Capítulo 24

Jaehwan se quedó solo y confundido en la habitación, mirando la puerta por la que se había marchado Hakyeon.

No dejaba de preguntarse qué había sido aquello, había escuchado a Hakyeon gruñir, no como cualquier hombre gruñir, ni siquiera alguien con la voz muy grave; no, aquel gruñido había sido puramente animal, muy parecido al que había soltado el lobo oscuro que lo había encontrado en el bosque.

Y estaba además el detalle de los ojos, podría haber sido solo un reflejo de luz, pero Jaehwan hubiera podido jurar que vio los ojos amarillos y de pupila alargada en el rostro de su anfitrión.

Jaehwan no podía comprender nada, no sabía si se estaba volviendo loco o si había caído en las garras de unos seres de leyenda, y no podía decidir cuál opción era la mejor.

La puerta se abrió de pronto, lo cual sobresaltó a Jaehwan, sin embargo no fue Hakyeon quien entró, sino otro de los que había estado con él, el que parecía más joven.

—Ah, ¡hola! Estás despierto, pensé que estarías dormido —el chico parecía algo nervioso—. Lo siento, ¿necesitas algo?

Jaehwan sonrió, si él mismo estaba nervioso, el chico lo parecía aún más. Aunque quizá podría aprovecharlo.

—Estoy bien, no te preocupes. Lo siento, no puedo recordar cómo te llamas.

—Puedes llamarme Hyuk —dijo con una sonrisa amigable, acercándose para sentarse en la orilla de la cama—. Y, bueno, ¿cómo te sientes?

—Estoy mejor, gracias. Solo me siento como algo cansado, y un poco hambriento, pero es mucho menos de lo mal que me sentía cuando llegué.

—¡Cierto! Debes descansar, te dejaré dormir, mientras le pediré a Binnie que te prepare algo de comer para cuando despiertes.

Iba a levantarse pero Jaehwan hizo un gesto con la mano.

—No, espera, no te vayas aún, me gustaría platicar un poco más contigo.

Aquello fue suficiente para que Hyuk se detuviera y volviera a sentarse.

—¿Platicar?

—Sí, bueno si no te molesta, claro.

—No, no me molesta, es solo que no pensé que quisieras platicar conmigo, quizá prefieras esperar a que N hyung regrese.

—¿N hyung? —preguntó Jaehwan.

—Me refiero a Hakyeon hyung, así le decimos de cariño Binnie y yo.

—Ya, entiendo. Pero, dijiste que regrese, ¿a dónde fue? Estaba aquí hace solo un momento.

—Él y Ravi hyung salieron a cazar, digo, salieron a... a... bueno sí, a cazar. Los humanos normales también salen a cazar, ¿no?

Jaehwan rio un poco ante la perorata nerviosa que había soltado el menor.

—Pues sí, también salimos a cazar. Lo que no hacemos es referirnos a nosotros mismos como "humanos normales".

Hyuk se llevó las manos a la boca mientras los colores subían a su rostro, al saber que había hablado de más. Aquel gesto hizo reír aún más a Jaehwan.

—No, yo no dije eso. Yo dije, yo me refería...

—Ya, tranquilo.

Hyuk soltó un suspiro derrotado y dejó caer los brazos a los lados.

—Solo no les digas a N ni a Ravi hyung, por favor.

Jaehwan se acercó para darle algunas palmaditas en el brazo.

—No te preocupes, no diré nada. En realidad, tenía miedo de haberme vuelto loco, o que quizá aún estaba inconsciente en la montaña nevada y todo esto solo eran alucinaciones.

Aquello logró hacer sonreír a Hyuk.

—Pues no, ninguna de las dos cosas ocurrió.

—Así que, ahora que ha quedado claro, ¿podrías responder a mis preguntas?

Hyuk se rascó la nuca, incómodo e indeciso.

—¿Sabes? No creo que yo sea el indicado, en serio creo que deberías hablar con N hyung, él te lo dirá todo.

—De acuerdo, esperaré. Solo dime una cosa, por favor. ¿En verdad... en verdad no quieren hacerme daño? ¿No van a comerme cuando salga la luna llena o algo así?

Hyuk se le quedó mirando por algunos momentos antes de soltar una gran carcajada.

—Espera, ¿qué crees que somos?

Jaehwan también reía.

—Bueno, perdón pero la única información que tenía sobre los hombre lobo viene de algunas películas con poco presupuesto, así que no tengo mucho de donde sacar.

Ambos rieron todo el rato, más aún mientras Jaehwan le contaba a Hyuk las escenas más melodramáticas y cursis de las películas que había visto.

—Tendré que ver esas películas algún día. Y sí, somos lo que tu gente llama hombres lobo, pero no tienes de qué preocuparte, te aseguro que nadie aquí va a comerte... al menos no de ninguna forma que tú no quieras —dijo, imprimiendo sentido a sus palabras con un codazo suave en las costillas de Jaehwan.

Siguieron bromeando así, por lo que ninguno se percató del ruido hasta que un carraspeo los sobresaltó.

—Vaya, parece que se llevan bien —comentaba Hakyeon, mirándolos desde el resquicio de la puerta.

Podía sentir una feliz opresión en su pecho al ver a su pareja riendo de aquella manera, su risa era uno de los mejores sonidos que hubiera escuchado nunca y parecía viajar directo hasta su sexo para despertarlo. Pero el que fuera con Hyuk con quien reía así, y no con él, añadía otra sensación no tan placentera.

"Tranquilo, N hyung" sonó la voz de Hongbin en su mente, "me parece que es normal, te sentirás así de sobreprotector hasta que puedas marcarlo. Quizá, es una pequeña venganza del destino por habernos hecho esperar a Hyukkie y a mí."

Hakyeon esbozó una ligera sonrisa por aquello y entró al cuarto. Hyuk se puso de pie para no interponerse entre su alfa y su pareja, aunque el mayor le puso una mano en el hombro para tranquilizarlo.

—Ah, bueno, nosotros solo estábamos platicando —explicó Jaehwan.

—Entiendo. En realidad, me alegra ver que te sientas mejor. Hongbin está preparando algo más de comida, la subirá pronto.

Hakyeon se había acercado hasta sentarse en la cama, mucho más cerca de lo que había estado Hyuk. De forma instintiva estiró una mano hacia su pareja, sin embargo antes de pensarlo mejor y retirarla, Jaehwan la tomó.

Por algunos momentos Hakyeon solo se quedó mirando sus sus dedos entrelazados, sentir el calor que transmitía la piel de su pareja era maravilloso. Aunque tampoco tuvo tiempo de disfrutar demasiado de aquello, pues al levantar la vista se encontró con la mirada seria de Jaehwan.

—Hakyeon, quizá suene un poco injusto luego de que me salvaras la vida, lo sé, pero me gustaría hacerte varias preguntas, y que me contestaras con honestidad —dijo lo más diplomático que pudo.

Hakyeon aún se quedó mirándolo durante algunos momentos, procesando lo que le pedía, luego de lo cual giró la cabeza hacia Hyuk.

—¿Qué le dijiste, Hyuk?

De inmediato el joven comenzó a hacer aspavientos con las manos delante de él, pero Jaehwan llamó la atención de Hakyeon jalando un poco la misma mano que sujetaba.

—No, no se trata de algo que él me dijera. Es más bien que recuerdo, o creía recordar, cuando me encontraste —al notar que estaba balbuceando, Jaehwan se detuvo para respirar profundo y organizarse antes de continuar—. Yo te vi77 convertirte del gran lobo oscuro, en el hombre que está frente a mí ahora. Y hace rato, vi tus ojos, eran los mismos ojos que él.

***

Me cuesta trabajo escribir el nombre de "Jaehwan", ¿por qué se me ocurrió eso de los nombres y su entrada a la manada? jajajaja. Ni modo, tengo de aquí a que se transforme para acostumbrarme.

¿A ustedes les dificulta leer el nombre de nuestro bonito Ken?

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