17. No Quiero Enamorarme
holo de nuevo!! owo aquí les dejo un nuevo capi, disfrútenlo!!
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17. No Quiero Enamorarme
El agua de la regadera caía pesadamente sobre su cuerpo, salpicando un poco a su alrededor y dispersando el calor en forma de una fina cortina de vapor que no le dejaba ver más allá del perímetro de la regadera. Puños de fuego sostuvo la barra de jabón y comenzó a lavarse exhaustivamente por enésima vez, tratando de quitar todo rastro que la noche con el médico hubiese dejado en su ser. Sin embargo todos sus esfuerzos fueron inútiles, por más que talló y lavó, la esencia de Law seguía impregnada en él; podía sentir su aroma a pesar de los perfumes del jabón y la sensación de sus manos recorriéndole seguía presente... era como estar sumergido en el agua, y al salir, la sensación del agua moviéndose a tu alrededor seguía contigo.
Su corazón aún latía con bastante prisa, había estado así toda la mañana desde que abrió sus ojos y vio al médico... pero no. Era imposible que pudiese sentirse atraído por solamente un acercamiento físico; lo ocurrido la noche anterior era sólo sexo, una manera efectiva de deshacerse del frío; definitivamente no sentía nada por Law y nunca lo sentiría... no después de haber sido traicionado de aquella manera por el único hombre a quien creyó poder confiarle su más grande secreto... El amor podía irse a la mierda.
Tras lavarse perfectamente, el pecoso finalmente salió de la ducha y comenzó a vestirse. Primero se puso la ropa interior y pantalones holgados; después tomó una camisa sin mangas... quizá estaban en una isla de invierno pero él no padecía frío y tampoco tenía mucho que usar. Introdujo primero los brazos y luego la cabeza, pero fue justo cuando tiró hacia abajo para acomodársela que Law apareció repentinamente frente a él, sacándole un chillido del susto. El calor golpeó directamente el pecoso rostro de Ace; la sensación que habían dejado las tatuadas manos del otro seguían hormigueándole la piel y tenerlo de frente no lo ayudaba a calmarse.
- tenemos que irnos- murmuró de pronto el moreno con una mirada tan profunda en el rostro que la sentía atravesar todo su ser; ahora no sólo se sofocaba de la vergüenza, también sus manos comenzaban a temblar- ya no hay nada que necesitemos de esa anciana loca
- puedes irte si quieres, yo no pienso ir a ningún lado- quiso retroceder unos cuantos pasos pero sus piernas simplemente no se movían, parecían estar clavadas al suelo con una fuerza que Ace no lograba ver.
- no voy a abandonarte aquí- toda la serenidad que el pecoso reunió con tanto esfuerzo se fue al traste en menos de cinco segundos cuando el médico le sujetó la mano de improviso y la apretó entre las suyas; sus manos, aunque frías, le provocaban una sensación cálida, reconfortante y familiar... quería escapar lo más lejos posible de ese hombre y a la vez no quería soltarlo nunca- tenemos que huir
- ¡Abran de una vez malditos fenómenos!- los gritos y golpes detrás de la puerta rompieron la burbuja en la que el pecoso se encontraba inmerso; se tomó sólo un par de segundos para contemplar a su alrededor y la situación en la que se encontraban... toda la atmósfera cursi que le rodeó hace apenas unos instantes fue sólo una mala broma de su mente; de hecho nada era romántico en ese momento, mucho menos Law, quien aún fruncía el ceño de rabia- ¡Ni crean que los dejaré escapar tan fácil!
- ¡Room!- el cuarto de operaciones del cirujano de la muerte se extendió más allá del baño, de hecho envolvió la construcción completa. Pudiendo reconocer todo lo que estaba dentro de ese espacio que sólo él dominaba, bastó un solo movimiento de la mano del moreno para que él y Ace, a quien todavía sostenía de la mano, intercambiaran lugares con un par de muebles dentro de la casa, colocándose fuera del alcance de Kureha.
No había más tiempo para perder con charlas o peleas innecesarias, su prioridad en esos momentos era escapar, encontrar su barco y salir de esa problemática isla. El clima era sin duda una desventaja mas no impedimento, por lo que el moreno no tardó en reunir valor y arrojarse contra una ventana, arrastrando a puños de fuego con él. El hueso de su brazo fue lo suficientemente fuerte para romper el vidrio pero su piel era demasiado frágil en comparación, por lo que algunos trozos de cristal quedaron encajados en ella; aun así Law no se quejó del dolor de los cortes ni de la peligrosa altura de la que acababan de arrojarse... por suerte la gruesa capa de nieve en el exterior amortiguó su caída y detuvo momentáneamente el sangrado de sus heridas.
- ¡¿Acaso quieres matarnos?!- el pecoso "brotó" de un cúmulo de nieve para confrontar a su compañero; el frío ni siquiera le hacía cosquillas pero arrojarse de una ventana de forma tan inesperada mataría de un infarto a cualquiera- ¡¿por qué simplemente no nos transportaste fuera de la casa en vez de saltar así?!
- sólo comprobaba que mi kikoku no estuviera aquí- y en efecto, no pudo sentir su nondachi en ninguna parte de ese... ¿castillo? Qué extraño, el sitio era más grande de lo que se podía percibir por dentro- probablemente siga en el barco
- ¿y cómo vamos a encontrar el barco, ah?- se sacudió un poco la nieve del cuerpo mientras se ponía de pie- necesitamos a la anciana para eso, no veo por qué tengamos que irnos de esta manera
- quería quedarse contigo idiota- las palabras del moreno hicieron que Ace detuviera todo movimiento, incluso parecía que estaba conteniendo su respiración también- sabe quiénes somos y quería aprovecharse de ello. Como tu recompensa es la más alta, iba a por ti, pero...- un sonido bastante familiar le obligó a guardar silencio, y por si acaso, también cubrió la boca del otro con una mano.
Unos pasos pesados se escuchaban avanzar en la nieve junto a murmullos que rápidamente se volvieron voces y luego gritos... un grupo de personas se acercaba con antorchas y armas en las manos, seguramente doctorine había alertado de su estadía ahí a todo el pueblo. Rápidamente Law volvió a sujetar a su compañero y se pegó lo más posible a una de las paredes del castillo; si simplemente salían corriendo o usaban sus habilidades llamarían la atención... necesitaban esperar el momento adecuado para hacer su movimiento y escapar.
- [[¡Deja de hacer estas cosas Law!]]- gritaba internamente el pecoso, quien de nueva cuenta estaba demasiado cerca del moreno como para no dejarse abrumar por su presencia. Sus cuerpos estaban tan pegados el uno al otro que podía sentir el alocado ritmo del corazón del médico, probablemente porque estaba temeroso de ser capturado, ¿y su corazón qué hacía? Sólo latir de emoción, de sentir cómo la piel del moreno se iba enfriando poco a poco, latir por estar de nuevo compartiendo el mismo aire y rozando su cuerpo con el contrario tan descaradamente que ni siquiera sentía la poca ropa que traía encima, ¿por qué, incluso en esas circunstancias, no podía dejar de pensar en Law de esa manera?
- ¡Abre la puerta bruja!- escuchó la voz de quien, probablemente, lideraba a la turba enfurecida- ¡Sabemos que lo estás ocultando! ¡Ese tipo de monstruos deben ser arrojados al mar!- los gritos de afirmación de los demás hicieron retumbar las paredes- ¡Entrega al reno ahora mismo!
- ¿reno?- por primera vez en un buen rato los pensamientos del pecoso no giraron alrededor de Law sino a lo que acababa de escuchar. Antes de darse cuenta el grupo de personas ya estaba golpeando la puerta principal con troncos, armas y sus propios cuerpos; todo lo que tenían a su alcance para tirarla abajo- ¿buscan a Chopper?
- mejor para nosotros- el que buscaran al reno y no a ellos era una oportunidad de oro; mientras Kureha y su mapache de nariz azul estaban ocupados con los aldeanos del pueblo, ellos tendrían tiempo de sobra para escapar e ir a buscar su embarcación- escucha Ace-ya, cuando te dé la señal corre hacia tu lado izquierdo y no te detengas. Debemos encontrar el cuerpo de agua más cercano, seguramente el barco estará ahí
- Law, no podemos abandonarlos así. Si encuentran a Chopper lo arrojarán al mar, tenemos que hacer algo
- ¿estás loco? Esa anciana intentó entregarte a la marina para beneficio propio, ¿y quieres regresar a ayudarla a ella y Tony-ya?
- ¡Ellos nos ayudaron cuando estábamos en problemas! ¡De no ser por ellos hubieras muerto en la nieve!
- ¡De no ser por esa bruja ahora estaríamos camino a Dressrosa!- eso era. Si había forma de convencer a puños de fuego de seguir su camino era atacarle donde más le dolía, donde sabía que era vulnerable- ¿prefieres ayudar a un par de extraños que ir a buscar a tu hermano menor?
- hacer lo que deseas y hacer lo correcto son cosas distintas- puños de fuego se apartó del moreno con la resolución tatuada en toda su cara. Luffy era importante, sí, pero darle la espalda a alguien que les había tendido la mano era algo que simplemente no podía hacer- si no vas a ayudarlos está bien, pero yo quiero hacer lo correcto- y sin más, Ace corrió hacia la entrada principal del castillo, donde los pueblerinos acababan de abrir las pesadas puertas de madera a la fuerza. Aprovechó el barullo de la furiosa turba para mezclarse y entrar junto con ellos a la construcción para ayudar al renito y su excéntrica maestra.
- sólo vete Law... si él quiere dejarse atrapar y morir es su problema- se dijo a sí mismo el moreno, quien no podía dejar de ver la puerta por donde acababa de entrar Ace. El tipo era idiota, de eso no le cabía duda, y sumado a su buen corazón siempre terminaba enredándose en situaciones peligrosas. Era mejor separarse de él ahora que podía, si iba solo no llamaría tanto la atención y no habría retrasos innecesarios,... ¿entonces por qué sus pies iban en dirección contraria? ¡¿por qué iba de nuevo dentro de ese infernal castillo?!-... por eso odio verte a los ojos jodido pecoso...
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Momentos antes...
- [[¿qué están haciendo aquí?]]- se preguntaba Kureha mientras bloqueaba con muebles la puerta de la habitación donde ella y su pequeño reno estaban. Al juzgar por los gritos de guerra de los invasores, no venían por sus invitados sino por su singular ayudante, quien parecía más nervioso de lo usual- ¿acaso bajaste al pueblo solo, Chopper?- le cuestionó directamente al renito
- y-yo... ¡Ellos parecían estar bien afuera, todos los aldeanos parecían quererlos!- gritó el renito, justificándose. La cara de esos dos sujetos estaba en cada pared del pueblo, como si fueran algún famoso e incluso escuchó algunas conversaciones sobre ellos dos- ¡pensé que los aldeanos sí me aceptarían aunque tuviera mi nariz azul!
- ¡ellos son fugitivos, reno tonto!- la anciana no se tentó el corazón en regañarle, mucho menos cuando le soltó una patada que lo hizo volar hasta golpearse con la pared. Quería a su ayudante, sí, pero el coraje le embargaba al saber que sus esfuerzos por hacerle pasar como un reno normal fueron destruidos por esos tipos a quien, irónicamente, Chopper decidió ayudar- ¡Los están buscando porque sus cabezas tienen una recompensa, y ahora que saben que eres un usuario, también quieren la tuya!
- ¡entrega al monstruo, bruja!
Se escuchó un grito seguido de un fuerte crujido que hizo cimbrar hasta el último rincón del castillo... la puerta principal acababa de ser derrumbada. Pronto percibieron los pasos de los invasores deambulando por todo el castillo, abriendo puertas y rompiendo todo lo que podían, era sólo cuestión de tiempo para que llegaran a ellos. Kureha sujetó su botella con una mano y con la otra se armó con un hacha; se colocó frente a Chopper para ocultarlo lo más posible y miró directamente a la entrada, si derribaban su última defensa, pelearía con ellos. Sin embargo su escondite cayó en menos de tres segundos, no por el ataque de los aldeanos, más bien un fuerte golpe hizo volar todo mientras las llamas lo consumían... y de entre esas llamas salvajes, un hombre apareció... uno bastante sonriente considerando la situación en la que se encontraban
- ¡Menos mal que aún están a salvo!- el pecoso parecía alegre de verlos pese a que, hace menos de diez minutos, fue el blanco de ellos- vamos, tenemos que salir de aquí antes de que los aldeanos nos encuentren.
- ¿qué quieres aquí?- la anciana no tardó en fruncir el ceño con desconfianza- ¿qué planeas?
- debería agradecer que Ace-ya es lo suficientemente inocente como para querer ayudarlos- la voz del cirujano de la muerte interrumpió y poco después su dueño apareció tras la misma puerta, esquivando los trozos calcinados de madera en el suelo- si por mí fuera los entregaría en este mismo momento- las voces provenientes del pasillo dieron a entender que no quedaba tiempo, los aldeanos furiosos estaban a nada de encontrarlos- Room... Shambles...- con sólo estirar la palma de su mano, el médico desplegó su habilidad y cubrió el área con su cuarto de operaciones. Examinó los objetos dentro de aquella burbuja, y en cuanto localizó cuatro objetos lo suficientemente lejos del castillo, hizo el cambio.
En menos de un parpadeo los cuatro ya estaban a varios metros del castillo como para no ser detectados pero a la vez tan cerca que aún podían percibir el ajetreo de las personas que los buscaban. Los árboles altos que rodeaban el castillo servían para ocultarlos, por lo que tenían un tiempo de más para escapar. Law se tomó unos segundos para desaparecer su poder, bajar la mano y guardarla en el bolsillo de su chaqueta; una herida como la que tenía en su brazo no se podía exponer a climas tan extremos a la ligera. Sin decir más dio media vuelta y comenzó a caminar, abriéndose paso entre la nieve.
- esp... ¡Law!- el pecoso no dudó en alcanzarlo, es más, hasta se tomó la molestia de pararse frente a él para cortarle el paso- ¿si podías hacer eso por qué no lo hiciste antes? ¿por qué lastimaste tu brazo en vano?
- es una técnica que consume bastante energía y prefería mantenerme en la mejor condición posible para el escape- rodeó al pecoso para esquivarlo y seguir su camino- sólo tengo heridas superficiales, nada que no pueda resolver por mi cuenta
- ¿y ustedes dos, a dónde creen que van?- la voz de Kureha les hizo detenerse nuevamente- ustedes dos todavía tienen una cuanta que saldar conmigo
- mire anciana, nosotros no tenemos dinero y mucho menos voy a dejar que se quede con Ace-ya- consideraba a puños de fuego una pieza clave para llegar a Dressrosa, era su ofensiva contra los enemigos y muchos otros obstáculos que no pudiese vencer sólo con estrategia o sigilo
- hay un río a unos veinte minutos- la anciana estiró su huesudo brazo, apuntando hacia el horizonte- síganlo corriente abajo, los llevará a su desembocadura en el mar. Hay una cueva bien oculta entre los peñascos, ahí dentro se encuentra su barco y sus pertenencias. Deben ser rápidos si quieren escapar de esta isla... el mar se descongela al atardecer pero sólo tienen unos cinco minutos antes de que la entrada a la cueva se llene de agua- con esa última instrucción, la anciana les dio la espalda para subirse en el lomo del pequeño Chopper, ahora con la apariencia de un reno joven en cuatro patas, y perderse entre la espesura del bosque junto a él.
- [esa anciana... ¿acaba de ayudarnos?]- el médico no comprendía nada de lo que acababa de suceder; hasta hace poco esa mujer estaba dispuesta a venderlos para obtener plata, ¿por qué cambió tan repentinamente de opinión?
- vamos Law- con sólo tomarle de la muñeca, Ace logró traerlo a la realidad- creo que nos está agradeciendo por salvarlos, hay que aprovechar- de nuevo el pecoso sonreía de esa forma tan sincera y transparente, pero la sonrisa le duró poco, pues de pronto se veía nervioso e inclusive le soltó la mano.
Estaba actuando muy raro.
Por ahora no contaban con el tiempo para ponerse a hablar de sus emociones, así que decidió hacer a su conflictivo compañero de viaje a un lado para enfocarse en escapar. Tal como había dicho la anciana, encontraron el río mientras caminaban en la dirección indicada por doctorine, y a pesar que estaba congelado en la superficie, por el interior podía verse el agua correr e incluso se distinguían algunos peces y criaturas acuáticas moviéndose entre sus aguas. Siguieron por la ladera del río según las instrucciones que recibieron hasta llegar a la saliente hacia el mar varias horas después.
El agua seguía congelada pero el sol estaba en su punto auge del medio día, por lo que comenzaba a derretirse. También encontraron los peñascos y la cueva bien oculta entre una de las rocas más grandes; al entrar no pudieron contener la sorpresa, el sitio era mucho más grande de lo que se veía en el exterior. El deshielo se iba filtrando entre las piedras y grietas del lugar, por lo que tuvieron que sujetarse de la pared para no resbalar mientras avanzaban al interior... aunque el verdadero problema era que ese pequeño río de agua helada que corría un poco más arriba de sus tobillos era de mar, por lo que drenaba parte de su fuerza.
- este lugar ridículamente enorme- Ace miraba hacia arriba para buscar el techo del lugar pero no distinguía absolutamente nada; al contrario, el eco de su voz daba a entender que la bóveda de la cueva estaba bastante lejana a su posición- ¿cómo se supone que...?
- ¡cuidado!- el pecoso sintió un tirón desde su abdomen; una especie de abrazo que no sólo le impidió seguir su camino, también logró alterar su ritmo cardíaco lo suficiente como para que pudiera escucharlo sin esforzarse - ¿qué haces Law?- ese tipo no dejaba de acosarle ni en esas situaciones- la anciana dijo que deberíamos apresurarnos si queremos recuperar el barco... no podemos ahora...
- primero fíjate en dónde pisas, imbécil- fue esa llamada de atención la que hizo que el pecoso mirara hacia abajo; el pie que llevaba por delante ahora estaba suspendido hacia un desfiladero por el que caía el agua a sus pies, como si fuese una cascada... si Law no lo hubiese detenido, habría caído por él. Retrocedió para que el vértigo no le hiciera perder el equilibrio, pero al hacerlo su espalda chocó irremediablemente con el moreno- ¿puedes ver eso?
- ¿qué? ¿qué cosa?- en ese momento estaba tan nervioso que no estaba muy seguro de lo que hacía
- allá abajo- el médico señaló justo al desfiladero; a pesar de la oscuridad, si enfocaba bien la vista podían distinguirse los reflejos del agua moviéndose, y sobre ella, un gran objeto se mecía con suavidad de un lado a otro
- ¡el barco! ¿cómo ha llegado hasta allá?
- Hay marcas de humedad en las paredes- y no sólo eso, algo de vegetación marina también estaba pegada en las rocas- el agua debe subir junto con la marea cuando deshiela. La bóveda de la cueva está bastante alta, así que el agua no llena por completo la cámara, pero es suficiente para sumergir la entrada. Si queremos sacar el barco tendremos que esperar a que el agua suba lo suficiente el barco para que no choque con las rocas del fondo y al mismo tiempo sea tan bajo para no rozar las rocas de arriba... será complicado, no sé cómo hizo esa anciana para ponerlo ahí en primer lugar
- ¿por qué no simplemente no usas tus poderes?- el plan del médico era tan rebuscado que sonaba a que no funcionaría, a pesar de ser ideado por él- puedes tele transportarlo fuera de la cueva, ¿no?
- podría, pero justo ahora...- estiró su brazo herido frente al pecoso, en donde apareció una de esas pequeñas esferas azules tan características de la ope ope no mi, aunque ésta era mucho más traslúcida de lo normal y estaba tan inestable que a los pocos segundos se desvaneció- justo ahora, estamos dentro de agua de mar, no tengo fuerza suficiente para mover un objeto tan grande fuera de esta cueva. Tendremos que usar el método más complicado...
-... ¡bien!- esta vez fue el turno de Ace de tomar la muñeca del moreno con fuerza justo antes de saltar hacia el desfiladero. Sus poderes también eran débiles, pero bastaban como para usar su puño de fuego e impulsarlos un poco más en el aire, colocándose justo debajo del barco. La caída fue brusca, tanto que hizo crujir sus huesos en cuanto cayeron dentro de su embarcación
- ...no sabes cómo te detesto...- era difícil lidiar con las decisiones espontáneas de su acompañante, y lo peor era que, de alguna manera, Ace terminaba ayudándolos con sus estupideces. Tras el mareo inicial por el impacto, Law logró levantarse; su cuerpo dolía pero no sentía indicios de heridas graves, buena señal. Estaba por ponerse de pie para evaluar los daños del barco cuando sintió un calor abrumador en sus pies; tuvo miedo de ver pero igual terminó haciéndolo - ¿y ahora qué haces?- por algún motivo que no comprendía tenía las manos del pecoso alrededor de sus pies, las cuales emanaban una pequeñas llamas que iluminaban parte del barco
- ¿qué crees que hago? Estoy intentando secarte- frunció ligeramente el ceño, indicando lo concentrado que estaba en su labor- si logras secarte a tiempo podrás sacarnos, ¿no es así?- quién sabe si su método pudiese ayudar en algo, mas en esos momentos no había otra cosa que intentar... intentar hasta que sus opciones se agotaran. Lamentablemente, sus opciones se agotaron más pronto de lo que imaginaron.
El escurrimiento que hasta hace un momento sólo les había mojado los tobillos, ahora era una catarata torrencial que llenaba la cueva con tal velocidad que el agua se agitó demasiado, haciendo que el barco se tambaleara de un lado a otro como si estuviera hecho de papel.
- esa anciana no mencionó nada de esto- el médico no tuvo otra opción que arrastrarse por la cubierta hasta la barandilla del barco, la cual le sirvió de apoyo para levantarse- nos quedamos sin tiempo... Ace-ya, ¿puedes hacer lo mismo que hiciste hace un momento? Si logramos acercar el barco lo suficiente a la entrada quizá podamos salir de aquí
- bien. Sujétate fuerte- no podía negarlo, era complicado. Usar sus poderes para mover el barco sin quemarlo requería un gran autocontrol; pero era mejor no pensar en las horribles consecuencias si fallaba, lo mejor era sólo actuar- ¡HIKEN!- juntó ambos brazos y con ellos lanzó una llamarada tan grande que chocó con una de las paredes de la cueva.
El impacto terminó por empujarlos hacia la entrada junto con el barco que abordaban, pero las imparables olas en el agua terminaron desviando su curso hacia una columna de rocas... estaban por estrellarse. Law tenía bastante claro que si alguno de los dos caía al agua estaban perdidos, por lo que estiró su mano, dispuesto a usar sus poderes
- ROOM- su cuarto de operaciones se expandió pero no como hubiese deseado; con ese diámetro apenas y alcanzaría para que su room abarcara apenas un par de metros hacia afuera, eso sin contar que debía estar prácticamente pegado a la pared para que funcionase. Como si fuera poco, tenían un limitante más... su shambles le hacía intercambiar un objeto de posición con otro dentro de sus paredes, pero en ese momento, todos los objetos y seres vivos cerca de esa cueva estaban inmersos; si cambiaba posiciones con un coral o un pez, aparecerían dentro del agua y sería su fin
- ¡Law, la pared!- se acercaban peligrosamente al lateral izquierdo de la cueva- ¡Law!
- ...- sólo tenían una oportunidad o terminarían como alimento de reyes marinos; sólo necesitaba un objeto o criatura que estuviera fuera del agua; un ave, una piedra, ¡lo que fuera! Había planeado su muerte como algo más glamoroso y poético, no quería terminar como un insecto aplastado contra la pared. Cuando estaban escasos centímetros de su eminente colapso por fin lo sintió... un pequeño pez se movía entre las aguas y de pronto saltó hacia afuera- ¡SHAMBLES!- el barco y ellos fueron trasladados hacia donde estaba la criatura en menos de un segundo, dejando a un confundido pez en su lugar.
La diferencia de nivel del mar hizo caer el barco con tanta fuerza que una gran columna de agua marina se alzó en el aire y los tripulantes volvieron a rodar por la cubierta. El barco se tambaleó por un largo rato, zarandeando a sus tripulantes de un lado a otro con tal violencia que sus cuerpos terminaron enredados el uno con el otro sin darse cuenta. Para cuando el movimiento cesó, el moreno ya estaba boca arriba sobre la madera, con el pecoso bien metido entre sus piernas.
- [¿por qué ha terminado así?]- el pecoso tragó duro, tanto Law como él tenían sus ojos más que abiertos contemplándose el uno al otro. Y a cada segundo que su piel permanecía en contacto con la ajena, el corazón de Ace se agitaba descontrolado y la temperatura de su cuerpo iba aumentando tan rápido que parecía quemarle; algo irónico tomando en consideración su fruta del diablo. Su mirada se desvió inevitablemente hacia los labios del médico... pasara lo que pasara, quería sentirlos de nuevo; esta vez sería él quien le robara un beso- Law...- murmuró mientras se iba acercando a su rostro, sin despegar la mirada de esos carnosos labios que invitaban a probarlos
- ¡aprendan a navegar, idiotas!- la puerta de la habitación se abrió de golpe, dejando a las dos personas que se encontraban dentro a salir a cubierta- ¡estuvimos a punto de morir ahí dentro!
- ¿doctorine?- y no sólo la anciana, el renito también estaba ahí, con la cabeza bien metida en uno de sus preciados barriles de provisiones, quizá vomitando o algo parecido
- ¿qué haces aquí anciana?- el rencor en la voz del médico era tanto que parecía poder palparse. Se quitó al pecoso de encima y se levantó a encarar a la mujer
- esa cueva es bastante famosa en la isla. Se dice que hay un tesoro en lo más profundo, pero jamás se vuelve a saber nada de los barcos que entran en ella. Que una embarcación completa logre salir ilesa de ese lugar es imposible debido a los flujos de las corrientes y el rápido deshielo de la isla... ¡pero confiaba que ustedes podían lograr lo imposible, hee hee hee!
- entonces regrese a ese maldito agujero a buscar su tesoro, porque no voy a darle a Ace-ya- de nuevo ese estúpido médico decía cosas comprometedoras, hasta parecía que lo hacía a propósito
- si ese tesoro existiera ya estaría en mis bolsillos, mocoso. Quizá sea una mujer ambiciosa, pero hasta yo sé en qué momento no hay que cruzar la línea... es verdad que nos salvaron, mas eso no basta para cubrir su deuda. En cambio, si nos llevan a mí y a mi torpe reno a la siguiente isla, podría considerar dejarlos escapar ilesos
- ¿qué nos garantiza que no nos traicionará apenas lleguemos a la otra isla?
- soy una mujer frágil escapando con un reno de nariz azul que también es un usuario, ¿de verdad crees que podría delatarlos en esas circunstancias?
-...- Law estaba seguro que la anciana podía defenderse a sí misma pero el reno parecía demasiado inocente, justo como el idiota con pecas que tenía a sus espaldas- la estaré vigilando anciana- amenazó antes de ir a revisar su barco para asegurarse que no tuviese ningún daño después del impacto en el agua
- ¡Tú! Chico de fuego- le habló al pecoso, quien permanecía pasmado en el suelo. Una vez que tuvo su atención, se rebuscó en el escote de la blusa y de éste sacó un log pose con el nombre de una isla desconocida- pon a navegar esta cosa y después cocina algo para comer, me muero de hambre
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Al caer la tarde, el ancla del barco bajó a las oscuras aguas del mar abierto. Era peligroso detenerse en ese tipo de sitio, sin embargo, era mucho más riesgoso seguir su camino en la oscuridad, cuando podían ser emboscados por cualquier cosa. Se tomaron su tiempo para encender la chimenea del barco y preparar la cena; esa noche sólo había pescado frito y una interesante historia que les contaba el cirujano de la muerte
- de entre los tres tipos de frutas, puede decirse que las tipo logia son las más difíciles de derrotar- tanto Chopper como Ace le escuchaban a la vez que sus ojos centelleaban admiración, como dos pequeños niños que aprenden algo nuevo- ¿cuál es el rasgo característico de un usuario tipo logia que los hace tan fuertes?
- ¡yo sé, yo sé!- el renito levantó su pesuña al aire- ¡no pueden ser tocados!
- eso no es precisamente correcto- se acercó a puños de fuego y levantó una mano contra la frente del otro, presionando su dedo índice contra su pulgar. Ace no temió pese a que sabía que el médico podía golpearlo con fuerza, fácilmente podía esquivar ese golpe con ayuda de la mera mera. A pesar de ello, sintió una punzada en su frente seguido de un intenso ardor; ¡¿de verdad acababa de golpearlo?!- ¡no estaba listo!- sí, tenía que ser eso. Era imposible que Law lo hubiese tocado
- ¿lo estás ahora?
- ¡sí!- volvió a concentrar sus poderes, pero fue inútil. Incluso esa vez le dolió más que la anterior- ¡auch!
- ¡lograste tocarlo!- el renito bailaba alrededor del moreno con total admiración- ¡¿cómo lo hiciste?!
- se lo había mencionado a Ace-ya una vez. Hay ciertas habilidades que todo ser vivo posee, pero la mayor parte del tiempo no se dan cuenta de ese poder, y en cambio, hay otros que pasan su vida entera tratando de despertarlo sin conseguirlo. Es una fuerza que permite aumentar los sentidos presentes en todas las criaturas... esa fuerza es llamada haki. En concreto, hay dos tipos de haki que cualquiera puede despertar y desarrollar según su entrenamiento. El kenbunshoku haki, es un sexto sentido que permite ser consciente del mundo que nos rodea, otorgando la capacidad de anticipar a cualquier hecho a nuestro alrededor. El busoshoku haki materializa la fuerza de voluntad del usuario en una armadura que le permite defenderse o realizar ataques; es por ello que puedo tocar a Ace-ya sin que sus llamas me afecten. Y por último, el tercer tipo de haki, sólo uno entre un millón pueden usarlo, el haoshoku haki, la habilidad de dominar a otros a voluntad- el pecoso tembló al sentir la mirada del mayor sobre él tan repentinamente; ¿por qué ahora lo miraba así?- no es algo que ustedes deben saber, de hecho, sólo los nobles y los cazadores conocen sobre el haki
- si sólo un grupo tan exclusivo tienen acceso a esa información, ¿cómo es que tú la sabes?- raras veces el pecoso era tan perspicaz como en esos momentos, pero algo en su mente no terminaba de cuadrar
- ¡es porque Law es muy listo!- el renito miraba con auténtica admiración al joven médico, como un pequeño que tiene a su héroe ante sus ojos- ¡seguramente leyó muchos libros al respecto!
- como dije antes, no hay información disponible sobre lo que acabo de decirles, ni siquiera hay evidencia física que hable respecto al tema. La razón por la que sé sobre haki es porque lo escuché directamente de un tenryuubito... hace mucho tiempo...- repentinamente el ambiente se volvió pesado y hostil; como cuando entras al territorio de un animal salvaje
- muy bien mocosos, hora de ir a la cama- Kureha, quien había permanecido como espectadora de aquella conversación mientras se bebía la última botella de sake dentro de ese bote, finalmente se animó a hablar- fuera de mi habitación
- ¿su habitación?- el médico enarcó una ceja
- no esperan que una dama como yo comparta habitación con un par de salvajes, ¿cierto?- soltó la botella vacía y la dejó rodar por el suelo mientras ella se tendía en la cama- largo de aquí, mantener toda esta belleza requiere un descanso de al menos ocho horas diarias
- está loca
- ¡¿quién dijo eso?!
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No supieron cómo pasó, pero al final terminaron haciendo lo que la anciana ordenó. Chopper fue enviado a dormir en la bañera esa noche, en tanto los otros dos usuarios ya estaban sentados en cubierta, usando una de las paredes de la habitación principal como apoyo para sus espaldas mientras miraban ese punto infinito donde el mar y el cielo se unían. El agua estaba tan quieta que era como un enorme espejo reflejando las millones de estrellas arriba de él, dando la ilusión de estar navegando en el cielo.
Con ese espectáculo tan cursi, la imaginación del pecoso no pudo detenerse; pocas veces había sido testigo de algo tan bello, aunque probablemente... lo que hacía más especial ese momento era tener una buena compañía; alguien con quien disfrutar la brisa salada del mar y las cálidas notas de una melodía que nadie más escuchaba... ¿Por qué todo era tan agradable cuando estaba junto a Law? Era terrible pensar que su primer encuentro fue en el coliseo, pero al menos algo bueno había salido de ese lugar.... Conocer a Law fue lo mejor que pudo pasarle...
De pronto un suave roce en su hombro le hizo dar un respingo; sin darse cuenta, su cuerpo se había relajado tanto que terminó recargándose en el hombro contrario, permitiéndole sentir esa agradable sensación que el médico le causaba, al menos hasta que terminase golpeándolo para alejarlo.
Pero no sucedió.
Ace se quedó a la expectativa unos minutos, sin embargo, el médico no dio señal de querer apartarlo; era como si no estuviese ahí. Quizá debería sentirse enojado por ser tan poca cosa para él, pero el pecoso era experto en sacar provecho de cualquier oportunidad que tuviese al alcance... justo ahora, Law descansaba su mano junto a la suya, era el momento perfecto para buscar algo del calor que sólo esa mano podría brindarle. Empujando con su dedo meñique, el pecoso fue deslizando su mano por la madera del suelo con suma cautela, milímetro a milímetro, buscando al menos poder sostener su mano como solía hacer cuando estaba con Zoro en las frías noches de otoño...
- tomaremos turnos- casi le da un infarto al escucharlo, por lo que se quedó estático, esperando a que le llamara la atención de alguna manera- estamos a mar abierto, cualquier cosa podría pasar; monstruos marinos, tormentas, algún buque de la marina... si ambos dormimos no viviremos para el amanecer de mañana. Es mejor si tomamos turnos, uno descansará mientras el otro vigila, ¿estás de acuerdo si lo decidimos al azar, Ace-ya?- aun con el tono serio de la conversación, el corazón del menor latió con fuerza al escuchar su nombre, y sin pensarlo, levantó su vista hacia el rostro del médico.... sus sentidos se perdieron en aquellos ojos grises tan brillantes, donde la luz de la luna se relejaba preciosamente- ¿Ace-ya?
- deja de hacer eso- no, ya no quería mirarlo, por lo que agachó la cabeza- Deja de llamarme de esa forma. Somos compañeros de viaje, ¿no es así? No deberías... ser tan amable conmigo...- desde que le conoció tenía la sensación de que Law no le trataba de la misma manera que a otros, como si... fuera especial para él. Pero en el fondo lo sabía, sabía que ese tipo lo estaba usando para llegar a Dressrosa, que su compañía no era muy diferente a la de un barril de provisiones; estaba seguro que, de ser necesario, Law lo dejaría de lado, como había hecho Zoro. Temía que "eso" que alteraba sus sentidos fuera tan intenso como lo fue con el espadachín, y al final, terminaría solo de nuevo. No quería enamorarse, porque si Law se iba, no soportaría una vida sin él después- ...no quiero que despiertes sentimientos que no puedas corresponder... no quiero terminar odiándote también...
Hubo un silencio bastante profundo, y al final, Ace no pudo hacer más que sonreír tristemente mientras cerraba los ojos... Law no había respondido, y a la vez, lo dijo todo con ese silencio; no había forma que lo suyo terminase bien. Hace tanto que no sentía el corazón tan pesado como para quitarle las energías, inclusive, para respirar.
Lo mejor era sólo... cerrar los ojos y tratar de olvidar. Perderse en los buenos recuerdos y las fantasías creadas por su mente, dejando que el golpeteo de las olas en el casco del barco le fuera arrullando hasta perder la noción del tiempo
Fue sencillo para Law, tras un largo rato en total silencio, saber por su suave respiración, que Ace se había quedado dormido tan repentinamente como siempre lo hacía. Lo observó por el rabillo del ojo, y una vez que comprobó lo que ya era evidente, se movió un poco para que el pecoso se recargara mejor en su pecho mientras su brazo se deslizaba desde su espalda hacia su cintura, envolviéndole en un abrazo mientras a su mente venían aquellas palabras que, en alguna ocasión, Ace mencionó sin pensar, como muchas otras cosas en su vida
¡Así es, soy tu nuevo amo! ¡Fui yo quien te liberó del Coliseo de Sabaody, por lo que eres mi responsabilidad te guste o no!
- no me canso de decirlo, eres... un idiota...- le miró con cariño, y en un acto reflejo quizá inspirado por el ambiente meloso que creaba la luz de la luna y los millares de estrellas, dejó un corto beso en su frente, sintiendo sus rebeldes mechones de cabello haciéndole cosquillas en su nariz- si no quieres que esos sentimientos despierten, deberías dejar de decir cosas como esas...
Continued...
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