XXV
Cuando era joven
mi horizonte nunca se nublaba,
el viento soplaba fresco
y el sol regalaba calidez.
Mi risa no tenía ninguna duda
y mi corazón estaba
verdaderamente loco.
Los días eran largos e intensos.
La noche era corta y dulce.
Nada pesaba en mi caminar
ningún lastre,
ninguna rémora,
ningún fracaso...
Cuando era joven siempre miraba hacia delante.
6-9-2008
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