Obligaciones Problemáticas
[6 días después]
[C.G P-Sec.]
Ya había pasado una semana desde que encontraron aquella roca. En ese día no ocurrió nada más que unos pleitos en la colonia, pero después de ese día las cosas se complicaron un poco. Varias peleas fueron reportadas por toda la colonia, la razones eran casi las mismas, que la persona "X" insulto la religión de la persona "Y". Lo que cansaba era de que siempre la persona "Y" era un uniólogo, y casi siempre resultaba que era él que daba el primer golpe. Así pasó hasta el punto que la mayoría del personal de P-Sec se quejaba de la poca tolerancia que tenían los uniólogos, sobre todo a Bram, que pareció disfrutar parcialmente encerrarlos en el calabozo. Las peleas se volvieron tan frecuentes que el calabozo se llenó rápido y tuvimos que poner a algunos en la zona psiquiátrica, pero eso acabó hace unos 3 días y de lo reemplazó una ola de depresión e insomnio que apareció de la nada en la colonia.
— Bueno... las cosas resultaron mejor de lo que pensaba. —dijo Andrew recargando su espalda en una pared al lado de la computadora de Eliza.
— Andrew, la gente es incapaz de dormir, y se están volviendo irritantes y ansiosos. No recuerdas que nuestro vecino intentó golpearte nada más porque le dijiste "buenos días". —dijo Eliza mientras seguía trabajando en su computador.
— Si... es por eso que fui a hablar con el Dr. Sciarello sobre lo que ocurre. Él dijo que nunca había presenciado algo así... Esta ola de casos... dice que si no se hace algo, todo puede ir a peor. —dijo Andrew mientras ponía su mano en su mentón
— Espero que esto sea algo corto como los pleitos. —dijo Eliza algo preocupada mientras seguía trabajando.
— Yo también, pero por si acaso será mejor que lleves tu arma en todo momento. Solo por precaución. —dijo Andrew preocupado por Eliza ante la situación que está ocurriendo en la colonia.
— [Oficiales Carter, Cortez y Neumann, diríjanse a Plaza Unión, tenemos un reporte de una posible revuelta en el lugar.] —dijo una operadora a través de los comunicadores.
— Aquí Carter, voy en camino. Que Cortez y Neumann se reúnan conmigo cerca la plaza. —dijo Andrew a través de su comunicador.
— Así que por fin tienes algo de trabajo. —dijo Eli con un tono de burla.
— Al menos ya puedo hacer algo en este lugar. Lo malo es que tengo menos tiempo para estar contigo. —dijo Andrew mientras ponía una cara de tristeza fingida.
— Será mejor que te vayas antes de que esos 2 lleguen antes que tú. —le advirtió Eliza a Andrew.
— Tienes razón, será mejor que me apresure. Adiós cariño, te amo. —dijo Andrew para después darle un beso a Eli y salir corriendo de la oficina.
Después de que Andrew se fuera, Eliza siguió trabajando hasta que escuchó una voz al lado suyo.
— Que bien comes frente a otros. —dijo Marla con un tono de burla hacia Eliza.
— No puedo evitar que me ame, así como no puedo evitar amarlo. —dijo Eliza con un tono enamorado.
— ¿Y cuando piensan dar el siguiente paso? —preguntó Marla con un tono de burla mientras seguía trabajando en su computador.
— ¿Algún día nos dejaran de preguntar eso? —dijo Eliza con un poco de molestia.
— Solo hasta que suceda. —simplemente le contestó Marla
— Yo quisiera hacerlo. De verdad, pero no sé si Andrew... —dijo Eliza algo preocupada.
— No debes preocuparte por eso amiga. —dijo Marla sin despegar su vista de su pantalla. — Él te ama tanto como tú a él. Así tienes nada que temer, estoy segura que solo será cuestión de tiempo.
— Gracias Marla. —dijo Eliza feliz de tener una amiga como Marla.
— Eh. ¿Para que están las amigas? —dijo Marla aún trabajando pero ahora con una pequeña sonrisa.
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[Filtro de oxígeno, Sector 5]
Una mujer se encontraba arreglando un panel de circuitos junto a unos grandes ventiladores de acero, y estaba a punto de terminar su trabajo.
— He terminado aquí Jerry. Tenías razón, solo necesitaba algunos ajustes. —habló la mujer a su compañero a través de su comunicador.
— [Copiado. Jefe *~~~~* de nuevo en línea? *~~~~* tengo al superconducto *~~~~* conectado] —dijo Jerry a su compañera pero la señal se entrecortaba.
— ¿Puedes repetirlo? La comunicación se entrecorta. —dijo la mujer intentando captar el mensaje moviendo su comunicador. — Maldita estática. —comentó la mujer molesta, pero después se escuchó un chirrido horrible en el comunicador provocando que la mujer de un pequeño grito de dolor.
— [Lo siento Natalie, tuve que cambiar el canal. ¿Sabes? Les dije a los comandantes todo sobre las interferencias. Me intentaron convencer que eran campos magnéticos.] —dijo Jerry disculpándose por lo anterior para después quejarse por lo de las comunicaciones.
— Bastardos ociosos. No quieren hacer una revisión general de sus transmisiones. —se quejó también Natalie mientras se dirigía hacia la salida. — De cualquier forma, ya acabé aquí. —dijo frente a la puerta de salida.
— [Bien. Los supervisores te me estaban machacando por el tiempo muerto.] —le comentó Jerry a su compañera.
— Claro, como si fuera nuestra culpa que los filtros de oxígeno estén arruinados. —dijo Natalie con algo de molestia.
— [Así que ¿Ya *~~~~* volver a encenderlo?]
— Claro, solo dame 10 segundos.
— [*~~~~* Está bien, diez... nueve...]
— ¡Carajo! ¡Espera Jerry! Olvide mis herramientas. —gritó Natalie a través de su comunicador notando que su caja de herramientas estaba cerca del panel donde estaba trabajando. — Jerry ¿Me copias? —preguntó Natalie a su compañero pero solo recibió estática en su comunicador. — ¡Responde!
— [*~~~~* Cinco... cuatro...] —sin recibir la llamada de su compañera, Jerry siguió dando la cuenta regresiva.
— ¡No! Jerry ¡Aborta! ¡Aborta! —gritó desesperada viendo cómo la puerta se cerraba lentamente.
Natalie intentó comunicarse con Jerry para que detuviera la activación del filtro de oxígeno, pero solo recibió estática en respuesta.
— Maldición. ¡No estoy lista! ¡Jerry! —exclamó desesperadamente mientras corría. Viendo que la puerta estaba a punto de cerrarse, no tuvo más opción que poner su caja de herramientas entre las compuertas y así dejar un espacio para salir.
Pero los problemas solamente comenzaban.
— [*~~~~* Bahía cinco *~~~~* encendido.]
Las turbinas del filtro se encendieron creando una ráfaga de viento que succionaba todo lo que estaba ahí. Natalie tuvo que sostenerse de la entrada para no ser arrastrada hacia las turbinas.
— *gemido de dolor* ¡Mierda! —gritó Natalie de dolor y desesperación esforzándose por pasar por aquella pequeña abertura de la entrada mientras sentía cómo su cuerpo estaba elevándose debido a la succión de las turbinas.
— [¿Jefa? ¿Puede... *~~~~*] —preguntó Jerry preocupado por no recibir respuesta.
Natalie gritaba con todas sus fuerzas mientras se esforzaba por salir de la fuerza de succión de las turbinas y pasar por la pequeña brecha de la entrada, la cual con mucho esfuerzo pudo pasar solo para que después ella escuchará un fuerte estruendo detrás de ella.
— [*~~~~* ¿Me copia? Natalie vamos. *~~~~*] —dijo Jerry preocupado mientras Natalie estaba intentando recuperar el aire solo para después notar la puerta y el destino de su caja de herramientas.
— Carajo, la que me va a caer. Esas herramientas costaron una fortuna. —dijo Natalie para después pararse y caminar hacia su puesto de trabajo mientras pensaba estrangular a varias personas por su experiencia cercana a la muerte.
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[Oficina del Dr. Tom Sciarello] [Sector 9 Oeste, Consultorio 1, Nivel 5.]
En una pequeña habitación se encontraban 2 personas, una de ellas se veía bastante mal.
— No puedo dormir. —dijo un hombre candado frente al doctor.
— ¿Otro más? —dijo el doctor sorprendido, ya eran varios que visitaban su oficina los últimos 3 días. — ¿Cuánto tiempo ha estado en la colonia? —le preguntó el doctor a su paciente.
— Desde el día uno. ¿Por qué? —dijo el hombre algo confundido.
— He visto esto antes en otras colonias. Por los últimos dos años y medio, han hecho trabajos en toda la colonia. Construyéndola, poniéndola en marcha, preparando las excavaciones... —dijo el doctor a su paciente que aún se notaba confundido.
— Sí, ¿y? —expresó el hombre confundido para que el doctor continuará.
— ... Y entonces vino el Ishimura, descorcharon el champán y se llevaron todo el crédito. Eso es suficiente para deprimir a cualquiera. —el doctor le explico la causa de su estado a su paciente.
— No estoy deprimido, simplemente no puedo dormir. —dijo el hombre cansado contestándole al doctor.
— Claro, claro. —dijo el doctor casi sin creerle a su paciente. — Mira, todo lo que puedo dar son unos sedantes. —dijo el doctor mientras le pasaba un papel a su paciente. — Toma uno tan pronto como hagas el cambio de guardia y no trabajes más de 8 horas. —terminó de explicar el doctor para después ver a su paciente irse de su oficina.
— Dios. —dijo el doctor suspirando mientras se acomodaba sus lentes.
El doctor salió de su oficina para tomar algo de aire pero fue detenido por su asistente.
— Con este ya son 27 casos en 3 días. Dr. Sciarello ¿Había visto esto antes? —dijo la asistente algo sorprendida.
Dr. Tom Oliver Sciarello, Director Médico de la colonia. Antes de Afiliarse a CEC, tenía un puesto de cirugía exitoso en la tierra, pero sufrió un duro golpe después de la muerte de sus padres que arruinó su puesto de cirugía así como su matrimonio. Terminó trabajando como médico de flota de una pequeña empresa minera, pero descubrió que le asustaba la vida en el espacio. Estuvo atrapado en Marte hasta que CEC buscaba buenos médicos para dirigir cirugías en sus colonias, el aceptó el trabajo ya que solo se requería mínimos viajes espaciales. Luego de diez años de servicio recientemente fue ascendido a Director Médico.
— Nunca en realidad. —le contestó Tom. — Incluso un agente del P-Sec me pregunto lo mismo ayer y no pude darle una explicación. —dijo Tom para después limpiarse la frente con un pañuelo. — Caray, algo muy extraño está pasando.
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[Plaza Unión]
En las afueras de la plaza se encontraba Andrew esperando a sus compañeros mientras comía un aperitivo. En eso ve un monorriel que se detiene frente a la plaza y de él bajan varias personas entre ellas 2 que el conocía.
— ¡Ya era hora que llegaran! —exclamó Andrew algo molesto ya que se habían tardado 15 minutos.
— Relájate Andrew. Estábamos atendiendo un caso de robo, por eso tardamos. —dijo Vera explicando el porqué de su tardanza.
— Bien, ¿Qué tenemos niño? —preguntó Bram mientras los tres caminaban hacia la entrada de la plaza.
— Esto no es una revuelta como las operadoras sospechaban, hay como 25 personas, pero esto más parece una reunión. —dijo Andrew a sus compañeros avanzando hacia donde se encontraba una multitud.
— ¿Y cómo lo sabes? —preguntó Vera
— Porque les pregunte y me dijeron que estaban esperando a quien los había reunido, pero he notado que la mayoría de los presentes son Uniólogos. —le contestó Andrew, además de contarles lo que había descubierto.
— ¿Por qué los uniólogos se reunirían en una zona pública? —preguntó Bram algo molesto.
— Bram, si alguien encontrara una señal que provenga de su dios, ¿Qué crees que haría primero? —dijo Andrew para que Bram entendiera la razón.
— Demonios... —dijo Bram dándose cuenta de lo que quiso decir Andrew.
— Y ahora piensa que no es una señal, si no una parte de su dios. —dijo Andrew para que analizaran un poco la situación — Y siendo sincero... me sorprende que hayan tardado mucho antes de que alguien empezara a dar un sermón.
El trío había llegado a la zona principal de la plaza donde se encontraba la multitud, la cual estaba tranquila, pero había algo que sobresalía de la gente. Era un hombre mayor que estaba parado sobre una mesa y comenzó a hablar a la gente que lo rodeaba.
— Durante 200 años la Uniología ha tratado de encontrar la verdad. —dijo el hombre comenzando con su sermón. — Cuando Michael Altman difundió su trabajo, pocas personas creyeron en él, el gobierno trató de desacreditarlo. Cuando eso no funcionó. Lo asesinaron y lo hicieron pasar por un accidente. Todos sabemos eso. —dijo el hombre haciendo que toda la gente cerca de su alrededor lo observará mientras que otros simplemente pasaban de largo y hacían lo suyo.
— Desgraciadamente. —susurró Bram contestando al aire cansado y harto de escuchar lo mismo que había oído antes con su ex-esposa, pensando que nadie lo escucharía, pero fue oído por sus 2 compañeros.
— Pero también sabemos que él decía la verdad. Durante 200 años, nosotros y nuestros antepasados mantuvimos la fe, creímos en sus palabras. —dijo el hombre mientras la gente a su alrededor continuaba observándolo con más atención.
— Estupideces. —susurró Bram mientras estaba de brazos cruzados escuchando el discurso del hombre, pensando que la única razón por la que aguantaba escuchar semejante basura era por su trabajo y le pagaban por hacerlo. Pero esto causó que su compañera lo mirara con molestia cual Bram no se dio cuenta ya que estaba atento al hombre.
— Ahora, finalmente, ¡Tenemos pruebas! ¡Pruebas que confirman que la iglesia tenía razón! ¡Que nosotros tuvimos razón! —exclamó el hombre con emoción.
— Lo que faltaba. Un fanático loco religioso con complejo de pastor. —dijo Andrew de manera irónica.
— ¿Acaso no todos los unitólogistas lo son? —le dijo Bram a Andrew lo que provocó una leve risa a ambos, pero molestando a su compañera.
— Todos ustedes han visto los videos. Saben lo que han encontrado. —exclamó el hombre a sus oyentes. — Aquí, en este planeta, hemos encontrado. ¡Otra Efigie! —gritó el hombre con emoción.
Bram se notaba cansado de escuchar a ese hombre que no espero para hacer de la suyas.
— ¡Pensaba que las Efigies eran de color negro y esta es roja! —gritó Bram a toda la multitud haciendo notar su molestia por su tono.
— ¡Neumann! —replicó Vera a su compañero por su comportamiento.
— Bram. ¿Qué haces? —preguntó Andrew a su compañero con nerviosismo. Temía que su compañero empezará una pelea.
— ¿Qué? Solo lo recalco. Y este sujeto es... ¿Algún tipo de pastor o algo? —dijo Bram cansado mientras señalaba al sujeto con su vista.
— Deakin Abbott, ingeniero de primera clase... Y sí, también un pastor laico. ¿Quién es usted? —dijo Abbott con calma ante el tono que uso Bram con él.
— Neumann, P-Sec, nos enviaron acá para asegurarnos de que no estén planeando una revuelta. —dijo Bram con seriedad encarando a Abbott mientras Vera y Andrew lo acompañaban desde atrás.
— Así que el gobierno ya está tratando de suprimirnos. No puede ocultar la verdad, Sr. Neumann. —dijo Abbott acusando a Bram. — Eso es lo que intentó el gobierno cuando asesinaron a Altman. ¡Pero aún seguimos aquí! —exclamó Abbott.
— No sea estúpido. Nosotros recibimos la paga de la compañía, así como usted, y además a CEC le importa un bledo un viejo loco como usted. —dijo Bram apuntándole con su dedo a Abbott.
— Bram, ¡Ya es suficiente! —reclamó Vera a su compañero
— Vamos Vera, esto es el colmo. No vas a comprar toda esta basura. —dijo Bram de forma malhumorada.
— ¿Basura? Maldición Bram, ¡Esa es mi fe! ¡Estás haciendo lo mismo que la mujer de la cafetería! —exclamó Vera hacia su compañero.
— ¡Ya basta con ustedes dos! —ya cansado de sus peleas gritó Andrew llamando la atención de sus compañeros. — Son agentes de P-Sec maldita sea, así que por el amor de dios actúen como tal. —terminó Andrew haciendo que Vera y Bram voltearan hacia un lado sin decir nada.
— ¿Desacuerdo entre las fuerzas de seguridad? —dijo Abbott con un tono burlesco. — Parece que tú eres el que está equivocado, ¿Quién es el viejo loco ahora? —dijo Abbott con indiferencia hacia Bram haciéndose el ofendido.
— No te hagas la victima conmigo. He visto lo que hace su mierda a la gente. —dijo Bram con enojo.
— Bram... —dijo Vera sujetando del hombro a Bram para que no hiciera una locura.
— Bram, mejor cálmate. Nos llamaron aquí para detener una posible revuelta, no para iniciarla. —dijo Andrew tratando de tranquilizar a su compañero. Lo último que quería era una trifulca en el lugar.
Bram harto de todo empezaría a marcharse del lugar no sin antes dejar unas cuantas palabras suyas, llamando la atención de todos en la plaza.
— ¡No hay ninguna jodida Efigie! Claro que eso de afuera es algo raro. ¡Tal vez incluso no sea humano! —gritó Bram con rabia a espaldas de los uniólogos. — Pero en caso de que no hayas oído las noticias anciano, ya conquistamos el cielo, y ¿Sabes que? ¡Dios no estaba en casa! —exclamó Bram mientras se dirigía a la salida.
— Tu dios, tal vez. —dijo Abbott calmado observando como Bram se iba. —Nuestro Dios es mucho más hogareño. — continuó Abbott pero Bram ya se había ido.
— *Suspiro* A James no le gustara esto. —dijo Andrew cansado para después empezar a caminar hacia la salida ante la mirada de Vera.
— Espera Andrew, aún no hemos terminado el trabajo. —dijo Vera sorprendida por la acción de su compañero.
— Vera, al igual que Bram, yo también estoy cansado de esto, pero al contrario de él no voy a explotar en medio de la plaza por que yo mantengo el profesionalismo del trabajo. —dijo Andrew para proseguir su andar, pero se detuvo un momento. — Además confió en que ellos no causarán problemas, No es así señor Abbott. —dijo Andrew volteando a mirar al señor.
— No se preocupe agente, no causaremos ningún problema. —dijo Abbott sonriéndole a Andrew.
— Bien, porque aunque no lo parezca, soy casi como mi compañero que acaba de irse; no soy muy paciente con... ciertos... temas. —dijo Andrew dándole una mirada seria hacia Abbott para posteriormente irse.
«No sé por que, pero siento que esto va a terminar mal.» —pensó Vera para después también irse ante la mirada de Abbott y su grupo.
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[Sitio de excavación GL - 426] [Sitio de hallazgo del artefacto, fuera de la colonia] [Una hora después]
Afuera de la colonia, cerca del sitio donde se encontraba el artefacto encontrado. Natalie y su grupo se encontraban trabajando en un camino que conectará a la colonia con el sitio de hallazgo.
— [Solo estoy preguntando ¿Cómo carajos vamos a hacer este trabajo? ¿Por qué un VTM (vehículo de tracción mecánica) no está haciendo esto?] —uno de los trabajadores se quejaba a través de su comunicador mientras aseguraba unos rieles al suelo.
— [Dios, Jerry. No lo sé. Tal vez tendrá que ver con la destrucción de una puerta en el sector 5.] —le contestó sarcásticamente Natalie a quien se quejaba.
— [¿Un accidente? Demonios.] —comentó uno de los trabajadores.
— [De cualquier manera, no es tan horrendo. Ya me esta gustando estar aquí afuera.] —comentó Natalie observando a un solo punto
— [¡Si, claro! Qué gran vista. Debería haber traído mis bermudas.] —dijo Jerry de manera sarcástica.
— [No me refiero a eso, tonto... Es esa cosa.] —dijo Natalie mientras seguía observando al artefacto.
— [Así que eso es en verdad una "Efigie" ¿O qué? Hay chicos que dicen que se van a convertir si eso es lo que creen que es.] —comentó Jerry.
— [Hey, yo solo trabajo aquí. Todo lo que sé es que Carthusia quiere que construyamos un tranvía desde este punto hasta la colonia. Así que desde mi punto de vista, nos tocó el peor trabajo, así que será mejor que muevan el culo y terminemos de instalar estas vías antes que nos caiga la noche.] —dijo Natalie apurando a todos los trabajadores mientras momentáneamente veía el artefacto para después volver a trabajar.
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[C.G. P-Sec] [Noche]
Andrew recién llegaba al cuartel general después de haberse separado de Bram y Vera, para hacer un encargo que le pidieron a James de parte del equipo de ingeniería, además de ayudar a Nathan en su investigación de quien se roba el equipo de mineria. También se tomó la oportunidad de comprar su cena para él y para Eliza, lo cual fue la razón por la que tardó en llegar.
«En serio, ese caso ya lleva casi dos años y aún continúa. Ya parece que nada más lo hacen para molestar.» —pensó Andrew lo molesto que se había vuelto el caso.
Avanzó por los pasillos y tomó el elevador hasta llegar al piso donde se encontraba la sala de operaciones. Al entrar se dirigió rápido hacia donde se encontraba Eliza, quien estaba centrada en su computador, dándole un pequeño susto al sentir los brazos de Andrew rodear su cuello.
— Dios Andrew, me asustaste. —dijo Eliza un poco alterada y sosteniéndose el pecho.
— Perdón, es que no te he visto tan concentrada en mucho tiempo y quise ver como reaccionabas. —dijo Andrew mientras intentaba no reírse, lo que molestó a Eliza.
— No es divertido tonto. —dijo Eliza mientras hacía un puchero.
— Ok, perdón. Pero ya siendo serio. ¿Qué te preocupa? No es normal que estés demasiado concentrada, sobre todo cuando en lo que te concentras es en eso. —dijo Andrew notando la preocupación en la mirada de su amada, sobre todo a la cosa que la estaba preocupando.
Lo que Eliza estaba observando era la grabación de una de las cámaras de los ingenieros que trabajaban en el tranvía cerca de donde se encontraba el artefacto, pero el video se encontraba pausado y lo único que se observaba era el artefacto desde lejos.
— Estoy preocupada Andrew. Desde que encontraron esa cosa hace seis días solo han traído problemas, primero los pleitos y ahora una oleada de depresión e insomnio azota la colonia. —dijo Eliza preocupada mientras que Andrew solamente la escuchaba. — Cada vez que la miro solo me provoca una mala sensación... como si algo malo estuviera a punto de ocurrir. —continuó Eliza mientras que Andrew sentía que la preocupación de su amada está al punto de rozar el miedo.
— Amor, sabes que estoy aquí y te cuidare de lo que sea, así que no te preocupes por eso. —dijo Andrew sosteniendo la mano de Eliza con fuerza haciéndole saber que siempre contará con él, lo que la reconfortó. — En cuanto a otra cosa. Tardé un poco para comprar la cena y traje tu favorito~. —dijo Andrew terminando con una pequeña entonada provocando que Eliza suelte una pequeña risa.
— Tu sabes como subirme el animo... y hablando de ánimos, que tal que después de cenar nosotros... —Eliza le empezó a susurrar algo en el oído provocando que Andrew se sonrojara mucho.
— B-b-bueno, lo estaré esperando con muchas ansias. A-ahora ¡Ejem! Si me disculpas debo entregarle a McNeil el informe del caso. Te veo luego cariño, te amo. —dijo Andrew nervioso al principio debido a lo que le había susurrado su novia, para después recuperar la compostura y despedirse de Eliza con un beso.
En eso Andrew sale del lugar a paso rápido hacia el despacho de McNeil intentando que nadie viera su sonrojo en el camino.
«Puede que fuera un soldado, pero sigue poniéndose nervioso como un puberto en estos temas, aunque su técnica no es como la de uno.» —pensó Eliza viendo como su enamorado se iba a paso veloz mientras que inconscientemente se relamía los labios.
Lo que ellos no sabían era que la interacción de la pareja no fue pasado desapercibido por la operadora del despacho de a lado, quien escuchó toda la conversación incluso una parte de lo que Eliza de susurro a Andrew.
«Mi Dios, estas parejas jóvenes de hoy y las ocurrencias que tienen.» —pensó la operadora con un fuerte sonrojo en su rostro.
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— Bueno, eso sería todo en el informe. —dijo Andrew con un holotexto proyectado desde su DRI frente a Nathan quien estaba atento en su ordenador escuchando lo que decía Andrew.
Andrew le terminó de redactar su informe a Nathan sobre el asunto del robo de material de ingeniería, lo que provocaba que Nathan gruñera de molestia para poco después calmarse.
— *Suspiro* ¿Otra vez? Ya parece que nada más lo hacen por j*derse unos a otros. *Suspiro* Necesito un trago. —dijo Nathan con un suspiro cansado mientras tenía una mirada de agotamiento.
— Lo bueno es que Colin ya les advirtió que si esos equipos que si vuelven a molestarnos a causa de sus peleas, cuando llegue el Ishimura los enviará despedidos de regreso a la tierra. —redactó Andrew lo que le dijo Barrow al terminar su trabajo.
— Eso significa que el caso ahora es problema de Barrow. Que buena noticia, ya que eso es una carga menos para mi. Pero aún así quiero ese trago. —dijo Nathan feliz de librarse de un caso molesto, provocando la gracia de Andrew por la forma de como lo expresó.
Nathan se levantó de su escritorio, apagó su ordenador y se dispuso a salir de la oficina, pero vio que Andrew se quedó ahí parado.
— ¿Me acompañas por el trago? —preguntó Nathan.
— No, tal vez otro día con más calma. Quiero salir del edificio junto a Eli... Quizás Neumann pueda ir contigo. —respondió Andrew lo que provocó que Nathan alzara una ceja para después mover su cabeza de un lado a otro.
— Creo que Neumann se me adelanto con lo del trago. Todo gracias a su situación actual con su compañera. — dijo Nathan haciendo que Andrew se frotara el puente de su nariz.
— Ay, ¿Ahora que pasó? —dijo Andrew con un tono cansado mientras acompañaba a Nathan fuera del edificio.
— Apena llegar aquí Vera le reprocho a Bram sobre su actitud al tratar con la revuelta y el le empezó a decir porque estaba en una secta llena de lunáticos. Empezaron a discutir esto y aquello, bla bla bla bla bla... todo en frente de James. —Nathan comenzó a relatar lo que había sucedido en la oficina por la tarde, justo cuando él no estaba.
— Ay por el amor de... —es lo único que pudo decir Andrew por lo que le estaba diciendo Nathan esperando que fuera todo.
— Así fue. Sus gritos se escucharon por toda la oficina, así que todo el mundo supo el porqué de su pelea. James tuvo que intervenir haciendo que se tomaran el resto de la tarde a cambio de que hicieran el turno nocturno. Incluso le pidió a Marla que acompañara a Bram para evitar que haga problemas en su estado. — Nathan le continuó relatando lo ocurrido a Andrew mientras tomaban el ascensor para bajar al piso principal.
«Así que fue por eso que no vi a Marla con Eli» —pensó Andrew al recordar no haber visto a Marla en el despacho donde trabajaba ella y su enamorada. — Bram puede mantener su profesionalismo la mayoría de las veces, pero cuando se tratan de temas relacionados con la Uniología puede perder un poco el control. —comentó Andrew sobre el porqué de la actitud de su compañero de trabajo.
— Pero ahora gracias a que encontraron esa roca, una parte de la colonia empieza a creer que quizá la Uniología tenga razón, pero la otra estaba prácticamente molesta, tanto que iniciaron peleas con aquellos quienes creen dicha fe. Eso fue al menos antes que iniciara esta ola de depresión. —Nathan relató lo que estaban pasando en la colonia desde hace casi una semana.
— No los puedes culpar por eso. La mayoría que escoge los trabajos en colonias mineras han sufrido por parte de la Uniología. Divorcios, crisis económica, fracturación familiar, peleas, muerte; todo eso y más. Es por eso que la gente pide estos trabajos en lugares tan lejanos... para alejarse de la influencia de la de esa religión. —explicó Andrew ya que él también es de esas personas que aceptaron trabajar en una colonia por esa razón.
— No se tú amigo, pero yo siento que esta mierda solo es el comienzo. —opinó Nathan al recordar la semana ajetreada que tuvieron.
— Yo también creo eso amigo, yo también. —comentó Andrew con algo de desánimo mientras asentía con la cabeza. — Bueno Nathan, nos vemos mañana. —dijo Andrew darle un apretón de manos a Nathan.
— Hasta mañana entonces. —dijo Nathan terminando el apretón para después marcharse del edificio y caminar por la plaza. — ¡Ah! ¡Y que te la pases bien con Eliza esta noche! —gritó a todo pulmón de manera burlona, ya alejado del edificio.
— ¡¿Ah sí?! ¡Pero al menos tengo a alguien quien me ama y me acompaña por las noches, imbécil solitario! —le gritó Andrew a Nathan a lo que este simplemente le alzó el dedo del medio sin voltearse a ver.
A Andrew solo le pareció divertida la reacción de su amigo y no se molestaba por eso, ya que se llevan así desde que entró en el ejército. Así que sin nada más que hacer afuera, Andrew volvió a entrar al edificio y esperar a que Eliza saliera para empezar su velada.
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Empezaron las clases hace una semana, lo que significa menos tiempo para escribir, pero no se desesperen. Avanzare LO QUE PUEDA de mis historias para que no mueran en el abismo.
Sin nada mas que decir, nos vemos en la siguiente lectura.
Atte: Bricky Lemming
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