Cuando quedó claro que estaban solos, Hongbin reunió valor con una larga respiración antes de dar la vuelta hacia su amigo.

La peor herida era la mordida en su costado, heridas agrandadas por el movimiento de desgarre que había hecho su enemigo y por la transformación en humano, ni siquiera habían dejado de sangrar. También estaba la mordida de su hombro izquierdo y los tres largos arañazos de su hombro que subían hasta casi su mejilla. El mayor estaba luchando por sentarse en aquel momento, por lo que de inmediato Hongbin se inclinó para sujetarlo.

—Hey, tranquilo, no te muevas, necesitamos revisar primero tus heridas.

—No, no es, no hay tiempo, necesitamos movernos, tal como ese extraño bicho nos dijo.

—Hyung...

—No hay tiempo, en este estado no puedo defenderte, Hongbin, debemos huir.

Hongbin estaba desesperado, aquello era cierto pero tenía miedo por su amigo, y por su padre, y por todos.

—Sabes que convertirte en lobo abrirá aún más las heridas ¿verdad?

—Lo sé bien, pero así podré moverme mejor. No pongas esa cara, sé que se ve feo, y te aseguro que duele como el infierno, pero puedo resistir. Recuerda que nuestra naturaleza es más resistente que el resto.

Al menos su voz había dejado de temblar, aunque el omega no podía estar seguro de si su amigo en verdad se sentía algo mejor o solo estaba actuando para convencerlo.

—No hay tiempo que perder. Además, deberemos dar una vuelta para llegar al otro lado del riachuelo, necesitamos ocultar el olor de mi sangre.

Antes de que pudiera alegar nada más, Hakyeon se alejó un poco para poder ponerse de pie.

—Solo, hay algo que necesito hacer antes de irnos, ven —pidió Hakyeon.

Hongbin se había mantenido sujetándolo, para darle apoyo aún cuando se levantó. De pronto el mayor lo abrazó, dejando que su brazo derecho lo rodeara por el hombro y su cabeza se recargara en su hombro. Supuso que solo estaba buscando algo de consuelo y lo entendía completamente, ambos acaban de perder todo lo que tenían y amaban, al menos casi todo.

El menor correspondió al abrazo, estaba a punto de decir algunas palabras de confort cuando sintió los afilados dientes de su amigo raspando la zona entre su cuello y su hombro, casi en la nuca. Todo el cuerpo de Hongbin se tensó y soltó un ligero gruñido, aunque su omega interior ya estaba dando algunos gemiditos de sumisión.

Luego de algunos instantes así, cuando el cuerpo de Hongbin quedó completamente laxo y entregado, Hakyeon lamió varias veces las pequeñas heridas que había ocasionado para que dejaran de sangrar. Lo tomó entonces por los hombros para poder mirarlo directo a los ojos, velados por la experiencia.

"Está listo, ¿ahora puedes oírme?"

"Maldición hyung, podrías al menos avisar si vas a hacer algo así. Sí, te escuche bien, ahora eres mi alfa líder"

"Perfecto, ahora podremos comunicarnos aún en forma de lobos, así será más fácil. Andando,"

Le dio la espalda a Hongbin para comenzar la transformación, dejando salir a su lobo interior. No quería que el menor viera en su rostro el dolor que conllevaría la transformación, aún así no pudo contener el gruñido al sentir como la piel de las heridas se estiraba y se abría más conforme se adaptaba a su nueva forma, el cambio fue incluso más lento que en ocasiones anteriores.

Terminó con la respiración algo agitada, a los pocos instantes, el lobo más claro ya estaba junto a él, pasando su hocico por debajo de su cabeza para darle algo de apoyo.

"Estoy, bien, tranquilo, vámonos" Aún en su voz mental podía percibirse el dolor que en realidad sentía.

Ambos lobos comenzaron a andar con un trote relativamente rápido, lo más que lo permitían las heridas del mayor. Dieron un gran rodeo, atentos a cualquier olor o pista que indicara la presencia de alguno de los otros lobos pero no pudieron encontrarlo, tampoco percibieron a nadie de su propia manada que hubiera podido llegar hasta allí.

Llegaron a la parte alta del rio, cruzarlo fue una pequeña tortura para Hakyeon, pues aunque el agua corriente logró limpiar la mayoría de sangre y suciedad de su pelaje, también caló en sus heridas abiertas. Aún así se mantuvo firme y siguió hasta llegar al final.

El camino a partir de ahí fue un poco más tranquilo, al menos con el agua había roto su rastro, así que podían avanzar con algo más de facilidad. Siguieron un camino paralelo a la carretera que llegaba a la ciudad, en la dirección que les había comentado el curioso lobo claro.

Cuando llegaron a la primera cordillera ya había anochecido, por lo que buscaron algún lugar seguro para poder descansar.

"Deberíamos seguir avanzando" se quejó Hakyeon, una vez que entraron a la pequeña cueva que habían encontrado.

"No seas necio hyung, necesitas descansar, ambos lo necesitamos."

Hakyeon ya no dijo más, podía notar la tristeza en Hongbin y él mismo se sentía abatido, además de adolorido. Ambos se acostaron juntos, acomodados para no pasar frío y estar cómodos, muy pegados el uno al otro.

Fue entonces que Hongbin no pudo resistir más, al inicio comenzó a soltar pequeños sollozos caninos que pronto evolucionaron a un verdadero llanto. Hakyeon se mantuvo a su lado, acariciándolo con la cabeza y el hocico, dando pequeñas lamidas para reconfortarlo aunque él también estaba llorando.

Al final, el lobo más pequeño echó la cabeza hacia atrás y soltó en un aullido todo el dolor que sentía, el cual fue secundado por el aullido de Hakyeon. El triste sonido reverberó por todo el bosque a su alrededor.

***

Ay, estos dos últimos capítulos han estado muy angst (u.u) pero espero que ya las cosas se pongan mejor más adelante.

Por cierto, ¿notaron que estos capítulos están siendo un poco más largos? Estoy intentando darle una mejor narrativa que en las entregas anteriores.