su laptop con fuerza –Pero no podemos entrar sin una orden judicial, Storm.

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– ¡En qué mierda pensabas! – Grita con todas sus fuerzas Pete hacia James – Toda la maldita ciudad ha visto esas fotos.

– No sabía que esto pasaría, Pete.

– ¡En serio!

– Comisionado, buscamos pistas que nos ayudaran pero no teníamos idea que este demente planeaba esto.

Pete dirige su mirada enojada hacia Daniel – No te metas en esto Storm.

– Me meteré en esto, Pete – Responde el detective con voz seria – Ya que no fue solo James el responsable de esto.

– ¿Van a compartir culpa en esto?

– Si – Responden ambos al unísono.

– Este bien, ustedes dos le darán una disculpa a la familia Mitchell y luego estarán suspendidos por 3 días.

James y Daniel salen de la oficina del comisionado frustrados por la actitud de Pete, y ambos se dirigen hacia sus escritorios.

– ¿Qué hacemos ahora? – Le pregunta el detective al teniente mientras saca un paquete de cigarrillos de uno de los cajones del escritorio.

– Seguir con la investigación, solo que de manera extraoficial.

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Cuando Daniel llega a su casa luego de un agotador día donde, camina hacia la puerta de su patio trasero para abrirle a su perro Titus un Beagle de cuatro años — Espero que te hayas portado bien, no quiero saber por la señora Carter que has vuelto a hacer más travesuras.

Daniel vuelve a su casa para entrar a la cocina para preparar la cena para él y su perro, por lo que enciende el televisor para tener ruido de fondo.

Pero se detiene frente al refrigerador al escuchar la voz aterrada de la conductora – La ciudad es sacudida por otro asesino de alto perfil, esta vez, el asesino se lo atribuye en línea.

Daniel camina hacia la televisión para subirle el volumen – Su nueva víctima, es el jefe de la policía, el inspector Pete Savage, fue encontrado muerto dentro de las instalaciones de la Liga atlética policial.

– Mierda – Es lo único que sale de la boca del detective en ese momento.

Luego escucha que su celular comienza a sonar por lo que camina hacia este y en la pantalla ve el nombre de James Gordon por lo que responde – Si, estoy viendo las noticias.

– Creo que seguimos dentro del caso.

La noticias reproducen un video donde se muestra como ese demente tenia al comisionado Pete Savage – Creo que es momento de hablar con tu amigo de nuevo.

– Mejor dicho nuestro amigo, Storm.