El estar sola en una habitación de hotel, con un chico con cuerpo de Dios nórdico que tan solo usaba una toalla para cubrir su escultural cuerpo  no era para nada incomodo o tenso… Era completamente normal, o de eso me intentaba auto convencer mientras miraba la pared como si fuera lo más interesante del mundo. De repente sentí mi piel erizarse al sentir una fuerte respiración cerca de mi cuello, lo que hizo que casi pegara un salto.

-¿Qué crees que haces? –Pregunte tomando una considerable distancia del león.

-Te estaba olfateando, antes había logrado captar tu olor un poco, pero ahora lo pude saborear mejor –Contesto como si fuera de lo más normal “saborear el olor de otros”.

-¿Y? ¿Ahora me dirás que te equivocaste? –Desee saber albergando un poco de esperanza en mi helado y negro corazón.

-De hecho lo estaba confirmando –Me sonrió con algo de arrogancia, marcando unos hoyuelos en su rostro de ensueño. – Por cierto me gusta tu nombre “brillante como el sol”.

-¿Sabes griego? –No disimule para nada mi sorpresa.

-¿Sorprendida de que el tonto león sepa algo? –Me respondió algo burlón y yo me encogí algo apenada.

-Bueno, vives en  un zoológico, y que yo sepa estos no suelen tener un buen programa escolar –Explique bajándome de hombros.

-Mis compañeros y yo tan solo reemplazamos a unos leones que se escaparon –Hizo su castaño cabello hacia atrás y se sentó en la cama - ¿Cuál es tu apellido?

-¿Mi apellido? –Pregunte extrañada por la repentina pregunta y el asintió –Rask.

-Vaya, vienes de una familia importante, será un buen reto –Afirmo más para sí mismo mientras yo seguía viéndolo sin entender.

-Si conoces a mi familia, deberías saber que lo nuestro es imposible.

-De hecho, el que seas una Rask hace las cosas más fáciles para  mi –Relamió sus labios y junto ambas manos sobre sus rodillas  -Tu familia es una de las pocas dentro de los Berserker, que más allá del pedigrí, les interesa la fuerza, el poder ¿o me equivoco? –Negué con la cabeza, él tenía razón, en mi familia no se tomaba muy en cuenta el apellido, por eso era que para elegir a mi futuro marido, no se tomaría en cuenta la familia de aquel que quisiera “tomar mi mano” si no que…

-Espera ¿no estarás pensando en…? –Abrí mis ojos viéndole con sorpresa, sin poder creer lo que pasaba por mi mente, él debía estar loco si pensaba hacer lo que creía.

-Participar en el torneo que se llevara a cabo para reclamar tu mano –Dijo con diversión ante mi estupefacción – y por supuesto planeo ganar –Hablo con tanta confianza y decisión en sus ojos que por un segundo lo creí capaza de ganar.

Ahora una pequeña pausa para explicarles cómo funciona esto del torneo. Como ya les había dicho antes, las mujeres Berserker son muy preciadas en nuestra cultura, por lo que sus maridos son escogidos con mucho cuidado y a través de distintos métodos, los dos métodos más comunes, son escoger al candidato que provenga de la mejor familia posible, cuyo método está totalmente descartado en nuestra familia, ya que como el león dijo antes en mi familia priorizamos la fuerza antes que el apellido. El segundo método es simple, muerte súbita. Todos los posibles candidatos pelean entre así, hasta que solo queda uno de pie, y a ese se le concede el honor de tener la mano de la Berserker en cuestión, en este caso yo. Por esa y otras razones es que considero a Vasily alias gato sobre desarrollado, un completo lunático o al menos suicida, es decir desde pequeña oí cuentos de cómo tan solo uno de mis ante pasados acababa con tribus enteras de cambia formas como el ¿y el planeaba derrotar a más de una docena? Esa era la locura más grande que había oído en mi vida.

-Estás loco –Comencé a reír sin poder contenerme sujetando mi estómago, sin saber cómo alguien con tan poco sentido de supervivencia había llegado tan lejos en la vida. El tan solo se quedó mirando como yo reía en silencio, hasta que finalmente fui capaz de parar –Mira cariño, no quiero ser ninguna aguafiestas pero es imposible que ganes –Negué con la cabeza viéndole con condescendencia pero él siguió con la frente en alto y su mirada confiada.

-Somos criaturas mitológicas, seres legendarios, nuestra propia existencia desafía las leyes de la naturaleza y física –Dijo viéndome a los ojos con algo que no supe identificar –Ya deberías saber que nada en este mundo es imposible, tan solo necesitas creer lo suficiente en ello –Me quede en silencio un segundo viéndole impresionada y con algo de respeto, tenía un buen argumento debía admitir.

-Muy bonito todo, pero aun si creyera que puedes ganar, cosa que no creo, para entrar necesitaras una invitación y ya que no tienes a ningún “Promotor” dudo que puedas conseguir una –Le sonreí victoriosa al verlo hacer una mueca – Mejor suerte la próxima –Aunque no nos interesaran los apellidos, para poder entrar al torneo se necesitaba la invitación de alguien que fuera parte de la familia de la novia o de su círculo cercano, y aunque en lo personal yo no tenía problemas con que fuera un cambia formas, la mayoría de los Berserker estarían renuentes a dejar que participara.

-Yo seré su promotor –De repente la voz de mi mejor amigo nos sorprendió a ambos. Mathew entro a la habitación con una sonrisa de lado cargando una muda de ropa que le entrego al castaño sobre mi cama.

-¿tú qué? –Pregunte sin poder creer lo que acababa de decir.

-Lo que oíste, seré su promotor, la familia Virtamen ha servido a los Rask por generaciones, por lo que tenemos el derecho de conceder una invitación a al menos un candidato.

-Pero….

-Mi familia me había dado la invitación a mí, pero yo la rechace, te amo pero no tanto como para enfrentarme a un montón de mastodontes sedientos de sangre –Negó con la cabeza bajándose de hombros – Mama dijo que prefería mantenerse fuera de la política, así que me dio el permiso de hacer lo que quisiera con la invitación, y lo que yo deseo hacer con ella, es dársela a él.

-No es que no esté agradecido… pero ¿Por qué? Apenas me conoces y estoy seguro que planean huir de aquí en cuanto tengan la oportunidad –Vaya al parecer habíamos sido bastante obvios-

-Tu eres su alma gemela, no puedo imaginar a alguien que tenga más derecho de participar que tu –Le sonrió de forma amable y luego me miro a mi –Además mientras estuve escuchando su conversación a fuera de la puerta, pude leer tus pensamientos, me disculpo por eso, pero me dio la oportunidad de ver que  aunque tu actuar deja mucho que desear, no eres alguien malo, y lo único que deseas por alguna extraña razón es estar con mi loca amiga.

-Gracias por la confianza –Dijo colocándose de pie para poder estrechar la mano del hada –Prometo no desperdiciar tu confianza.

-Tan solo asegúrate de dar un buen espectáculo y me daré como bien pagado –Rio apretando su mano.

-¡Mathew! –Le grite sin poder creer todo lo que estaba pasando, y aunque mi mejor amigo si tenía sólidos argumentos todo aquello era una locura de proporciones catastróficas - ¿Tienes idea de las consecuencias de tus actos? No solo lo estas poniendo en peligro a él, sino que a ti también ¿Qué dirán el resto de las familias cuando se enteren? O peor ¿Qué creerás que hagan? –Dije colocándome de pie para sujetarlo de los hombros viéndolo a la cara con seria preocupación.

-De seguro dirán y harán muchas cosas –Respondió con una voz tranquila y luego fue el quien me sujeto a mí – y estoy seguro de que me protegerás de cada una de ellas –Me sonrió de lado abrazándome –Además si el pierde te deshaces de el para siempre, y si gana, pues tendrás a un dios nórdico por esposo, como yo lo veo es ganar, ganar –Me susurro haciéndome reír.

-Estás loco…-Suspire negando ligeramente mientras me alejaba de su abrazo.

-Jamás lo he negado –Comento con un aire juguetón.

-Si tú lo apoyas… yo también –Decidí, poco me importaba lo de las almas gemelas, pero si me interesaba mantener a mí desquiciada  hada a mi lado, por lo que me gustara o no, desde ahora y hasta que la competencia comenzara el león estaba bajo mi protección y cuidado.