Día cuatro | Lunes 11 de noviembre
La doctora Liessen espera. Espera algo que, según cree, no va a llegar ese día. Espera a que Emma hable, que diga lo que sea. Pero no sale una palabra de su boca. Completa su ficha con una resignación palpable, su entrecejo fruncido ligeramente. Ella la mira y trata de contener la irrefrenable necesidad de tirar de ella fuera de ese abismo de silencio al que ha caído. Sabe que no puede. Sabe que no va a hacerlo, porque no sería profesional. Se mantiene en calma, sigue con el curso de la sesión. Hace las preguntas que corresponden, demuestra una paciencia infinita. De vez en cuando, se atreve a comentar alguna que otra cosa para que el silencio no la devore a ella.
Alessandra ha visto esto tantas veces. Tantas que ya no las cuenta. Son cuerpos y almas que cruzan el umbral de su puerta día a día. Pedacitos de vidas ajenas que se resquebrajan en un diván, caen al piso y aguardan una muerte que no viene.
Lo vio en su propia casa.
No podía evitar encontrar en Emma dejos de Luce. Reflejos de una niña y pinceladas de una mujer, ambas heridas. Puede que ni siquiera fuera buena idea que ella siguiera tratándola. Incluso había considerado el referirla a otro especialista, dejarla en manos capaces que no temblaran al recordar. Pero abandonarla no era opción.
Ya había perdido a su Luce. No quería ser la responsable de que Emma también se perdiera.
* * * * *
Desde el principio, Emma nota que la ficha que le es entregada no es la misma. Es parecida, eso es innegable, pero tiene añadidos que la desesperan. Sabe que va a ser terrible: lo que digan los resultados van a darle, otra vez, la razón.
Van a confirmar que, de nuevo, no ha hecho más que dar un gigante paso al costado, peligrosamente cerca de la rendición.
O quizás solo demuestren lo que la doctora Liessen ha dicho en diversas ocasiones: no habría un camino sin retrocesos. Y este solo sería otro más.
Instrucciones
Lea cada una de las acerciones y preguntas cuidadosamente y elija la respuesta que indique el grado en que cada una de ellas se aplica a usted en la última semana. No hay respuestas correctas ni incorrectas.
Escala de calificación
Nunca: no se aplica a mi persona.
A veces: se aplica a mi persona en cierto grado o en ciertos momentos.
Frecuentemente: se aplica a mi persona en un grado considerable o en gran parte del tiempo.
Casi siempre: se aplica a mi persona en un alto grado o la mayoría del tiempo.
1) Durante la semana he encontrado difícil el tranquilizarme.
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
2) Durante la semana he estado agitándome.
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
3) Durante la semana la depresión ha impactado en mi trabajo, colegio o relaciones.
Nunca
Con poca frecuencia
A veces
Frecuentemente
4) Durante la semana no he encontrado motivación para hacer cosas.
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
5) Durante la semana la depresión me ha causado:
Nada de angustia
Poca angustia
Angustia moderada
Mucha angustia
6) Durante la semana no he podido experimentar ningún sentimiento positivo.
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
7) Durante la semana he estado susceptible.
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
8) Durante la semana he sentido mi boca reseca.
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
9) Durante la semana he sufrido de temblores (por ejemplo, en las manos).
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
10) Durante la semana aprender a lidiar con la depresión de una mejor manera ha sido:
No muy importante
Medianamente importante
Importante
Muy importante
11) ¿Estás conforme con el apoyo recibido de parte de tu familia y amigos?
No realmente
Poco satisfecho
Satisfecho
Muy satisfecho
12) ¿Cuán listo estás para hacer un cambio en tu vida?
No estoy listo para cambiar en los próximos tres meses
Estoy pensando en cambiar en los próximos tres meses
Estoy pensando en cambiar en el próximo mes
Estoy listo para hacer un cambio hoy
Ya he hecho avances
13) Durante la semana he tenido dificultades al respirar (falta de aire en ausencia de ejercicio físico, respiración excesivamente agitada, etcétera).
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
14) Durante la semana he sido intolerante ante cualquier cosa que me apartara de lo que estuviese haciendo.
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
15) Durante la semana me he sentido cerca de entrar en pánico.
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
16) Durante la semana he sido incapaz de entusiasmarme por algo.
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
17) Durante la semana me ha parecido que la vida no tiene sentido.
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
18) Durante la semana he sentido que no tenía nada que esperar.
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
19) Durante la semana he estado preocupado sobre situaciones en las que pudiese entrar en pánico y ponerme en ridículo.
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
20) Durante la semana he sentido que he usado demasiado energía nerviosa (exceso de energía causada al estar aprensivo o preocupado).
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
21) Durante la semana me he sentido melancólico y/o triste.
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
22) Durante la semana he encontrado difícil conseguir relajarme.
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
23) Durante la semana he sido consciente de mi ritmo cardíaco en ausencia de actividad física (por ejemplo, ritmo cardíaco en ascenso).
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
24) Durante la semana me he sentido asustado sin razón aparente.
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
25) Durante la semana he tendido a reaccionar de manera desmedida ante diversas situaciones.
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
26) Durante la semana he sentido que no valgo mucho como persona.
Nunca
A veces
Frecuentemente
Casi siempre
Resultados
Nivel de depresión: 95% – depresión severa
Nivel de ansiedad: 42% – ansiedad moderada
Nivel de estrés: 90% – estrés severo
Nivel de tristeza: 100% – tristeza severa
* * * * *
Pensamiento negativo: mi mente es un hervidero de ellos. ¿Cómo voy a elegir solo uno?
Razón: porque soy una imbécil. ¿Por qué más podrías ser?
* * * * *
Sigue pensando en lo último que anotó en su diario, pocos días atrás, antes de guardarlo en un cajón y no abrirlo más. La idea de escribir otra cosa, una que no tenga que ver con ella. Con algo debe ocupar sus horas vacías de actividades y llenas de espanto.
Tal vez debería escribir sobre ello.
Temores y dolor ajenos.
Al finalizar la canción, ella ya está lapicera en mano. Planeando. Soñando despierta con un mundo muy distinto al suyo, pero al que también se siente atada.
Su pequeña casa de muñecas.
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