capítulo único
eran las tres de la tarde, el sol traspasaba las delgadas cortinas del cuarto en donde estaba. su estómago rugía mientras seungmin quitaba los rastros de lágrimas que siempre quedaban de sus pesadillas no obstante, ya queriéndose desperezar se levantó y caminó hacia el baño.
su teléfono se escuchaba lejano, quizá en alguna parte del abarrotado apartamento, éste reproducía hakujitsu y aún siendo unas de sus melodías de preferencia tenía la incapacidad de salir de aquel -de manera contradictoria- nublado paisaje que se había instalado en su mente hace días.
ya lo sabía, había entrado en su "depresión de verano", esa que le daba cuando el aburrimiento y los arrepentimientos de su año anterior le atacaban en sus tranquilas y silenciosas vacaciones.
el problema de estos meses sin estudios y sus compañeros lejos era que en su desolada vida no existía nada capaz de acallar los herientes chillidos que se reproducían en su mente en aquellas época del año tan anhelada para muchos, en los que él no se encontraba; claramente.
después de lavar su horrible cara - según él- apropiadamente fue a la cocina. en ese momento se escuchó like a flowing wind un poco más cerca, por lo que supuso que el que soltaba la bonita canción se hallaba allí, procedió a prepararse un café cargado y una ensalada, todo con una lentitud impensable para alguien de sólo quince primaveras cumplidas.
cuando terminó de hacer su desayuno/almuerzo se sentó mientras releía la nota dejada por su padre en el living.
"pequeño, me tuve que ir de emergencia por el trabajo, tú sabes cómo es todo.
te dejé dinero y si vas a pasear envíame un mensaje para saber a dónde estás, cómo hacemos siempre.
además te traeré tu té favorito, sé que has tenido dificultades para dormir
y otra cosita más que se hizo muy larga jaja, te quiero minnie c:"
¿ahora qué?
quedarse en la casa no era una opción, salir con sus amigos tampoco: félix estaba de viaje visitando a su familia, como le repitió una y un millón de veces y ya está, esos eran todos sus amigos.
ir a la plaza era tentador, podría ir a comprar algunos libros con el señor hwang, comería un helado y se sentaría en el pasto hasta que el último rato de sol se oculte en el horizonte asfaltado de la gran ciudad.
sonaba bien.
se bañó y vistió cuidando no verse en el espejo, sus ropajes, trataban de ser los más ligeros posibles.
siguiendo con los preparativos llenó su botella de agua y hizo café para repetir la acción con el termo de su padre.
con el dinero en su cartera, su mochila, la ropa y su gorra encajada en la cabeza partió del apartamento, con esperanzas de obtener qglgo, si alcanzaba lo mejor sería volver a casa con los dos.
su destino estaba a tan solo quince minutos a paso lento, el que siempre cargaba y como buen amante de la música se dejó llevar por las melodías que sonaban en sus audífonos, bueno, así sería si aquellos no hubieran querido imitar a las enredaderas.
poco a poco, caminaba y desarmaba el desastre de los audiculares que le terminaron quitando diez preciados minutos de la tranquilidad que le daban las letras de steven wilson, en un movimiento empapado de hartazgo al fin pudo escuchar routine.
apenas terminó la pieza, sus zapatos ya pisaban el cuidado pasto de lugar público, curiosamente desolado para ser un viernes de verano.
guiado por nada en específico, seungmin se dirigió a la esquina superior izquierda del sitio, como recordaba de la última vez que estuvo allí con su padre, el quiosco del señor hwang parecía llamarle, el toldo pequeño y el ventilador que rodeaban un carrito/stand rebosante de libros, infantiles y obscenos, la constitución y demás... pero había algo diferente, no era el agradable cuarentón quién ocupaba el asiento detrás del quiosco, era un chico, a la vista sería probable sea mayor que kim, cabello negro pero brillante y un lunar debajo de uno de sus ojos. desconcertado siguió hasta estar parado preguntando por el primer libro al atractivo azabache.
-buenas tardes ¿tendrá usted "cujo" por allí?- cuando seung alzó la vista descubrió la pequeña sonrisa en el contrario y inconscientemente la devolvió.
-¡claro!, déjame buscar por aquí que es que no estoy familiarizado con nada. - la sonrisa fresca pronto se convirtió en una apenada mientras hacía amago de abrir las cajas dentro del carro, después de un ruido metálico y el de cosas cayendo el joven dijo:
-bien ¿cuál era el libro que querías...?
-seungmin, kim seungmin.
-¡seungmin!, lindo nombre-. le guiñó el ojo desde el suelo.
-de hecho son dos, cujo y la ratonera-. el quinceañero trató de no hacer notar que le gustó aquel comentario.
-oh... tengo el cujo de segunda mano y no el de christie, perdón.- ya levantado el chico hizo un puchero, -¡pero le puedo decir a mi papá que te lo consiga!, por tí lo que sea- agregó.
-si no es mucha molestia, me encantaría. -dicho aquello kim conectó los puntos y preguntó
-¿don hwang es tu papá?- ahora que se fijaba más, eran una copia.
-sí, yo, hwang hyunjin estoy a cargo por el resto del verano de la tiendita.- infló su pecho, en un gesto de orgullo, -pero, eh... ¡no le digas al viejo "don"! -añadió acercándose al otro chico y susurrando, como diciendo un secreto federal.
aquella acción sacó de seungmin unas risitas avergonzadas, lo espontáneo y coqueto de hyunjin le parecía de lo más bonito.
pasaron menos de cinco segundos hasta que jin diera un saltito y sacara apresurado un cuaderno.
-¡para traerte el libro que falta necesito tu teléfono!, te tendría que contactar al tenerlo- dijo al mismo tiempo que extendía un bolígrafo (anteriormente en su oreja) y el mismo cuaderno de antes -anota aquí.-
-¡de una vez!- el castaño se sintió avergonzado de sus pensamientos, de verdad quería que le pidiera el número y no solo para ese asunto, sin embargo aún alegre escribió su teléfono y nombre, al lado de una carita feliz.
hyunjin miró la caligrafía de min.
-woah, tu letra me dice que eres un regalón* ¿quieres que te diga tu grafología?
-¿puedes hacer eso?- miró a los ojos a el único hwang por allí, asombrado.
-confía en mí.
-hazlo.
-tal vez seas desordenado en algunos aspectos de tu vida, piensas mucho y puede ser que subestimes tus talentos ¡otra cosa!, tu letra tiene estilo así que eres bueno ¿dibujando, podría ser?
-si voy a un grafológo y me dice todo en ese tono no le pago, de verdad. - el de la gorra levantó una ceja.
-¡aish! ¿pero acerté, verdad?
-en todas y cada una, lamentablemente.
-te apuesto a que ya eres el mejor dibujante que conoceré jamás ¡ahora tengo curiosidad de ver una de tus obras de arte!
-¡ya, no digas eso!- golpeó en juego el antebrazo del peli negro.
-¡dolió!- hyun al terminar de hacer su dramático llanto abrazando a su antebrazo invitó a seungmin al banco detrás del puesto, su escusa siendo un "te veo allí parado y ya me duelen las piernas" y el chico, con un presentimiento de que hablarían por mucho acató.
así fue.
seungmin y hyunjin conversaron hasta que el último grupo de gente pasó por la plaza, entre eso vieron el lindo atardecer y los pájaros volando, a los insumos de kim siendo consumidos por ellos mismos y por último a ese escurridizo perrito corriendo tras ellos que indicó el momento de decir adiós.
con pocas o ningunas ganas de separarse se despidieron con una promesa del encontrarse el otro viernes, mismo lugar, misma intensión.
hyunjin comenzó a empujar el carrito y seungmin caminó por la oscura vereda en sentido contrario, ya no le importaba haber conseguido un solo libro.
el chico al llegar su piso desbloqueó su celular, solo para leer el "buenas noches<3" de un número desconocido y aunque sus inseguridades y arrepentimientos aún estaban allí de repente sintió como que esos días antes de clases ya no iban a ser tan terribles.
🐕 💞🦙
woah ¡1400+ palabras!, éste OS es bonis bonis porque lo soft me puede.
creo que esta wea es solo para mencionar canciones y libros que e me gusten dnfnwk
*regalón en chile significa: mimoso, cariñoso; que le dieron muchos regalos y detalles.
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