Cherm, dime por favor ¿Volveré alguna vez a existir para tí?

Una semana sin hablarme, sin dirigirme la palabra, he tratado de darte un plato de comida, lo haz lanzado.

Levantó los vidrios rotos del suelo, mientras miro mis lágrimas caer.

¿A caso esto es más duro de lo que puedo afrontar?, ¿Estuve equivocada en traerte a casa, en cambiar tu entorno, en pedirte matrimonio?, ¿Estarías mejor en casa, en tu espacio?, ¿Convivir conmigo en la misma casa había sido demasiado para tí?

No pude seguir con el hilo de mis pensamientos trágicos, pues Lwis entró por la puerta.

- ¿Donde está? - Preguntó preocupado.

- Encerrada en el estudio - Susurré mientras mi dedo comenzaba a sangrar, no me importó - Pero es inútil, no te abrirá la puerta.

- ¡Cherm! - Gritó Lwis golpeando la puerta, tu no respondiste.

- No tiene sentido intentarlo - Le insistí, la sangre comenzó a formar un charquito, era tan extraño.

- ¡Lucy está en el hospital, la arrolló un auto! - Dijiste completamente alterado.

- ¡¿Qué?! - Preguntaste incrédula, era la primera palabra que decías en una semana.

- ¡Está muy mal ábreme por favor! -Pidió él, tu le abriste.

¿Porque al él si le abriste?, ¿Porque lo mirabas llorar?, ¿Porque no le estabas gritando?

Cerraste la puerta y lo dejaste entrar.

¿Porqué Cherm?

¿Porque?