Capítulo 2: Llena de mala suerte
~N~
Hace un año atrás.
Escupo el agua estancada de mi vaso apenas la siento y todos se ríen. Muevo mi boca con asco, notando que todavía tengo el horrible sabor. Me levanto de mi asiento, saliendo rápido del comedor, estando avergonzada. Entro al baño de chicas y tomo el agua limpia del lavabo para sacarme este mal sabor. Es la segunda vez que me meten algo en mi merienda. No sé si es mejor que me aparten o que me molesten. Igual ambas cosas son horribles. Lloro y me mojo la cara seguidas veces para reaccionar, así podré rápidamente volver a clases.
―No lo soporto más... ―Suspiro ―estoy cansada de esto, deseo que sufran por todo lo que me hacen. Si tan solo pudiera...
La puerta de un cubículo se abre y me quedo callada, visualizo a Lissa salir de allí. La chica con cara de ángel avanza hasta el lavabo que está al lado del que utilizo. Oh no, me escuchó, estoy perdida.
―Natalla... ―Sonríe de manera maliciosa y ese lado angelical es como si desapareciera ―¿Quieres ser popular? ―expresa tranquila y me observa con sus ojos celestes tan fijamente que me agarra un escalofrío.
―¿Popular? ―digo confundida.
―Sí, para que no te molesten, que no seas una paria, para que te miren y dejen de evitar tu presencia, que volteen a ver y digan "esa chica es una reina, merece respeto". Aunque yo preferiría que tengan miedo ―Se ríe.
―Lissa ¿Por qué me dices esto? ―expreso asustada.
―Tú dijiste que querías que sufran, yo solo escuché tu deseo y vengo a concedértelo.
Me río.
―¿Es un chiste? ¿Te burlas de mí?
Dejo de sonreír cuando ella me observa seriamente, esa cara angelical que siempre le muestra a todos, no está presente en este lugar.
―¿Quieres o no? Es mi última oferta.
―No entiendo las razones ―expreso confundida.
―Eres una chica linda, mira como vistes ―Señala mi jardinerito y mi trenza ―¿Acaso crees que estás en el campo?
Bajo la vista avergonzada.
―No, pero me gustaría.
―Ah, una amante de la naturaleza ―expresa en tono burlesco ―. Hey, lágrimas aquí no, porque me aburro ―me aclara cuando estoy a punto de llorar otra vez y me refriego el ojo ―. Mira, se nota que te gusta lo sencillo, pero aquí no vas a sobrevivir de esa manera ¿De qué trabaja tu padre? ―pregunta directo.
Alzo la vista confundida.
―¿Eh?
―Aquí a la Academia Gloria venimos todos niños ricos, así que apúrate y dime por qué tu padre es prestigioso.
―Eh... es político ―Hago puchero y ella sonríe.
―Bien, empezamos muy bien ¿Por qué no usas eso a tu favor?
―No quiero molestarlo, está muy ocupado ―expreso tímida.
―Puf, ni siquiera tienes que hablarle, solo nombrárselos a los idiotas que te molestan y aclarárselos con autoridad, no bajes la cabeza, tienen que parecer decidida.
―Pero...
―Pasemos a otro tema, habrá que conseguirte novio, uno imponente ―exclama analizándolo todo.
―¡¿Eh?! ―expreso avergonzada ―¡¿Qué dices?!
―Si vas a ser popular necesitas a alguien que imponga respeto, alguien rudo ¿Qué tal Ryder? Ese morenazo tiene potencial para ser manipulado. Un cabeza hueca podría fácilmente hacer que crean que tienes poder, habría que empezar por él, aunque primero hay que cambiarte la apariencia.
―¡¡Espera, espera, no te he dicho que sí!! ―Muevo las manos aterrorizada de todo lo que está hablando.
―¿Quieres seguir tomando agua estancada, que la gente te aísle y te ignore como si fueras una enfermedad?
―¿Eh? No pero... todo lo que dices es imposible, no tengo una personalidad fuerte como para imponer miedo, me gusta mi ropa y además, no me puedo imaginar besando a Ryder, no me gusta ese tipo de chicos agresivos, jamás podría siquiera acercarme, no me genera confianza.
Sonríe con mucha malicia.
―Tú déjamelo a mí, haré que parezcas la mujer más fuerte del mundo, conseguiré que te encante la ropa que te voy a dar, e incluso lograré que hasta te quieras tirar a la cama con Ryder como si fuera tu hombre ideal.
No puede ser, está loca.
~~~
Un año después.
Tener doble vida es estresante, puedo ser yo misma en casa, pero en la escuela soy totalmente diferente, ya que estar manteniendo esa apariencia es un trabajo constante, para no volver a como era. Antes pensaba que Lissa estaba loca, pero es una genio, es sobre todo inteligente, ha hecho todo lo que prometió. Ya ni me reconozco y a veces hasta me odio. En realidad creo que le tengo miedo a mi amiga, de algún modo ella se benefició con todo lo que hizo por mí. Lissa ya era popular, pero ahora es el doble.
Es la mejor amiga angelical de La Reina.
Aunque de ángel no tiene nada, es solo en apariencia, si alguien debería denominarse de la realeza, toda una jefa es ella, pero prefiere quedar en perfil bajo, siendo la niña linda que se hizo la amiga de la chica superior de la escuela, o sea yo.
Todo el mundo me tiene miedo.
Todos me respetan.
Todos sufren cuando me acerco.
Nadie se salva.
Eso me incluye, diría que tengo la vida soñada, aunque no soporto ser una bruja, pero eso es lo que soy ahora, una tremenda malnacida, un monstruo al que deben venerar o me las pagan. De eso se encarga Lissa, si alguien no me respeta sufre las consecuencias, sin saber que yo no he hecho nada. Me involucro, pero en los castigos es indirectamente, como si yo fuera que di la orden o algo así.
En la única cosa que podría decir que no acertó Lissa, es en que me guste Ryder, no puedo ni verlo a la cara, es un cavernícola agresivo que no tiene ni un poco de humanidad. Es malo, una muy mala persona, él disfruta el sufrimiento de los demás ¿Cómo puedo enamorarme de alguien así? Nunca ha sido mi tipo de chico y ahora que lo conozco mejor todavía menos.
No uso enterito porque Lissa me los tiró todos, pero utilizo un vestido sencillo y salgo directo a la floristería. Amo esa tienda porque me atrae a mi antiguo yo, puedo ser yo misma sin andar sufriendo. Huelo una rosa, entonces sonrío, no sabía que tenían este tipo de aroma. Me observo, entonces me doy cuenta que no traje dinero, así que solo me quedo deleitándome con el olor de las flores.
De repente, un chico entra a la tienda y sin previo aviso me regala aquella rosa que observé tanto, así que me aclara cuando me quedo callada por la sorpresa de su acción.
―Se notaba que la querías.
Sonrío estando contenta.
―Muchas gracias ―Asiento y me apresuro a irme.
El lindo gesto de ese muchacho dándome la flor y su bonito rostro me quedan grabados en la memoria. No puedo parar de pensar él. Me gustaría volver a verlo.
Me gustaría...
Me gustaría pero...
Me gustaría pero no de esta forma.
Vuelvo a cruzarme con el chico que me regaló la rosa en la floristería, pero en la Academia Gloria. Mierda, él me vio, vio toda mi fachada, mi forma de vestir normal, mi actitud de niña buena ¡¡Él me vio!!
Y tengo que destruirlo.
Lissa no se puede enterar de esto, me matará ¿Qué haré si lo sabe? Luego de tratarlo mal en todo el día, pues es lo único que se me ocurre hacer, ya que es lo que aprendí de mi supuesta amiga, puesto que ahora temo de que sepa que arruiné todo su plan y se la agarre conmigo, luego de todo eso, termino en el baño, en el cubículo, cortándome la muñeca, porque es la única manera que encontré para tranquilizarme. Grave error demostrar debilidad, sobre todo dos veces en una misma semana con el mismo chico.
Estuarth me ve de nuevo descubriendo mi fachada por segunda vez.
Estoy perdida y llena de mala suerte.
___
¡Punto de vista de Natalla! Como todos los Chicos Gloria, represento a las chicas con una letra al principio de los capítulos ¿Esperaban que Lissa fuera un demonio? xD Bueno, desde aquí comienza todo realmente, porque ya tenemos los dos puntos de vista de los protagonistas. Obviamente Estuh es el que va narrar la mayor parte, pero decidí que Nat explicara su situación antes de avanzar, no hice como en otros libros que tardan un poco más, la verdad no quería mantenerlo en suspenso jajajaja prefiero que las cosas transcurran así, sabiendo lo que ocurre de ambas partes ❤
Lo último que voy a acotar es... a Nat no le gustan los chicos rudos 7u7 se sobreentiende que va a haber feeling, chispa, buenas vibras, con el chico tímido, yo solo digo jeje
Atte: Vivi.
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