Capítulo 19. ESPARTA.
Esparta, Grecia.
Por otro lado, los años pasaron muy rápido para Talos y Leandra, que habían llegado hacía ya un par de meses a la ciudad de Esparta, último destino al que su forzada forma de vida nómada les había llevado.
Dicha ciudad era conocida en todo el país (y más allá de sus fronteras) por sus afamados guerreros y su riqueza. El joven Talos, justo a sus doce años de edad, estaba realmente encantado de estar allí; se había propuesto aprender a luchar como un buen espartano más, y había implorado a Filotes que esta vez les permitiera quedarse más tiempo en este lugar.
Leandra había logrado establecerse como cocinera en una de las casas más adineradas de la ciudad, en la que le proporcionaban todo cuanto necesitaba, además de disponer de un pequeño hogar dentro de la misma hacienda anexo a la lujosa vivienda, en el que ella y su hijo ahora se alojaban.
-¡Talos! -llamó Leandra.
-¿Madre?
-El señor Príapo ha sufrido un percance con uno de sus carruajes, ve a ayudarle.
-Yo no trabajo para él, ve tú.
-¡No seas mal agradecido, Talos! Ve, tal vez si le caes bien te pueda llevar a alguno de los entrenamientos a los que asiste su hijo.
-Pero... ¡si ese mocoso apenas tiene siete años!
-Por algo se empieza. Estoy segura que ese al que llamas mocoso podría darte una paliza.
Enfurecido ante las palabras de su madre, Talos salió de la casa dando un fuerte portazo.
Leandra sonrió. Sabía que había herido el orgullo de su hijo, pero era la única manera que tenía de que le obedeciera... Era un chico realmente rebelde y contestón, y ahora que estaba en pleno desarrollo pasaba los días enfadado y amargado con el mundo. Definitivamente necesitaba liberar energía... ¿y qué mejor forma de hacerlo que aprendiendo a luchar?
Cualquier madre hubiera detestado la idea de imaginar a su hijo llegando al hogar lleno de heridas y moretones, pero Talos era especial, y ellos estaban huyendo, de manera que no se le ocurrió mejor ocupación para Talos que la de convertirse en un guerrero y poder así ser capaz de defenderse de los peligros a los que podrían verse expuestos.
Justo en ese momento hizo su aparición ante ella Filotes:
-Buenos días Leandra.
-Saludos, Magna Dea Filotes.
-¿Dónde se halla Talos?
-Ayudando en la finca de mi señor con un carro que se ha roto.
-¿Has hablado con tu patrón sobre el asunto de instruir a Talos como guerrero?
-Por supuesto, Filotes. De hecho el pretexto del carro no ha sido más que una excusa para que Príapo conozca a Talos; si éste es de su agrado hablará con uno de los instructores y comenzarán a entrenarle en privado.
-¡Eso es magnífico, Leandra! -respondió Filotes con su característico entusiasmo.
»Por mi parte he conseguido crear un falso rastro vuestro, que espero despiste al mal que os acecha, para que así os podáis establecer algo más de tiempo aquí y Talos pueda aprender lo máximo posible.
-Muchas gracias, dea amicitia. No sé qué hubiera sido de nosotros sin tu ayuda.
-No me lo agradezcas aún, si consigo que podáis estableceros aquí durante unos años entonces podrás hacerlo...
En ese momento la puerta se abrió de golpe, y un alegre y radiante Talos apareció ante ellas. Corrió y abrazó a Filotes como si de una muchachita se tratara, provocando que ésta gritara sorprendida ante el inesperado comportamiento del joven.
-¡¡Talos!! -exclamó Leandra azorada- Esas no son formas de tratar...
-¿De tratar a mi prima, madre? -interrumpió Talos haciéndole un guiño, mirando fijamente por encima del hombro de su madre. Ésta rápidamente se dio la vuelta...
-¡Oh, señor Príapo...! ¿Requiere de mis servicios?
-No Leandra, he venido con Talos para proponerle un trato... ¿Pero quién es esta hermosa joven? -dijo sin apartar ni un momento la vista de Filotes.
-Es mi sobrina Filippa.
-Es un placer conocerla -dijo Príapo zalamero y visiblemente complacido haciendo una leve reverencia.
-El placer es mío, señor -contestó Filotes imitando la forma en la que se había presentado aquel hombre.
-Y dime Talos... ¿a qué viene tanta alegría de repente? -dijo Leandra interrumpiendo las presentaciones.
-¡El señor Príapo ha conseguido un puesto para mí en la escuela de su hijo! ¡¡Voy a ser un guerrero, mamá!! -respondió Talos exultante.
-¡Oh! ¡Cuánto me alegro hijo! -dijo abrazándolo- Pero señor Príapo... ¿cómo voy a hacerme cargo de los costos de dicha escuela? Yo...
-No se preocupe por eso Leandra, le he propuesto a Talos un pequeño trato... Siempre y cuando usted esté de acuerdo, claro está.
»Le he pedido que a cambio aprenda a conducir carruajes, pues es joven y fuerte, y Leitos como bien sabe cada vez está más ciego... le vendrá bien un ayudante joven, y de esta manera Talos aprenderá el oficio.
-¿Qué dices tú, hijo?
-¡Sí! ¡Por supuesto que lo haré, madre!
-Pues entonces señor Príapo, sólo puedo decirle que ya tiene nuevo mozo -exclamó Leandra sonriente.
-¡Maravilloso! Déjenme invitarlas a compartir el salón esta noche conmigo y mi familia para celebrarlo... Señorita Filippa, sería un gran honor que nos acompañara...
Filotes miró a su alrededor y sonrió asintiendo. Sabía que aquel hombre se había quedado prendado de ella, pero no podía rechazar la oferta, pues si lo hacía podría echar por tierra el trato que Talos acababa de conseguir al contrariar al hombre que le había ofrecido tan generosamente un puesto de aprendiz y la posibilidad de instruirle como guerrero... de manera que se armó de paciencia y fingió una de sus mejores sonrisas...
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Y mientras los Nedidis celebraban cenas por el ingreso del joven Talos en la academia de guerreros Espartana, el reino de Agder firmaba un tratado de paz con el vecino reino de Rogaland, gracias entre muchas otras cosas a los rumores que corrían sobre que allí vivía una völva, una sacerdotisa dotada del favor de los dioses, otros aseguraban que se trataba de una valkiria por su indómita belleza, y las malas lenguas decían de ella, que era una bruja; pero ella era mucho más que cualquiera de todas aquellas habladurías... Ella...
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Este Capítulo quiero dedicarlo a todos mis fieles lectores, a aquellos que han estado ahí desde el principio. Y puesto que esta novela empieza su recta final, solo puedo decir GRACIAS por vuestro apoyo. También aclarar para aquellos que me han preguntado, esta novela consta de 30 capítulos. Por esto empezaremos la cuenta atrás en la próxima publicación.
Como veréis he hecho algunos cambios, tanto en la portada, como en los Capítulos, pequeñas correcciones y demás. Que espero que os gusten:
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Hasta el próximo capítulo.
♥De nuevo Gracias♥
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