Capítulo 4: Recompensa

Alicia Rondel recibió una inesperada citación de parte de la princesa Emilia Everland con un nudo en la garganta. Su mente inmediatamente se llenó de temores, pensando que tal vez había sido convocada a la sala del trono para enfrentar el castigo por el desafortunado incidente con la taza de té del día anterior. Sin embargo, con la espina de la ansiedad clavada en su pecho, se encaminó hacia la sala, decidida a enfrentar su destino.

Al entrar, se encontró con la figura de la princesa Emilia Everland sentada en su trono, su mirada tranquila pero penetrante. Alicia sintió un escalofrío recorrer su espalda y columna vertebral, preguntándose qué significaba esta audiencia privada.

Para su sorpresa y alivio, en lugar de enfrentar el reproche o la ira de la princesa, Alicia escuchó palabras inesperadas salir de los labios de Emilia quien rebosaba con una sonrisa calmada muy diferente a la mirada arrogante que Alicia conocía de ella: "Alicia Rodel, a partir de ahora te nombro mi dama de compañía, quedo a tu cuidado".

Alicia apenas podía creer lo que escuchaba, su corazón latiendo con incredulidad y shock. La cabeza de Alicia daba vueltas ¡¿Que estaba pasando?! ¿A caso la princesa se había enfermado y estaba delirando por la fiebre? pero parece sana... ¿Entonces era una broma para humillarla? pero no había nadie mas en la habitación. La mente de Alicia daba vueltas mientras intentaba encontrar una explicación a las palabras que acababa de escuchar.

Después de ese pequeño nombramiento, Emilia regresó a su habitación, esta vez con Alicia a su lado. A medida que el cielo se tornaba de tonos anaranjados y rojizos bañando las tierras de la princesa en un brillo anaranjado y con ello anunciando que en poco tiempo la noche llegaría, ella se sentó en el borde de la cama, sumida en sus pensamientos, mientras la mirada de Emilia se encontraba fijo en un punto de la habitación mirando nada en concreto la de de Alicia se posó en un objeto desgastado y al parecer salpicado de sangre en la mesita de noche de la princesa... era el diario de Emilia que reposaba sobre la mesita de noche.

Alicia rompió el silencio como un rayo en menos de dos minutos y con una simple pregunta a la vez que señalaba el diario: "¿Qué es eso?"

Emilia se quedó paralizada por un momento, su cabeza se giro y su mirada se encontró con su diario mientras intentaba encontrar una respuesta adecuada...

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