Capítulo 6.- Nunca más...
"Os parecerá curiosa esta peculiar anécdota sobre haber presenciado en la corte una corta estancia en la casa del conde Grey Da' Fallow, conocido por ser el mecenas de varios... Virtuosos y que en su mayoría llegaron a ser importantes, hacía apenas dos años, en mi último viaje a Hallasat, me tocó ser recibida y puesta bajo servicio temporalmente como miembro de la escolta personal de Lord Da' Fallow, quien como era de esperarse... Siempre tenía un invitado. Para variar, artista... Aunque este hombre de quién os voy a hablar puede que ya lo conozcáis, puede que no... Pero os lo aseguro, lo haréis... Y puede que vuestra descendencia llegue a oír de sus proezas también... Extraño pues sabéis que no soy mucho de fiarme de extranjeros; poeta, filósofo, arquitecto, pintor y retratista, y quién sabe qué otra joyita... Y tenía talento para ello el desgraciado... Pues me tocó ver bocetos suyos tan detallados en su estudio que los creí reales, esculturas tan bien hechas, aún reproducciones a escala pero que temía que estando a solas y con las luces apagadas llegasen a moverse y como dicen las historias a cerca de Galatea, cobrar vida. Todavía me detengo a cuestionarme si no era que en realidad el talento de ese hombre no era sino el producto de algún pacto con espectros y el conocimiento de las artes oscuras, más que un don otorgado por la divinidad, pero lo que admito es que era muy observador, demasiado para el bien de todos... traído de los puertos de Ra-Kedet, ¿Qué he de saber yo? No entendí muy bien su acento y con suerte apenas y podía articular una oración medianamente entendible en el Gaélico común y sólo el conde entendía a la perfección su lengua nativa y le respondía. Pero su acento y algunas palabras que usaba solían asemejarse con el griego. Fue tal vez por eso que logré descifrar en el grabado del marco de una réplica, con los mismos colores con los que dijeron que un sumo sacerdote mandó a decorar una sección especial del templo. Si bien un arte vanguardista, rompiendo completamente con el estilo que este solía tener... Pues el sólo concepto era bastante aterrador lo recuerdo perfectamente, por más que lo deseé nunca pude olvidarlo; el oscuro firmamento se iluminaba como si una bola de fuego lo cubriese, acompañado de relámpagos y truenos, las aguas de los cielos se sacudían con aterradora y demencial violencia tanto que se distorsionaba el orden, pero nunca su belleza, las lumbreras; teñidas en bruma y sangre; mayor y menor, viéndose de frente, a lados contrarios del cuadro, divididos por la lluvia de rayos que daban la impresión de una rotura, peculiar fue su estilo de retorcer el ambiente, pues los colores se mantenían siempre vivos, dando la impresión de que todo sucediese en un instante, rápido y fugaz, pero sobre todo cubierto en agonía, como si el mismo cielo anhelase tragarse la tierra o puede que lo contrario, los cielos mismos descienden para dar su veredicto a aquellos pobres desdichados habitantes de la tierra que son los condenados pues abajo... Abundaban de sobremanera las llamas. Todo aquel esfuerzo, gracia y talento para retratar una imagen de pesadilla... "Muerte del cielo" era el título original y que alcancé a leer grabado en runas con la intención de que no sólo lo pudiese entender Lord Da' Fallow, al verlo terminado y expuesto esa noche más de uno de los miembros del séquito real quedamos con la boca abierta y espantados... Pero el conde ... Aplaudió maravillado y elogiando su talento, creímos que había enloquecido o ese hombre con su arte macabro pudo haberlo hechizado. Según las explicaciones dadas por Michaello, nombre de aquél "Maestro" virtuoso hacía una especial referencia al final de todo, o como coinciden las profecías y los pronósticos de muchos de los profetas y heraldos en distintas creencias y cultos y lo que todos esperamos... Y puede que para más de uno el doloroso recordatorio de que nada es para siempre, ni siquiera este mundo, ni siquiera el cielo, ni siquiera la cuenta del tiempo..."
Fue así que a la mañana siguiente ella se dirigió de vuelta a las barracas. Aunque El nigromante, con quien ya se sentía bastante arrepentida, no más que confundida por esa extraña mezcolanza de sentimientos que acarreaban el saber con quién verdaderamente había pasado la noche y podría decir que de alguna forma se había casado, era incluso natural que ella hasta hubiese desconfiado incluso del nombre que le dio. Pero juramento fue ante sus dioses, que ella estimaba de virtud y no ante los amos de toda arficería diabólica. Podéis engañar a un hombre, pero no a la divnidad. Pues lo ve todo, los juzga y lee los designios más ocultos de la mente y el corazón y aunque mintáis, pacto ante los que viven para siempre se decretó. Y aunque mintáis, solían ser ellos mismo quienes castigaban el perjurio, pues gran pecado y cosa muy grave era querer ponerlos por mentirosos.
Recapitulando, contradictoriamente a lo que ella esperaba, el brujo se mostró aterradoramente indulgente, pues de buena gana la dejó ir, incluso le permitió marcharse con su daga de plata y no mostró ni el menor atisbo de molestia con el hecho de que le quitase algunas otras cosasy también le entregó la cabeza de Voltinius y de "Meil". Versión corta del nombre de la Kobold, depositándolos en un saco, pues le advirtió de no tener mucho contacto con las partes, pues el veneno si era potente. Aquello para tal vez justificar en parte su ausencia... Y posiblemente algo de... Misericordia. Y vaya la sorpresa del capitán cuando ella arrojó las partes corporales de aquellos desgraciados. Por supuesto que ella tuvo la necesidad de inventarse una mentira de la que se dedicó a replantearse todo el camino, pero siempre apelando a la venganza y el hecho de no poder soportar la impotencia de la muerte del viejo Allan, que siguió siendo como su segundo padre... Dijo hallarlos en el bosque y que la batalla fue cruda, esto fue más realista pese a su debilidad pues ella justificó bien, ya que el atuendo estaba cubierto en sangre y el pelirrojo consiguió rasgarlo lo suficiente horas antes, e incluso le dio mejores consejos para disimular el estado de las heridas. Respecto al libro. Prefirió ocultarlo en otro lugar y regresar más tarde para llevárselo a sus aposentos luego. Pese al asombro y el natural escepticismo, era creíble su resentimiento y frustración, así como el carácter y el juramento de honor que ese día entre llanto y lamentos a los dioses le dio. Y por una venganza imploró, estos le respondieron... o eso supusieron. De todos modos, aquello no hizo más que incrementar su confianza en los generales... Pues su fama entre las huestes acabó por incrementarse, pues lo interpretaron como una contestación de los dioses, quienes la bendijeron con la fuerza necesaria para ejecutar tales hazañas, dotándola de bendiciones peculiares y trayendo a sus enemigos justo a sus pies. Puede que esto señal de buena fortuna y augurios los haya llenado, dándoles esperanza en tiempos desoladores, pues una cosa había sido el ya gran logro de haber derrotado a Jeldabatoh y sobrevivido a la horda de demonios, y pese a lo que consideraron un fracaso en el anterior asedio, salir vivo de ahí no lo lograba cualquiera. Menos contra dos cuya fuerza y aterradora inteligencia en las estrategias se demostró. Justicia divina... Y puede que... Una sonrisa a los galeses fuera interpretada. Bendita sobre todas las Banffenids, con abrazos y elogios la nombraron los altos...
-De todas la menos apreciada, por vuestra sangre y creída hasta bastarda. Pero yo digo que legítima sois, hija de Bretania. Austera en belleza, pero más radiante y dos veces más valiente que vuestras hermanas.... Y puede también que de vuestros hermanos. - Y con un abrazo el hijo del alto señor, públicamente la condecoró y la reconoció oficialmente como digna a los ojos de todos. Pero más que halagos y palabras bonitas, tan sólo agachó la cabeza, un tanto por modestia, otro por vergüenza a causa de sus actos, a nada más que a sí misma. Pues bien podrían ser producto de un pacto secreto y el crimen de felonia. Indigna, llamada doncella ... Si supieran que faltó al honor.
Ella en respuesta dijo no ser digna, y lo dijo con sinceridad... Incluso cierta pizca en su hablar parece que se escuchó. Aunque aquello pudo tener distintas interpretaciones, tomando en cuenta sobre lo ocurrido en los dominios de Lord Kellan. El hijo del visconde obviamente accedió a su súplica, pues sólo una cosa le pidió. Y era dejarla presentar respetos en la capella del templo de Belenus, y más si se lo pidió en público. Lo más usual es que fuera inmediatamente, sin embargo, se sintió tan nerviosa e indecisa por lo que iba hacer decidió partir muy temprano, antes del alba llegando justo al roce del amanecer.
No era algo inusual que en tiempos como esos más de uno optase por rezar, ya sea a solas o refugiarse en recintos sagrados, quienes igual se preparaban, desde los sacerdotes, magos, druidas de menor grado, hasta los más altos y poderosos de la zona. Tanto nigromantes y brujos blancos en secreto conjuraban hechizos para la victoria, consultaban a sus dioses, improvisasen amuletos si no los tenían a la mano, trazaran sigiles, o cualquier cosa asociada con poderes sobrenaturales, tanto reales o mera superstición. Y puede que alguno liándose con pactos con seres de misteriosa procedencia y cuyas palabras y promesas fueran de dudosa veracidad. Ya sean los ifrits, los Djins o puede que alguno se le haya ocurrido la idea de buscar liarse con alguna otra entidad caótica, no por la justicia, honor o sincera entrega a las artes oscuras.... Sino por algo tan básico como la supervivencia, prometiendo cualquier cosa hasta a vuestro linaje mismo por tan sólo un poco de poder y a cambio de efímero placer.
Se rumoreaba entre los vulgos que una joven doncella, bella y puede que todavía virgen, desesperada buscando esconderse y huir lejos, llegando a dar con un brujo de mala muerte cuando las escaramuzas empezaban a ponerse crudas de verdad, temieron en gran manera su destino y ocultos como yacen de esos en lo más profundo de quién sabe que inmunda clase de agujero que solían tomar por escondrijo, se sirvieron de mancias, echaron suertes consultando un extraño juego de cartas, brujería procedente posiblemente del sur de los territorios de la Galia, pues el parece haber dijo proceder de las zonas portuarias, y acabándose perfeccionándose bastantes siglos después en cierto lugar que fue conocido cómo Massalia y cuyo origen sigue siendo incierto, pues dicen que hasta en Isindireyya ya lo conocían, lo que importa fue que el resultado que ni siquiera quien ya manejaba esa macabra técnica de adivinación, luego de consultar dos veces a quién sabe cuál de todos los espíritus inmundos, el resultado más que espantarlos, hasta sin aliento los dejó, pues aunque difícil de interpretar para él ya era la sola presencia del maligno en su tirada, el caballero de bastos invertido, al igual que hierofante, la expresión orgullosa y soberbia del rey de oros, casi triunfante... la presencia de la fuerza culminando con la muerte... No parecía ser nada alentador, al contrario, aterrador, no sólo para él sino para absolutamente todos los habitantes del imperio, o puede que el mundo entero... No entendían lo que significaba, pero la sola mención de aquellas figuras del adivino, a todos los espantó. Versiones distintas hubo del chisme, pero siempre presentes esos.
Volviendo al tema principal, lady Bryenna cruzaba la entrada de los terrenos y los huertos aledaños al sagrado recinto, usualmente en tiempos de guerra refugio para los heridos y rotos de corazón, aunque a decir verdad era a los de cuna noble y de clases altas, o gente con suficiente dinero a las que podían ser dichosos aquellas dádivas y bendiciones, así como de un trato preferencial por parte de los sacerdotes. Los jardines, adornados con toda clase de flores y todas amarillas; arbustos de rematama, cuyo uso se le atribuía al tratamiento de las fiebres y problemas respiratorios, pues, así como especiales eran las bellezas de los brotes también es común que, así como lo son las flores del mal como el acotinium, amapolas azules, las vilurias y dicen que también aquellas llamadas popularmente rosas del Nilo; loto violaceo para los Jonios, cuya característica principal era ese maldito color azul. Pero también existían aquellas que eran benditas además de los medicinales arbustos aparentemente invasivos que daban aquellos pétalos del color del sol, caléndulas doradas, ideales si se desea a parte de su celestial perfume, disminuir riesgos de gangrena, gladiolas de la misma tonalidad, asociadas en culturas mediterráneas con la victoria e introducidas siglos atrás, asociadas a la fuerza, integridad y todo aquello que era sagrado y sobre todo girasoles, está de sobra explicar lo valioso que resultaba el aceite de su sola semilla, además de la particularidad que estas presentaban al cambiar la posición del sol.
El iris, esos ojos azules tan salvajes e indomables como las tormentas en alta mar ignoraron la salida del alba, ni cuando poco a poco despertaban los capullos, y parecía como si todo aquél ser viviente daba, tanto bestias como aves, cantos de bienvenida al retorno de su dios patrono. Enramados de enredaderas, todas frondosas de flores amarillas en los pilares del templo, así como macetas de narcisos, lirios, fresias y margaritas, amarillas también, y cuyos grabados daban la impresión de la grandeza de aquella modesta construcción, pero bella si miráis los grabados y sabéis leer la inscripción en rumas de alabanzas al amanecer y al retorno de Belenus, cuya estatua era tan grande y tan alta como la de un hombre, sentado, altivo, vigilante y sin embargo bello y piadoso, rodeado de un halo semejante a los destellos del sol, igualmente hecho de piedra y ambas piezas situadas en una de las partes más altas del templo.
Los sacerdotes al verla obviamente en ella confiaron, pues era guardia, y además llevaba una carta sellada por el vizconde, sólo dijo que adoraría y dejaría una ofrenda, por lo cual optaron por ignorarla, hasta hubo un instante donde se quedó completamente sola y eran destellos tenues que emergían de entre los vitrales y los tragaluces. Dicen que las lluvias en esa época de año tienden a ser impredecibles, pero por lo nublado que llegó a ponerse el cielo por momentos, para muchos supersticiosos o no daba la sensación de algo más. Y ahí yacía entonces la arrodillada Lady Bryenna, postrada en el aposento, y eran mariposas de distintos colores bienvenidas a la presencia de aquél "Señor". Y en su soledad ella debilitada y lánguida de decisión, pues debilitado estaba su espíritu a causa del arrastre de sus pesares, un clamor a los dioses en susurros, acompañado por clásicos cantos de guerra imploró, e iluminación de aquella luz divina a la encarnación del sol, aquella de daba discernimiento y sabiduría imploró;
-Indigna y repudiable es mi presencia ante el resplandor de vuestra mirada, mi señor. Vos que yaces custodiando aún entre las nubes y os paseas con vuestra amada Belisama, cuya fuerza es semejante a vuestro dorado resplandor. Que la madre de la luna y los amaneceres los custodie para siempre. Inmunda es ahora mi imagen y aborrecible me he vuelto a la mirada de Mabon y traidora a los ojos de Scatha, pues he traicionado mis votos, pero es ella a quién me he de encomendar pues de brujerías ella es la hacedora, de la guerra y el amor también. Y es a causa de este macabro hechizo que el nigromate me ha echado, pues en maldición me ha condenado en esos conjuros que turban la mente y el alma. Sabéis que no soy de amar los protocolos, pero mi lealtad sigue con vosotros los sabios que viven para siempre. Pero confundida me hallo ahora y no sé en verdad que pensar, y es ante vosotros que acudo a pedir sabio consejo o me liberéis de la maldición si esto es obra de artificerías oscuras, pues herida como de muerte estoy y no estoy segura a donde ir, me han ordenado profanar vuestros sagrados recintos en un pacto para terminar esta guerra ¿Pero a qué precio, oh resplandeciente y hermoso señor? Ruego que entonces Brigit me muestre los secretos de su fuego fatuo, y vos me iluminéis con vuestra extensa sabiduría... Sólo bastará una mirada vuestra, que mi espada les pertenece a vuestras mercedes sobre todas las cosas, mi señor...
Muchos altos sacerdotes dicen que pidáis y se os dará, pero ya será cuestión de los dioses si deciden daros lo que deseáis o no, y sin embargo, entre el canto de las aves, el vuelo de algunos insectos y las mariposas, las nubes que cubrían el sol en aquel día tan nublado se abrieron momentáneamente, y fueron los rayos que entraron por los tragaluces, entonces el olor de las margaritas, lirios, caléndulas y rosas amarillas luego de haberse tumbado en su soledad exhausta, esa combinación exquisita su olfato impregnó, abrió abruptamente los ojos y elevó la mira con algo de terror al notar como el calor de aquellos rayos le llegaron incluso bajo la ropa, no supo cómo tomarlo, pero entre el canto de las aves muy de cerca graznidos de cuervo acercarse desde antes escuchó, en un principio no le dio importancia, pues se hallaba concentrada en la meditación, pero cuando se hicieron más fuertes... y ver la silueta de uno de gran tamaño como a la presencia o un heraldo de Morrigan lo tomó. Uno especial, pues una pluma blanca de lo alto de una de las brechas vio caer, y al asomarse esos ojos como la sangre y la blancura de ese precioso plumaje... De alguna manera la hizo pensarse bendecida o quizá el consuelo de que puede que los inmortales estaban a su favor.
Por un instante lo dudó, incluso a quien tomó como la manifestación o puede que un heraldo de la gran señora de los espíritus titubeó y no estuvo segura, pero pasaron los segundos y allí seguía, viéndola orgulloso y tan altivo, sin embargo, tan hermoso, glorioso como sólo puede interpretarse a la divinidad. Es bien sabido lo que el nacimiento de un cuervo blanco en distintas culturas significa, en especial los del norte y en la Galia, pues buna fortuna dicen que trae y quien lo posee, se le da por afortunado.
Cautelosa al cuervo se acercó ¿Cómo? Pues subiéndose al altar en el aposento alto de la capella, escalando por la estatua, cogiendo algunos ornamentos sobresalientes apenas del pedernal como si quisiera escalar, pero este cuando ella subía, voló y por aquél recinto revoleó, hasta terminar por lo que parecía en uno de los tragaluces del lugar, y su silueta apenas distinguible por el vidrio, aunque era extraño. Pese a todo le dio mayor motivo para subir más alto, luego al tocar cierta parte del techo, aquellos adornos tras las esculturas descubrió que no eran más que sutiles muescas, peldaños para escalar, puesto que cierta ranura, una marca de acero que podría ser confundido con las flores de todo el lugar, vio una marca, sutiles ranuras. Como si un trozo del techo cubriese ese recinto o hubiese algo tapado que no quisieran descubrir y sólo el cuervo sagrado se le fueran revelado, sin embargo viendo más las diferencias, notó que estaba un poco más flojo, y justo cuando ella sintió que regalaba, accidentalmente tiró del adorno, con izquierda, mientras que con la derecha de aferró como pudo a uno de los picos, que simulaban el halo del Belenus, y la entrada a un secreto entretecho se abrió, junto con unas escaleras de madera de acacia, plegables, por el cual ella aprovechó para subir. Aquello naturalmente pareció espantar al animal, haciendo que graznara y volara. No pudo atraparlo, pero acabó descubriendo el lugar exacto donde estaban varios escritos, tan secretos. Llamándole la atención tomos del mismísimo Merlin. Ashion estaba en un error, no eran las catacumbas. Lo de resguardar las catacumbas simplemente era una estrategia de Cedrick, como distracción ¿Pero quién hubiese sospechado que lo guardaban en un escondite situado en el techo del cual aparentemente no existía?
"Ese día me di cuenta que Ashion cometió un grave error, Lord Vhasil y toda su maldita horda, junto con la zorra de Morgana erraron en lo mismo. Y ese nigromante de roja melena y estoico carácter, de todos el peor de su vida y por el que puede que arda en el averno y ahí se lamente en la tierra del eterno tormento, pese a todo esto.... Si conocéis a un bellaco o alguien así que vaya para allá, o yazca moribundo decidle como yo que le mando saludos desde la tierra y que, pese a mi desprecio, sin él no sería quien soy, y vos no serías quien sois también, muchos de los que todavía seguimos, de hecho..."
Y al infiltrarse, pudo apreciar cada detalle de ese hermético entretecho del que apenas pequeñas ranuras había para respirar, pues hacía calor y se sentía denso incluso sin él, naturalmente temió a lo peor, no sólo por ser descubierta, sino por la sospecha, el error de su ahora... Esposo, y de todos, sino de posibles mentiras dichas al propio grupo y la guardia. Se es sabido que para despistar a los enemigos era necesaria la confusión incluso de los propios aliados, pero aquello.... Pese a la iluminación y el resguardo de los rollos de cuero, pues para que durasen más no se usaba papiro, incluso para libros y tomos gruesos, podía sentir el peligro latente de sólo conocer la existencia del lugar, imaginad el estar. Aquello lo supo cuando fue mercenaria de Lord Hazter, quien vendió a la menor y más bella de sus hijas, Justine a un aristócrata tan cruel. Sólo para escalar en el rango. Nadie volvió a saber más de ella, dicen que intentó escapar y su marido le amputó las piernas y sólo dejó las partes que el estimó necesarias para procrear un heredero, luego simplemente la dejó morir por debilidad, pérdida de sangre, inanición o puede que de soledad en un sentimiento de desesperanza. Es probable que haya sido la única del linaje de ese malnacido que realmente merecía vivir.... Ahora bien, le había enseñado que a veces era prudente para algunos, en especial si eran monjes o los sabios a fin de no permitir que nadie sin permiso tuviese acceso a los conocimientos prohibidos, envenenar los libros, pergaminos, u objetos mismos de la habitación, arsénico era el favorito le dijo. No quiso admitirlo, pero del juez injusto aprendió demasiado incluso del manejo de documentos, también prevenía en caso de robo, o que algún otro se aprovechase de ello, matándolo incluso en las cámaras si pasaba el suficiente tiempo. Lo cual estimó perjudicial para ella, entonces se colocó los guantes para tocar el libro, sospechaba hasta del polvo... Y decidió improvisar una mascada al raírse intencionalmente parte de la tela de la camisola que portaba debajo del vestido, misma que mojó con el agua del odre. Debía ser rápida y cautelosa, no estaba del todo segura que era exactamente lo que Ashion buscaba, pues dio pistas vagas, y varios títulos, si bien eran del propio Merlín, ya eran valiosos sólo por ello. Pero de pronto otro sonido la turbó, al parecer la vos de alguien, mientras leía, cogió entonces un par de pergaminos y se escabulló de prisa, entre las estanterías, la pila de libros, cajas y muebles, para esconderse y escapar sigilosamente. Sin embargo, una voz conocida escuchó;
-Pardiéz... - le oyó musitar así Lady Bryenna, mientras sentía como algo más que el corazón se le salía del pecho y hacía esfuerzos por ni siquiera emitir sonido alguno para respirar. ¿Es que acaso era este el designio de los dioses? ¿Morir conociendo los secretos o teniendo que ejecutar a un propio druida? Luego a los pocos segundos i escuchar mejor la entonación, asomarse de reojo muy rápida y discretamente la mirada, comprobó que era Melvin, en su tiempo discípulo preferido de Cedrick. De los más poderosos, y puede que, de los más inteligentes del gremio, pero no el más valiente, ni por asomo. Se mostraba al parecer molesto el tener que hacer ese trabajo tan tedioso que resultaba registrar en cada uno de los tomos del archivo, quejándose de que el debería ser digno de leer aquellos sagrados escritos, a diferencia de ese maldito nigromante, probable descendiente de los esclavos, pero liberado al parecer por una simple cuestión de herencias y vasallo, esbirro de Morgana. -Y todo por ese extraño culto antiguo a ese tal Zetesh... - Puede que no comprendiese bien el significado de uno de los nombres derivados de las etimologías más antiguas, pero su espanto hubiera sido mucho mayor que el de saber que Morgana y puede que también el traidor de Sir. Percy de Arandia también estuviesen liados en aquello. El sólo nombre y saber que seguía todavía viva la estremeció, aunque que horror el imaginar cómo ha de lucir pues su madre era una niña y ya provocaba terror. Que equivocados estuvieron varios... Respecto a la deserción de quien llamaron como "El caballero negro". Aquello eran noticias recientes poco antes de otra de las rachas de las guerras puede que eternas con el norte ¿Quién diría que uniría a los seguidores de Odín y a la unificación de los reinos celtas contra un enemigo en tan sólo poco tiempo más en contra de uno más grande, o mejor dicho de dos más grandes y llegaron a tener en común? Forzando a detener esas escaramuzas. Vaya tiradas del destino.
-Le ruego que no hable de esta manera, mi señor... - Suplicó una de las sacerdotisas pertenecientes puede que otro gremio distinto, pero igual coludida con Cedrick y aquel enredo. Cómplice, igual. No estuvo realmente segura si era necesario desenfundar su daga o algo para atacarles por su traición pero tampoco lo estimó prudente ¿Qué puede hacer un simple guerrero contra la magia de un druida, un piromante o mago de luz? Entonces improvisó, pues al mirar al otro lado el cuervo por encima observándolos, entonces tiró uno de los objetos. Como si quisiera hacer lo de tirar una moneda y dejarlo a manos de los dioses aquello los alertó, pero hizo graznar al cuervo que sobrevoló toda la habitación. En especial de ellos, puede que dando uno que otro picotazo mientras se quejaban y las cosas caían, pudiendo ella así escapar.
Demasiado tensa, agitada, pero viva... A ellos, aquello lo interpretó como acto mero de justicia divina, dejarlos por ahora a manos de los dioses, si bien un simple guerreros tanto como los propios brujos oscuros se les conoce como simples mandaderos de la muerte, al parecer era lo que le molestaba y envidió siempre tanto Cedrick como Melvin y el resto de toda su maldita escuadra, como es posible que aquellos que sean a los ojos más indignos puedan tener más brillo que los "Hijos del sol", tal vez a eso se refería Allan "No mirar el brillo de los impuros" para ser fuerte, pero... Hablando de impurezas al parecer todos estaban de alguna manera manchados y marcados, puede que para su juicio unos más que otros, y esa era la verdadera diferencia. De todos modos, al parecer estaban buscando empacar o recogerlo todo y trasladarlo, puede que si era el destino igual acabaría aprendiendo. Aunque lo que más le perturbó era ver la verdadera cara, forma y carácter de la persona con la que podría decirse que recientemente se casó. El significado de esos ojos, ¿Morgana? ... Y la identidad de ese misterioso alto señor de quién sabe dónde... Coludido con Lord Haz.... Oh, si ya ... Por eso el inusual interés de Hazter en "la espiritualidad"...
"Muchas veces suele asociarse la figura de los cuervos blancos en distintas costumbres, y según las memorias de una entristecida y fallecida princesa, hasta más allá del este. Raros son los designios, pero puede que una muestra sea también de la ejecución de los castigos divinos. Pues si los lamentos aún rodeados de una pobre alma perturbada y evidentemente hechizada por las macabras maquinaciones de un .... Tened cuidado cuando os mencionen a los demonios blancos, creedme. Dicen que son tan bellos, sublimes, de modos elegantes, cual grulla o puede que un raro espécimen del pavorreal blanco, pero talvez para vos llegue a ser demasiado tarde cuando os deis cuenta que los habéis mirado demasiado. Pues habréis caído en su hechizo, igual que varios, tal y como lo dice la balada de la dama sin gracia, yo estuve ahí y puede decirse que desde el lugar donde yazca ahora sea desde los sagrados recintos o el mismo averno, reclamando sangre que a sus gritos nadie dio justicia, por mera ambición, negligencia, soberbia y sobre todo codicia. Entonces dicen que cuando nadie hace nada, ahí entra la justicia divina. Pues sólo ellos horrorizados atestiguaron todo, dando señales que nadie quiso escuchar. Muchas veces son los gobernantes vivo retrato de sus reinos, y a veces por la muerte de uno paga todo el pueblo ¿Por qué oh, dioses? ¿Decidme por qué todas las cosas deben de ser así?, es lo que me empecé a preguntar desde joven y más luego de conocerla a ella, y de reflejarme en esa altiva singularidad de las amatistas de su mirada tan perversa..."
De ahí se fue, y huyó tan rápido como alma seguida por la muerte. Y de eso no temía, sino a algo mucho peor, con los pergaminos polvorientos en la bolsa. Si bien, es sabido que quien tiene el conocimiento también el poder, que no os sea sorpresa que durante siglos los altos os hayan ocultado ello, pues es un lujo. Que puede servir para ayudar y proteger al prójimo, también para doblegar imperios y derribar ejércitos, destruir poblados y hacer que aquellos monstruos envueltos de tejidos humanos, elfos, enanos o me son todavía desconocidas las cosas que aquél al que llaman los primeros nacidos como vástagos del pensamiento de... Caprichos suyos, y doblegar a cualquiera a su voluntad o arrastrarlos para siempre a las macabras sendas de la oscuridad. Deseaba genuinamente ahora, que sabía lo que sabía, o creía conocer, atisbos de lo que podría insinuarse como el hilo más largo de un pacto secreto, entre los esbirros de la maestra de las serpientes y Cedrick, sumo sacerdote y principal de los concejales de la corte en Icenorum. Pudo quemarlos, pero también destruirlos hubiese sido una estupidez. Pocos eran en verdad las personas en las que la infortunada Lady Bryenna consideró signas de confianza, entre ellos Sir. Douglas y Kendall, puede que de más que compañeros de armas, de los pocos que en vida pudo llamar "Amigos", y al no encontrar al segundo fue con el primero, descendiente de la casta de los verdugos, arriesgándose a las malas habladurías de por qué una mujer de buena fama y jurando el voto de castidad ingresase de repente a las galeras y viera cambiarse como si nada a varios hombres, preguntando exasperada por quien en antiguas etimologías era "El mar oscuro", fue de carpa en carpa, pero no lo halló hasta que corriendo por la zona de las barracas reservada para hombres lo encontró y le rogó que hablase con ella a solas, esto rumores de un posible comportamiento indecente y tendencias a la promiscuidad pudo correr, chismes, aunque en lo que en realidad ocurrió es que lo más lejos y alejado de la gente, cuando yacían ocultos tras el grosor del tronco y las ramas de un frondoso árbol, ella le entregó su bolsa con pergaminos y le rogó que aunque su vida dependiese de ello, los llevase lo más lejos y que no los leyera. Y que se cuidase del nigromante, y pese a que no entendió de qué hablaba al mencionar a esa clase de brujos negros, lo alertó, pues ¿Contra quién era en realidad esa guerra? Pensad vosotros mismos a cerca de ello, a caballo, tomó lo que la guerra le dio y juró guardar el secreto. Tuvo sumo cuidado de no ser seguido, consternado, sin duda, confundido aún más, pero preocupado sobre todas las cosas no sólo por la vida de Bryenna, sino por seguridad suya también, aún con muchas dudas de que era en lo que en realidad se había metido. Y haciendo un ademán tiró de las riendas del potro, se despidió y se marchó. Sólo para que horas siguientes se encontrase el cuerpo inconsciente del soldado, más muerto que vivo, pues pese a no presentar heridas era como si le hubiesen absorbido gran parte de la vida, fueron los aldeanos y una sabia curandera que con gran espanto se enteró que un hombre de voz neutra y estoica, envuelto en oscuras vestiduras y montado en una bestia negra, y por lo rápido que era podría ser incluso un pura sangre, si preguntáis qué diablos le hizo, pues no mucho en realidad, sólo lo jaló de las ropas, haciendo que se desequilibrase del caballo, y este se marchase huyendo despavorido, dejando a Douglas a merced del brujo de melena rojiza que simplemente se encargó de hacerlo quedar inconsciente y drenarle parte de la energía, luego de haberlo golpeado con su cetro concentrador, que consistía en uno de madera de acacia, dotado de símbolos extraños con Obsidiana y turmalina negra, y el rarísimo diamante negro, aunque este era muy pequeño a comparación de otras piedras, mismo que decían que el mismo Lord Vhasil, hijo de Vlod portaba como ornamento no sólo en su espada, sino en un collar, en ropas. Puesto que de ser la clase de joyas más extrañas también tenían cierto grado de resistencia y calidad en ese tipo de artes.
La identidad del desgraciado que casi lo mata no la supo de inmediato, pero la conocía Bryenna y la conocieron varios del pueblo llano y varias huestes demoniacas mucho después, pues hubo entre los séquitos que puede que, por admiración, genuino aprecio, desprecio y oprobio, después de muerto, no se le olvidó. Simplemente se bajó del caballo, y aprovechando que estaba debilitado le quitó los manuscritos y se regresó tranquilamente por donde vino:
Su nombre era Ashion, hijo de Zeid, nacido en las lejanas tierras de Assur, criado como sirviente para su señor Abdul, quien en sus momentos de lucidez (y antes de caer preso totalmente de la locura, y acabar con propia su vida) lo instruyó en conocimientos básicos de medicina, la preparación de brebajes y alquimia, así como historias de los antiguos y primordiales, despertando cierta curiosidad casi innata en las artes oscuras, y una sed insaciable de sabiduría... Os lo confieso, desconocido me son los motivos y razones que debió tener para acceder a seguir a los esbirros de Morgana, y que esta lo tomase cual siervo y discípulo. El florecer de veinticinco primaveras vieron sus ojos, pero el cansancio y la maliciente podredumbre de su mirar parecían decir más... Muchas cosas vio que podrían volver loco a cualquiera, eso os lo puedo asegurar, y vaya que salir cuerdo era digno de admirar, a la cordura se aferró como madera flotante en medio del mar, y adentrándose más y más al fondo del más oscuro de los abismos se sumergió para encontrar el la luz del conocimiento prohibido que tanto llegó a añorar. Sin embargo, como las lunas de sangre fueron esos largos cabellos que prefería no cortar, los cuales le colgaban de la cabeza como capa, solía lo último que muchos veían antes de partir de este mundo si a él se atrevían a acercar...
La morena, sin hacerse de esperar tomó su espada, ni siquiera se enteraba de lo que este le hizo a Sir. Douglas, si no su ira y su desprecio hubiese sido más, al igual que el sentimiento de humillación, y las lágrimas que por todo aquello derramó en el más absoluto de los silencios luego de maldecirlo y blasfemar contra él;
Acudió a su encuentro, todavía lastimada, se armó con la poción de furia que previamente el brujo le dio, pues puede que la necesitase, se ciñó al cinto no una, sino dos espadas, y partió a los prados, yendo por los montes y la dirección que él siempre tomaba con la finalidad de hallarle y enfrentarle y como dicen que el que siempre busca, tarde o temprano llega a encontrar. Para su infortunio tras la maleza pudo reconocer desde lo alto en la colina la figura de quien llamaba su marido reunido con un séquito pequeño de demonios, entre ellos dos figuras una semejante a quien vulgarmente llamaron Dearg-due en las antiguas lenguas celtas, aunque en la realidad su nombre era otro, de los principales aliados del heredero de la casa Shondernatch y con los que a puerta cerrada gustaba comerciar, y una morena, esta puede que a excepción del nigromante la única humana; ojos pardos, cabellos oscuros y un atuendo de verano, bordado con flores de percudidos hilos de oro, Aridia, que aún entre las altas cortes y aún en la casta vampírica sin ser noble y todavía hija de los hombres, fue dado al principio en broma, luego pronunciado con genuino respeto como "Lady", aunque honorario.
No podía escuchar del todo lo que decían, y aunque lo hubiese hecho las instrucciones eran dadas en esa profana lengua demoniaca, siendo la común, pues luego se enteró que variantes había muchas. Yacía en una distancia un tanto considerable, pero siempre atenta a la figura de Ashion, quien tenía la bolsa de pergaminos, pudo reconocerla por algunos diseños y un bordado hecho por ella misma, pequeños adornos asociados con lo femenino. Inmediatamente pensó en Douglas, y puede que se preocupase un poco, pero también y sobre todo por su propia integridad. Oculta, siempre precavida se aferró como podía a unas ramas, mientras con el otro ya se preparaba para tomar la empuñadura de un arma, si en caso se veía en necesidad de luchar, no obstante, el inusual crujido, así mismo como el leve quejido de sorpresa, pues debido a la inclinación de esa área del terreno casi se resbala, lo cual permitió que le fuera delatada su ubicación, ya que uno de los seis demonios la descubrió al romper las ramas y caer arrastrada entre las espinas, alertando al resto. Es posible que, en apariencia el nigromante haya mantenido o esforzándose en mantenerse lo más serio y neutral, por más preocupado y como aquello le carcomiese el alma, ya que aquello lo lamentaba, en especial por el hecho de que varios de la horda se le lanzaron encima, no temía a la muerte, sino a la manera que podían darle como final o peor, lo que Aridia o la vampiresa Rhomahim, alias Dearg-due podrían de hacerle, en especial por la morena, aquella que era humana.
-¡NO! - Exclamó. Ycuando ya la tenían sometida, a punto de golpearla o ultrajarla al escucharle yen especial esa inusual severidad para quien no lo conoce incluso pensaría quepor el cargo que tiene su actitud era normal, pero no para la su colega yvasalla, el as de Lord Vhasil, esa mujer de piel levemente bronceada, rasgosbellos pero demacrados, actitud altiva y una aterradora crueldad que podríatener dentro suyo, equivalente al grado de fanatismo y esa lealtad para con suseñores amos, en especial a quien en tonos más delicados, gratos o elegantespronunciaba su nombre y tan sólo escucharle suspirar como quien de amor sehechiza "My lord" -A ella no.... - Pero nuevamentedio un respiro recobrando la compostura, y acercándose un poco más de donde latenían sostenida, puede que su voz volviese a ser estoica, aunque ciertosatisbos de lo que lady Bryenna interpretó como genuino dolor, pese a ello leasustó la severidad y el grado de autoridad si hasta aquellos de herirla secontuvieron. -A ella no tocaréis, jamás... - prosiguió -Quedar intacta puedeconsiderarse un pago por sus excelentes servicios como nuestra informante.... -Dijo, volteando a ver de reojo a Aridia y Rhomahim, la segunda pareció sonreírante aquella jugada del estoque en el alma y dejarla a merced del escarnio delos sobrevivientes o bueno, puede que hubiera otras formas de dañarla paradiversión de varios de los subordinados. Y puede que oír esto la hiciese sentiraún más iracunda como humillada, no se contuvo en insultarlo, toda clase deblasfemias e injurias entonces contra él profirió, aunque todo cambió por la intoxicacióndel suero que le suministró, si satisface vuestra inquieta curiosidad: Fue porvía intramuscular, intentó: ser misericordioso y dárselo en la boca a tragar, ordenadosostenerla con más fuerza, pero cómo esperaba, lo escupió en su cara, bueno... Nose pudo reprochar que por las buenas no trató primero, así que optó pordrenarle parte de la vida al quitarse el guante, y acelerar el proceso todavíamás al apretarle el cuello para debilitarla y poco a poco dormirla. -Sólollevádsela, dejadla a orillas del camino o cerca de un poblado, y no la hiráis.Consideradlo una muestra de clemencia para la traidora de su pueblo - Mencionóa los presentes -Pues, sin ella estos escritos y la ubicación del resto nohubiésemos confirmado. - Explicó, no obstante, hubo algo que la dama de lasfinas telas teñidas de naranja notó. Aunque de esto puede que hayan conversadomás tarde, y puede que luego de un modo más violento entre los dos. Tan sólocalló y viendo con inusual escepticismo cierto pesar, cosas.... Detalles en lapostura, como al parecer se aguantaba una migraña o como incluso pareció a darmuchos detalles o ni siquiera entablar mucha conversación, cosas que puede queincluso los más allegados era natural conociendo la tendencia a la meditación yal estudio y lo huraño que solía ser ese pelirrojo, pero no para alguien tanintuitiva de naturaleza como la sirvienta de Vhasil. Tan sólo observó ensilencio como se dio media vuelta y emprendió sin decir a nadie o avisar alresto, pues poco faltaba para el crepúsculo y la frondosidad en esa parte delbosque se incrementaban y esos vientos hicieron que aquellas hojas aún verdescomo en otoño cayesen, ella al igual que la mayoría lo siguió y lo alcanzó, yen silencio caminó a su lado, pero siempre alerta, pues lo evaluó.... Todo eltiempo lo evaluó.
/////////////////Notas de autor:
Dearg-due es un demonio femenino de la mitología celta, de ascendencia escocesa. su nombre signfica "la que bebe sangre roja", y se le asocia como una vampiresa. Y co-inversionista de Lord Vhasil.
-Belenus, como ya he mencionado en anteriores tomos, es el Dios del sol para los celtas. Belisama, es la consorte de este Dios. y la señora de la luna y los amaneceres es un título que se le da a Avenhrood.
- Ra-Kedet es otro de los nombres mucho más antiguos para hablar de Rakotis (Nombre del primer asentamiento primitivo, que más tarde fue nombrado cómo la ciudad portuaria de Alejandría)
- Massalia fue el nombre de un asentamiento antiguo en Francia.
- Isindireyya fue uno de los nombres más antiguos para referirse a Egipto (Junto con Kenet, pero esto específicamente para hablar de la parte a orillas del Nilo, significa "Tierra negra")
-Otro de los títulos de la diosa Morrigan es "la gran señora de los espíritus".
-Ifrit, djins, son considerados demonio asociados con el fuego. Al igual que la piromancia. os son los nombres que les dieron a ciertos demonios junto con los Djins en mitologías árabes....
-Es un poco complicado explicar el "ritual" energético que le hizo Ashion a Douglas(su nombre significa "mar oscuro" he ahí la relación con el nombre de su prima en sangre y Acero "Lady Meredith" cuyo significado es "la guardiana del mar") para debilitarlo, puesto que esas técnicas son muy comunes y hasta básicas cómo la absorción de vida y el vampirismo energético (técnicas asociadas a nigromancia, en juegos de rol de mesa cómo D&D, o rpg.) espero y pueda hacerlo de mejor manera luego.
-Briggit, diosa del fuego sagrado, se le suele asociar con sabiduría o también con la protección.
Dedicatoria especial al escritor Damián G. Ponce quien me ilustró y también me llegó a dar ideas este capítulo que me fue tan complicado de escribir.
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