El tango y la muerte
Por uutopicaa
Aunque quizás a simple vista pueda pasar desapercibida, existe una estrecha relación entre la muerte y el tango/milonga. La concepción de "muerte" se ve reflejada desde diversas perspectivas en las letras de la música nacional. Claro que existen canciones con esta temática en otros géneros musicales a nivel global porque es algo que nos afecta a todos como humanos. Pero cuando nos sentamos a analizar la muerte y el tango, notamos que hay una presencia fuerte que es el resultado de un reflejo histórico social.
Recordando lo hablado en el capítulo sobre el origen del tango, mencionamos que es una mezcla de estilos musicales que en un comienzo era pura improvisación. También recordamos que en su lenguaje nos encontramos con muchos términos del lunfardo y que representa, en todos sus aspectos, a la clase baja inmigrante. Y no nos olvidamos de su posterior popularización, que aunque intenta mantener el espíritu original del estilo musical, lo amolda para la clase media y alta.
Con todo eso refrescado en la memoria los invito a remontarse a Buenos Aires de entre 1880 y 1940. En este período fue que se establecieron las más grandes olas inmigratorias. La esperanza de vida en las clases bajas era de no más de 30 años y las pésimas condiciones aceleraban el proceso. La muerte era algo cotidiano que solía estar relacionado a la enfermedad, las disputas y los vicios.
Encontramos referencias a esto en tangos como los siguientes.
El beso de la muerte (letra de Antonio Viergol): "Ayer lo enterramos, Margot lo ha sabido. Su rostro de esfinge ni se ha conmovido. ¡Pobrecito mozo! Bien caro pagó el beso de la muerte que le dio Margot".
https://youtu.be/92k8TqXB6M0
La muerte de Milonguita (letra de Héctor Bonatti): "Nadie ya, María Esther, te agasaja. Tu ambición con tu muerte se fue, suplantó ya tu blanca mortaja los encajes de aquel cabaret".
El tango de la muerte (letra de Alberto Novión): "Qué me importa de la vida si nadie me va a llorar, quién me lloraba se ha muerto y esa muerte me ha matao. Desde entonces desafío al jilguero y al zorzal quien mejor cantando ahoga las tristezas de su mal".
https://youtu.be/jXF9HBz10CY
Sus ojos se cerraron (letra de Alfredo Le Pera): "Sus ojos se cerraron y el mundo sigue andando, su boca que era mía ya no me besa más, se apagaron los ecos de su reír sonoro y es cruel este silencio que me hace tanto mal".
La que murió en París (letra de Héctor Blomberg): "Paloma, cómo tosías aquel invierno, al llegar... Como un tango te morías en el frío bulevar".
Ofrenda maleva (letra de Jacinto Font): "En un bulín, cuatro velas alrededor de un cajón. En el cajón una muerta y una imagen del Señor. Afuera, una noche oscura de silencio aterrador".
Como abrazado a un rencor (letra de Antonio Podestá): "Esta noche para siempre terminaron mis hazañas, un chamuyo misterioso me acorrala el corazón, alguien chaira en los rincones el rigor de la guadaña y anda un algo cerca 'el catre olfateándome el cajón".
https://youtu.be/neOMWEbBgWA
Noche fría (letra de José De Grandis): "Yo sé que la tragedia que derrumbó su hogar, fue hija de la miseria que acaba por matar. Es el drama que sufren esos seres que se van vagando por las calles, sin techo, luz, ni pan. Y fue una noche de esas, que yo iba hasta su lado, cuando quedé asombrado ante la realidad, al ver que aquel mendigo, entre harapos envuelto, de frío se había muerto junto a un viejo portal".
Pero más allá de lo histórico (que les pido que dejen de lado por un rato), el tango es conocido también por su romance, por narrar historias y tragedias del amor. Allí, encontramos referencias a la muerte tanto literal como romantizada ("la muerte de un sentimiento").
Algunos ejemplos son:
Tal vez será mi alcohol (letra de Homero Manzi): "Tal vez será tu voz, aquella que una vez de pronto se apagó. ¡Tal vez será mi alcohol, tal vez! Su voz no puede ser, su voz ya se durmió. ¡Tendrán que ser nomás fantasmas de mi alcohol!"
https://youtu.be/R6UCtHKZjnk
Calla corazón calla (letra de Ben Molar): "Cuando se termina una ilusión, que muerta ya no volverá, en vano ha de llorar en su amargor brutal el corazón al despertar. Sueño al que la vida sin razón puso final sin compasión, fantasma que persigue y, despiadado, hace tanto mal, cadena de un amor fatal".
Cuando muere una esperanza (letra de Julio Camilloni): "Cuando muere una esperanza cae la noche sobre el alma que abrigó tanta ilusión y en la noche que cayó sobre mi vida una estrella solitaria es mi canción. Y es a ella que confío que te diga las palabras de mi desesperación que no puede ya quedar entre las sombras de esta noche interminable nuestro amor".
Se muere de amor (letra de Cátulo Castillo): "Por el callejón dormido no llegó tu cara blanca, y en un rincón del olvido mi llanto vencido buscó la esperanza. Noche oscura de tu pelo que pintó mi espera larga. Noche oscura de este sueño que en una guitarra se muere de amor".
Canto de noche y llovizna (letra de Pocha Barros): "La noche desnuda y triste se duerme sobre mi almohada, tus ojos me están mirando desde una luna olvidada..."
https://youtu.be/mkKJDa1dqi4
Canción para tu olvido (letra de Norma Montenegro): "Atardece ya en mi vida y tu amor aún me quema, silba el viento la canción de tu olvido y de mi pena. Si la muerte no me cubre con su manto de clemencia seguiré guardando arrullos por si un día... tú regresas".
Están también los tangos en los que el personaje que narra y/o anuncia su propia muerte o habla de un posible suicidio de forma poética (sin utilizar la palabra). Esta clase de tangos han estado presentes durante toda la historia musical del país.
Algunos ejemplos son:
Esta noche me despido (letra de José Rótulo): "Esta noche mis amigos ha de ser mi última noche, ayer supe que a mi vida, se le caía el telón. De rodillas ante un Cristo, con sus cabellos muy blancos, vi a mi madre sollozar y rogar mi salvación. No me asusta la partida, ni estaré triste por eso, yo jamás cuidé mi vida presintiendo este final. Es por eso, mis amigos, que al llegar la despedida olvidemos con un tango y en vez de llorar, reír".
https://youtu.be/uSpz_EQFwh8
Balada para mi muerte (letra de Horacio Ferrer): "Moriré en Buenos Aires, será de madrugada, guardaré mansamente las cosas de vivir, mi pequeña poesía de adioses y de balas, mi tabaco, mi tango, mi puñado de esplín. Me pondré por los hombros, de abrigo, toda el alba, mi penúltimo whisky quedará sin beber, llegará, tangamente, mi muerte enamorada, yo estaré muerto, en punto, cuando sean las seis".
El piro (letra de Luis Alposta): "Pero un día, quizás en la oficina, sin darte cuenta de que ya estás harto, quedándote en la boca una aspirina te piantarás del todo en un infarto".
Afiches (letra de Homero Expósito): "Y apareces tú vendiendo el último jirón de juventud, cargándome otra vez la cruz. ¡Cruel en el cartel, te ríes, corazón! ¡Dan ganas de balearse en un rincón!"
Tres puntos (letra de Luis Alposta): "Le dio manija al gas, cerró con llave... y en la mesa quedó como una clave la boleta del Prode con tres puntos".
Mensaje (letra de Cátulo Castillo): "Hoy que no estoy, como ves, otra vez, con un tango que no puedo gritar. Yo, que no tengo tu voz. Yo, que no puedo ya hablar".
https://youtu.be/4Keoe8Z3RNE
Por último hay tangos que no se ajustan a ninguna de las categorías antes mencionadas, PERO que hablan de la muerte de todas formas. Visitan el fallecer de un objeto, de una mascota o hasta la posibilidad de renacer.
Algunos ejemplos son:
La mariposa y la muerte (letra de Leopoldo Marechal): "Ya en su ardiente mediodía la rosa tentó la suerte, y llevársela quería en su caballo, la muerte".
https://youtu.be/yKTbjmQzuyk
Mi caballo murió (letra de Modesto Romero): "Mi caballo murió. Mi alegría se fue, pues con él se perdió mi cariño más fiel".
Preludio para el año 3001 (letra de Horacio Ferrer) —y uno de mis tangos preferidos—: Renaceré en Buenos Aires en otra tarde de Junio, con estas ganas tremendas de querer y de vivir. Renaceré fatalmente, será el año tres mil uno y habrá un domingo de otoño por la plaza San Martín.
https://youtu.be/RN8EpyLEoPY
Como se imaginarán, no existe una respuesta única a la pregunta de ¿Por qué? ¿Por qué en tangos y milongas hablamos tanto sobre la muerte? En lo personal, creo que la respuesta es: porque somos humanos. Y en nuestra finitud, nos preocupa y nos asusta el concepto. Nos duele la muerte de otros y a veces pensamos en la propia. Y la música es, al igual que todas las ramas del arte, una forma de darle forma a esos sentimientos. Un modo de arrancarlos de nuestro pecho.
Claro que la situación social hace que la muerte se vea como algo más cercano o más lejano, que la historia es gran influencia para que la muerte se sienta presente en cada esquina. Y es por ello mismo que la vemos aparecer con imponencia en la temática tanguera de un periodo en particular más que en los otros.
¿Conocen algún otro tango que hable de la muerte? ¿Cuál?
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