Capitulo 23: Los besos robados son lo mejor.
-I Falling in love, I falling in love for the first time –Cante mientras salía de la ducha terminando de vestirme con una sonrisa en mi rostro, esta era la mejor semana del mundo – and this time I know is for real, I falling in love, yeah –Afine tomando mis cosas para ir a la escuela –God Knows, God Knows that I falling in love -Apague mi estéreo saliendo de mi cuarto intentando guardar la sonrisa que me había acompañado desde principios de la semana.
Ahora quizás se pregunten ¿Qué tiene a nuestra hada favorita en todo el mundo tan feliz? Simple, me había enterado de la cosa más maravillosa, extraordinaria y poco probable en todo el bendito universo. Mi amor, por demasiados años unilateral, y admitámoslo patético y doloroso, era correspondido. Elena me amaba, me ama putos, tómenla todos aquellos que creyeron que se quedaría con el león, o con alguno de los Berserker, ella me ama a mí, así que ahora mismo puedo morir y no me importaría un carajo, me iría con la sonrisa más grande que hayan visto en su mísera vida, porque la chica dueña de mis suspiros desde los 11 años me amaba, a mí, al mejor amigo, pueden tomar su cliché y metérselo por donde les quepa, ya nada me importa.
Aquí es cuando comienzan a preguntarme ¿Cómo se me declaro? ¿Me hice de rogar? ¿Ya habíamos consumado nuestro amor? ¿Para cuándo la boda? ¿Cuándo tendremos a nuestro primer hijo? ¿Si es que pueden asistir al bautizo de la pequeña Nora? Pues lamentablemente ninguna de esas preguntas tiene respuesta, ya que Elena no se me había declarado aun ¿Pero si ella no se me había declarado como sabía que me quería? Bueno, pues hay cosas que el corazón sabe, que puede presentir, y el ser capaz de oír sus pensamientos cuando estaba distraída también ayudaba, aunque solo un poco. Hey no me juzguen, cuando la vi en la escuela y me rechazo, me preocupe mucho, por lo que no pude evitar entrar un poco en su cabeza, la cual era un caos por cierto, para saber que pasaba. Lo que pasaba era que ella me quería, o al menos eso pude escuchar, razón por la cual la estuve buscando desesperado pensando lo peor, si, que me echaría de la casa y no querría volver a saber de mi jamás. Por lo cual cuando la vi actuar normal, la curiosidad me gano, logrando que indagara un poco más, descubriendo que además de ser correspondido, ella no me echaría cual vil cucaracha, sino que estaba en paz con la idea.
-¿En qué has estado pensando toda la mañana? –Me pregunto Lucas a mi lado, apenas había notado en que momento habíamos llegado a la escuela, tan solo busque con la mirada a Elena quien venía saliendo del baño de damas con Kara.
-En lo bello que es estar vivo ¿no crees? –Pregunte, pasando mi brazo por su hombro en un abrazo amistoso, notando una casi imperceptible mueca en el rostro de mi Berserker al vernos. Ventajas de conocerla tan bien, era que podía notar cosas que los demás no, sin importar que tan pequeñas fueran esas cosas, yo sabía que demostraban mucho debido a su alto nivel de auto control.
-¿De qué hablan? –Quiso saber Elena aparentando normalidad, pero yo podía sentir los celos, oh los dulces celos, ¿ya había mencionado que los Berserker tienden a ser muy posesivos? Tengo una cicatriz de los 6 años cuando intente quitarle a Elena su osito de felpa que lo prueba.
-Al parecer sobre los bello que es vivir –Contesto extrañado el león a mi lado sin entender porque parecía destilar felicidad.
-Es un buen tema para hablar –Dijo Vasily, de quien ya no sentía celos. Ahora podía notar lo agradable que era, en lugar de estar en busca de defectos para odiarlo en secreto –Hoy en especial, en la tarde les mostrare la razón por la que me fui unos días –Hablo con cierta confianza que me sorprendió.
-¿Listo para que campanita patee tu trasero de nuevo? –pregunto Elena con una sonrisa burlona, ignorando el apodo, me sentí orgulloso de la confianza que tenía en mí.
-Esta vez apunto a un pez más grande –Contesto viéndole desafiante.
-Vaya parece que al león se le subieron los humos, será un placer bajárselos –Asintió contestando a su mirada y por la confianza de ambos sabía que el encuentro de hoy sería interesante.
-Me muero de ganas por ver eso –Comento Lucas viendo algo por delante de nosotros que logro llamar su atención –Pero tengo planes, será una lástima.
-¿planes? ¿Tu? –Enarco una ceja Erik viéndole con desconfianza.
-Por supuesto, hoy tengo una cita –Dijo con orgullo mientras yo me alejaba un paso de él viéndole con clara incredulidad.
-¿Sabes que acosar a alguien por la ciudad no cuenta como una cita cierto? –Pregunte logrando que los chicos rieran y que el león refunfuñara molesto.
-¡No la estoy acosando! –Grito en un intento de defenderse pero por las miradas que todos le dimos nadie le creyó. -¡Digo la verdad!
-Sí, querido, sé que en tu mente parece una cita –Puso una mano en su hombro Alex viéndole con lastima. –Tan solo intenta no terminar en la cárcel de nuevo.
-¡Solo fui una vez! ¡Y por un asunto totalmente distinto! –Volvió a intentar salvar su pisoteada reputación, pero nadie lo escucho y tan solo atendimos a volver a nuestros salones con sus reclamos de fondo.
Debido a que el abuelo de Elena alego que había estado pasando demasiado tiempo con mocosos babosos, esta vez fuimos solo nosotros en la jaula de hierro, la cual Vasily alego que quería usar para no dañar la parte de arriba, lo que debía admitir había logrado atraer mi curiosidad. Con los chicos nos quedamos afuera viendo a Elena y a Vasily estirarse para pelear.
-¿Listo para besar el piso? –pregunto Elena con una sonrisa fanfarrona en su rostro.
-Tan solo me falta algo –Contesto sonriendo, sacándose la camisa, y llevando sus manos a su cinturón.
-¿Qué se supone que hace? –Pregunte a los chicos que se bajaron de hombros.
-No lo sé, pero no me molesta para nada –Respondió Elena detallando el cuerpo del alfa con la mirada, y debo admitir que el celoso aquí era yo, si lo sé, el karma y esas cosas. -¿Pero qué…? –Se sorprendió y yo desvié la mirada a lo que observaba viendo a Vasily convertido en león, está bien, no había visto eso venir.
-“Ahora estoy listo” –Escuchamos en nuestra cabeza y acto seguido se abalanzó sobre Elena quien por un segundo alcanzo a hacerse a un lado.
-¡Eso es trampa! –Grito corriendo por el lugar con un animado león detrás -¡Estoy muy segura que eso es trampa!
-“De hecho no lo es” –Volví a oír en mi cabeza reconociendo la voz de Vasily – “Con mi Padre revisamos las reglas del torneo, y no había nada que lo prohibiera” –Contesto encerrando a Elena en una esquina-“Las reglas tan solo decían que los participantes podían usar todo método que ellos creyeran útil para ganar, y excluyendo algunas cosas, que jamás haría, no decía nada de transformarse” –El desgraciado había encontrado un vacío legal, que podía usar a su favor, tomando en cuenta que en su versión animal era más fuerte, rápido y letal, y que además hace años a los Berserker no se les enseñaba a combatir contra bestias, razón por la cual ahora Elena no parecía segura de que hacer.
-Eres un infeliz tramposo –Rio Elena finalmente siendo tacleada por el León, quedándose quieta en el suelo por miedo a sus muy grandes garras y dientes, de cierta forma costaba asimilar que tal animal se trataba de una persona capaz de razonar, a veces.
-“Lo soy, pero soy el infeliz tramposo que ganara para ti” –Contesto juguetón comenzando a lamerle la cara causando que la chica se removiera debajo de él.
-¡No! ¡Quítate! ¡Odín que asco! ¡Desgraciado! –Grito hasta que se lo pudo sacar de encima –Iré a limpiar esta baba con cloro –Dijo caminando a la salida para buscar el baño –pero antes –Llamo la atención dándose la vuelta para ver a Vasily con una leve sonrisa –Buen trabajo, al parecer quizás si tengas una oportunidad de ganar –Le cerro un ojo y retomo el camino al baño, dejándome un mal sabor de boca.
-“Mathew” –Me llamo el León haciendo que me volteara a verlo – “¿Puedes llevarme a algún lugar para cambiarme?” –Pregunto a lo que yo asentí entrando a la jaula para tomar su ropa y llevarlo a unos camerinos para que pudiera volver a su forma humana y vestirse.
-Siempre me lo he preguntado ¿no les duele transformarse? –Quise saber por curiosidad pasándole su camisa la cual no se demoró mucho en colocarse saliendo del cambiador
-La primera vez duele como el infierno, pero después te vas acostumbrando –Contesto bajándose de hombros –Pero ya que me hiciste una pregunta, yo también quiero hacerte una –Asentí curioso esperando por sus palabras -¿Cuándo le dirás a Elena lo que sientes? –Pregunto, y de haber estado tomando algo lo habría escupido por la sorpresa – Y no me vengas con que son imaginaciones mías, porque Lucas ya me lo dijo, no lo culpes, yo ya lo presentía, el solo me lo confirmo, y porque se le escapo, sabes cómo es para hablar –Lo justifico haciendo que resoplara sin saber cómo sentirme al respecto. Sé que debería sentirme nervioso ya que de alguna forma éramos competencia, pero de él no emanaba ningún aire de peligro y sus pensamientos estaban en calma.
-Pues…-Murmure buscando una respuesta.
-Y no vengas con la porquería de que temes ser rechazado, porque ambos sabemos que también le gustas a Elena –Esta bien ¿este tipo era vidente o qué? Mi cara que debía parecer un poema debió transmitir bastante por la forma en que rio –Las personas tienden a transmitir sus emociones en sus olores, y no creo que la calma de Elena y tu felicidad excesiva sean coincidencia.
-Bueno, no creo poder debatir esa lógica –Reí sin gracia intentando calmarme –Y la verdad es que, por tanto tiempo pensé que sería horriblemente rechazado que la idea de declararme y decirle lo que siento jamás me pareció una opción –Me sincere y el asintió pensativo.
-Hace un tiempo Elena me dijo que para las hadas, las almas gemelas más que una pareja, eran un compañero de vida, un amigo, un hermano, y creo que eso describe mejor lo que quiero con Ella –Admitió con honestidad –Por supuesto es una decepción saber que no seremos pareja, pero me conformo con que ella sea feliz –sonreí ante lo último sin poder evitarlo, está bien, quizás el león era más que agradable –Por lo que no creo que debas perder el tiempo con inseguridades –Me quede callado un segundo con tristeza.
-¿Qué punto tiene? –Murmure sentándome en una banca –Sin importar lo que haga Elena se casara con otro, y aunque quisiera no podría entrar al torneo.
-Eso no lo entiendo ¿Por qué no quisiste entrar?
-Porque la Familia Virtamen está sometida a la Rask por un contrato de sangre, lo que significa que no podemos hacer nada que vaya de forma directa en contra de los intereses de la familia, y arruinar un posible negocio o quitarle la oportunidad de alianza con otra familia de mayor rango, esta prohibido. –Reí sin gracia suspirando, esa era la triste verdad, la cercanía que tenía con la familia había sido una bendición para estar cerca de Elena, pero ahora se convertía en una carga que me impedía estar con la chica que amaba.
- Mira lo único que sé es que el futuro es incierto, y el presente es lo único que tenemos por ahora, no pierdas lo que podría ser para ambos su única oportunidad de ser felices –Puso una mano sobre mi hombro viéndome con cierto cariño - ¿Acaso no es mejor haber amado y perdido que nunca haber amado? –Pregunto con una sonrisa, logrando abrir me los ojos.
-Eres el león más sabio que conozco –Reí sintiéndome mejor logrando que revolviera mi cabello de forma alegre. Sonreí colocándome de pie con una idea en mente.
-No has conocido a mi padre –Respondió con una sonrisa de lado –Solo una cosa antes de que te vayas.
-Claro, lo que quieras.
-Si le haces daño o le rompes el corazón, me transformare en león para arrancarte la cara pedazo a pedazo y luego tirarte a los verdaderos leones de la reserva –Me prometió con un aire lúgubre y pude sentir un pequeño escalofrió recorrer mi espalda, eso había logrado asustarme.
-Anotado…-Asentí nervioso, saliendo antes de que se le ocurriera darme una demostración. Conocía a Elena lo suficiente como para saber que seguía en el baño limpiando la baba de su cara, ella era muy pulcra con su aseo. Abrí la puerta del baño de damas viendo tal y como creí a Elena terminando de limpiar su cara.
-¿Qué haces tú aquí? –Pregunto al verme en el reflejo del espejo, dándose vuelta.
-Hacer algo, que debí hacer mucho –Dije caminando hacia ella en línea recta y pasó rápido.
-¿De qué ha-Corte sus palabras al sujetar su mejilla con mi mano, mientras la sujetaba de la cintura uniendo nuestros labios. Durante un par de segundos se quedó estática sorprendida, lo que me hizo dudar, pero no demoro en responder al beso dejando sus manos sobre mi pecho.
Sus labios se sentían como la gloria. Eran suaves, y dulces, sin rallar en lo empalagoso, simplemente perfectos. Había soñado tantas veces con esto, que a penas y podía creer lo que estaba pasando, todo parecía demasiado surreal, como el mejor de los sueños. Por primera vez, creía de todo corazón que el amor, si podía ser bueno y que estar enamorado no era una mierda todo el tiempo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top