El gato y la princesa

Hace mucho tiempo, en el mundo existian seres llamados Youkais,  los cuales eran espiritus o criaturas con forma de animales o aveces eran mitad animales, mitad humanos.

Los Youkais convivían con los humanos pacíficamente, eran sus protectores y además los ayudaban en la vida cotidiana.

Pero un día un Youkai de nombre Hawk Moth quién tenia el poder de controlar mariposas y obscurecer los corazones de los demás Youkais,  provocó que estos desaparecieran, ya que los humanos comenzaron a cazarlos debido a que los youkais empezaron a atacarlos.

El cielo se entero de esto y decidio eliminar a los youkais del mundo.

China vivía en paz durante la dinastia Cheng, no habia ningun grano de arroz que desequilibrara la balanza como para provocar problema alguno, no habia delincuencia, hambre, ni problemas economicos.

Desgraciadamente esto no duró mucho, ya que durante el cumpleaños numero trece de la princesa Marinette los mongoles empezaban a planear destruir el imperio chino, los soldados y la guardia real los lograron contener un tiempo, pero desafortunadamente un año después lograron entrar al imperio y matar al emperador y la emperatriz.

La princesa logró escapar con ayuda de los pocos miembros de la guardia real que aún quedaban vivos,  corrio y corrio por el bosque tratando de salvar su vida, un grupo de mongoles la perseguían y ella llorando le rogó al cielo

—Por favor,  le pido a los dioses y mis ancestros que me protejan y que me dejen vivir, que China vuelva a tener paz, papá, mamá espero que desde el cielo me protejan.

El cielo se compadeció de la chica y decidió asignarle un protector, así que llamó a un joven de nombre Adrián cuya madre tambien habia muerto en la guerra y no sabia nada de su padre.

—Joven Adrián, si tu padre aún viviera, estarias destinado a ser un yokai como él, pero ahora tienes la opción de decidir ¿Perder tu humanidad y vivir como youkai por el resto de tu vida, con la capacidad de ser inmortal y con grandes poderes?  O simplemente ¿seguir siendo un chico huérfano?

—Adrián se dio cuenta de que los dioses le hablaban, habian dicho qué su padre estaba muerto, no tenía a nadie y tenía miedo de morir en la guerra, así que acepto convertirse en un youkai.

—Desde ahora tu nombre será Chat Noir y tu deber será proteger a la princesa Marinette, así como a China y la futura dinastia Cheng —Exclamaron los dioses mientras se llevaba a cabo la transformación.

Adrián se convirtió en un youkai gato, tenía orejas, cola, garras y unas afiladas garras.

—Wow esto es increible —se dijo para si mismo mientras veia su reflejo en el agua.

Y después de eso se preparó para llevar a cabo su misión.

Marinette, había tropezado con la rama de un árbol y se lastimó la rodilla, los mongoles ya estaban detras de ella, pensó qué estaba pérdida, cuándo en eso apareció un chico mitad gato que llegó a rescatarla.

—Dejen a la pobre dama si, metanse con alguien de su tamaño —le dijo el chico a los mongoles.

Todos esos soldados, se sorprendieron al ver a tan peculiar criatura, pero aún así decidieron matarlo.

—Vaya no queria hacer esto pero veo que tendre que matarlos.

El chico en unos rapidos movimientos los mató a todos con sus poderes, luego se dirigio a Marinette y la tomó entre sus brazos para llevarla a un lugar seguro.

—Lamento no haberme presentado majestad mi nombre es Chat Noir y he sido enviado por los dioses para protegerla.

—¿E-eres un youkai? —pregunto Marinette algo asustada y nerviosa.

—Si, lo soy, el último de los youkais, no esperes ver a más criaturas como yo.

Chat llevo a Marinette a una cueva y con sus poderes curativos pudo hacer que su rodilla dejara de sangrar y dolerle.

—Gracias por salvarme Chat —Agradecío Marinette.

—No me lo agradezcas, ya te dije me enviaron los dioses, al parecer ellos escucharon tus plegarias, a ellos deberias agradecerles.

Marinette asintió y realizó un pequeño rezo en agradecimiento por haber escuchado sus plegarias.

Chat se acercó a la princesa y paso un mechón de su cabello suelto,  detras de su oreja, para luego sonreirle.

—Ya veo porque los dioses escucharon tus plegarias, eres una chica muy hermosa.

Marinette se sonrojo al escuchar aquellas palabras y acerco su mano para acariciar las suaves orejas de Chat, el gustoso se dejo y ronroneo al sentir tal calidez.

—Chat ¿a donde iremos ahora que la situación esta así? —preguntó Marinette.

—Los dioses me encomendaron proteger a toda China, así que creo que eso haré.

—Pero Chat estas loco los mongoles son demasiados.

—No lo hare inmediatamente princesa, no tienes por que preocuparte por mi soy inmortal prácticamente, además elaborare un plan y estudiaré los hechizos que los yokais antiguos dejaron.

Marinette abrazó a Chat y le dijo.

—Por favor no me dejes sola ya no tengo a nadie y no quiero morir en esta cruel guerra.

—No lo haré princesa mi deber es protegerte —dijo Chat mientras acariciaba la mejilla de Marinette.

Pasó mucho tiempo, antes de que Chat terminará de elaborar un plan y aprendiera hechizos, en ese tiempo la princesa y él viajaron por muchos lugares de China, Chat era la protección de Marinette, pero a la vez se habia vuelto algo más que eso, un mejor amigo.

Cuándo finalmente habia llegado la hora de luchar por la libertad de China, Chat beso la mejilla de Marinette y le dijo que no saliera de aquella cabaña que estaba enmedio del bosque, hasta que el regresara por ella.

—Chat, no mueras por favor —le suplico Marinette.

Chat besó a Marinette de repente y ella abrazó su cuello.

—Marinette te prometo que regresaré con vida, te amo, pero, dudo mucho que vayamos a ser algo más en un futuro ya que yo soy un yokai y tu una príncesa destinada a encontrar a un chico que se convierta en tu esposo para continuar con la dinastia Cheng y gobernar, aún así agradezco tu compañia durante todos estos dos años.

Chat se alejo de Marinette, le lanzó un hechizo de protección y se fue a luchar por la paz de China.

Pasaron, minutos, horas y hasta días antes de que Chat volviera,  Marinette sentia un vacio en su corazón al no tenerlo cerca porque ella también se había enamorado de él.

Aunque no fuera humano, Chat la protegía, se entregaba completamente a ella, la consolaba cuando estaba triste, la cuidaba cuándo estaba enferma y sobre todo estaba siempre ahí para ella, aunque fuera su deber hacerlo, con las palabras y el beso de aquel día le quedaba claro que la amaba de verdad.

Llorando y mirando hacia el cielo Marinette susurró el nombre de su fiel protector y este apareció, caminando un poco débil, con sus ropas desgarradas y llenas de sangre, sonriendo a lo lejos.

Marinette, ahora llorando de felicidad corrió hacia el y lo abrazó.

—Gato tonto te extrañé pense que habias...

—Muerto —Interrumpió Chat. —Ya te dije que soy inmortal, además valio la pena, pude destruir a todos los mongoles, claro con un poco de ayuda.

Marinette lo abrazó más y el también lo hizo.

—Chat te amo —le dijo Marinette.

Chat suspiró, mientras las lagrimas corrían por sus mejillas.

—Princesa ya te dije que tu y yo no podemos estar juntos un youkai y una humana es imposible.

—No me importa que tu seas inmortal y yo no, o que seas mitad gato quiero pasar el resto de mi vida a tu lado, no quiero gobernar China sin ti.

—Chat, no pudo rechazar más a Marinette pues el deseaba lo mismo, así que tomo su rostro lloroso entre las manos y la beso, para luego decir.

—Esta bien mi princesa sere tu gato, todo lo que reste de tu vida.

Y así Marinette volvió al palacio, para tomar su lugar como la nueva gobernante, Chat se casó con ella y a pesar de que ella tenía miedo de morir, Chat siempre la calmaba diciendo

—No te preocupes más por el futuro, si soy inmortal, puedo esperar toda una vida hasta encontrarte de nuevo, cuándo los dioses decidan que reencarnes o me maten a mi.

—Te amo Chat, no se que hubiera hecho sin tí, le doy gracias a los dioses y a mis ancestros por haber permitido que te quedes a mi lado.

—Yo también te amo Marinette, te juro que te protegeré al igual que al país y a nuestros futuros hijos.

Y así fue ya que Marinette dio a luz a un hermoso niño de cabellos rubios y ojos azules, sin rasgo alguno de youkai,  ya que los dioses hicieron que aquel bebé no naciera de esa manera.

China vivió en paz por muchos años, la dinastia Cheng gobernaba con sabiduria, paz y además tenían a un gran protector.

Adrián nunca se arrepintió de haber elegido dejar su humanidad para convertirse en youkai, pués tenia a una hermosa esposa y a un hermoso bebé.

Y así esta fue la historia del último yokai que se enamoró de una humana.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top