Un visita inesperada 🏡
La multitud de personas que han llegado a ver la presentación de mis pequeños hijos siguen gritando, aplaudiendo y diciendo varias frases que demuestran la alegría que sienten al ver a los futuros herederos de Nueva Erlanwood.
Cuando todos llegaron a saber que Kaleb, Valentina y Fionn habían nacido, no tardaron mucho todos los estatus en hacer fiestas en sus distintos distritos y puntos cardinales de las zonas en donde viven; fue sorprendente saber que el pueblo de Nueva Erlanwood se encuentra feliz por el nacimiento de los dos príncipes y de la princesa que hasta los presentes de muchas familias empezaron a llegar en la semana en que mis hijos nacieron.
Tuve que estar en la clínica durante tres días para recuperarme del parto de los trillizos y aunque esos días fueron los más crueles por comer nutritivamente y ser vigilada por guardias para que no intentará escaparme, las cosas también tuvieron una buena parte, lo digo por el hecho en que todo el día pude contemplar y acariciar el rostro de mis bebés, fue muy emocionante saber cómo cada uno de ellos se llega a comportar diferente cuando se encuentran despiertos y eso que al estar dormidos, me parece una ternura cuando cada quien tiene una diferente posición en su cuna.
Kaleb parece ser el más tranquilo de mis tres hijos, ya que siempre que le doy de comer, termina por quedarse dormido, además, no llega a moverse muchas veces o solo bosteza y da unas pequeñas pataditas. Valentina casi siempre toma su conejo de peluche para dormir, lo mejor de ver a mi pequeña princesa es que ella no suelta al muñeco que hasta puedo decir que parecen ser inseparables; y Fionn, el pequeño a veces suele darme un poco de guerra por las noches y eso sin decir que cuando me dieron el alta para salir de la clínica y ahora poder ir a descansar a la habitación de Xavier y mía, Fionn parece siempre querer tener la atención de sus padres y más por las noches que parece estar activo y no querer irse a dormir. Xavier intenta dormirlo unas cuantas veces pero el pequeño aunque le canten una canción o lo acunen en mi pecho o en el de su padre para dormir, parece no querer cerrar los ojos, en vez de eso Fionn, siempre admira todo lo que está en su alrededor, puedo decir que el pequeño es un gran curioso y más cuando se trata de irse a dormir.
—Hola campeón, parece que tu hora de dormir ha terminado—escuché que Xavier le dijo a Kaleb.
El pequeño achico los ojos unos segundos al ver la luz del sol, aún sus ojos no se han esclarecido tanto para descifrar que color son, si grises como los de su padre o azules como los míos, además Kaleb es quien parece disfrutar su estancia de dormir todo el día como un osito en hibernación mientras sus otros dos hermanos menores parecen volverse un poco más activos que él.
Xavier bajo un poco más la manta de franela azul suave que nuestro niño tiene encima de su boca para ver como él empezaba a hacer pucheros con sus labios provocándonos a su padre y a mí una inmensa ternura, Xavier atontado por amor a su hijo y el principal heredero al trono de Nueva Erlanwood, empezó a hablarle y a acariciarle cada uno de sus pequeños deditos, haciendo que Kaleb tuviera su atención y empezará a hacer unas burbujas de saliva muy pequeñas en su boca.
Miré a Fionn y observé como mi último hijo, aún sigue dormido y sin importar el ruido de las personas, él parece estar profundamente sumergido en su sueño; bese su frente y observé como se dio media vuelta para acercarse más a mi pecho donde su pequeña mano quedó puesta cerca de mi corazón. Por un lado sé que Fionn comienza a tener la tendencia de dormir como un búho, donde por las noches se encuentra activo mientras que en el día duerme y aunque no quiero molestarlo, esto provocará que tenga otra noche de desveló y por supuesto, Xavier es quien se querrá encargar en que su pequeño hijo menor se duerma como pueda.
Al lado mío se encuentra el padre de Xavier, el señor Arturo sostiene a Valentina, puedo ver como la pequeña princesa y consentida de la familia, mira a los lados a cada minuto mientras jugaba con un pequeño dije de su abuelo que cada vez que el señor Arturo agachaba su cabeza y el dije quedaba colgando y girando, Valentina intentaba tomarlo de sus manos para seguir jugando.
—Será mejor que entremos, el clima se pone cada vez más frío y no quiero que los niños se enfermen—dictó Xavier.
Asentí y solo se escuchó como un mayordomo grito una despedida para nosotros y para nuestros bebés para después entrar de nuevo al castillo después de estar una hora en el balcón real en donde todos por medio de cámaras en vivo observaron a los herederos de Nueva Erlanwood.
Por ahora, esto solo es el comienzo de nuestro día, ya que ahora pasaremos a un banquete el cual está organizado por todo el comité parlamentario del reino, además de que todos esos abuelos que estarán presentes en la fiesta, también se presentaran mi familia y la de Xavier.
El señor Arturo siguió jugando con su querida nieta mientras que yo me sentaba y empezaba a sentir como Fionn se movía entre mis brazos y a la vez despertaba de una manera lenta hasta llegar a llorar dándome a entender que es la hora de comer.
Xavier quien de nuevo llegó a poner su atención en su otro hijo, camino hasta donde me encuentro para sentarse y pronto, trata de contemplar a Fionn para que ya no llorará.
—Vamos hijo, anoche lloraste mucho. ¿Qué es lo que te sucede?—Escuché el tono preocupante de su voz— ¿Crees qué se haya enfermado?—me preguntó a lo cual sonreí.
—No cariño, solo tiene hambre. Ya son las diez y nuestro pequeño glotón no se aguanta un minuto más por comer. —Le comenté.
Ser madre durante esta primera semana ha hecho que poco a poco vaya conociendo a mis pequeños angelitos, bueno a veces suelen ser diablitos pero no es algo que me preocupe. En verdad, me he ido adaptando a la hora que cada uno de ellos tiene hambre, tiene sueño, se encuentran despiertos, cuando necesitan el cambio de pañal... Todo.
Agarro una pequeña manta y termino por ponerla encima de mi hombro para luego cubrir a Fionn y así poder darle la leche.
— ¡Ay Valentina!—escuché un grito de dolor de parte del señor Arturo.
Por supuesto, no evite dejar una risa al ver como mi hija había tomado el cabello de su abuelo y tiró de él con fuerza haciendo que su abuelo gruñera del dolor; la pequeña formó una sonrisa en su boca y pronto el rostro serio de él se convirtió en uno pasivo y alegre haciendo que suspirará y volviera a jugar con su pequeña nieta.
—Aurora dejará calvo a mi papá—se burló Xavier.
—Exageras. La pequeña solo está jugando—defendí a mi hija.
—Mmm, quiero ver cuando te agarre del cabello a ti y digas lo mismo—rodé los ojos ante las palabras de mi esposo.
Kaleb seguía agarrando el dedo de su padre mientras que nos veía a ambos con curiosidad, parece que el pequeño nos está poniendo atención con respecto a la discusión corta que su padre y yo estamos teniendo y aunque Xavier se concentraba en hacerle gestos a su hijo mayor para que riera, el pequeño se mantuvo serio.
— ¡Uf! Se ve que Kaleb tiene sangre Ravenscroft—Xavier elevó una de sus cejas.
—Graciosa. Algún momento lo haré reír—me sacó la lengua.
Y por si fuera poco, cuando Kaleb observó el gesto que su padre me hizo, no tardó en imitarlo y pronto ver como el niño sacaba su pequeña lengua y pronto la entraba a su boca, repitiendo dos veces más el mismo gesto haciendo que Xavier y yo riéramos.
Cuando Fionn terminó de comer, todos nos levantamos para prepararnos para ir a la fiesta que se haría en una de las fincas exteriores del palacio; por un lado no tenía ganas de ir, quería quedarme en el castillo y poder estar con mis hijos todo el día sin necesidad de que alguien nos molestara pero como me dijo Xavier, ambos no podemos faltar y más porque la fiesta la ha organizado el parlamento para conocer a los herederos del trono y la corona de Nueva Erlanwood.
Regresamos a nuestra habitación para tomar algunas pertenencias de los bebés cuando observé que Xavier entraba tres mudadas de ropa en una maleta; sí, sé que muchos dirán que cómo nosotros llegamos a empacar ropa cuando tenemos muchos sirvientes de los cuales nos pueden ayudar con esta tarea. Pero Xavier y yo nos hemos conformado por una parte a criar nuestros hijos como si fuéramos una pareja ordinaria y no pensar que somos reyes y que la mayor parte de las cosas los empleados la hagan por nosotros.
La propuesta fue muy buena, que Xavier ni yo nos negamos a convertir esta parte de nuestra vida, a momentos muy divertidos e importantes.
Me mordí el labio y antes que Xavier agarrará a Valentina y a Fionn que se encontraban en sus respectivas cunas; tomé la maleta y la deje a la orilla de nuestra cama para poner mis manos alrededor de su cuello; pronto mi nariz empezó a sentir el perfume de Xavier, el cual ha comenzado a reemplazarse por el olor del perfume de bebé. Acaricié la terminación del cabello de su nuca para después sentir como sonreía y pone su mano en mi cintura hasta acercarme más a su cuerpo.
— ¿Es necesario que vayamos? Podemos quedarnos con los niños el resto del día—le hice un puchero.
—Lo lamento cariño, tenemos que ir por obligación. La fiesta, aunque se escuché mal... No es para nosotros sino que para los niños—suspiré irritada.
Desde que me convertí, parte de la familia real, los del parlamento siempre han estado muy cerca de mí desde mis decisiones hasta en mi relación con Xavier; quizás no fui la mejor candidata que ellos esperaban para que fuera princesa y luego en reina pero lo único que yo pido es un poco de privacidad con respecto a mi vida y ahora que mis hijos nacieron no quiero que desde pequeños los involucren a que se formen y se eduquen como futuros reyes y reina.
Lo que no me agradaba es que los del parlamento sean estrictos con respecto a la vida que tiene el futuro rey o reina de Nueva Erlanwood, ellos creen y mencionan que si desde pequeños a los niños se les educa y se les enseña la tarea de ser rey o reina, cuando lleguen a su adolescencia ya estarán disciplinados para prepararse a tomar buenas decisiones y cuando lleguen a adultos a formarse como unos grandes y predilectos reyes.
Y es cuando yo intervengo y vengo con la idea que no haré que mis hijos pasen una niñez aburrida solo porque un comité de viejos metiches quieren guiar su vida como si les perteneciera. Lo digo, porque mi infancia a pesar de ser dura fue divertida al estar al lado de mi hermano y de mi primo quienes me enseñaban el mundo en que vivíamos, todo eso hizo que yo pronto recreará en mi mente un mundo lleno de diversión a pesar de no haber tenido juguetes.
Y aunque sé que mis hijos no llegarán a tener la vida que yo tuve, haré lo posible para que ellos se mezclen con todos los estatus para que así ellos crezcan y aprenda con mucha sabiduría y a la vez, no lleguen a discriminar a ninguna casta por más alta o baja que sea.
—Esto no me gusta. Sabes que Kaleb aún no está acostumbrado de ir en brazo en brazo... —Xavier rió.
—Kaleb estará bien, Kiara—acarició mi mejilla—. Igual que Aurora y Fionn. Los niños se adaptaran rápido, recuerda que hace seis días ellos acaban de nacer, es de darles tiempo para que no se vuelvan huraños—me dio un corto beso en los labios que me llegó a saber a gloria.
—Esos viejos presumirán demasiado de mis hijos como si los hubieran tenido en su vientre nueve meses y ellos los hubieran llegado a tener—refunfuñe molesta.
—Lo sé, pero debo de recordarte que no es de sorprendernos. Los niños son hermosos y por supuesto, con el poco tiempo que llevan de nacidos, son muy inteligentes—su mirada se posicionó en una de las tres cunas—. Si te das cuenta, Fionn es quien parece disfrutar más el mundo que empieza a conocer.
Y no lo negaba, Fionn a pesar de ser el menor y él que más tuvo complicaciones en nacer, se ha vuelto en un niño muy travieso, y sin duda alguna, Xavier me repetía cada día que el pequeño se parecerá a mí de temperamento pero yo sigo dudando que eso sea cierto a pesar que lo esté admirando cada día y empiece a creer que las palabras de mi esposo terminaran por ser ciertas.
—Si quieres, solo vamos unas horas. Y luego nos regresamos para estar juntos como familia sin que nadie nos moleste—sonreí ante la nueva alternativa de huir de la fiesta.
—Me parece. —No llegue a negar su propuesta.
Me acerqué a él y pronto uní sus labios con los míos para poder hacer el beso más profundo, de nuevo el olor fresco de pino y madera llegó a mi nariz haciendo que adorara el perfume que lleva puesto.
Apenas nuestro beso duro unos treinta segundos cuando el lloriqueo de uno de nuestros hijos hizo que nos separáramos para ver quién de los tres es quien nos necesitaba y cuando nos acercamos a la cuna de Fionn quien es él que había empezado a llorar, por si fuera poco, nuestro hijo al vernos, detuvo su llanto y empezó a reír haciendo que recordará el viejo truco que le hacía a mis padres cuando yo estaba de su edad.
— ¡Uf! Se ve que Fionn no tiene sangre Leaky—dijo con sarcasmo Xavier, haciendo que riera por sus palabras y luego pusiera los ojos en blanco.
—De que te quejas, es tu hijo menor—tomé a Valentina en brazos quien se acuno en mi pecho.
—Eres muy malo Fionn, pero no niego que me hiciste un favor—le dio un beso en la frente a su hijo—. Si no hubieras llorado estoy seguro que tu mamá me hubiera convencido a quedarnos en casa y no podemos perdernos de la fiesta. —Fionn sonrió.
—Tenía que ser padre e hijo—rodé los ojos para caminar a la puerta.
—Así es. —Me guiñó el ojo Xavier.
No puedo creer que haya descubierto que mi beso también llevaba el propósito de convencerlo en que nos quedáramos... Al fin y al cabo, Fionn parece estar en mi contra y al lado de su padre, así que no me quedará de otra que presentarme en la fiesta y dar un rostro falso de motivación y alegría.
¡Dios! ¿Qué es lo que haré con ese par?
(...)
—Deja de supervisar a los niños, ni que uno de los del parlamento se los fuera a llevar—gruñí ante el reclamo de mi hermano. —Mira que Fionn y Valentina parecen estarse divirtiendo aunque Kaleb ha empezado a quedarse dormido—crucé los brazos.
En el plan en que me encuentro, parece ser que yo parezco más incómoda que los niños, los tres les encanta ser el centro de la atención de tanta persona que no evitan sacar una sonrisa o alguna mueca que provoca la ternura en tanta persona mayor. Todos los del parlamento no quitan sus ojos de ellos y eso sin decir que han empezado a hablar con orgullo ante Xavier y el señor Arturo que solo veo como ambos dejan ir varias carcajadas mientras que yo me siento un poco excluida de esa paz interior por vigilar a cada persona que tiene en brazos a mis hijos para saber si no le han hecho algún daño.
—No puedo, es inevitable no poner mis ojos en otra cosa que no sea en las manos de cada persona por la que pasan mis bebés. —Dije en tono molesto.
—Kiara... —Johann me dio una mirada de lastima de la cual no tolere por mucho tiempo.
—Reina Kiara—escuché que alguien nos llamó.
—Dime Marx—le dije a uno de los nuevos guardias que nos recomendó Gavril.
—Tiene visita. —Enarqué mi ceja.
— ¿Visita? ¿Quién?—Pregunté pero él encogió los hombros.
—Lo lamento su majestad, pero no quiso dar su nombre—hice un gesto de extrañez.
— ¿Ya le dijiste a mi esposo?—Negó.
—No su majestad, aun el rey Xavier no lo sabe—asentí.
—Le diré a Xavier, espera aquí para que puedas indicarnos donde está el invitado. —Le dije antes de marcharme donde estaba Xavier.
Camine donde estaba mi esposo y aunque estuviera rodeado de varios políticos, cabecillas militares, famosos y unos cuantos del parlamento; al final tuve que entrar en aquel círculo en el cual yo aún no me adaptaba para interrumpir y hablarle a mi esposo, recibí unas cuantas reverencias y felicitaciones por el parto para luego solo sonreír y esperar que Xavier fuera hasta mí.
— ¿Qué sucede cielo?—llegó hasta mí después de terminar una conversación.
Xavier me tomó de la cintura mientras que en su otra mano, sostenía una copa de champán o vino blanco donde llegue a ver su anillo de boda reluciendo su color dorado.
—Marx me dijo que tenemos visita—Xavier hizo el mismo gesto dudoso que yo hice hace unos minutos antes.
— ¿Visita?—Asentí.
—No le dio su nombre y no sé decir si eso es bueno o malo—Xavier pensó primero en mis palabras antes de responder.
—Quédate con los niños, iré a ver quién es primero—lo tomé del brazo.
—Xav, iré contigo—suspiró.
—Kiara—murmuró mi nombre un poco molesto por mi insistencia.
Hizo una mueca de desánimo al ver que no lo dejaré ir sino voy con él. Sé que aún el pasado persigue a Xavier, por tanto, teme que a mí me suceda algo y luego no lo pueda soportar, después del accidente en que había quedado en coma, fue una experiencia de la cual quedó marcada en ambos y a la vez, fue un suceso que él ya no quiso que llegará a pasarme. Comprendo su miedo y no necesariamente por la mirada que me da sino porque esta vez, tiene muchos más motivos por los cuales protegerme y una de ellas, es porque nuestros hijos acaban de nacer.
—Está bien, pero estaremos escoltados de varios guardias. —Asentí con una media sonrisa.
Dejó la copa en una mesa para tomar mi mano y caminar hasta Marx quien nos guío hasta una pequeña casa de campo que se encontraba en la finca, a pesar que se encuentra sola y silenciosa, algo en mi interior hizo que la piel se me erizara y también empezará a pensar demasiadas cosas malas de las cuales no debería ni imaginarlas.
Antes de entrar unos cuatro guardias entraron primero y registraron si todo se encontraba bien y cuando nos dieron una señal para que entráramos, Xavier fue el primero en entrar seguido por mí.
El aroma a naranja cítrica pronto inundó mis fosas nasales y con una pequeña mirada a la cabaña que se encuentra en perfectas condiciones, entramos a una sala, donde unos guardias al abrirnos la puerta, nos encontramos con una cabellera color chocolate que pronto se me hizo conocida.
Al cerrarnos la puerta los guardias para dejarnos a solas con el desconocido, pronto él nos dejó en descubierto quién es y mi rostro como el de Xavier casi fueron evidentes de la sorpresa que nos estábamos llevando en ese instante.
— ¿Cooper?—Xavier me soltó la mano para caminar hasta su amigo.
—Hola Xavier... —pasó su mirada de Xavier a mí—Kiara—me hizo una reverencia.
— ¡¿Qué haces aquí?! Y ¿Está sorpresa?—dijo admirado mi esposo.
—No me iba a perder la presentación de los hijos de mi mejor amigo, ¿no es así?—Xavier aún se encontraba tan atónito que no se creía lo que está sucediendo.
— ¿Cuándo llegaste?—le preguntó.
—A medianoche. Me he quedado en un hotel para no levantar muchas sospechas, ya sabes cómo es la prensa con los mínimos detalles de cuándo alguien famoso entra al país—dejé ir una risa.
—Me hubieras dicho que llegarías al país, así hubiera enviado a un chófer para que te trajera y te quedarás en una de las propiedades del palacio—negó sin dudarlo.
—Sabes que tú eres el punto clave para estar en todos los medios de comunicación. Si medio se dan cuenta que has recibido a alguien como yo, no dudarán en pronto informarse y esta vez sí se darán cuenta de quién soy. —Xavier suspiró algo triste.
Cualquiera puede llegar a pensar cómo es que Xavier sigue manteniendo una comunicación con Cooper después de ser él, uno de los implicados de mi secuestro y a la vez de todas las trampas que me Avery y Lucas me llegaron a poner en el camino; pues la sencilla razón por la que ellos siguen siendo amigos es porque Cooper no ha sido el principal implicado de todo lo que nos sucedió durante la competencia.
Cooper fue solo otra víctima de amenazas que recibió de parte de Lucas para ayudarlo a elegir a Avery y a la vez ser ella quien se acercará a Xavier para ganar la competencia; una de las razones por las cuales Lucas había llegado a elegir a Cooper, para que él cooperara con su plan, fue porque Cooper—por decirlo así sin malas intenciones—es el más sumiso, tímido y débil del grupo de amigos de Xavier.
No podían haber elegido a Sean porque él es demasiado narcisista, orgulloso, testarudo y hablador, que iba a ser fácil que él se descontrolara y se le saliera de las manos a Lucas y por supuesto con Neil, no llegaría a suceder porque Xavier y Neil tienen un gran vínculo de amistad que Neil no sería capaz de traicionar de ninguna manera a Xavier y por supuesto, él conociendo la reputación que llevaba Lucas en aquel tiempo, tampoco iba a estar dispuesto en ayudarlo solo por obtener una recompensa que no se sabía que tan real podía llegar a ser.
Lucas siempre tuvo una mente muy inteligente para idear planes que podían llegar a cumplirse con solo chasquear sus dedos y aunque Cooper se le reveló a último momento, no puedo decir que eso a él le enorgullece solo por haber salvado a su mejor amigo y ahora rey de Nueva Erlanwood.
El tiempo que Xavier no ha llegado a ver en persona a Cooper fue hace un promedio de 4 años y medio, ya que él único contacto que han mantenido es por medio de cartas y de video llamadas para no dar muchas sospechas de la nueva identidad de Cooper.
Está muy claro que asesinar a un príncipe y principalmente que no fuera de su país, a Cooper le podían dar la condena de muerte y aunque Xavier tenía la expectativa de mandarlo al calabozo al ver que era aliado de Lucas y Avery; fui yo quien intervine en su decisión y le llegue a contar toda la historia desde un principio desde que Lucas involucro conscientemente a Cooper en esto con amenazas de muerte a su familia y a él como también, cuando él no quiso participar en hacerme daño cuando me raptaron y me tuvieron un mes, muriéndome de sobredosis de drogas de escopolamina y a la vez maltratándome físicamente.
Todo eso hizo que Xavier redujera la condena y la desconfianza que llegó a tener de su amigo y aunque hubo un tiempo en que Xavier reflexiono si dejar ir a Cooper después de habernos salvado la vida y de hacer lo posible para protegerme o terminar de decir que él había sido el asesino de su primo para luego darle una condena que nadie olvidaría. Por supuesto, Xavier llegó a saber que Cooper jamás tuvo las intenciones de hacerle daño ni a él, ni a mí, ni a su familia. Como también él no estaba enterado de ciertas cosas que habían llegado a hacer Lucas y Avery, entre ellas asesinar a Emily y a la madre de Xavier.
De esta manera, Xavier terminó por darle la opción de que se cambiara nombre y se fuera del país con su familia; esto no se hizo por alguna intención de odio o rencor, simplemente a los días empezaron a salir noticias que Cooper sabía muchas cosas de lo que pudo haberle sucedido a Avery haciendo que pronto fuera uno de los sospechosos de mi secuestro. Así que para no meterlo en más líos de lo que ya se encontraba, Xavier le dio esa opción mientras que se encargaba de pagarle todos esos gastos con la intención de que su amigo saliera libre de todo problema.
Cooper no tuvo otra idea que aceptarlo, así que ahora lleva por nombre y apellido, Fabián Smith. A la vez, se tuvo que cambiar varias cosas sobre la vida de Cooper para que así él se llegará a trasladar a otro país de manera legal y aunque por ahora su residencia es en Manchester, no quiera decir que ha tenido una buena vida en quedarse solo en lugar, ya que su estadía además de Reino Unido, ha sido también parte de México, Argentina, Cuba, Rusia, entre otros países; también al tener buenos dones con respecto a la administración empresarial y financiera, Cooper formó su propia empresa y a la vez, una institución que ayuda a personas que han sufrido de abusos o amenazas de otras personas, como le sucedió a él, garantizándoles una protección a su vida y la de la familia de éstas personas. Pero por supuesto como ya pasaron 4 años, Cooper se ha hecho muy famoso por sus campañas y su esfuerzo en su trabajo que puedo decir que no fue mala idea haberle cambiado la vida ya que ahora se le ve feliz y orgulloso de lo que hace.
—Se te ve muy bien Cooper o debo de decirte, ¿Fabián?—Él rió.
—Como tú quieras, en el pasado llegue a ser Cooper y aunque mi presente y mi futuro sea Fabián; eso no quiera decir que olvide la buena vida que tuve antes del accidente de... ya sabes—no quería mencionar lo del secuestro.
—Me impresiona que aún no se haya escuchado algún comentario de tu llegada—dijo Xavier.
—Aprendí de ciertas personas a ocultarme sin que nadie se diera cuenta. —Hizo una mueca. —Pero bueno, ¿dónde están los herederos? ¿A quién se parece más?—Miré a Xavier con ternura.
—Bueno, los tres tienen algo de ambos—Xavier asintió feliz de recordar a nuestros hijos.
—Llamaré a un guardia para que puedas verlo con tus propios ojos—sonreí al ver como Xavier pronto no se negó al dejarle ver a su amigo, sus hijos.
Xavier se fue hasta la puerta y le anunció a un guardia si podía traernos a nuestros hijos, y sin tardarse el guardia partió para luego unos minutos llegar con mi madre, mi padre y el padre de Xavier, quienes traen en brazos a sus nietos.
Por supuesto, no llegaron a ver ninguno de los tres la visita que tenemos en ese momento así que fue fácil, tomar a los niños en brazos y luego llevarlos hasta donde se encontraba Cooper.
—Fionn, te presentó a tu tío Cooper, dile hola.
Observé como Xavier le movía la pequeña mano a Fionn para luego sonreír y ser él quien ponía en los brazos de Cooper, a nuestro hijo.
— ¡Hola pequeño!—observé como Fionn puso sus ojos en Cooper— ¡Dios eres tan adorable! Te pareces a tu padre aunque tienes la nariz de tu mamá. —Le tocó la nariz con su dedo índice haciendo que Fionn dejará ir un gorjeo.
Podía ver como pronto Fionn perdió el interés de seguir mirando a Cooper, así que dio un bostezo donde fue achicando sus pequeños ojitos para irlos cerrando y quedarse dormido.
—Ven con papá campeón. —Xavier tomó de nuevo a Fionn para envolverlo con su pequeña frazada verde.
Me acerqué a Cooper para que llegara a ver a otro de mis hijos, así que mientras que él se levantaba, me quedé en frente a él para que tomara a Kaleb de mis brazos donde pronto el pequeño empezó a verlo con sus ojos de manera enorme hasta que Cooper empezó a hablar.
—Y tú, ¿cómo te llamas?—Kaleb quien es un poco serio, no mostró ni una expresión como lo hace su hermano.
—Kaleb. —Pronuncie el nombre de mi hijo mayor.
Mi pequeño, al escuchar su nombre giro su cabeza y me dio una mirada hasta luego volverla a posicionar en Cooper.
—Creo que heredaste la seriedad de tu padre, pobre de él, creo que le darás muchos problemas cuando crezcas—se burló Cooper de Xavier.
Y sin más que decir, observé como Kaleb dejó ir una risa de la cual Xavier y yo nos quedamos atónitos con tal expresión que nos dimos una mirada para luego ponerla en nuestro hijo quien seguía riéndose de las palabras del amigo de su padre.
—Tienes humor, pequeño. —Xavier rodó los ojos al ver como su hijo mayor seguía riendo con las palabras de Cooper.
Cooper intentó acomodar en mis brazos a Kaleb para tomar a Valentina quien ella al ser sostenida por un desconocido, empezó a mover sus bracitos y sus piernitas haciendo que pronto empezará a hacer muecas como si intentara llorar. Aunque Valentina a veces solía ser tranquila, no puedo negar que al estar en brazos de desconocidos podía llegar a descontrolarse, por eso es que en la fiesta el señor Arturo es quien siempre la tiene en sus brazos, porque Valentina en algunas ocasiones llegaba a llorar si no se sentía segura en los brazos de sus padres, de sus tíos o de sus abuelos.
— ¿Es cierto que tiene el nombre de tu madre?—le preguntó a Xavier.
—Sí, Kiara eligió su nombre en conmemoración de mi mamá. —Respondió Xavier.
Sin haberlo pensado, Cooper dejó ir un suspiro para luego darle una mirada triste a Valentina, la pequeña que ahora ha dejado de patalear, se le quedó mirando con curiosidad hasta que alzo una mano e intento tocarle el rostro.
—Pero también lleva el nombre de mi suegra—Xavier camino hasta Valentina para arreglarle su gorrito rosa que parecía que estaba a punto de caerse—. Mi pequeña princesa se llama Aurora Valentina.
— ¿Aurora Valentina? Qué lindo nombre tienes—la pequeña adentro su dedo pulgar en su boca—. Y lo mejor, es que te pareces a tu madre, serás muy hermosa mediante crezcas, créeme que tendrás a muchos pretendientes por detrás solo esperemos que tu padre no se vuelva loco por eso. —Reí por lo bajo ante esas palabras.
—Ni loco, no dejaré que cualquiera quiera estar con mi hija. —Refunfuño Xavier molesto.
—Eso veremos. —Lo reto Cooper.
Cooper miro a la pequeña donde ella pronto sacó una pequeña sonrisa para después mirar a su padre y así saber que ella quería estar en sus brazos, así que Cooper no tardó mucho tiempo en acomodar a Valentina a los brazos de Xavier.
Antes de poder decir otra palabra, Xavier y yo llevamos a los niños directo a nuestros padres para que ellos se encargaran de nuestros pequeños. Así que cuando se los dimos a ellos, se marcharon fuera de la cabaña para dejarnos a solas con el invitado especial, quien esta vez mantenía una mirada fuera de lugar, como a su vez muy triste.
Xavier y yo nos miramos y fue cuando me pregunte qué es lo que le pasaba a Cooper, anteriormente se les veía muy feliz al haber mirado a los niños pero ahora, es como si todo hubiera cambiado sin habernos dado cuenta. Ambos nos sentamos en otro sofá para quedarnos en frente de Cooper y así esperar a ver si decía alguna palabra, pero él a no decir nada, Xavier suspiró para después ser él quien hablara.
— ¿Qué te sucede Cooper?—Xavier le pregunto a su amigo.
Cooper suspiró mientras intentaba no llorar al evitar nuestra mirada; su cabeza se agacho y pronto empezó a jugar con sus dedos los cuales se habían puesto blancos.
—Es que... —empezó a hablar—cuando Lucas me amenazo para ser parte de su plan y el de Olivia, no creí salir vivo de alguna manera—sus manos empezaron a temblar—, sabía que si una vez que te traicionaba, Xavier... era para perder tu confianza y a la vez, me encargaría de pagar todos mis errores muriendo de una manera humillante y letal—intenté hablar pero Xavier me interrumpió poniendo su mano encima de la mía—. Créeme que siempre tuve miedo de lo que te sucediera, yo, no quería verte sufrir y... cuando me enteré de la muerte de tu madre... y verte llorar... fue devastante porque sabía que aunque yo no lo haya provocado o no hubiera tenido una idea de lo que le estaba sucediendo a tu madre, sentía que tenía la culpa por no saber protegerte como mi mejor amigo que siempre has sido—la voz de Cooper se empezó a entrecortar—. Ni siquiera pude prevenir tu secuestro, Kiara—Cooper sollozo.
No puedo ver de esa manera a Cooper, él se está confesando de una manera tan sincera y fuerte que casi puedo sentir como el pasado regresaba y de nuevo nos encontrábamos en aquella situación de evitar los conflictos y arreglar las cosas para que nadie saliera perdiendo.
El tiempo ha hecho que todos nos recuperemos de aquel día pero para Cooper parece ser como si el tiempo no hubiera pasado y aquel horrible suceso hubiera sido ayer.
Por Xavier, sé que Cooper ha tenido que entrar en un tiempo en rehabilitación; ha perdido y entregado su vida al alcohol y a las drogas que un momento lo encontraron en su habitación inconsciente al haber tomado una dosis alta de tranquilizantes del cual estuvo a punto de dejarlo en coma. En aquellos días siento la necesidad de poder ayudarlo más pero no nos podemos arriesgar mucho más porque yo también he pasado por malos días al tener varias pesadillas acerca de la tortura que me había hecho pasar Lucas como también al imaginarme que él sigue vivo y en algún momento llegará de nuevo a lastimarme o dañar a Xavier o a mi familia.
La pérdida de Sofía y el trauma de aquel mes habían dejado un enorme hueco en mi cabeza que si no hubiera sido por Xavier, estaba claro que aún seguiría perdida.
Pero debo de comprender más a Cooper, él había pasado meses con miedo a que Lucas cumpliera con sus amenazas si él ni hacía lo que le pedía y además, matar a alguien no es fácil de olvidar.
—Cooper... —Xavier intentó hablar pero fue interrumpido por Cooper.
—Déjame terminar y si quieres después puedes juzgarme o maldecirme por lo que hice en el pasado. —Xavier de nuevo se llegó a callar. —Cremé que no tenía planeado todo lo que hice Xavier, Lucas me dejó sin salida y creí que cuidar de Kiara sería una de las pocas maneras para olvidar lo que hice y tratar de mejorar las cosas—relamió sus labios—pero quizás lo que no llegué a esperarme fue en que me manchara las manos de sangre—un nudo se instaló en mi estómago al imaginarme lo que vendría—, yo no quería asesinar a Lucas, lo único que quería era que nos dejará en paz a todos, que dejará de hacernos daño y que llegáramos a ser felices. —Se limpió unas lágrimas de sus ojos. —Hubo un tiempo en que pensé si había hecho lo correcto. —Tomó aire y continuó. —El hecho de matar no quería decir que las cosas habían llegado a su fin, ese solo fue el comienzo de mi nueva pesadilla—suspiró—. Yo... solo lo hice en defensa propia. Porque cuando te mire junto con Kiara, creí que la única manera para que ambos salieran vivos era asesinándolo. —Parecía como si estuviera recordando ese día. —Y lo hice. —Volvió a llorar. —A veces pienso que yo también merecía morir... pero no por haber asesinado a ese psicópata, sino por el daño que les ocasione a ambos. —Nos miró. —No venía a verte por el hecho de que me sentía un traidor, un miserable y un incompetente. Tenía asco de mí mismo y por supuesto, como darte la cara si yo fui también parte de plan de ellos. —Xavier se mantenía desconcertado con aquellas palabras. —Pero cuando me enteré de que Kiara estaba embarazada, pensé que venir a verte y felicitarte por la noticia quizás sería el valor necesario que tendría para pedirte disculpas. —Dejó ir una sonrisa—. Y ahora que he visto a sus hijos... Me ha aclarado una de mis mayores dudas.
— ¿Cuál?—Pregunto Xavier interesado.
—Que la muerte de Lucas no fue en vano. —Él nos dio una corta mirada hasta desviarla a un punto del salón. —Si no lo hubiera hecho, tarde o temprano él les haría daño a uno de los dos o a sus hijos. —Contemplo unos segundos sus palabras. —Créeme Xavier que con solo ver a Kaleb, Valentina y Fionn hacen que me sienta aliviado de que ellos lleguen a crecer fuera de la maldad en que nosotros vivimos en aquel tiempo. —Dio una media sonrisa. —Ellos son el futuro de Nueva Erlanwood; y sé que ambos serán unos grandes padres, no lo digo solo por una reacción que suelen decir siempre las personas, sino porque te conozco y conozco a Kiara. Ambos tienen un gran corazón y sus hijos mediante crezcan se sentirán afortunados del tipo de padres increíbles que tienen. —Cerró los ojos y los volvió a abrir. —Ahora no me arrepiento de nada.
Xavier no tardo en levantarse hasta abrazar a Cooper quien pronto no tardo en corresponderle aquel afecto de cariño.
Si supiera Cooper las veces en que Xavier también sufrió por las cosas malas que le hizo Lucas y no poder hacer algo por ellas porque el principal implicado ya se encontraba muerto y enterrado unos 5 metros bajo tierra. Xavier a veces podía ser rencoroso u orgulloso pero de lo que sí sé, es que él sabe valorar el término de amistad y sabe que si no hubiera sido por Cooper, ahora mismo él o yo no estuviéramos teniendo esta maravillosa vida que apenas comienza con nuestros hijos.
—Perdóname Xavier. —Susurró Cooper.
—No Cooper, perdóname a mí por no haber estado en aquellos momentos en los cuales más me necesitabas. —Dijo Xavier.
Me abanique el rostro al estar a punto de llorar por aquel momento emotivo que estaban viviendo aquellos viejos amigos de infancia, adolescencia y ahora adultez.
Lo que aún tampoco sabe Cooper es lo muy agradecida que siempre estaré con él por haberme salvado la vida con la de Xavier y aunque eso no tenga una recompensa monetaria, él sabe que con cualquier cosa puede contar siempre conmigo y con el apoyo de Xavier.
(...)
—Puedes irte mañana, si quieres quédate en esta cabaña para que nadie se entere de tu llegada. —Le volvió a insistir Xavier.
—No Xav, tengo que volver a Londres. Tengo una junta importante por la mañana y yo solo venía de entrada por salida. —Le explicó Cooper.
—Bien. Pero ten cuidado en el camino. —Le dijo Xavier.
—Claro. —Asintió él. —Fue un placer verlos y a la vez, conocer a los niños—sonrió—. No dudo que serán una gran familia. Y de nuevo felicidades por ser padres. —Xavier y yo reímos.
—Y tú, ¿cuándo tendrás a los tuyos?—pregunto Xavier con ánimos.
—Por ahora, solo quiero mantenerme estable con mi novia y luego veremos que sucede—nos guiñó el ojo mientras entraba en el auto polarizado y blindado.
—Espera... ¿tienes novia?—resaltó Xavier.
—Es una larga historia. Luego te la cuento. —Xavier gruño. —Nos vemos pronto. Adiós Xav, adiós Kiara. Despídanme a los niños aunque aún no me conozcan. —Entro al auto y cerró la puerta.
—Eso haremos. —Le dijo Xavier.
Cuando Xavier y yo observamos como el auto empezaba a alejarse de la finca, me acerqué a Xavier y tomé su mano para luego darme cuenta como él entrecruzaba sus dedos y me daba una mirada.
—Gracias de nuevo mi flor de loto. —Enarqué la ceja.
— ¿Por qué?—Dije con risa.
—Por no haberme permitido tomar una mala decisión con respecto a Cooper. —Sonreí.
—Es un gran amigo y una gran persona. Debemos de valorar esos detalles de las personas antes de juzgarlas de mal manera. —Me dejo un beso en mi frente.
—Por eso y por otras razones son por las que te amo. —Susurró cerca de mi boca.
—Lo sé. —Escuché como se rió de mí.
—Presumida. —Me beso de manera lenta haciendo que mis pies empezaran a temblar
Ya no pude decir nada más después de aquel atrevido pero hermoso beso del cual siempre me sabe dar con sorpresa. Que haría sin Xavier, bueno, debo de aprovecharlo estos momentos antes de que Fionn de nuevo nos interrumpa y escuché la risa burlona de mi pequeño.
¡Uf! Tenía razón Xavier. ¡Tenía que ser una Leaky!
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Continuará...
Holis!!! Sí, sé que desaparecí durante casi dos semanas pero mis motivos son los mismos de siempre... ¡la universidad! Así que ahora vengo con este nuevo extra donde espero que les llegue a gustar y lo disfruten mucho! Nos vemos en el próximo extra donde las aventuras seguirán surgiendo y veremos a nuestros protagonistas seguir viviendo su nueva vida de padres.
Que tengan una feliz semana!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top