Química perfecta (Neil & Wayberly) 💘
Wayberly
Me doy una pequeña vuelta en la cama hasta chocar con algo duro que pronto hizo que frunciera mi ceño y abriera los ojos para ver de qué se trataba pero con solo sentir que los rayos del sol caían en mi rostro, achine los ojos ante la luz resplandeciente que se asomaba por la ventana.
Es uno de esos días calurosos de los cuales quiero pasar todo el día fuera del castillo y poder acostarme entre el césped del jardín y por supuesto, cerrar los ojos mientras el viento agita la copa de los árboles y mi cabello se desplaza hasta caer en mi rostro.
Mala suerte que mi condición de reina y a la vez de paciente no me permite tener cualquier libertad así como la que tenía cuando solo era una niña sin problemas de memoria y un reinado del cual gobernar.
Pronto el olor salvaje de la lima, el anís con un toque de aroma a cuero, bergamota, flor de olivo, madera y haba tonka hace que mis sentidos se despierten y pronto abra despacio de nuevo mis ojos y me encuentre con la espalda musculosa y desnuda de Neil, un pequeño rubor aparece en mis mejillas y tengo la tentación de pasar mis manos por sus anchos hombros para deslizar las yemas de mis dedos por todas aquellas rayas o superficies que su inmensa espalda está marcada al dormir de un lado de la cama.
Con inocencia y un modo de no despertarlo, me acerco hasta él y lo abrazo mientras que se llega a mover un poco al sentir mi pequeño cuerpo cubriendo el suyo; mi nariz se queda aspirando aquella esencia de la cual adoraba y me apasionaba cada mañana en que me levantaba; estoy segura que puede pasar décadas y seguiré sin aburrirme de ese aroma exótico que desprende su cuerpo.
Sin quedarme tranquila, mis manos se mueven despacio por su abdomen y su estómago hasta que pronto mis muñecas se ven envueltas por unas gigantes manos que hacen que me detenga.
¡Lo he despertado!
Con una sonrisa, me acomodo en su espalda para cerrar los ojos hasta que mis labios rozan su piel y pronto veo como su vello se eriza haciendo que me provoque una ola de ternura.
Estoy dispuesta a seguir durmiendo hasta que él se da la vuelta y pronto me toma de la cintura para acercarme a su cuerpo; sigo manteniendo los ojos cerrados hasta que su mano empieza a rozar mi mejilla y me deja un par de besos en mis ojos, provocando que me encogiera y él terminará por reír; empieza a entrar su mano en mi cabello hasta que varios mechones se enredan en las puntas de sus dedos terminando por peinarme y quitar algunos cabellos de mi rostro.
—Pequeña traviesa. —Abro los ojos de manera lenta ante su saludo.
—Yo no he cometido ni una imprudencia—le muestro mi sonrisa.
—Claro que sí. Haz cometido el peor delito de la historia—me susurró cerca de los labios.
—Y ¿cuál es?—lo incite para que hablara.
—Enamorarte de mí.
Solo me dejo abrir la boca cuando empezó a besarme, lento y seguro, suave y cálido y con ese toque romántico del cual anhelo siempre que no estamos juntos.
Sí, soy la típica chica romántica que siempre soñó con un amor de telenovela; a esa que le gusta que la rescaten de la torre, que la salven de cualquier enemigo o criminal, la que le gusta que le regalen rosas y chocolates como si se trataba del día de los enamorados y a esa que le apasiona que la traten como la única mujer que abarca en el corazón de un hombre. No puedo pedir otra cosa más porque siento que la felicidad sigue llenando cada espacio de mi vida donde solo Neil es quien hace que disfrute de cada mañana, tarde o noche que esta junto a mi lado.
—Vamos, levántate. Tienes que ir a terapia. —Miró el reloj que se encontraba en la mesita de noche de su lado. —Es dentro de una hora y conociéndote llegarás tarde de nuevo. —Se levantó y me mordí el labio al ver sus caderas y su trasero que está cubierto por el pantalón de dormir.
—Es muy temprano—murmuré como una niña.
—Way, son las nueve y no puedes faltar—hice un puchero de súplica.
—Cinco minutos más—le rogué.
—Bien, cinco minutos. Me bañare mientras puedes seguir durmiendo—aplaudí con victoria.
Observé como entraba al cuarto de baño para un minuto después escuchar el sonido del agua de la ducha al caer.
Me levanté de la cama y pronto camine hasta el balcón de la habitación para ver el paisaje que deslumbra el día; no me sentía muy motivada a ir a terapia pero Neil siempre me da esos empujones para que yo siga adelante y no llegará a faltar tan solo un día.
Antes mis motivos de ir a esas consultas eran pocas, siempre fui muy pesimista y negativa ante la idea de curarme y de nuevo ser una persona con una vida... casi normal. Pero luego llegó Neil con sus ideas y sus cambios que hicieron que yo pensará de otra manera, antes me negaba a creer en sus palabras y en su apoyo y aunque el secreto solo me lo haya guardado para mí, no duro por mucho tiempo. Porque luego Kiara empezó a notar mis problemas de memoria que fueron agravando con el tiempo hasta perder el conocimiento de cierta información de la cual no debía de perder. Por supuesto, cuando Kiara me preguntó que si le había dicho a Neil sobre mi amnesia, las cosas se me salieron de control hasta terminar enojándome tontamente con ella, siendo yo la perjudicada y mi única y verdadera amiga nada más queriéndome brindar su apoyo ante la situación en que me encontraba, la aleje durante un tiempo.
Estaba claro que mis miedos seguían atormentándome cada minuto que pasaba de mi vida, tenía miedo de volver a las terapias, tenía miedo a recaer de nuevo en una depresión, tenía miedo que mis padres de nuevo me encerraran y no llegará a tener la libertad que tenía en Nueva Erlanwood y lo más importante, estaba muy preocupada ante la idea de que Neil me dejará al enterarse de mi enfermedad. Todo eso aumento un cierto grado de angustia en mi cuerpo que por un momento estaba segura que iba a ser capaz de dejar la competencia sin dar muchos motivos a pesar que Xavier, Kiara y Neil se preguntarán lo que me había llegado a suceder para que renunciará sin dar alguna respuesta.
Pero todo cambio cuando una noche pensé en todo, y que mi vida estaba entrelazada con una cadena de todos los momentos que podía perderme sin no llegaba a reaccionar de manera madura.
Sabía que Kiara siempre intentaba ayudarme sin importar las condiciones en que me encontraba, ella me había dicho la verdad no con la intención de herirme sino de brindarme su mano para salir de aquel agujero que yo misma estaba entrando de nuevo y que si no trataba de salir pronto, de nuevo me hundiría en aquella profundidad oscura y solitaria con la cual frecuentaba en mi vida. Por un momento me dije que si Kiara estaba apoyándome eso significaba que no me dejaría sola.
Siempre tuve amigas de las cuales me hacían sonreír y buscaban la manera en que disfrutáramos cada momento que estuviera lleno de recuerdos, pero luego de haberme caído en aquella presentación de ballet y haber tenido un traumatismo que poco a poco se fue convirtiendo en una pérdida de memoria a largo plazo, lo que yo creí que eran mis amigas de las cuales siempre estarían para mí, en todo momento, al final me dejaron sola. Nadie volvió a verme, buscarme y posiblemente añorarme. Estaba decidida que si no tenía ni una amiga, nadie sería mi amiga.
Y cuando llegó la competencia, solo me encontraba en el grupo de Samantha, Holliday, Cindy y Avery porque quería ver el grado de cinismo e hipocresía que entre ellas mismas se llegarían a tener con el tiempo; por un lado pensé en ser ese tipo de chica de la cual se comportaba de la misma manera como ellas lo hacían entre sí porque estaba claro que aunque intentará hacer bien las cosas para hacer amigas, ellas me darían la espalda algún momento hasta alejarse y luego criticarme como lo habían hecho otras personas.
Pero las cosas cambiaron y llegó Kiara con su extrovertida personalidad que me dejó boca abierta cuando empezó a incumplir las reglas, a comportarse como quisiera y lo más sorprendente, a no dejar de ser la persona que era antes de participar en la competencia. Casi fue un modelo de admiración para mí hasta que ella demostró tener empatía conmigo cuando el rey Arturo estuvo a punto de mandarme al calabozo por pensar que había robado la sortija de su esposa, en donde, ella le contradijo y dijo unas palabras que su castigo fue más severo que el mío.
Kiara es de esas personas que jamás te dejarán sola por más mala la situación en que uno se encuentre. Ella es una gran amiga y hermana y la valoro tanto que por eso decidí también dejarle el paso libre para que estuviera con Xavier.
Pero volviendo al tema, agradezco que Neil jamás me haya dejado sola en este tiempo con respecto a mis terapias y a la vez con mi gobierno en el país, creo que sin él, ahora mismo me encontrará perdida y sin imaginarme los miles de problemas que rebalsarían de mi mente al no resolverlos.
—No dijiste que te diera otros cinco minutos para dormir—sentí sus manos rodear mi abdomen.
—Sí pero sin ti, no es lo mismo—le di un beso en su mejilla.
De nuevo su perfume empezó a cubrir mi sentido del olfato para perderme en ese aroma afrodisíaco que tanto me gustaba. Me di cuenta, como él ahora se encontraba con su traje de trabajo mientras que yo seguía aun en pijamas, su cabello seguía húmedo y algunas gotas de agua caían y se resbalaban por mi cuello y nuca haciendo que ese frescor consumiera mi cuerpo.
—Aún hueles a rosas. Parece que el gel de baño se quedó impregnado en tu piel—comentó como si no lo supiera.
—Touché. —Le respondí.
Sentí su sonrisa en mi cuello lo cual me hizo temblar. Pero él no se detuvo, sus labios me siguieron provocando cuando los fue rozando de arriba hasta abajo haciendo que curveara hacía un lado mi cuello para darle más espacio pero pronto se detuvo y lo mire de manera extraña.
—Se te hará tarde. —Me reprendió.
Suspiré y rodé los ojos para alejarme de Neil y así llegar a caminar hasta el baño donde tendría que darme una larga ducha antes de comenzar otro día largo y un poco tedioso.
(...)
Después de un desayuno demasiado nutritivo para mi cuerpo, camine en dirección a la misma sala de siempre en donde recibo mis terapias diarias con la mejor terapeuta del país y quien me conoce desde que soy una niña, apenas abro la puerta y entro para verla sentada mientras saca varios papeles de su portafolio y los pone a un lado de ella para darme una sonrisa de esas que te dan una buena bienvenida cuando te encuentras en una situación abrumadora.
—Buenos días doctora Magyar. —Le di mi saludo antes de alisarme la falda y sentarme en el sofá.
—Buenos días su majestad. —Correspondió ella el saludo.
— ¿Trae buenas o malas noticias?—Pregunté con una actitud positiva.
— ¡Son buenas, su majestad!—Me sonrió. —Pero se las diré a final de la terapia. ¿Le parece?—Suspiré.
—No importa, podemos proseguir—le sonreí.
Empezamos con las mismas terapias de siempre juegos de memoria, rompecabezas, repetición de oraciones o palabras en el mismo orden que ella decía y por supuesto hacer un ensayo de temas que ella me decía si no eran de mi vida podían ser parte de mis estudios.
Realmente con el tiempo me he adaptado demasiado con estas técnicas que ya no son de mi sorpresa, se han vuelto como una rutina de mi vida que debo de seguir antes de tener mis labores como reina de las cuales Neil me ayuda a la mitad de mi tiempo. A veces me siento como una discapacitada o una tonta por no ser independiente como cualquier mujer de mi edad. Ni siquiera me siento como si tuviera veintitrés años, es más, me siento como de seis años que todavía cuidan de mí y tratan de darme lo mejor.
— ¿Quiere escuchar las noticias su majestad?—Asentí animada.
—He visto su procedimiento todo este tiempo así que me siento halagada y orgullosa de decirle que no dependerá de mí por mucho tiempo—abrí más mis ojos por lo impactada que estaba ante aquellas palabras.
— ¿Qué quiere decir?—espeté.
—Que durante un tiempo no necesitará más de terapia. No quiera decir que la amnesia desaparecerá pero con la ayuda de los medicamentos y con que usted dé su esfuerzo para recordar siempre y cuanto no ejerza mucha fuerza mental... Todo lo que usted haga será independiente y no necesitara ayuda de nadie. —Me cubrí la boca al soltar un grito de felicidad.
— ¿Puedo tener ahora mismo una vida independiente?—anuncié.
—Sí. Pero la tendré vigilada por cualquier cosa, ¿está bien?—asentí con gusto.
Me despedí de mi terapeuta para luego quedarme en la habitación y dar saltos de alegría, quería que Neil llegará a saber esta noticia, sé que le gustara de maravillaba enterarse que soy de nuevo independiente... bueno, la mayor parte de mi tiempo pero eso hace que me sienta libre de cualquier absurdo cuidado innecesario.
Abrí la puerta y como si fuera un pajarito a punto de salir de su jaula, me imagine los miles de viajes que tendré ahora con Neil, las experiencias que recolectaré y las millones de sonrisas y risas que guardaré en mi mente al disfrutar cada segundo de mi vida. Hasta dentro de mi cabeza paso la idea que quizás pronto podré formar una familia con Neil.
Con solo pensar en esos mis mejillas ardieron y toque mis manos hasta que mis dedos chocaron con la alianza de oro que está posicionada en mi dedo anular de mi mano izquierda.
No podía imaginarme como había pasado el tiempo estos cuatro últimos años al lado de Neil; fue increíble cuando acepto venir al país para quedarse a mi lado, sí fue fuerte los primeros meses para él estar lejos de su hogar, de su familia, de Nueva Erlanwood... Pero él llegó a superar sus propios temores a afrontar todo lo que se encontraba en su camino. Fue fantástico ver como él se ganaba la confianza de mis padres haciéndoles ver que él haría todo lo posible para mantenerme feliz y hasta el día de ahora lo ha cumplido con palabras y con hechos que siempre llenan mi corazón de alegría y mi estómago que siempre revolotea como si tuviera un centenar de mariposas.
No sé qué hice para merecérmelo como amigo, novio y esposo; lo que sí sé es que Neil es alguien de admirar. Hay cosas por las cuales mis padres no saben de él como por ejemplo, que es hijo adoptado de los Taggart o que su familia fue asesinada y que él es de casta baja. Todas esas cosas nos la hemos reservado pero no necesariamente por mí, sino porque él decidió que jamás lo mencionara y que tampoco le faltara mi promesa de abrir la boca y llegarlo a mencionar en cualquier conversación con alguien de la familia.
Por decirlo así, Neil ha sido como el hijo que mi padre no llego a tener. Antes quizás fue difícil que mi padre le diera esa confianza que jamás ha tenido con un hombre que se merezca la mano de su única hija y no puedo quejarme o reprender a mi padre porque sé que él siempre ha querido lo mejor para mí a pesar de lo estricto y serio que es conmigo desde pequeña.
Es decir, tener una hija con una enfermedad que no llegará a curarse al 100% es algo que no cualquier hombre llega a aceptar en una mujer; y por supuesto mi padre es de aquellos que eligen bien antes de dar una decisión y con Neil lo tuvo a prueba dos años. Fue difícil tener que estar a solas con Neil cuando mi padre me supervisaba o cuando mi esposo intentaba darme un beso y mi mamá corría a interrumpir esos agradables momentos.
Me sentía como una adolescente que no podía tener un momento a solas con su novio sin ser sobreprotegida por sus padres. Puedo decir que hasta miles de veces le pedí disculpas a Neil por ver esos momentos de vergüenza conmigo pero él se fue adaptando que al final ahora al recordar esos momentos ambos nos partimos de la risa.
Me arregle el cabello y pronto sonreí como una tonta para caminar hasta la oficina de Neil y así esperarlo unos minutos antes de darle la buena nueva.
***
Neil
—Sería mejor desplazar el comercio de Hungría a Rusia. —Dicté en el momento en que la reunión empezaba a terminar.
— ¿Rusia? ¿Está seguro rey Neil?—asentí creyendo en mi propia idea.
—Rusia será un buen aliado para Hungría, puedo asegurar que no rechazaran nuestro trató y sí las cosas marchan mejor de lo planeado... —Miré a todos con una sonrisa. —Pronto Checoslovaquia, Rumanía y Polonia también nos buscaran para formar alianzas. —Dije antes de levantarme y escuchar como todos aplaudían al mostrarse felices con mi plan de llevar a Hungría a lo más alto de la cúspide en este gobierno.
Ser rey no es algo que yo me esperaba, es algo que me ha dejado fuera de mis propios principios y pensamientos para encabezar un nuevo período y título de gobierno, por un lado, cualquiera diría que porque yo estoy haciendo este trabajo cuando Wayberly debería hacerlo al ser la principal reina de Hungría mientras yo solo soy su consorte; pues bien, nadie me obligo ni nadie me otorgo esto para que lo hiciera, simplemente todo esto ha sido por mi propia voluntad y no me estreso por el simple hecho de que esto me encanta.
Me alegro saber que gracias a Xavier he podido trabajar de esto como si hubiera estudiado estrategias o planes de investigación como si fuera un rey; ahora no me quejo de todas aquellas veces que me quedaba con él ayudándolo a estudiar o escucharlo al comentarme o exponerme varios temas de su reinado. Todo esto ha empezado a servirme con el paso de los años que he estado en Hungría pero eso no quiera decir que con solo eso me iba a quedar.
Durante todos los días de mis primeros años de Hungría estudie todo lo relevante al país; su geografía, demografía, su estado económico, su estado político, su cultura, su gobierno... ¡Todo! Fue difícil al principio pero todo esto lo hice por Wayberly, lo hice para estar con ella y demostrarles a sus padres que yo sería un buen partido para su hija sin importar que muchos hombres estuvieran arriba de mi cabeza para quedarse con ella.
Sí, en Nueva Erlanwood solo era nada más y nada menos que el hijo de un ministro e hijo de una mujer que fue la segunda mano en el tiempo del gobierno del rey Arturo, aquí en Hungría no soy eso, no era nadie a la altura de muchos húngaros con dinero, prestigio, modales y otras características más que le daban el toque para estar con la princesa de su país.
Me encontraba muy abajo de muchos hombres, en aquella época solo fui otro extranjero que se encontraba en tierras desconocidas; por un momento llegué a creer que sería imposible que la familia de Wayberly me aceptará sin ver mi pasado y presente.
Tenía mucho miedo, demasiado para no decir que las primeras veces que fui a cenar al castillo las piernas no me temblaban o no me sentía como mi corazón bombeaba a cada segundo de mi vida al ver el rostro del padre de Wayberly.
Varias veces me sentí poca cosa, fue extraño recordar como Kiara a veces me decía que ella no sería suficientemente buena para estar con Xavier, que siempre iban a ver mejores mujeres con más clase y dinero que ella, que en algún momento sentía que no encajaría en aquel lugar siendo princesa y luego reina y por supuesto, que como iba a lidiar al gobernar una nación.
Ahora entendía con más claridad todos sus miedos, sus preocupaciones y sus disgustos.
Todo lo que llegue a sobrepasar para ahora estar aquí quizás no se compararía con lo que paso Kiara, tampoco me iba a poner a comparar quien tuvo una vida más difícil al conquistar a alguien de la realeza pero estoy a gusto que ambos hayamos obtenido lo que necesitábamos.
Me siento feliz cuando logré la confianza del padre de Wayberly, recuerdo como él una noche me invitó a hablar a solas y como pronto me dio unas palmadas en la espalda y dejó ver una sonrisa y me decía:
— «No sé cómo lo has hecho muchacho, has ganado lo que pocos han obtenido de mí. Te ganaste un lugar en mi familia del cual muchos envidiaran de ti a partir de ahora. Eres un hombre que brilla como el oro; eres fuerte, valiente, inteligente y bondadoso, eres todo lo que yo busco para mi hija. Ella no necesita a alguien que la llene de joyas y promesas que pronto serán rotas. Yo intenté buscar alguien que merece tener en manos el corazón de ella sin importar el nivel económico, social o político en que se encuentre; solo quiero a alguien que la proteja como si fuera la persona más valiosa del mundo, que la ame con ojos de amor y que le dé de sus días, las mejores sonrisas que un hombre a veces suele creer que no se merece de una mujer. Me has demostrado que sin importar lo enferma que se encuentre mi hija, quieres estar a su lado. Tu inteligencia me dejo con los ojos y la boca abierta al llenarte de conocimiento sobre nuestro país. Y lo que más me asombra es saber que en vez que yo te buscará, tú llegaste hasta mi hija sin importar el carácter frío que a veces mostrara. Eres un hombre sorprendente Neil y a partir de ahora, te entrego a mi hija en tus manos. Solo deseo que jamás en tu vida la dejes sola y que siempre la hagas sentir la mujer perfecta para ti».
Creo que ese día fue el mejor de mi vida. Ni siquiera tarde en llamar a mí único y mejor amigo para comentarle acerca de lo sucedido.
Escuché varios consejos de Xavier por teléfono que por un momento me pregunte y dije: ¿qué hace el rey de Nueva Erlanwood dándome consejos cuando yo soy el que se los da a él?
Y fue entonces que reí en voz baja y recordé lo rápido que hemos crecido.
Xavier a pesar de sus tonterías ha sido mi mejor amigo, mi hermano y mi compañero de secretos. Él es quien siempre me apoyo cuando más lo necesitaba y jamás me dejo solo. Realmente le debo mucho... aunque creo que todo eso se cobró cuando llegó Kiara.
Y quien lo creyera... esposo de Kiara Leaky, rey de Nueva Erlanwood y hace unas semanas, padre de tres hermosos bebés.
Me alegro por él y por Kiara, creo que ese ha sido el mejor trabajo de mi vida antes de ser rey; haber unido a ese par a pesar de haber tenido que mover cielo, tierra y mar para que ellos llegaran a casarse y ahora formar una familia.
Tomo varias carpetas para dirigirme a mi oficina, observé la hora de mi reloj e imagine que Wayberly ya debe de haber terminado su terapia para mantenerse al día con su trabajo; así que decidí ir a su oficina para darle un momento de alegría y quitarle esa pesadez y mal sabor de la boca después de tener estas tediosas y frustrantes clases de memoria.
Toque la puerta varias veces pero nadie respondió así que al entrar encontré la oficina vacía haciendo que enarcara la ceja y pronto caminara por dentro para ver si ella no me daba una sorpresa al cubrirme los ojos o darme un susto... pero eso no sucedió.
Enarque la ceja y le di varias miradas a la oficina hasta que el teléfono sonó varias veces y al final con un suspiro conteste aquella llamada.
— ¿Hola?—dije como si fuera una llamada normal. ¡Que tonto!
—Te vez gracioso girando la cabeza por todos lados sin saber si estoy detrás de la librería o de la bandera del país—sonreí como un tonto al escuchar su risa.
—Pensé que estabas en tu oficina y decidí ir a verte—busqué la cámara por donde ella debía de estarme mirando.
—A la izquierda cielo... no, la otra izquierda—se burló de mí— ¿Puedes venir a tu oficina? Quiero darte una buena noticia. —Asentí.
—Ahora voy.
Colgué y pronto me marché a mi oficina para saber cuál es la sorpresa que Wayberly me tiene; realmente me sentía emocionado con saber acerca de lo que ella me diría aunque me sorprendería si me sale con una noticia de las buenas de las cuales un día Kiara le dio a Xavier... Recuerda Neil, te has cuidado todo este tiempo...
Entre a mi oficina mientras la miraba a ella sentada en mi silla giratoria; se miraba tan inocente que no evite las ganas de tirar los papeles a un lado y acercarme al escritorio hasta apoyar mi peso en la dura madera donde pronto ella pestañeo varias veces hasta levantarse y ponerse entre mis piernas.
— ¿Cuál es la noticia?—pregunté interesado y curioso.
—La doctora Maygar me ha dado independencia... ¡acabaron los días de terapias!—abrí mis ojos asombrados con aquella noticia.
— ¡¿En serio?!—Asintió.
—Bueno, me recomendó que siguiera con el tratamiento de los medicamentos y que a veces haga ejercicios de memoria por mi cuenta pero con lo demás, me dijo que todo estaba bien—la tomé de las mejillas y la besé.
— ¡Que noticia mi luz!—me alegraba escuchar aquello.
—Y bueno... en tu escritorio encontré esto—alzo un sobre.
— ¿Es de Kiara?—asintió de nuevo.
— ¿Crees que venga las fotos?—encogí los hombros.
— ¿Te parece leer la carta y descubrir si vienen las fotos de Kaleb, Aurora y Fionn?—le propuse.
— ¡Claro!
Agarre su mano y caminamos por varios pasillos del castillo para salir por una puerta trasera e ir hasta una pequeña colina en donde ambos la hemos formado como nuestro lugar preferido y privado.
Nos sentamos en el césped para ver como Wayberly se quitaba los zapatos de tacón y los lanzaba a un lado para esperar que yo hiciera lo mismo con mis zapatos para que ella se acostara a mi pecho.
Agarre el sobre y lo rompí de un lado para ver como de ella salía una pequeña carta y dentro de la hoja caían en mi pecho... bueno, en la cara de Wayberly en donde varias fotos pequeñas las agarro antes que el viento se las llevará.
— ¡Oh! Mira que ternura.
Wayberly me enseño una foto en donde aparecían los trillizos durmiendo mientras Xavier y Kiara se encontraban a los extremos de ellos sonriendo.
¡Vaya padres que son!
—Este es Kaleb.
Me dio la fotografía del pequeño heredero al trono en donde posaba a la cámara de manera seria pero con un tono jocoso en su mirada. ¡Menudo Ravenscroft! Podía verse la pequeña melena de cabello azabache que empezaba a salir de su cabeza, sus ojos tienen un tono entre oscuro y gris que estoy seguro que sus ojos serán como los de Xavier.
— ¡Mira a Aurora! ¡Es hermosa!
Mi querida esposa me entrego otra fotografía en donde la pequeña Valentina sonreía a la cámara. Me recordó tanto a Kiara que solo pensé que ella sería la consentida por Xavier.
Solo recuerdo como Xavier me llamó en aquella noche que nacieron sus pequeños y me dijo gritando que entre sus hijos había una niña, una preciosa niña que llevaría el nombre de su madre y el de la madre de Kiara; no dude que ese momento había sido el más grande para mi mejor amigo.
—No dudo que esta pequeña tendrá a medio mundo en sus pies—comenté.
—Sí te escuchará Xavier de seguro te rompe la quijada—ambos dejamos ir una carcajada.
—Gracias a Dios nos aleja el mar—Wayberly rió mientras negaba mis palabras.
—Este es Fionn... ¡Oh mira se parece a Xavier aunque tiene la sonrisa de Kiara!—dije al ver la foto del pequeño Fionn riendo.
—Son perfectos—dijo Wayberly.
Mientras seguíamos viendo el resto de las fotos cada una por detrás traía una pequeña nota sobre la fecha tomada, los pequeños comenzaban a crecer rápido pero lo que no me daba cuenta es lo mucho que cada uno de ellos se parecía a mis mejores amigos.
—Sabes... sé que nunca hemos tocado el tema pero... —sabía por dónde iba Wayberly.
—Sería hermoso tener una niña—solté dejándola con la boca abierta.
— ¿Lo dices en serio?—asentí mirándola con ternura.
—Bueno, tengo veintiséis y tú veintitrés. Acabas de salir de terapias y el país se encuentra en buenas manos y en un buen apogeo. Nuestros padres se alegrarían si le damos su primer nieto o nieta y sería fantástico experimentar la tendencia de dormir poco, cambiar pañales y ver las travesuras de un bebé. —Dije un poco nervioso. —Creo que no es mala idea. —Los ojos de ella se cristalizaron.
—No quiero que lo sientas como una obligación solo para hacerme sonreír—dejé ir una carcajada.
—Way, somos jóvenes y sé que apenas hemos comenzado a manejar nuestras propias decisiones pero créeme que formar una familia contigo siempre ha sido mi mayor sueño—se levantó para sentarse y yo seguirle la corriente.
—Un bebé es una enorme responsabilidad—asentí.
—No lo dudo pero ver a Xavier y Kiara disfrutar de su nueva etapa de ser padres me alienta a probar esa experiencia. —Ella rió. —Imagínate una pequeña niña creciendo en tu vientre—acerqué mi mano y acaricié el contorno de su rostro—después tenerla en brazos—me acerqué a su boca—escuchando sus primeras palabras y viendo como da sus primeros pasos—acaricié su nariz contra la mía— ¿no te gustaría?—le dije antes de besarla.
—Te falto lo de verla crecer mientras va a la escuela, corre por los pasillos del castillo, se vuelve adolescente y nos da problemas y por último se ve envuelta en un amorío con un chico—tomé aire y suspiré.
—Quitemos lo del chico y todo se verá perfecto. —Ella puso sus brazos alrededor de mi cuello para acercarme.
—Y hablas de Xavier y tú eres otro celoso—puse los ojos en blanco.
—Bueno... Ese momento llegará algún día. Mientras tanto, disfrutaré verla crecer a nuestro lado—susurré.
La besé mientras me imaginaba tener a mi primer bebé en brazos mientras Wayberly tenía ese tono rosa en sus mejillas al elogiarla como se debe mientras no despego la mirada del pequeño fruto de nuestro amor.
Sí, aún no me sentía preparado mentalmente pero sé que ambos nos tomaremos esta decisión de manera lenta y relajada hasta que la cigüeña nos dé una tarjeta de bienvenida a nuestro futuro bebé.
—Entonces, empecemos a pensar en tal idea. Creo que las fotos hicieron que nos adaptáramos más a la idea—pronunció de manera lenta.
—Claro. Tenemos tiempo y mucho tiempo—puse unos mechones de su cabello color caramelo detrás de su oreja.
—Te amo. —Musitó.
—Yo más mi reina.
Termine de darle otro beso dándome una nueva esperanza a mi vida.
Sabía que cuando llegará ese día me sentiría el hombre más feliz del planeta. Wayberly es la parte esencial y prioritaria de mi vida pero con un bebé en nuestras vidas, ahora nada nos faltara en nuestro pequeño mundo.
Si algún momento me hubieran dicho que yo viviría para esto... Ni de broma me lo hubiera creído, es demás hubiera abofeteado al tonto que me diera la más grande mentira de mi vida. Pero en realidad, agradezco todo esto y más a mis padres, tanto los biológicos como los adoptivos. Sin ellos, mi vida no estuviera en Hungría sino que en otro lugar del mundo que no sé si sería feliz.
Porque con Wayberly a mi lado, la felicidad de mis días se vuelve cada vez más eterna.
Suspiro al darme cuenta de lo hermosa que también es mi esposa, por supuesto si tengo una hija será también mi mayor orgullo. ¡Uf! Prepárate Xavier porque ahora veremos quien de nuestras hijas será la más hermosa, sí la mía o la tuya.
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No sé si les gusto el extra, intenté acoplarlo con los otros libros de PPE y con el presente para que llegarán a saber un poco del pasado.
Sé que por ahora no les puedo brindar mucho de Neil y Wayberly, pero el haber hecho este extra sobre ellos fue algo comprometedor y maravilloso para mí por el simple hecho que amo también estos dos personajes que marcaron una gran experiencia en mi vida y en Princesa por Error, por Equivocación y por Elección.
Pero antes de despedirme quisiera preguntarles... ¿qué sexo desearían que fuera el bebé de Neil y Wayberly? Sé que arriba mencione que podía ser niña pero no quita que primero haya un niño 😂😂😂 y ¿qué nombre elegirían si es niño o niña? 👦👧📊
Les deseo un hermoso fin de semana y nos vemos en el próximo extra que de nuevo volverán nuestros dos protagonistas importantes.
Nos vemos luego!
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