❝ Capitulo Uno ❞

Era de noche. El aire fresco golpeaba mi rostro, amaba mucho las caminatas por las noches. Me hacían sentir tranquilo, sin preocupaciones, como si todas mis responsabilidades desaparecieran por aquellos momentos. Oh, mi parte favorita de la noche, esa hermosa luz de la bella luna, me inspira tanta tranquilidad y paz.... Adoro la noche.

Ah..._ Soltó un suave suspiro, sonriendo triste, pues nuevamente su "descanso" estaba por acabarse, estaba a una cuadra de su hogar, donde probablemente lo esperaba su linda madre.

Lamentablemente, su madre tenía una enfermedad, que si no era atendida por medicamentos o tratamientos probablemente sea mortal. Por eso iba a trabajar cada tarde, para poder juntar el dinero suficiente para los medicamentos de su madre.

"shh..." oh no.... Fue lo último que alcancé a escuchar, antes de sentir un punzante dolor en la espalda baja, sabía que se trataba de una jeringa, probablemente con alguna droga, pues sentí mi cuerpo demasiado flojo y cansado, sentí que me iba cayendo, de no ser porque aquella persona me cargó en su hombro.

...

Claramente la droga no duraría tanto tiempo. Desperté y vi todo oscuro, ni siquiera alguna pizca de luz, solamente el frío y vacío color negro. Bajo mio sentía un movimiento. Seguramente estaba en la cajuela de algún auto. Realmente no me importaba demasiado ser secuestrado, sinceramente quería ser libre y acabar con todo mi estrés. Mi única preocupación fue mi madre.

—aquí está_ Se escuchó una voz grave y muy varonil, no pude evitar estremecerme, sentí miedo, lo admito.

No tardaron mucho en abrir la cajuela, y al sentir la luz me di cuenta que tenía una bolsa en la cabeza, con textura de costal. No podía ver nada más que la tela y algunas sombras por ahí y por allá. De pronto, sentí que alguien me tomaba en brazos, sentí un escalofrío, pues me cargó con demasiada facilidad que me asusté un poco. Igualmente no puse resistencia, no era idiota, sabía que me harían algo, igualmente no podía hacer mucho tenía pies y manos amarradas, incluyendo, claro un pedazo de cinta en mi boca, impidiendome comunicarme.

—Perfecto...~_Se escuchó al fondo una voz juguetona y burlona, sentí como aquellos sujetos que me cargaban dejaban de caminar y lentamente me bajaban hasta el suelo, obligándome a acostarme bocabajo, Sin intención me pegué en la barbilla, pues al momento no pude detener el golpe por mis manos amarradas. Y finalmente me quitaron aquel costal de mi cabeza y logré divisar a dos hombres con traje, uno de cabello castaño y otro de cabello azul, ambos mirándome a mi.

Hola, Trollino~_Dijo juguetón uno de los chicos, más especificamente el peliazul, Inconscientemente lo miré mal.

Vi como sus siluetas caminaban en dirección mía, sudé frío por el miedo y sentí como uno de ellos me arrancaba con fuerza la cinta, me dolió, pero igualmente no me iba a dejar vulnerable ante ellos, obviamente no pude evitar soltar un lagrimeo.

¿Quienes son ustedes? ¿Y que carajos hago yo acá?_Pregunté, en estos momentos no me importaba en lo absoluto la amabilidad, no me iba a mostrar pasivo ante ellos, sabía que se aprovecharían de ello si lo hacía.

Wow, que amable eres príncipe._Soltó entre risas el castaño, viendome con una sonrisa divertida, a lo que yo solté un gruñido, me sentía como un perro, pero me era inevitable.

Respondan._Dije en seco, necesitaba estar con mi madre, ella era mi única importancia en estos momentos. Seguramente estos tipos notaron mi preocupación.

Ouh que vinagrito, bueno, Yo soy TimbaVk y El es Invictor_Al oir su nombre el castaño sonrió y sacudió su mano con una ligera elegancia.—Estás aqui por razones que no puedes saber aún. Y si te preguntas por tu madre, no te preocupes, lindo, nosotros ya le dimos su medicamento de hoy._Dijo restándole importancia, sinceramente a él le daba igual cualquier ser de esta tierra, pero al ver la preocupación de su hermoso azabache no pudo evitar conmoverse y hacer algo bueno.

Al oir eso el oji azul soltó un suspiro de alivio, se sintió feliz y a la vez mal, pues quizás ya no volvería a ver a su madre, lo cual le dolía. Unos segundos después el castaño lo cargó como si fuera un costal de patatas, no le dio tanta importancia pero internamente se sentía avergonzado.

Después, lo llevaron a una habitación, entraba poca luz y se veía bastante bien. Próximamente lo bajaron y lo sentaron en la cama, el colchón se sentía de lo más cómodo y agradable. Podría dormir ahí por el resto de su vida.

Bien, es momento de “Las reglas”._Dijo con seriedad el peli azul, quien lo tomó del mentón, logrando que el azabache lo mire.

Atentamente el azabache lo miró, su nerviosismo le ganaba, estuvo a punto de decir algo pero su conciencia no se lo permitió.

regla número uno. "no intentes huir" Si lo haces habrá graves consecuencias. Dos. "No te entrometas en cosas que no te incumben" Esto puede llegar a ser mortal. Tres. "Jamás entres a una habitación que no sea la tuya sin nuestro permiso" puede suceder algo peor que un simple castigo._ Y así siguió diciendo cada una de las reglas, algunas no tan importantes, como el horario de trabajo, comida, etc._ Y por último. Regla número Diez. "Obedecernos" Oh, esta es demasiado obvia, Tu deber será obedecer cada una de nuestras peticiones, y si no lo haces, ve despidiendote de ti y tu madre~_Finalmente dijo la última regla, algo que ofendió bastante al azabache, esos sujetos si que eran unos gallinas, se atrevían a lastimar a alguien más por sus actos. Eso era injusticia, pero obviamente a aquellos tipos les daba completamente igual la justicia.—Quedó claro?_ Asintió—Bien. Ven, te llevaremos con tus compañeros de trabajo_ Seguido de esto, lo volvió a cargar y lo llevó a una sala, miró como el peli azul silvaba de una manera extraña, supuso que era el llamado a sus trabajadores.

Bien, conozcan a su nuevo compañero_Dijo el peli azul, para que después el castaño me bajara y me pusiera en frente de seis personas.

Bienvenido, Me presento, soy Mikecrack, es un gusto conocerte._Dicho esto hizo una reverencia, con total respeto y elegancia, algo que atrajo al azabache.

Bienvenido, soy Sarah es un gusto conocerte, cielo_Una señorita joven de quizás unos veinte años. Sinceramente era hermosa. Hermoso cabello largo y liso de color marrón claro, ojos verdes lima y unos hermosos labios medianos y rosados

Bienvenido, corazoncito_Una señora ya un poco anciana se presentó, Instintivamente sintió mucha ternura y además miedo de que algo le pudiera pasar a aquella dulce abuelita.

Igualmente todos los demás se presentaron de forma educada y amable. Y vaya que había personas de muchos tipos, pelirojos, rubios, castaños, peli negros, peli naranjas y cabellos teñidos de otro color. Incluyendo cabello con canas.

...

Pasan los minutos y "sus nuevos jefes" le dieron un uniforme demasiado vergonzoso, tenía figura de vestido de maid, algo que no le agradó mucho, pues para él esos vestidos eran estúpidos, peovocativos y además eran muy expuestos.

¡Ni loco pienso ponerme esto!_Negó por teecera vez, La paciencia de ambos se estaba agotando.

¡Tienes que ponertelo! ¡ES TU TRABAJO!_Le gritó el peli azul, finalmente colmó su paciencia, su voz sonaba intimidante y dominante. Aveces amaba usar ese tono pues siempre que lo usaba podía lograr hacer sumiso hasta al chico más fuerte y grandulon.

El azabache no se inmutó ni un poco con esa voz, estuvo tan acostumbrado a gritos y regaños que se hizo inmune a intimidarse por eso. Algo que sorprendió mucho al oji gris. Pero claro, también le llamó demasiado la atención. Terminó optando por ponerse el estúpido traje, pues sabía que si no lo hacía llegaría a mayores y pasarían cosas feas. Cosa que no le agradaba demasiado.

carajo..._maldijo en voz baja, a vista de otros parecía un perrito regañado, su ceño fruncido y su boca ligeramente encurvada hacia abajo.

Y así, se fue a los vestidores, para ponerse el traje tan extrañamente provocativo. Y cuando salió, atrajo más de una mirada (además de las de Víctor y Timba, claro) ¿cómo era posible que le quedara tan bien? Le hacía un cuerpo increíble.

—T-Te vez bien..._Habló repentinamente una voz detrás de sí. Cosa que le hizo dar un pequeño salto por el repentino ruido. Estaba tan concentrado haciendo su trabajo que no se dio cuenta que alguien había llegado.

—Ah? Gracias! Realmente yo me siento estúpido_Agradeció, Aunque si, verdaderamente se sentía incómodo y sentía que se veía como un completo imbécil.

—Para nada! Te ves divino..._Por fin reconoció la voz, era de Mike, giró para verlo y notó un pequeño sonrojo en su rostro, se sintió halagado, y a la vez se sintió bonito.

—Gracias Mike_Sonrió de una forma cálida, para después seguir con lo suyo, sería un largo día de trabajo duro y de cansancio.

...

Finalmente terminó todo lo que tenia que hacer, tenía tantas ganas de ir al baño. Que no se aguantó más.

—Mike! Sabes donde queda el baño?_Preguntó haciendo un "baile" extraño, moviendo su pierna de arriba a abajo.

—Ah, sí, está por allá_Apuntó a una dirección, donde había una puerta blanca.

—Gracias!_Agradeció lo más rápido que pudo, su vejiga explotaría si no iba de inmediato.

Llegndo al baño se dispuso a hacer sus necesidades, sintiendo ese placer de liberación. Estando a punto de jalar la cadena, de la ducha sale el castaño de ojos verdes, con solo una toalla cubriendo de su cintura hasta un poco antes de sus rodillas. No pudo evitar sonrojarse, por la vergüenza, es verdad, había entrado sin tocar la puerta, sin saber si estaba ocupado o no. Por dios! Era demasiado distraído!

—L-Lo siento! No sabía que estabas acá! Y-Yo_Se apresuró a disculparse, la vergüenza lo estaba matando lentamente.

—Wow... Tranquilo, no pasa nada, pero, estando aquí no quieres bañarte conmigo~?_Preguntó sarcásticamente, con ese característico tono juguetón. Acercándose al azabache poniendo su cabeza en el huco del cuello y el hombro.

Trolli chasqueó la lengua, sintiendo un escalofrío al sentir el cabello mojado de Invictor en su piel.

—Hueles bien..._Dijo, oliendo ese aroma que le parecía delicioso. Y sin pensarlo lamió esa parte de su cuello. Causándole un jadeo al azabache.

Y sí, mordió ligeramente esa parte, lo suficiente para dejarle una marca que probablemente se borre en un par de horas.

—¡Oye! ¿Por qué hiciste eso?_Preguntó con el ceño fruncido.

—¡Porque sí!

—...

—Jaja

—Me voy.

Y así, salió del baño, con un extraño sabor, entre nervios de chico enamorado y asco de querer vomitar por la mordida.

Omg decidí reescribir esto porque alch había quedado bien feo 😃

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top