Sombra
La dálmata y la aussie solo pudieron ver como se alejaba el tren con sus amigos dentro.
Da vinci: Ahora qué haremos?
La dálmata estaba preocupada por lo que les pasaría.
Aleu: Tranquila, solo debemos tomar el siguiente tren y los alcanzaremos en Stranraer. Al menos ahora puedes comer tranquila, por cierto, podrías invitarme un poco de...
Aleu volteó a ver a Da vinci quien acababa de dar el último bocado a su comida, la dálmata miró a la aussie.
Da vinci: Jeje, perdón, tenía mucha hambre.
Dijo la dálmata con la boca llena.
Aleu: Descuida, ya conseguiré algo mientras esperamos. Vamos, aquí llamaremos la atención.
Mientras tanto, en el tren, Robyn y Skylar se habían percatado de la ausencia de Aleu y Da vinci.
Skylar: Creí que te asegurarías de que subieran al tren.
Robyn: No sé que pasó, tenían el tiempo suficiente para subir, algo las atrasó, espero que estén bien.
Skylar: Solo nos queda esperar a que nos alcancen. Conseguí algo para las chicas, pero ya que no están, come.
En la estación Aleu le ordenó a Da vinci quedarse cerca a ella mientras intentaba conseguir algo para comer, pasaron los minutos y no había podido conseguir algo.
Aleu: Ah, cada vez tengo más hambre.
Da vinci se sentía mal por haberse comido todo lo que había conseguido y no haberle dado un poco a Aleu.
Da vinci: Perdón por no haberte dado algo de lo que conseguí.
Aleu: Tranquila, de todas formas pronto llegará el siguiente tren.
Casi dos minutos después, el siguiente tren llegó a la estación.
Aleu: Ven, esta vez no debemos perder el tren.
Ambas lograron escabullirse en el tren.
Aleu: Espero que no tengamos más contratiempos.
El tren comenzó a avanzar. Después de un contratiempo, las canes estaban otra vez en camino a su destino.
Mientras tanto en Londres, en la casa de los dálmatas, como de costumbre el primero en despertar fue Dylan, se encontraba recostado junto a Dolce Vita quien aún seguía durmiendo, para no interrumpir el sueño de la menor, Dylan se levantó con cuidado de no hacer ruido, aún así Dolce Vita se despertó, la dálmata volteó a ver a su hermano mayor.
Dylan: Buenos días, Dolce.
Dolce Vita: Buenos días, Dylan.
La menor se levantó y siguió a su hermano fuera de la casa del árbol y hasta la cocina de la casa, lo acompañó mientras servía el desayuno, durante el desayuno se sentó a su lado y después durante toda la mañana acompañó a Dylan mientras realizaba sus quehaceres. El actuar de la menor le pareció un poco raro, ya que se limitaba a estar cerca de él, en silencio, como si de una sombra se tratara; con una que otra excepción, aún así le parecía algo mejor a que pasara el día entero encerrada sin hablar con alguien.
Mientras Dylan realizaba sus quehaceres miraba de reojo a Dolce Vita, asegurándose de que aún estaba ahí, cerca a él. Por un momento Dylan se perdió en sus pensamientos y cuando volteó a verla ya no estaba, se detuvo de su labor y miró a su alrededor buscando a la menor, logró distinguir a Dolce Vita alejándose a un ritmo lento pero constante, sin perder tiempo Dylan la siguió. La dálmata menor salió al patio y continuó caminando hasta subir a la casa del árbol, tras pensarlo por unos minutos Dylan subió también, a primera vista no encontró a la menor, de pronto notó el movimiento de una pequeña pata que sobresalía de entre una pila de almohadas, Dylan se acercó a la pila de almohadas.
Desde el fondo de la pila de almohadas se escuchó la voz de Dolce Vita.
Dolce Vita: No tienes algo más importante que hacer qué seguir a tu hermana menor?
Dylan: No tengo nada más importante que hacer que asegurarme de que estés bien.
Dolce Vita le respondió en un tono molesto.
Dolce Vita: Y qué tal asegurarte que nadie más sea secuestrado?
Aunque el mayor había pensado en la posibilidad de no recibir una respuesta totalmente positiva, no esperaba algo así.
Dylan: Dolce...
Dolce Vita: Tú y Dolly tienen la culpa de que hayan secuestrado a Da vinci, sí ella no la hubiera dejado salir y tú hubieras estado atento a lo que ocurría, ella seguiría aquí.
Antes de que Dylan pudiera responder, Dolce Vita tomó una almohada y la lanzó contra él, para luego salir rápidamente de la casa del árbol y entrar en casa.
Dylan bajo de la casa del árbol, todos sus hermanos que se encontraban en el patio en ese momento voltearon a ver a Dylan, entre ellos estaba Dolly, quien se acercó a Dylan.
Dolly: Qué le sucedió?
Dylan: Estaba siguiendome mientras hacía mis tareas, luego de un momento a otro subió a la casa del árbol, intenté hablar con ella pero se molestó y me recriminó lo de Da vinci, antes de que pudiera decirle algo me lanzó una almohada y salió corriendo.
Saber eso hizo que Dolly también se preocupe por su hermana menor, ambos se dieron cuenta que su hermana necesitaba ayuda.
Dolly: Yo iré con ella, tú vigila a los cachorros.
Dolly fue hasta la habitación donde Da vinci guardaba sus cosas, supuso que Dolce Vita había ido ahi, dudó un poco sobre dejar sola a Dolce Vita, pero finalmente decidió entrar. Dolly abrió un poco la puerta y asomó su cabeza.
Dolly: Dolce, puedo pasar?
Al no obtener una respuesta entró en la habitación, esperaba encontrarse con Dolce Vita a primera vista, pero no la vio.
Dolly: Dolce, estás aquí?
Nuevamente Dolly no obtuvo respuesta, lo que le hizo dudar que su hermana esté en esa habitación, entró y cerró la puerta tras ella, lentamente dio varios pasos adentrándose en la habitación, por un momento observó todo y después se dio la vuelta, para encontrarse de frente con Dolce Vita.
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