Capítulo 7: "Es un monstruo"
Me siento aterrado, pensar que estoy a una altura como esta me mata. No debí haber venido a la escuela, este ha sido un golpe bajo, muy bajo. Aprovecharse de los miedos de uno es horrible, Natalla no tiene perdón. Y yo que pensé que podíamos ser amigos, que tenía buen corazón, ahora veo que no. Solo es una amargada que desquita su dolor con los demás. Quiero llorar de la impotencia y el miedo que tengo. Mi pecho se comprime, siento la tensión en mis manos, mis ojos se humedecen y caigo de rodillas a cubrirme la cara de la desesperación. Intento recordar cómo hice en el avión para aguantar tanta altura, pero en ese momento tenía a mis hermanas y a mis papás a mi lado, aquí estoy solo, en una terraza, sin salida. Me sofoco, no respiro, necesito huir, pero no puedo. Todos los sentimientos negativos se apoderan de mí.
Reacciono cuando oigo que la puerta se abre, visualizo a Nabil, mi compañero, se nota que no ha venido por mí, tiene un proyecto de la clase en sus manos. De todas formas aprovecho para salir de la azotea lo más rápido posible, salgo corriendo sin formular palabra alguna cuando me pregunta. Tampoco es bueno decirle algo, porque todos están del lado de Natalla, quizás hasta me dejaba encerrado igual.
Mientras avanzo hasta tocar suelo a una altura ideal, me alejo un poco de esa frustración que tenía, aunque sigo agitado. No dejaré de correr hasta hallar a Natalla. Puedo asustarme mucho, pero también puedo enojarme. Cuando al fin la encuentro, me asqueo al ver la escena bochornosa que presencio, se besa apasionadamente con Ryder, se tocan en lugares que no quiero ni nombrar y no les importa que todo el mundo esté presente mirándolos.
Carraspeo la garganta para que me presten atención y así interrumpirlos, cosa que nadie se animaría a hacer, pero yo estoy cansado de sus constantes burlas, sobre todo de la que tuve que soportar hace tan solo minutos, ni siquiera Ryder va a detenerme.
―Disculpen ―Vuelvo a intentar llamar su atención.
―No molestes, Rata ―expresa el moreno mirándome enfadado ―. Estoy ocupado en cosas que nunca tendría un enano como tú ―Pasa su mano por el trasero de Natalla y la acerca hasta su cuerpo ―¿No, primor? ―La mira y ella asiente sonriente.
Me dan asco.
―¿Qué me importa su romance? Quiero respuestas ―Agarro la mano de la cobriza y los separo ―¡¿Cómo pudiste?!
―¿Disculpa? ―Ella alza una ceja y se suelta bruscamente.
―Me mandaste a encerrar en la azotea, eres de lo peor.
―¿Qué? Yo no...
―Sí, me mandaste a llamar y me encerraste allí.
―No sé de qué hablas ―expresa confundida.
―Es obvio que fuiste tú, Lissa me dijo... ―Reacciono y reitero las palabras dándome cuenta ―Lissa me dijo.
―Lissa... ―Ella se percata también pero cambia la versión de repente, su confusión se trasforma en confianza y sonríe ―. Sí, es cierto, fue muy divertido ¿A ti no te pareció? Porque a mí me encantó, hay que repetirlo ―Se ríe.
Ryder chifla.
―Ay que mala, me impresionas ―Su "pareja" la agarra y la besa, por un momento noto el desagrado que no percibí antes, entonces empiezo a pensar que estoy delante de toda una puesta en escena.
¿Es broma? O soy un genio o todos están locos. Necesito liberarme de estas sospechas. Aprovecho que están de cariñosos y me retiro. El día transcurre tranquilo, sigo siendo ignorado como siempre, pero estoy tan atento a Lissa que me sorprende que no me haya despistado. La sigo a todas partes intentando que no se dé cuenta y al final consigo la respuesta que busco.
Veo a Natalla y Lissa discutiendo, hay amenazas de por medio y no es La Reina la que gana sino su amiga, o debería decir la que la manipula. Estoy en un mundo paralelo donde todo se ha vuelto al revés y yo viajo entre dimensiones. Soy un pequeño ratón en medio de otro mundo. Estoy fantaseando cosas y me he vuelto loco ¡Alucino!
―Y más vale que la próxima vez cuides lo que haces ―La morocha se va, alejándose de su amiga, la cual dejó devastada, sin embargo hoy no puedo entrometerme, tengo la necesidad de hablar con la chica "doble cara" que ganó esa discusión.
―¡Lissa! ―la llamo cuando estamos solos en el pasillo y se detiene.
Al verme me sonríe, se me acerca y se hace la preocupada, ahora que sé como es, no me engaña con sus gestos falsos de ángel.
―Hola, Estuh, escuché lo que pasó en la terraza ¿Estás bien?
Frunzo el ceño.
―Deja tus juegos, Lissa, ya sé que manipulas a Natalla.
Se queda un momento sin expresión en la cara, luego vuelve a sonreír, nuevamente se hace la tonta y otra vez me doy cuenta.
―No entiendo de qué hablas, Estuh, me estás asustando ―Parece toda una víctima, es la mejor actriz que he conocido.
Una actriz de la vida real.
―Me mandaste a encerrar en la terraza.
Se ríe.
―Estuh, que estás diciendo.
―Utilizas el nombre de Natalla para hacer tus maldades, o mejor su seudónimo, La Reina.
―¿Qué?
―Es más, no lograste manipularla, entonces la amenazas.
―Estuh, estás imaginando cosas donde no hay ―Intenta tocar mis manos pero retrocedo.
―Ya no puedes engañarme, primero lo sospeché, luego te seguí y te vi. Para con esta horrible mentira. Parece que la que no cuida lo que hace eres tú ―Utilizo las misma palabras que usó contra Natalla.
Por primera vez veo fruncir el ceño a Lissa, pero acto seguido cambia a un gesto de angustia. En un momento pienso que intenta seguir con esta fachada, pero en realidad lo que desea hacer es otra cosa. No me quiere convencer a mí, sino a los demás, a los que se acercan en el pasillo. Corre y puedo ver sus lágrimas falsas, se abraza a un castaño, para luego señalarme.
No lo puedo creer, es peor de lo que creí.
Es un monstruo.
___
Ya di mi pequeño giro, ya no hay más secretos, pero todo se volverá peor buajaja 😈
Espero que les haya gustado ❤
Atte: Vivi.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top