¡Diez!: pequeños escondites y malhumores repentinos.
El domingo no había sucedido nada interesante, YoonGi de hecho se tomó todo el día para dormir y para hacer las tareas que se debían entregar al día siguiente, a las nueve de la noche. Tenía que agradecerle a NamJoon por su hermoso gesto de bondad al mandarle las respuestas de varias de las preguntas que se debían investigar y le mandó muchos emoticones de corazoncitos por KakaoTalk para que el omega supiera todo el amor que le tenía.
La mañana siguiente empezó calmada, tranquila, mejor que los días normales. Él no se cayó en la ducha ni se atragantó con su desayuno, su madre tampoco se quejó sobre alguna cosa al azar y él no sabía a quién agradecer porque aquello parecía ser un milagro.
Su madre también le dejó llevarse el celular y pudo ir caminando al instituto con el ritmo de sus canciones favoritas resonando en sus oídos. Saludó a sus amigos con abrazos cariñosos que sólo fueron bien recibidos por HoSeok y rechazados por un avergonzado NamJoon, luego los tres entraron a las instalaciones, directo a pasar unas cuantas horas atrapados viendo un pizarrón y escuchando a alguien hablar de lo que sea. Aun así, prometía ser un día ameno, incluso había olvidado que esa semana también debía cumplir con el castigo.
¡Oh, el castigo! Lo recordó cuando se encontró con el conserje en uno de sus viajes al baño, le agradeció lo del otro día y este le comentó que logró convencer al director de levantar por completo el castigo, con la excusa de "no puede dejar que un mocoso haga mi trabajo", YoonGi casi se lanzó a abrazarlo como un koala pero el hombre se fue y se negó a la muestra de afecto.
YoonGi estaba feliz.
—Necesito llenar mi estómago con fideos o moriré —comentó NamJoon mientras lanzaba una queja al aire—. Tengo hambre~ —escondió sus manos en los bolsillos de su sudadera negra para frotar su estómago, HoSeok se colocó a su lado.
—Eso te pasa por olvidar desayunar —le recordó, como si el estómago rugiendo de Nam no fuese suficiente para eso—. Es la comida más importante del día, Joon.
El omega sólo bufó.
—Estúpida alarma —si esta hubiese sonado cuando debía, no se hubiera levantado tarde con cero posibilidades de comer algo antes de partir.
—Lo estaba guardando para más tarde, pero ten esto —le tendió una barra de dulce que sacó de su bolsillo, NamJoon la aceptó sin dudar y se la metió en la boca a penas quitó la envoltura.
—Te lo compensaré —le dijo con mitad de la barra dentro de su mejilla, HoSeok rió y negó con la cabeza.
YoonGi salió del salón, siguiendo a sus amigos mientras escuchaba su hermosa música desde uno de los auriculares, tarareando la canción de rap que sonaba con emoción mientras movía levemente sus manos, siguiendo el ritmo. A veces el alfa se creía un rapero exitoso, era divertido rapear sus canciones favoritas frente a un espejo mientras escuchaba a la multitud imaginaria gritar eufórica su nombre, pero él estaba seguro que no servía para eso si lo pensaba como algo serio para su vida.
La canción terminó y el playlist colocó una canción que empezaba con un violín siendo tocado con esmero, una melodía que haría a cualquiera cerrar los ojos para sentir y escuchar con atención la música, sin embargo, YoonGi estaba más concentrado en la manera de cómo Park JiMin caminaba sonriente con aquel violín de fondo, todo parecía estar yendo en cámara lenta, dándole un toque elegante, incluso imaginó brillitos alrededor de él, haciéndolo lucir mucho más lindo de lo que era. Una sonrisa boba se formó en su rostro; todo un alfa flechado por un lindo omega sonriente.
¿Lo mejor de la situación? ChanYeol no estaba con él.
HoSeok y NamJoon estaban lo suficientemente concentrados en su conversación acerca de cuáles eran los mejores fideos de ramen, como para darse cuenta que YoonGi se alejó de ellos a paso veloz, siguiendo al lindo omega rubio como un insecto a la luz.
—¡JiMin! —saludó completamente informal cuando llegó a su lado, el omega se volteó de inmediato y su cara de desconcierto pasó a una sonriente cuando se dio cuenta de quién era.
YoonGi de inmediato sintió impulsos de apretarle las mejillas entre sus grandes manos y decirle lo adorable que se veía sonriendo, luego besarle la nariz y repartir más besitos por todo su rostro. Ojalá que sus futuros hijos salieran parecidos a su lindo papi, con las mejillas regordetas y ojitos sonrientes.
Se sonrojó, otra vez estaba pensando cosas de más.
—¡YoonGi Hyung! —lo saludó igualmente, YoonGi amaba el honorífico—. ¿Qué hace por aquí? ¿No va a almorzar? —le preguntó genuinamente curioso, el alfa entonces se dio cuenta que estaban yendo en dirección contraria a la cafetería.
—Uh, eso venía a preguntarte, de hecho —mintió. Decirle que sólo se le había acercado porque era prácticamente atraído hacia él sería realmente extraño.
—No, hoy traje almuerzo y pensaba comer en otro sitio —explicó, entonces de la nada se miró a ambos lados como si fuese a cruzar una calle y acercó un poco al contrario. YoonGi pudo sentir su cara calentarse cuando se dio cuenta de que JiMin iba a susurrarle algo—. Me estoy escondiendo de Yeolie~.
Él no quería sonar como algún pervertido, pero casi se derrite -y no sólo de amor- cuando sintió el aliento de JiMin rozar su oreja. Seguro su cara estaba roja como un tomate, pero el bochorno no fue suficiente para negarle sus ganas de estar con el omega.
—¿Quieres compañía en tu escondite? —aquella pregunta salió de la nada, sus instintos que llamaban por el omega se encontraban actuando por cuenta propia.
—¡Seguro! —respondió de inmediato, sonriendo de esa manera que automáticamente pone tonto al alfa—, pero si Yeolie nos encuentra no sé qué pasará. ¿Está seguro que quiere venir conmigo? —agregó sinceramente preocupado por ese punto. YoonGi negó, intentando mostrar que no le tenía tanto miedo a ese alfa.
De igual manera, ¿qué es lo peor que podía pasar? No es como que ChanYeol fuese a matarlo, literalmente.
—¿Crees que haya muerto en mitad del pasillo?
HoSeok lo miró con espanto.
—Seríamos los peores amigos del mundo por dejar su cadáver ahí tirado —continuó, sus ojos fijos en la entrada. El beta le dio un golpe en el hombro.
—No digas eso.
NamJoon ignoró el reproche y miró por tercera vez la entrada de la cafetería; era raro que YoonGi tardara tanto, de hecho nunca lo hacía, siempre estaba revoloteando alrededor de ellos como un chicle. NamJoon le lanzó una mirada inexpresiva a su amigo y HoSeok suspiró con fastidio mientras sacaba su celular para mandarle un mensaje a YoonGi.
—Seguro está con ese omega enano —dijo, HoSeok se detuvo a mirarlo un segundo mientras pensaba a quién se refería.
—¿JiMin?
Él asintió, si no estaba siendo asesinado por ChanYeol, era posible que estar con JiMin fuese la única opción. Entonces el beta lo miró mal.
—Deja de referirte a él de manera ofensiva.
—"Enano" es un adjetivo, no un insulto —aclaró a pesar de que realmente había sonado como uno, entonces miró a su amigo e hizo una ligera mueca con los labios—. Y sin embargo, ¿qué podría decirle? El niño es perfecto —viró los ojos.
La manera y el tono que tenía NamJoon de referirse a JiMin ponía un poco preocupado a HoSeok, pero no pudo decir nada; JungKook apreció con su bandeja de comida en mano y una linda sonrisa en su rostro.
—Hola —saludó, sentándose.
—¿Recordaste que existimos? —preguntó Kim de inmediato y HoSeok le dio un pequeño golpe en el hombro; su manera de hablar ese día estaba siendo particularmente odiosa, seguro por su incidente con la alarma.
A JungKook, sorpresivamente, no pareció molestarle, su sonrisa amistosa no se borró.
—Mi grupo y yo acabamos de terminar el trabajo grupal, también tuve un par de exámenes estos días, y he hecho un par de amigos. Aunque creo que me siento más cómodo con ustedes —dijo sincero, HoSeok sonrió en grande, realmente conmovido. JungKook miró al par unos segundos y frunció el entrecejo—. ¿Y dónde está YoonGi Hyung?
—Eso nos preguntamos —respondió el omega, cruzándose de brazos sobre la mesa—. Uno de nosotros tiene que quedarse a cuidar el puesto mientras otro va a comprar, pero esta vez queríamos ir HoSeok y yo —señaló a Jeon y luego a la mesa—, ¿nos haces el favor?
—Seguro —asintió mientras ambos se levantaban, sus palillos en mano listo para comer—. Si veo a Hyung le diré que estamos aquí.
Nam asintió y se fue con HoSeok.
Ambos se acercaron a la fila de estudiantes que conversaban o sólo esperaban su turno para comer algo, la cafetería siempre estaba llena de gente estresante que no paraba de parlotear o hablar alto y HoSeok se colocó a un lado del omega, tomando la manga de su sudadera como reflejo. NamJoon lo observó por un segundo, pero no dijo nada. Su espacio personal era algo realmente importante para él pero HoSeok lucía un poco nervioso por la ausencia de YoonGi, entonces lo dejaría sostenerlo, al menos ese día.
Avanzaron un par de puestos antes de que al beta se le ocurriera hablar.
—¿Estás usando el aerosol que te compré?
La pregunta tomó por sorpresa a NamJoon pero fue capaz de responder rápido, quizás mucho más rápido de lo necesario.
—Sí.
Jung automáticamente lo miró con ojos brillantes.
—¿En serio?
Asintió, evitando sus ojos y el formular palabras. HoSeok entonces hizo un pequeño sonido de victoria y se acercó más a su cuerpo, NamJoon pasó saliva.
—¡Estoy tan feliz! Este será el primer paso a una vida mucho más saludable —habló con convicción, el omega se sintió más culpable—. Cuando se te acabe puedo comprar más.
—No es necesario —negó de inmediato—. Estoy bien así, yo puedo cubrir mis gastos.
Ambos avanzaron otro puesto.
—Es que me emociona —rió de esa manera encantadora típica de él, NamJoon volvió a desviar la mirada y recordó entonces el lugar en donde había dejado el aerosol, sin usar—. Me asusté mucho cuando vi los efectos de los supresores, si a ti te sucede algo no sé lo que...
—HoSeok —lo llamó, estaba dispuesto a pedirle que zanjara el tema, una extraña sensación de ansiedad lo estaba invadiendo y tenía que espantarla—, agradezco que te preocupes por mi, pero...
Entonces su celular empezó a vibrar y HoSeok lo sacó mientras miraba con curiosidad la pantalla, en ella se vislumbraba un nuevo mensaje. Era YoonGi. Nam leyó el mensaje cuando el celular fue girado a su dirección y chasqueó la lengua. No podía creer que en serio se hubiese preocupado por el idiota de Min.
«JiMin y yo estamos buscando un lugar para almorZAR JUNTOS. JUNTOOOOOS. NO ME HABLEN, ESTOY ENTRANDO EN PÁNICO JFKSLDFJS».
Avanzaron otro puesto y NamJoon estaba de malhumor otra vez.
—Me parece tierno —escuchó decir a HoSeok.
—Es estúpido —declaró, viendo como su amigo mandaba un mensaje como respuesta, seguramente dándole apoyo, y volvía a guardar el aparato.
El beta le dio un golpecito en el brazo.
—Hoy estás demasiado gruñón, más de lo normal —se quejó—, al menos alégrate de que a alguno de los tres nos va bien en las relaciones —comentó con ironía, cruzándose de brazos.
NamJoon se rió sin ganas.
—Como si yo estuviera igual de desesperado por una relación —murmuró.
HoSeok abrió la boca, pero no dijo nada. Era inútil discutir con el más alto, mucho menos cuando estaba de malhumor, y él no era como YoonGi, simplemente no podía bromear con NamJoon usando cosas que lo incomodaban, es decir, ambos se conocían desde mucho antes, entre ellos existía un poco más de confianza que les permitía ser exageradamente bromistas si querían, HoSeok no se sentía suficiente para entrar en esa categoría.
Cuando ambos tuvieron sus bandejas con comida en las manos, se dieron la vuelta para caminar hacía su mesa y NamJoon enarcó una ceja cuando vio a un intruso sentado, conversando con JungKook. HoSeok casi se resbala por el brinco que pegó cuando también se dio cuenta de la nueva presencia y se escondió detrás del más alto.
—¿Q-Qué hace ahí? —preguntó con un hilo de voz, sonrojado hasta las orejas. NamJoon se encogió de hombros.
—Averigüémoslo —empezó a caminar.
HoSeok casi chilló en reproche, incluso consideró decirle que se fueran a otra mesa pero lo siguió, escondiéndose detrás de él en todo momento. Aún estaba demasiado avergonzado por su anterior encuentro en la cafetería; luego de apoyarse sobre su hombro, se alejó lo más rápido posible y se tropezó con algunas sillas en el medio, cayéndose. Incluso escuchó las risas de algunas personas, fue demasiado para soportarlo y huyó, NamJoon lo siguió y lo siguiente que supieron fue que YoonGi estaba siendo castigado por el director.
Ver a TaeHyung a la cara era toda una hazaña para él en ese momento.
—¡Hola! —escuchó la gruesa voz del alfa.
—Hola —saludó NamJoon primero y Tae miró a quien se escondía detrás del omega, esperando un saludo, pero Joon siguió hablando—, no es por sonar grosero pero ¿puedo preguntar qué haces aquí? Se supone que tu te sientas por allá —miró de soslayo una mesa en donde yacían un par de alfas con caras bonitas y varias omegas sonrientes.
—Simplemente quería sentarme aquí —se rascó la nuca—, la última vez no me quedé mucho tiempo y Kookie me invitó —señaló al alfa.
—Ese es uno de los amigos que hice —alardeó JungKook.
«Fantástico» lloriqueó mentalmente HoSeok.
—Estábamos hablando sobre la fiesta de ChaeYoung, ¿ustedes irán? —otra vez, su mirada viajó hacia la persona escondida.
NamJoon se encogió de hombros pero no se apartó, no dejaría que Tae mirara a HoSeok si este no quería ser visto.
—No lo sé, ¿eso es todo?
—NamJoon, deja de ser tan grosero —se quejó el beta con un hilo de voz, saliendo de su escondite. Por un segundo, sus ojos encontraron a los de Tae y se sonrojó furiosamente—. H-Hola...
—Hola —sonrió, mostrando esa sonrisa única que ponía tonto a HoSeok—. ¿Escuchaste sobre la fiesta? Dicen que será genial.
HoSeok asintió lentamente sin ser capaz de formular alguna frase coherente que no tuviera que ver con lo bonito que era TaeHyung y se sentó a su lado, separándose de él por unos centímetros. NamJoon imitó el gesto y se sentó al lado de JungKook, este se inclinó un poco sobre la mesa para seguir hablando.
—A mi me suena divertido, deberíamos ir.
—No creo que papá me deje ir —le dijo, un pequeño puchero formado.
—Pues insiste —su voz sonó un poco distorsionada por el pedazo de sándwich que tenía en la boca, JiMin rió enternecido por las mejillas llenas del alfa y buscó una servilleta—. Todos van a ir, y ya estás grandecito para que no te dejen ir a fiestas —insistió, JiMin soltó una risita.
—Hyung, primero termine de masticar —limpió un poco de comida que había en la comisura, justo como lo hacía con ChanYeol cuando este se ensuciaba y YoonGi sintió su cara explotar en calor—. Uh —parpadeó—, ¿Hyung? ¿Está bien?
—S-Sí, es que... —pasó saliva y le dio otra mordida a su comida—, el sándwich está delicioso —sonrió con pena.
¿Por qué YoonGi se encontraba comiendo, si en ningún momento fue a la cafetería? Porque Park JiMin era un pequeño sol que llevó dos sándwiches y le entregó uno al alfa cuando escuchó el primer gruñido de su estómago. YoonGi en ese momento confirmó su ideal de que JiMin era el perfecto partido para casarse, tener muchos hijos y envejecer juntos.
Ambos estaban sentados en la azotea del edificio, quizás no era el mejor lugar para considerarse como escondite ya que podían ser descubiertos y castigados, pero nadie del cuerpo estudiantil se atrevía a ir hasta ese lugar cuando era hora del almuerzo; la mayoría prefería quedarse en los salones, la cafetería o en la parte trasera del edificio para besarse. Es importante aclarar que el dueño de la idea era JiMin y no YoonGi, sin embargo, si alguien los encontraba, el alfa sería señalado como el culpable. Aunque él no estaba realmente asustado por ese hecho.
—De cualquier manera, deberías intentar preguntarle sobre la fiesta, si Chan te cuida no creo que haya problema con tu padre —continuó, no era mentira decir que quería ver a JiMin en algún otro sitio que no fuese el instituto, usando ropa informal y no el uniforme de todos los días—. A pesar de que ChaeYoung no es completamente "seria", sus fiestas no son como esas que ponen en las películas americanas. No deberías preocuparte por borrachos locos, si los hay, ella hace que sus hermanos lo echen.
JiMin hizo una mueca pensativa.
—Si voy... —sus ojos se fijaron en los de YoonGi—, ¿usted estará ahí?
—Por supuesto —asintió, sonriendo cuando se dio cuenta de que realmente JiMin quería su presencia en ese lugar también, su alfa aulló contento—. Hasta donde tu hermano me permita estar, supongo —su sonrisa bajó un poco, aquello era un pequeño precio a pagar.
JiMin apretó sus labios y miró su sándwich, pensando. Ambos estaban sentados uno al lado del otro, apoyados sobre una pared, bastante cerca del contrario. A YoonGi no se le hacía difícil ver las pequeñas pero tiernas muecas que hacía omega, lo estaba disfrutando mucho.
—Podemos intentar escondernos, como hoy —se inclinó un poco hacia él, su voz sonaba un poco emocionada y baja, como si le estuviera contando un secreto.
—¿Qué? —parpadeó y sintió su cara calentarse de nuevo.
—M-Me gusta pasar tiempo con usted —confesó atropelladamente, o al menos sonó como confesión. Se relamió los labios y rió un poco avergonzado—. Usted es divertido y mejor compañía que mi hermano, también me siento realmente cómodo, y aunque nos quedemos callados de repente también es cómodo.
El corazón del alfa sonaba tan fuerte que tenía miedo de ser escuchado por JiMin, sin darse cuenta, ambos estaban inclinados hacia delante, sus manos podían rozarse sobre el piso de la azotea.
—Yo me siento exactamente igual —rió, pero sonó más como jadeo. De alguna manera, lo sentía como si estuviese confesando sus sentimientos.
—¿Sí? —lo miró con ojos redondos, entonces su mejillas se encendieron igualmente. Una risita nerviosa escapando de sus labios—. Eso es genial.
YoonGi asintió, de acuerdo.
—Sí, es g-genial... —no sabía qué más decir.
Ambos se sonrieron y bajaron la mirada al suelo antes de volver a fijarse en los ojos del otro. YoonGi sintió su cuerpo entero sentirse nervioso, su corazón latiendo eufórico y sus pensamientos girando como tornado sobre la idea de que sus dedos y los de JiMin estaban a nada de tocarse, quizás podrían enrollarse y terminar con sus manos entrelazadas en un gesto adorable que los haría evitar la mirada del otro.
Pero ese pequeño gesto no ocurrió.
La puerta se abrió, resonando con fuerza por lo gastada que estaba, rechinando como anuncio de la llegada de un extraño y YoonGi sintió que su alma caía al suelo, la idea de que podía ser ChanYeol lo hicieron alejarse de JiMin y levantarse del suelo listo para salir corriendo o morir.
Soltó el aire acumulado cuando vio al conserje, el hombre frunció sus cejas.
—Este lugar está prohibido —anunció lo obvio, JiMin se levantó y se paró al lado del alfa, un poco asustado—, podían haberse quedado encerrados aquí, tienen suerte de que me detuviera a revisar. Y tú —miró a YoonGi—, me decepciona haberte sacado de un castigo y ver que ya estés buscando otro —el alfa se encogió en su lugar.
—Lo siento...
—No —se apresuró JiMin—, f-fue mi idea, él no....
—Da igual —suspiró y se apartó de la puerta—, largo, busquen otro lugar para besarse —las caras de ambos volvieron a estallar en rojo y empezaron a balbucear negaciones sobre ese hecho, tropezando con las palabras y haciendo ademanes, el hombre viró los ojos—. Si no se van ahora mismo, le avisaré al director.
De inmediato tomaron sus cosas y bajaron rápidamente por las escaleras. El conserje sólo se mantuvo observando como la pareja corría, él no era idiota, ellos se traían algo.
Cuando el par estuvo a salvo, en un pasillo cercano a la salida, se volvieron a mirar y se sonrieron con pena.
—Lo siento —murmuró JiMin, apretando las correas de su mochila.
—No tienes que disculparte —negó de inmediato—, está bien —hizo un ademán con su manos, como si no fuese la gran cosa.
—Pero casi se mete en problemas —puchereó.
—Tú también te ibas a meter en problemas —razonó, JiMin se cruzó de brazos.
—Pero sería lo justo, la idea fue mía.
—Pero yo no sería un buen alfa si dejara a un omega en peligro —dijo con convicción, asintiendo como si fuera firme creyente de eso.
—Usted no me estaba dejando en peligro —se rió y negó con la cabeza—, un castigo no es la gran cosa.
—Nos iban a castigar a los dos, de cualquier manera —reacomodó su mochila sobre su hombro y JiMin hizo una mueca pensativa.
—Entonces el castigo no sería tan aburrido —sonrió ligero, colocando sus manos detrás de su espalda, luciendo adorable.
YoonGi bajó la mirada un poco, avergonzado, y le sonrió de vuelta. Su mano apretó la correa de su mochila, esperando descargar todas sus emociones de alfa-flechado con ese gesto.
—Comienzo a pensar que me ves como un payaso~ —refutó con voz baja, aún avergonzado pero intentando que no se notara para no hacer incómodo el ambiente
—¡C-Claro que no! —sus mejillas se encendieron, ahora lucía arrepentido. YoonGi se carcajeó por la reacción, JiMin era demasiado adorable para su salud—. ¡No crea eso, yo jamás...!
JiMin era la cosita más adorable sobre la faz de la tierra.
—¡Tan lindo~! —soltó automático y apretó una de sus mejillas con ligereza.
La cara de JiMin se puso más roja y entonces, cuando se dio cuenta de lo que había hecho, la de YoonGi también se calentó.
Ambos se quedaron callados por un par de segundos.
—¿D-Dijo que soy... lindo? —preguntó con un hilo de voz.
Los ojos atentos del omega estaban fijos en su persona, YoonGi podía sentir sus piernas temblar y corazón latir tan rápido que tuvo la sensación de que se le saldría del pecho, o que podría sufrir un ataque cardíaco ahí mismo, ¡él era demasiado joven (y no había besado a JiMin todavía) como para morir!
—¿Sí? —dudó.
—¿Sí?... —frunció sus cejas, extrañado por la respuesta.
—¡Sí! —anunció, apretando sus puños.
JiMin parpadeó.
—Oh... —murmuró y apretó sus labios, entonces se colocó sus manitos sobre sus mejillas, comprobando su calor, y bajó la mirada al piso, estaba demasiado avergonzado ahora.
YoonGi se relamió los labios, ansioso, su lobo pidiéndole hacer algo más para acercarse al omega.
—También eres tierno —dijo, JiMin lo miró, aún no había apartado sus manos de sus mejillas—, m-mucho.
JiMin juraba que podía sentir a su omega correr de felicidad.
—¿L-Lo dice en serio?
YoonGi no sabía por qué, pero el ambiente se había tornado más dulce de repente. El aroma de JiMin estaba atacando su nariz de una manera deliciosa y su alfa no tardó en responder.
—Demasiado en serio —se rascó la nuca mientras desviaba la mirada, una risa nerviosa escapó—. Debes pensar que soy un raro o algo así —aquello sonó más bajo de lo que esperó.
El rubio volvió a bajar la mirada y, luego de un par de segundos, abrió sus labios para decir algo más.
—¡JiMin!
El omega se giró al llamado, bajó sus manos y miró el momento exacto en el que YoonGi salía corriendo. Sus cejas se arquearon en tristeza mientras veía al alfa alejarse y ni siquiera prestó atención cuando ChanYeol se detuvo enfrente de él.
—¿Estás bien? ¿Ese imbécil te hizo algo? —insistió saber, molesto, se sentía como el peor hermano del mundo por no haber dado con su paradero desde el inicio del descanso.
Notó entonces las feromonas esparcidas por la zona, no sólo las de YoonGi, sino también las de JiMin. Gruñó, ahora más molesto, no quería ni imaginarse lo que hubiera ocurrido si no llegaba a tiempo y sintió a su alfa exigir pelea para defender a su familia, ¡no podía permitir que algo como eso ocurriera de nuevo!
Sin embargo, justo cuando se preparó para ir directo a por YoonGi, JiMin lo empujó. La fuerza del omega no se comparaba con la del alfa, ni siquiera había logrado moverlo más de un par de centímetros, pero fue suficiente para llamar la atención de su hermano.
—¿Qué sucede? —preguntó de inmediato.
—Estoy bien —murmuró con resentimiento.
—¿Seguro?
Asintió, evitando fruncir más sus cejas.
—JiMin, si él te dijo o hizo algo tienes que decírmelo —recordó, el omega estaba harto de esa frase; YoonGi no hacía absolutamente nada malo en su contra.
—Ya lo sé —lo miró molesto y se dio media vuelta, su hermano no dudó en seguirlo.
—¿Ahora me puedes decir en dónde estabas? Llevo buscándote desde...
—Te digo después, ahora no quiero hablar, tengo sueño —soltó lo primero que se le ocurrió y caminó más rápido.
—JiMin, por favor —insistió, sonó casi desesperado—, no puedes alejarte de mí, no te puedo dejar desprotegido, quien sabe lo que puede pasar.
Y JiMin se preguntó con frustración cuándo sería el momento en el que su hermano sería capaz de superar el pasado.
YoonGi se detuvo cerca de algunos casilleros cuando pensó que estaba a salvo, aprovechó el momento para tomar aire y se giró para asegurarse de si ChanYeol lo estaba siguiendo. Cuando no vio a nadie por los alrededores se permitió suspirar con calma y se sentó en el suelo para recuperar energías. Algunas personas empezaron a caminar por el pasillo, concentrados en su cosas y YoonGi se cruzó de piernas, ahora mismo, se sentía como un alfa inútil.
Había dado un paso hacia delante en lo que respecta su pequeña relación amistosa con JiMin y luego había huido. A pesar de que realmente no fuese su culpa, si no su instinto de supervivencia que le decía que no quería morir a manos de ChanYeol, sus otros instintos, aquellos que viajaron con sus lobos a través de los siglos, lo reprendieron. Su lobo molesto, aullaba por el omega y él estaba sentado en el pasillo del instituto, lamentándose.
Suspiró con cansancio, se levantó y caminó lentamente por el pasillo. La campana que indicaba el inicio de una nueva clase sonó y viró los ojos, cambiando la dirección a su aula de clases. Le falta aguantar el resto de aquel medio desastroso día, un día que había empezado realmente bien, ¿por qué la mala suerte le perseguía?
Miró el interior de su salón cuando llegó a su destino y frunció sus cejas cuando las caras de sus amigos no aparecieron por ningún lado, miró nuevamente el pasillo y los divisó caminar uno al lado del otro, JungKook hablándole a NamJoon de algo y HoSeok mirando al piso, sorpresivamente, TaeHyung estaba al lado de JungKook para apoyar la conversación. Se le hizo raro, ¿desde cuando ellos se juntaban?
—Miren quién apareció —anunció NamJoon cuando sus ojos lo encontraron, él enarcó una ceja y sonrió ladino, el omega no le correspondió el gesto.
—¿Cómo te fue? —preguntó rápidamente el beta, él parecía querer huir de la situación con TaeHyung.
YoonGi se encogió de hombros.
—Bien. supongo, luego apareció ChanYeol pero sigo con vida —la mirada preocupada de HoSeok se relajó y despeinó los cabellos del beta en un gesto cariñoso—. ¿Ustedes son amigos ahora? —señaló al trío restante.
—Vaya interés —soltó el omega y se metió al aula, YoonGi lo miró por un segundo antes de dirigir su mirada a HoSeok.
—Ha estado así todo el día —suspiró.
—Seguro es porque no desayunó a la hora y porque no me quedé con ustedes —miró hacia el interior y lo encontró fácilmente—, ¡no sientas celos, mi amor!
NamJoon le mostró su encantador dedo corazón mientras articulaba un insulto con sus labios, YoonGi se carcajeó y regresó su atención al par más joven.
—Ustedes dos deben ir a clase —Jeon hizo un pequeño puchero.
—Hyung, ¿dónde estaba metido? —ladeó su cabeza, curioso.
—Por ahí, muriéndome —respondió con simpleza—. Gracias por estar con mis dos bebés mientras iba a morirme, por cierto —Jeon se carcajeó y el alfa peli-gris sonrió encantadoramente.
—¡"Bebés" tu puta madre! —reprendió NamJoon desde su asiento, YoonGi se preguntó si tenía oído super-desarrollado. HoSeok estaba rojo hasta las orejas.
—Fue un placer —asintió Tae.
—Nos vemos luego —se despidió Jeon
Ambos alfas se fueron a sus respectivos salones y YoonGi entró al suyo junto con HoSeok, minutos después, el la profesora de inglés entró por la puerta dispuesta a dar un pequeño repaso para el examen de la semana siguiente. Sin embargo, YoonGi estaba más concentrado en escribir y lanzarle un papel a NamJoon.
Cuando este lo vio, le lanzó una mirada mordaz a YoonGi y él hizo ademanes para que lo leyera. Virando los ojos, Kim abrió el pequeño papel mal doblado.
"HoSeok me dijo que estás de malhumor, ¿todo bien?"
Le miró por un segundo, YoonGi fingía prestar atención. NamJoon suspiró con fastidio y empezó a escribir.
"Oh, wow. Te interesa."
Cuando el alfa leyó la respuesta, sus cejas se fruncieron en una mueca entre la preocupación y dolor, NamJoon vio de reojo como Min escribió una respuesta un poco más larga mientras se mordía la punta del pulgar.
"No seas así, sólo me fui por hoy, si sucede de nuevo les avisaré o algo, no seas tan malo conmigo, sabes que me lastimas el corazón cuando te comportas así:c"
NamJoon no podía creer que YoonGi fuese un alfa tan meloso.
"Qué pena por ti."
"¡Yah! ¿Todo está bien o no?"
Suspiró y miró a YoonGi. HoSeok era el único se prestaba atención a la clase, sentado en medio de ambos y completamente ajeno a la conversación, NamJoon formó una mueca con los labios cuando sus ojos se encontraron con los del peli-azul luego de que el beta se inclinara un poco hacia delante en busca de una mejor vista de la pizarra y el alfa lo miró sinceramente preocupado, NamJoon entonces pensó que debería ser un poco más suave.
"Sí, supongo, todo está bien"
YoonGi lo miró con sospecha luego de leer, analizando la respuesta. El omega le sonrió con cansancio. De alguna manera, NamJoon consideraba que YoonGi no podía tener la culpa de sus malhumores repentinos.
"¿Seguro?"
"Sí, ahora deja de mandarme notas y presta atención o reprobarás"
"¡Sí, señor!"
Ambos regresaron su atención a la profesora y NamJoon ensanchó su sonrisa cuando vio la mirada confundida de YoonGi en el momento que la mujer comenzó a explicar en inglés. Ya podía imaginarse al alfa pidiéndole tutoría, HoSeok se animaría también y los tres estarían en la casa de YoonGi con planes de estudiar arduamente, aunque al final se convirtiera en una noche de anécdotas tontas, chistes y flojera. Finalmente, ambos le pedirán las respuestas durante la prueba y él se las daría de todos modos.
Quiso reírse de sí mismo, ¿qué tan predecibles podían ser?
Y sin embargo, él estaba perfectamente bien con eso.
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