¡Ama a esté muerto caminante!
― El Rey demonio de la agencia armada de detectives lo ha decretado... él dice: lunes, 8:00 am, seré eliminado... seré cazado por los hunting dogs, golpeado y decorado en la pared... - miro al reloj ― treinta horas para vivir... ¿Cómo debería gastarlas?
Atsushi camino por las calles de Yokohama, solitario, la Agencia estaba luchando duramente contra Atsushi, había mandado a los hunting dogs, todo era un caos, pero aún tenían tiempo, podrían ganar la batalla más en la mente de Atsushi solo había una cosa, la inutilidad que había creado un conflicto mayor, se sentía culpable y probablemente la culpa le carcomía ¿por qué? Bueno, estamos hablando de Nakajima Atsushi, no necesita un por que para sentirse culpable de los actos a su presencia. Pero era diferente, esa noche, era diferente. Tanto ajetreo, no había tenido tiempo, no, no podía detenerse, estaba huyendo de la agencia, porque querían detenerlo, detener su lado salvaje y ese fue su error.
― No tengo por qué quedarme y morir como ganado – se quejó Atsushi ― podría cambiar mi nombre y conducir hasta palaos... pero no tengo motocicleta. – Atsushi recordó a ver visto una y sonrió – esperen...
Atsushi se sonrojo, miro en sus bolsillos, así es, había olvidado sus supresores. Miro sus manos, recordó ser un tigre y recordó quien era el mejor para sostenerlo.
― Aquí una opción que me gusta: pasar esas treinta horas volviéndome... salvaje
Uso su olfato de tigre y una vez que lo hallo Atsushi comenzó a caminar – lo necesito duro, ¡soy un muerto caminante!
Encontró rápidamente aquel departamento, miro desde el suelo hasta donde su olfato lo miraba ― estoy en el patio, ¡soy un muerto caminante!
Trepo por el edificio, encontrándose con la habitación, jalo la ventana con fuerza, sabía que podía abrirla, sabía que solo él podría hacerlo salvaje. ― antes de que vuelvan a regular mi ciclo, estoy abriendo el seguro de tu ventana, no hay tiempo para llamar a la puerta, ¡soy un muerto caminante!
― ¡Jinko! – grito al escucharle, el azabache se había despertado automáticamente. Rashoumon estampo en la pared al chico quien entraba en su cuarto ― ¿Qué estás haciendo en mi habitación?
Atsushi puso su dedo en su boca, no podía expresarse, ese ciclo simplemente era enorme ― sssh – Akutagawa sintió aquel golpe de olor, era fuerte, Rashoumon lo había soltado ligeramente pero intentaba retenerlo de todas formas ― lo siento pero realmente tenía que despertarte, como vez, he decidido que tengo que montarte hasta romperte. Por qué los Hunting dogs dicen que me cazaran, eres mi última cena en este corredor de la muerte – menciono librándose de Rashoumon, era cierto, el olor de Atsushi ya lo tenía mareado y el albino no daba nada para resistirse, obviamente no, incluso había llegado a aquel lugar listo para todo, Akutagawa apenas iba a replicar, el albino no debía estar allí ― cierra la boca y pierde esos calzoncillos ajustados – hablo coqueto frente al azabache
Atsushi miro que el azabache intentaba huir, sus instintos ganaban, se fue encima del mafioso para tenerlo a su merced, definitivamente Akutagawa ya no lo soportaba más, quito su corbata con fuerza rompiendo los primeros botones de su camisa, logro bajarla comenzando a mostrar sus hombros, para coquetear al mayor ―soy tuyo está noche, ¡soy un muerto andante! Pongámonos en cuatro, ¡besa a este muerto caminante!
― Jinko, no pue
Atsushi termino de quitarse la camisa, y comenzaba con su pantalón ― estoy caliente, molesto y tomando pastillas – miro fijamente al mafioso quien estaba en sus últimas ― ¡inclínate a la voluntad de este muerto andante!
El azabache dio un último respiro, conocía bien el celo del agente, por eso se había decidido ponerlo bajo custodia en esa temporada, bien lo habían dicho, una más y ambos estarían en problemas, pero era tan simple, era tan bello, tan salvaje. Akutagawa sabía que no debía tocarlo, sabía que sería su fin si lo hacía pero allí estaba, había escapado una vez más y seguramente la agencia lo estaba buscando, lo matarían seguramente y eso lo sabía Atsushi, lo sabía perfectamente.
Miro al albino quien se calmó unos instantes, este suspiro, se había quedado solo en bóxer, parecía que tenía un momento de lucidez ― Sé que lo prohibieron – dijo el albino ― lo comprendo... eres un mafioso, un asesino – menciono decaído. El azabache le miro, si, eran lagrimas pero no debía caer en el albino, debía resistir solo un poco más a que la agencia llegará ― y lo sabes, lo sabes, lo sabes... es porque eres hermoso... - sonrió Atsushi ― dices que estas entumecido por dentro pero estoy en desacuerdo
El agente sonrió tomando las mejillas del azabache, si, ese era el final, pues Akutagawa pudo sentir todo el calor de Atsushi, todo lo que retenía por él ― entonces el mundo es injusto, mantenlo encerrado del afuera – tomo la mano del azabache entrelazando sus dedos y toco su pecho – aquí es hermoso... - el azabache tomo también su mano ― ¡hagámoslo hermoso!
― Bueno, eso funciona para mi
Akutagawa no pudo más, tomo al albino de sus hombros y lo dejo encima de la cama para colocarse el encima ― Jinko, llevas mucho provocándome
― ¡Aah! – grito el albino, no podía evitarlo, lo necesitaba ya – apresúrate
― No apresures maldito agente, estaremos muertos
― Bueno, es por eso que vine aquí
Akutagawa bajo el bóxer del albino, sus besos eran apasionados, locos, desenfrenados, eran todo para ambos, el calor de ambos. ― Ryu, Ryu, necesito más
― Lo sé, lo sé, eres una bestia
Atsushi había tomado el cuello del azabache, se acomodaba entre sus brazos ― Ryu, Ryu estoy caliente
― Lo sé, puedo sentirte
Sin poder soportarlo más, el albino empujo al azabache en la cama, lo monto acomodándose ― deja de jugar, hagámoslo ya – pidió el albino. El azabache trago saliva, era más salvaje que otras veces. Abrazo al azabache de su cuello, Akutagawa había sacado su miembro, había logrado entrar sin dificultades
― ¿hace cuánto que estabas así? – pregunto sorprendido, el albino estaba caliente, húmedo, preparado
― Sssh, es tu culpa por ponerle seguro a la ventana
Atsushi comenzó a brincar, lo tenía dentro, lo tenía duro, lo tenía como quería, donde lo quería, se aferró al mayor para tenerlo más, el mafioso recostó al albino, se movía con más facilidad, entraba más para el albino, los golpes en su punto estaban enloqueciendo, termino con un gran grito y suspiro cansado ― Es-eso estuvo bien, te traeré agua
― Otra vez – dijo el albino tomando las manos del azabache y dejándolo en su cadera ― dame hasta no poder más, déjame sin caminar ¡hasta morir!
― Jinko
― ¡dame Ryu!
El mafioso amaba y odiaba ese salvajismo del albino, término poniéndolo en cuatro, Atsushi estaba siendo literalmente llenado por todas partes ― aaah, aah Ryu, estas dándome justo allí
― Acabas de terminar ¿Cómo estas así?
― Aaah, más, más, más
El mafioso no quería negarlo, ni mucho menos bajar el ritmo, no quería perderlo. Amaba a Nakajima Atsushi, el omega de la agencia armada de detectives.
El mafioso logro terminar dentro del albino, aquel golpe fuerte hizo a Atsushi gritar una vez más, su espalda arqueada, su respiración agitada, el rastro de saliva en sus mejillas, todo estaba completamente destrozado, puso sus codos sobre la cama, miro al azabache ― no quiero que esto termine
― Tampoco yo
― Solo tengo hasta las 8:00 am
― ¿Por qué?
― Me darán medicamentos más fuertes...
― ¿será nuestra última vez?
― No, no necesariamente...
― Jinko eso
― Muérdeme
― Jinko, me mataran
― No lo harán, no si estamos unidos – tomo las mejillas del azabache ― por favor Ryu, yo... yo quiero estar contigo
― ¿Aun siendo un asesino?
― Bueno... - sonrió – ya son un muerto andándote
El azabache sonrió ― eso está bien para mi
El mafioso volvió a tumbar al albino, estaba encima de él, Atsushi estaba soportándolo perfectamente, las embestidas eran duras, era todo lo que necesitan. ― ¡aah aaah! – Atsushi estaba a punto de correr de nuevo, el albino lo volteo a ver ― sa-sa-sa
― No lo sacaré – se quejó el mafioso moviéndose más rápido
Inclino su cuerpo, era hora, si el albino lo había pedido, lo haría. Tomo las caderas de Atsushi, creo que no podía entrar más profundo, se quedó quieto dejándolo adentro de él, Atsushi estaba soportándolo, no podía más, sentía que iba a explotar, el azabache acerco sus filosos dientes, le mordió, y ambos lograron terminar juntos mientras la punzante mordida se quedaba. Atsushi grito con gran fuerza.
Akutagawa se dejó caer a su lado, estaban agitados, la sangre se encontraba en la boca del azabache y en el cuello del albino, más todo el demás fluido en su cuerpo era sudor y semen, se miraron a los ojos, sonrieron. ― tu celo, es lo mejor y peor que me puede pasar - soltó el azabache con gran tono burlesco
― Y tu, eres lo peor y lo mejor que me pudo pasar – respondió el albino sonriente
Así es, meses atrás se habían enamorado, basto una salida a ver los cerezos en plena primavera para que ambos sintieran sus olores, la bella imagen de Atsushi bañado en lluvia de cerezos y el oscuro semblante de Akutagawa iluminado por los radiantes rayos de sol de la primavera, solo había bastado eso, una primavera, un cerezo, y una mirada.
La agencia y la mafia lo prohibían, pero jamás imaginaron que el albino reaccionaria salvajemente ante el celo sin su amor enlazado, era cierto. Solo quedaba alejarlos, se había tomado la decisión de usar medicamentos fuertes en Atsushi, pero ni eso le había detenido, claramente, nada puede detener al amor.
Entonces, allí estaban una vez más, habían descansado después de la mordida pero el celo del albino seguía y por ser salvaje, era cierto. Era muy salvaje.
Akutagawa estaba "descansando" se quedó sentado en la cama mientras el albino se auto penetraba encima suyo, era cierto, Atsushi no tenía como detenerse en ese ciclo de celo, pero al mafioso era el mejor para saber cómo manejar a la pequeña pero adorable bestia encima suyo. Atsushi reposaba sus manos al rededor de la cadera del mafioso, mientras aquellos saltos le permitan entrar más, el azabache disfrutaba de la vista sin dudar en acariciar los muslos del albino ― te vez delicioso Jinko
― Aah, aaah ¡yeah!
― Estas siendo rudo – se quejo el mafioso
― Aah aaah Ryu, aah
― No tardan en encontrarte
― ¡Aaah!
― Tengo tantas cosas que preguntarte
― Aaah calla, aaah solo dame más
― Jinko
― ¡AAAH!
Atsushi grito con fuerza, y el mafioso pudo sentirlo, su olor estaba invadiendo todo el lugar, Atsushi estaba enloqueciendo, era ese lado salvaje que estaba saliendo
― ¡A toda máquina! ¡toma a este muerto andante!
― ¿Cómo entraste mi dirección?
― ¡Rompamos la cama!
― Creo que rompiste mi colchón
― ¡menéame!
Atsushi arqueo la espalda, tomo las mejillas del azabache, lo quería cerca, muy cerca ― no dormirás está noche, ¡así que mejor dale un sorbo a tu té de higos!
― Ok, ok
― ¡ponte a trabajar! No dejes que nos separen ¡haz desaparecer a toda la ciudad!
― Ok, ok
El mafioso se había unido al ritmo del albino, lo tumbo en la cama, jalo el cabello del albino con fuerza para arquear su espalda, sacar su cuello, tenerlo para él, no paro de besarlo, estaban más que excitados ― Abofetéame, y jálame el cabello, tócame, tócame – pedía el albino, el mafioso había tomado su pezón con fuerza, masturbaba el miembro del albino y besaba su cuello, definitivamente tenia al albino para él, eternamente para él
― Aquí, allí y allá ¡pero que no hables más! – pedía el albino excitado, el mafioso no dejaba de tocarlo
Lo masturbaba con fuerza, su penetración era al mismo ritmo, succionaba sus pezones con fuerza, con agilidad, el albino ya no podía más, si arqueaba más la espalda seguramente habría dos Nakajima Atsushi pues se rompería. ― ¡ama a esté muerto andante! – grito
El mafioso fue con más fuerza, las penetraciones estaban en el punto
― Aah, ¡sí! ¡si! – gritaba Atsushi
― ¡si! ¡si! Grita más – gritaba Ryunosuke
― ¡si! ¡si! – gritaban ambos excitados
El albino rasguño la espalda del mafioso, este se quejó del dolor, estaba usando sus garras de tigres, no importaba más, estaban haciéndolo por primera vez marcados. Atsushi rasguñaba su espalda, mordía su cuello, el mafioso lo masturbaba, penetraba, la agitación de sus respiraciones, sus cuerpos unidos, no había duda, era la muerte, era el muerto caminante, eran la pareja perfecta, un par de muertos que se amaban
...
Eran las 8:00 am, llegaron a paso firme a la agencia, tomados de la mano, estaban serios.
― Dazai-san, está vez, no puede hacer nada
― Oh, Atsushi-kun, así que por fin te dejaste marcar – menciono el castaño
― ¿eh? – pregunto - ¿dejarme?
― No podíamos retenerte más con ese salvajismo tuyo – decía Yosano
― ¿ah?
― Us-ustedes lo prohibieron
― No, el jefe de la mafia lo prohibido, nosotros protegíamos a Atsushi-kun – exclamo el castaño
― ¿eh? Pero
― Si no lo marcabas, el jefe de la mafia iría por él
― Ahora todos podemos descansar – menciono Fukuzawa alegre
Atsushi y Akutagawa estaban confundidos, así que... simplemente, no iban a morir o ser marcados como traicioneros, ignorando a la audiencia, comenzaron a reír, el albino se fue encima del azabache tirándolo al suelo de la agencia, su celo seguía activo ― ¡OI, OI OI! ¡MOCOSO NO TE QUITES LA ROPA EN LA AGENCIA! – grito Kunikida mientras Atsushi comenzaba a quitarse la camisa que Ryunosuke le había dado.
― Iré por supresores – dijo Yosano mientras Fukuzawa tapaba los ojos de Kenji y Rampo
― ¡aaah! ¡Ryu! – gritaba Atsushi alegre - ¡te amo!
― Maldito gato demente – se quejó el mafioso
Dazai tapaba a ambos con su saco largo, no podía evitar reír pero debían esperar a Yosano con el supresor, no cabía duda
Los muertos caminantes también aman.
...
¡Hola a todos!
Amo, amo, amo a las Heathers, en serio que las amo por eso he traído
"Dead Girl Walking" con cambios obvio y un Atsushi en un omegaverse, iba a hacer una linea paralela a lo que ocurría ahora con los Hunting dogs pero pensé que se vería muy loco que Atsushi fuese a buscar sexo cuando los hunting dogs estaban casando a la agencia, así que lo cambia a un AU donde es un omegaverse y la agencia y la mafia prohibían el amor entre ellos. sorry not sorry.
disfrútenlo
¡VEAN LA PELÍCULA!
Pd. Estén al pendientes porque Heathers llegará a mi perfil ❤️
enamorense del bello y precioso DJ
¡Gracias por leer!
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