Capítulo 21

La tranquilidad se instauró en la recién formada manada, se dedicaban a trabajar en la cabaña para hacerla más grande y acogedora, también salían a cazar en parejas o bien iban al pueblo humano a conseguir las cosas que fueran necesarias.

Siguiendo las recomendaciones de Leeteuk, Ravi había hecho un pequeño negocio vendiendo la madera que talaban dentro del bosque y las pieles de su cacería.

Pasaron así casi medio año sin siquiera darse cuenta del tiempo, los cuatro se sentían felices y a gusto.

Ravi fue el primero en darse cuenta, pues Hyuk y Hongbin aún estaban demasiado embebidos el uno con el otro como para notar los cambios minúsculos en el comportamiento de su alfa líder; no fue así para Ravi.

Hakyeon pasaba mucho más tiempo en el bosque, con su forma de lobo, que en casa. Y aun cuando estaba con los otros se mostraba ansioso, no dejaba de mirar hacia el bosque y escapaba a la menor oportunidad.

Una de aquellas tardes Ravi volvía del poblado de humanos cuando presintió a Hakyeon bastante cerca, así que dejó sus compras escondidas en la pequeña cabaña que utilizaban de cubierta y se dispuso a seguirlo.

Encontró al gran lobo oscuro parado cerca del límite norte del territorio, mirando hacia lo alto de las montañas.

"Así que aquí está nuestro alfa prófugo" le transmitió cuando se acercaba a él.

"Ah, Ravi, eres tú. ¿Qué ocurre?"

Ravi pudo percibir entonces la incomodidad de su alfa, algo le molestaba.

"Yo debería preguntarte qué ocurre, has estado muy extraño estos días."

El lobo oscuro suspiró, de nuevo desviando la mirada hacia las montañas. Permitió que el vínculo de manada le diera las respuestas a Ravi pues, en realidad, ni él mismo sabía qué pasaba.

Así que solo le transmitió la necesidad que tenía por salir, por ir a las montañas, como si algo le estuviera llamando desde allá arriba. Incluso su lobo parecía inquieto y alerta.

Ravi asimiló todo aquello con cuidado.

"Crees que se trate de algún peligro."

"No lo sé, por eso estoy alerta, no permitiré que nada dañe a la manada."

Y como respondiendo a ese sentimiento, Hakyeon levantó la cabeza y soltó un largo aullido, parecía ser una advertencia, un aviso de que ese era un territorio ocupado. Ravi se unió también al aullido, aunque pudo percibir la nota suplicante que se ocultaba en el sonido de su alfa líder.

Al terminar, Hakyeon volvió a suspirar.

"Volvamos a casa, no tiene ningún sentido estar aquí", parecía que se lo decía más a sí mismo que a Ravi.

Así ambos lobos se movieron de regreso hacia su hogar, Hyuk y Hongbin se habían preocupado un poco a causa de los aullidos, pero en cuanto los mayores les confirmaron que no había peligro, se tranquilizaron.

Esa tranquilidad, un poco tensa por parte de Hakyeon, se mantuvo aún por dos días más, y a cada momento parecía que el alfa líder se sentía más ansioso. De manera que ya hasta los otros dos lo notaron. De forma que los cuatro se mantenían alertas, Hongbin y Hyuk permanecían casi todo el tiempo en casa, y cuando salían siempre era acompañados de Ravi.

Casi había caído la noche, los cuatro estaban resguardados del frío, cuando de pronto todo el cuerpo de Hakyeon se tensó de golpe.

Antes de que ninguno pudiera preguntarle qué ocurría, tomó su forma de lobo y salió disparado fuera de la casa, para perderse entre los árboles del lado norte.

Hakyeon ni siquiera se percató de si alguno de los otros le seguían, de pronto todos sus instintos le habían gritado que algo había penetrado en su territorio y que tenía que estar allí de inmediato.

A medio camino percibió un aroma delicioso, dulce y ardiente, que encendió todos sus sentidos y le instó a aumentar la velocidad. No tardó más de cinco minutos en llegar, aunque ya casi la noche había caído por completo cuando lo hizo.

Se detuvo de golpe cuando encontró aquello que lo había alterado tanto: un humano yacía semiinconsciente entre los arbustos nevados, al parecer intentaba detenerse de un tronco pero terminó por caer al suelo. Al levantar la mirada febril, sus ojos se encontraron directo con los de Hakyeon, deteniéndolo en el acto.

—Ah... ¿Un lobo? No, me comas, por favor... —gimió el hombre sin mucho sentido antes de caer desplomado.

El sonido de aquella voz recorrió por completo el cuerpo de Hakyeon, tan sorpresivo que se quedó inmóvil, solo disfrutando del delicioso aroma del castaño inconsciente. A los pocos segundos Ravi apareció a su lado, iba a acercarse pero Hakyeon lo detuvo con un gruñido grave y amenazante.

Ravi se detuvo, adoptando de inmediato una pose más sumisa, estaba demasiado sorprendido pero lo último que quería era retar a su alfa.

"Hey, soy yo, Ravi. ¿Qué ocurre?"

En lugar de contestar, Hakyeon se acercó al hombre, olfateando con cuidado el aire. No podía percibir mayor peligro, el hombre castaño parecía estar muy débil y se había desmayado; Hakyeon se sentía embriagado por su aroma dulce, no podía pensar de forma racional.

—Está muy débil, y helado. Deberíamos llevarlo a la casa —dijo Ravi detrás de él, ni siquiera se había percatado de en qué momento había tomado su forma humana.

Hakyeon lo imitó, para poder cargar al humano contra su pecho. Allí donde su piel se tocaba podía sentir cómo se calentaba en exceso, aunque en efecto el castaño estaba bastante frío.

Una vez que dio algunos pasos, Ravi se acercó al lugar donde había caído el muchacho, para tomar su mochila.

—Vamos, ya está algo oscuro así que te guiaré con mi forma de lobo. Deberías contactar a los chicos para que preparen algo caliente para recibirnos.

Hakyeon asintió, intentando recuperar el dominio de sí mismo. Abrió el contacto mental con el resto de su manada, pidiéndoles a los más jóvenes que prepararan todo.

De pronto percibió un gritito emocionado de parte de Hongbin, aunque tampoco pudo prestarle demasiado atención, pues en ese momento el chico en sus brazos se revolvió un poco, temblaba de frío y se arrebujó mejor contra él, como si añorara su calor.

—Bien, en marcha —dijo Hakyeon.

Ravi, que ya había vuelto a su forma de lobo, tomó una de las correas de la mochila con su hocico, para echar a andar por el bosque oscuro, avanzando de forma lenta para que Hakyeon pudiera seguirlo con su preciosa carga.

***

¿Ya suponen quién llegó y por qué nuestro Hakyeon está tan alterado?

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