Capitulo 24: Tengo hambre y no de tostadas.

Estaba durmiendo tranquilamente sin molestar a nadie, cuando sentí como alguien levantaba las cobijas de la cama. Abrí los ojos acostumbrándome a la luz viendo a Mathew tomando sus cosas mientras se vestía.

-Jamás lo imagine de ti –Dije llamando su atención, disfrutando del pequeño salto que pego por la sorpresa –Que fueras del tipo que se va en la mañana sin decir adiós –Negué con la cabeza viéndole con diversión.

-¿Qué puedo decir? Tan solo fue algo de una noche nena –Bromeo cerrándome un ojo, a lo que yo respondí llevando una mano a mi pecho y otra sobre mi cabeza de forma dramática.

-Yo creí en ti y en tus palabras –Suspire como si fuera a llorar –Aunque bueno, ahora que sé que solo fueron palabras falsas podre desquitarme saliendo con alguien más, conozco a un león que estaría dispuesto…-Lo provoque evitando reír al escucharlo gruñir despacio.

-Bien, bien, suficiente actuación –Corto el juego haciendo que yo le viera con una ceja alzada –Iba por algo de comer, para despertarte con el desayuno, como el buen novio que soy  -Explico y yo quise sonreír como boba ante sus palabras.

-¿Novio? No recuerdo haber aceptado que fuéramos tal cosa –Dije pensativa sujetando mi barbilla con mis dedos.

-Lo hiciste cuando respondiste a mi beso, y luego cuando no me mataste al descubrir que leí tus pensamientos –Dijo sacándome la lengua.

-De todas formas exijo una propuesta adecuada, con un sacrificio.

-¿Una vaca servirá? –pregunto juguetón.

-Al menos dos, y además quiero una llama –Negocie con una sonrisa de lado.

-Hey, matar a una inocente llama no es bueno.

-No la mataremos, saldremos a celebrar nuestro noviazgo con ella, será épico –Respondí moviendo mis manos para expresar lo épico que seria.

-Uh ya sé porque te amo –Me lanzo un beso y salió por la puerta mientras yo me dejaba caer en la cama con una sonrisa.

Desde que Mathew me había besado para luego confesar que ya sabía de mis sentimientos y que el sentía lo mismo, habían pasado unos pocos días, en los cuales habíamos aprovechado al máximo nuestro tiempo juntos, sabiendo lo limitado que este era. Ambos sabíamos que el futuro seria cruel con nosotros, por lo que nos aferrábamos al aparentemente amable presente que teníamos.

Gracias a que por años Mathew y yo habíamos sido inseparables, nadie en la mansión parecía darse cuenta de los sutiles cambios, como el que cada vez pasábamos más tiempo viendo “películas” en su habitación o en la mía, a lo que además había que tomar en cuenta el que Mathew siempre hacia pijama das en mi habitación cuando quería, por lo que para nadie era extraño viéndolo salir o entrar de esta a altas horas de la noche o temprano en la mañana como ahora, para todos esto era lo normal, por lo que nos ayudaba a mantener lo nuestro en secreto, ya que no queríamos que nada ni nadie interfiriera en nuestro pequeño mundo que habíamos creado a nuestro alrededor, en el cual una hora se sentía como una eternidad y nos encantaba.  

Suspire y me levante de la cama para ir a la ducha dándome un buen baño, para salir y vestirme con un vestido casual, hoy era fin de semana por lo que no había escuela, por lo que podía pasar todo el día con Mathew en la casa, ya que Vasily había comenzado a entrenar con los chicos en la reserva ahora que su forma de león era su carta bajo la manga, escuche la puerta ser tocada, lo que me llamo la atención ya que campanita nunca tocaba, tan solo entraba por mi habitación cual Pedro por su casa. Me acerque a la puerta abriéndola sintiendo como mi pequeño mundo llegaba a su fin.

-¡Sorpresa! –Grito mi Padre abrazándome mientras yo me quedaba un poco estática logrando confundirlo y que se alejara de mi -¿Qué pasa? ¿No estas contenta de que haya vuelto? –Pregunto enarcando una ceja a lo que yo me apure a negar.

-Claro que estoy feliz ¿Cómo te fue? –pregunte sonriendo levemente.

-Otro contrato cerrado y una campaña exitosa, haremos una cena para celebrarlo –Anuncio con una sonrisa acariciando mi cabello. -¿Qué hay de ti? ¿Paso algo nuevo durante mi ausencia?

-Pasaron algunas cosas, pero ya tendremos tiempo de hablar de ellas –Dije intentando parecer calmada –Por ahora creo que deberías descansar, no quiero ser ruda, pero te ves y hueles horrible –No mentía, ya que su usualmente pulcro cabello estaba totalmente desordenado, además le había crecido la barba y unas llamativas ojeras cubrían sus ojos dándole un tono cansado a su mirada.

-Sí, creo que tienes razón, iré a tomar una ducha y dormir una siesta, nos veremos en la noche –Me dio un último abrazo besando mi frente con cariño –Te extrañe pequeña –Murmuro haciéndome sonreír.

-Y yo a ti Papa –Conteste sinceramente respondiendo a su abrazo.

-Bueno, nos veremos luego –Dijo con  cariño, despidiéndose para ir por los pasillos hasta su habitación, suspire aliviada al verlo desaparecer de mi vista.

-Eso estuvo cerca –Me sobre salte al escuchar la voz de Mathew a mi lado, girándome para verlo con una bandeja con el desayuno entre sus manos. –En cuanto lo vi me escondí… -Admitió a lo que sonreí negando abriendo le la puerta para que entrara viendo como dejaba la bandeja sobre la cama mientras yo sentía un ligero nudo en la garganta. –Bueno, traje jugo de frutilla, café, unas tostadas con tocino y huevo, además de unos panqueques ¿Qué quieres comer primero? –Me pregunto mientras yo miraba el suelo asintiendo levemente, me alegraba que mi Padre volviera, pero no podía evitar que esa felicidad se viera opacada por el golpe de realidad que su llegada significaba. De repente sentí unas caricias en mi rostro y levante la mirada encontrándome con la mirada de Mathew quien acunaba mi rostro entre sus manos. – Se lo que piensas…

-prometiste no volver a meterte en mi cabeza –Dije quejándome con un ligero puchero.

-No necesito meterme en tu cabeza para saber lo que piensas –Respondió negando suavemente –Sé que, el que el Tío Freddy llegue significa que nuestro tiempo juntos esta llegando a su fin… pero es mejor la calidad que la cantidad ¿no? –Aquello me hizo sonreír ligeramente sintiendo como bajaba sus manos para tomar las mías entrelazando nuestros dedos. –Y tenías razón, no te he pedido ser mi novia de forma oficial –Dijo divertido colocando una rodilla en el suelo sacando su celular para colocar “Take a chance of me” de Abba logrando que yo riera. -¿Y? ¿Te arriesgarías a ser novia de un hada que ha estado toda su vida enamorado de ti? –Pregunto haciendo que sonriera de forma amplia.

-Bueno, realmente estaba esperando ver a mi flamante llama nueva… Pero –Murmure pensativa agachándome para poder besarlo –Acepto –Conteste feliz, mientras el guardaba su celular y se paraba tomándome en brazos para llevarme a la cama mientras nuestros labios se unían.

-Abba nunca falla –Sonrió sobre mis labios volviendo a besarme, mientras podía sentir sus manos recorrer mis piernas al mismo tiempo que dejaba mi cuerpo sobre la cama. Sentí sus labios bajar por mi mentón hasta llegar a mi cuello y como sus manos subían por mis piernas esta vez llegando debajo de mi falda. Yo ladee la cabeza suspirando viendo la bandeja a nuestro lado, debía decir que me impresionaba que no se hubiera derramado su contenido.

-El desayuno se va a enfriar…-Murmure despacio dejando mis manos en sus brazos sin alejarlo.

-Ahora tengo hambre por otra cosa –Dijo viéndome con las cejas alzadas haciendo que riera y que yo tomara su rostro entre mis manos besándolo más intensamente que antes, por lo menos por un par de horas podíamos fingir que todo está bien, y que nuestro pequeño mundo seguía intacto aun cuando la verdad fuera otra más despiadada.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top