•Capítulo 53: El final del camino•

Saludos cordiales, villanos.

¿Listos para lo que van a leer? Espero que sí, porque estamos por presenciar el nacimiento de la hija que tanto tiempo llevamos esperando. Por favor, consigan unas palomitas, refrescos, algunos pañuelos no estarían de más, y pónganse cómodos para leer lo que ahora les traigo.

Antes de comenzar, y como un aviso pertinente que Wattpad me tiene en la obligación constante de hacer, este capítulo es de contenido delicado. Haré referencia explícita a un procedimiento quirúrgico, mención a abusó psicológico y a la muerte de un personaje. Por favor, lean con precaución.

También recuerden que lo que yo hablo aquí es producto de una investigación rigurosa, sin embrago, no es la verdad absoluta ni la última palabra acerca de los procedimientos expuestos. Digo esto porque mi área de trabajo dista mucho del ámbito médico y puedo cometer errores.

Ahora, empecemos por la cesárea ¿Alguna vez se han preguntado qué es y en qué consiste? Una cesárea es un procedimiento quirúrgico utilizado para tener un bebé a través de incisiones en el abdomen y el útero. Por lo general, se realiza cuando se presentan complicaciones o condiciones que dificultan o imposibilitan el parto natural, ya sea por parte del bebé o de la madre.

Las cesáreas suelen programarse con anterioridad, dependiendo del desarrollo del embarazo, sin embargo, es también posible que se deba realizar una cesárea de emergencia por complicaciones a la hora de dar a luz. En nuestro caso, debido a la naturaleza de la implantación (tratada como embarazo ectópico) la cirugía es la única opción viable.

Por lo general, el procedimiento se realiza con anestesia epidural, es decir, la persona se encuentra despierta durante toda la operación, y es posible que le permitan tener un acompañante que brinde apoyo emocional durante el procedimiento. El tiempo aproximado de la cirugía es de una hora.

Se la considera una cirugía mayor debido a la clase de intervención y los riesgos que conlleva; si bien es un procedimiento seguro, conlleva riesgos mayores que un parto natural. Por ejemplo, hay mayor probabilidad de contraer una infección (endometriosis), presentar reacciones adversas a la anestesia, una hemorragia postparto (puede ser necesaria una transfusión de sangre), entre otras.

El bebé no se encuentra libre de riesgos tampoco, puede presentar irregularidad respiratoria durante los primeros días, así como lesiones quirúrgicas (aunque son poco frecuentes, es importante tenerlas presentes). Adicionalmente, y aunque este riesgo no se lo considera cuando la anestesia no es total, es posible que el bebé también presente reacción a la anestesia, ya que puede llegar a adsorberla por la sangre que intercambia con la madre.

Previo a la cirugía se realizan consultas con anestesiología y exámenes de sangre que ayudan a evaluar la viabilidad del procedimiento. El análisis de sangre también permite preparar lo necesario en caso de tener que realizar una transfusión sanguínea.

Debido a que es una cirugía mayor, el periodo de recuperación es considerablemente más largo en comparación a un parto natural; lo recomendado es que, tanto la madre como el bebé, permanezcan unos días (de 2 a 5, dependiendo de cómo salió la cirugía) para garantizar que no se presentan infecciones ni complicaciones postquirúrgicas.

Durante el periodo de recuperación se le recomienda a la paciente que camine y beba suficiente líquido, para prevenir trombosis y estreñimiento. En casos normales, se puede comenzar a amamantar casi inmediatamente; es importante preguntar como posicionar al bebé para garantizar comodidad.

Por lo general, la incisión realizada es trasversal, por encima de la zona púbica, sin embargo, en ocasiones se realiza un corte longitudinal a lo largo de la línea del abdomen, que facilita el parto; este tipo de corte es poco usado debido a que puede traer más complicaciones.

Un punto importante de esta cirugía, y que suele ser de discusión cuando los especialistas se enfrentan a un embarazo ectópico llevado a término, es el retiro de la placenta, puesto que puede presentarse una adhesión compleja a los órganos abdominales. En los estudios de caso que utilices como guía, retiran la placenta de inmediato, extendiendo el procedimiento aproximadamente media hora más de lo previsto, para garantizar que no se dejan restos que puedan causar futuras infecciones, y prevenir una posible hemorragia. En estos casos, el retiro de la placenta se realiza con un bisturí cauterizador, para frenar el flujo de sangre de los vasos de la placenta.

Wow, creo que es lo más técnico que me he puesto en toda la historia, pero es porque quiero que entiendan lo mejor posible el procedimiento; ya sé que hay lectores que nacieron por cesárea, y posiblemente sus madres sean una fuente de información ligeramente más confiable, pero yo hago mi mayor esfuerzo para no caer en falacias.

Algunos detalles que dejé fuera de esta descripción los añadiré durante el capítulo, solo para que sepan.

Esta vez no tengo realmente una canción que acompañe la trama, ni una imagen que ilustre lo que va a pasar, sin embargo, espero que la lectura sea amena y disfruten lo que está a punto de pasar.

Con todo esto dicho, y sin más que añadir ¡A leer!

El moreno se pasó las manos por el cabello en medio de un suspiro, dejando sobre el escritorio el portapapeles con la información que tan relevante le resultaba en aquel momento; los resultados no eran lo que le preocupaba, más bien, ver tan buenos porcentajes en la hoja del hemograma era un alivio, pero eso no evitaba que miles de pensamientos invadiesen su mente con el paso de las horas.

— Estas demasiado tenso— reprochó cariñosamente el demonio que recién entraba en el laboratorio, dejando junto al joven una humeante taza de café, que le fue agradecida en su susurro apenas audible— ¿Algo malo con los resultado de sus pruebas?

— No, es todo lo contrario— admitió suavemente, tomando la taza y bebiendo, de un solo trago, la mitad del oscuro liquido— Lo que me preocupa es Cooper, y lo que sea que esté planeando.

El eldritch de blanco, dejando de lado su propia taza y recargando su cuerpo contra el escritorio, dirigió una mano a acariciarle la mejilla a su científico, sonriendo calmo y esperando que el gesto fuese suficiente para disipar momentáneamente las preocupaciones del menor. Aunque él también las sintiese, en ese momento no podían darse el lujo de perder la calma.

— Slugy, mi precioso terroncito de azúcar morena— ronroneó inclinándose hacia él, pasando cariñosamente el pulgar por los labios de su pareja, obligándolo a abrir ligeramente la boca por la sutil presión que ejercía— ¿Por qué no vamos a descansar? Necesitas estar en tus cinco sentidos para mañana.

— White, no~ protestar por el beso que estaba recibiendo, igual que negarse a la propuesta, le apreció tentador pero tonto. Era cierto que necesitaba un descanso, que necesitaba estar en condiciones para practicar el procedimiento que llevaban meses planeando,

— Déjame consentirte, hace mucho que no lo hago— el profundo tono de la voz del demonio blanco, acompañando a esa intensa mirada de dos colores que tantos caprichos ocultaba, fue suficiente para convencerle de dejar de lado los informes que ya se sabía de memoria.

— Bien, mímame tanto como gustes— accedió con sonrisa ladina, levantándose de la silla y rodeando el cuello del demonio con los brazos, dejándose acariciar y hacer tanto como su pareja deseaba— Pero te juro que si me embarazas, te voy a sepultar vivo.

El eldritch río ante la amenaza, iniciando un profundo beso mientras lo cargaba por los muslos, dejando atrás el laboratorio como si fuesen una sombra más en la peculiar mansión. Iba a aprovechar la noche tanto como fuese posible, a anticipar el tiempo en que no estarían solos, simplemente para alejar las preocupaciones por una noche.

וווו×

No sabía qué hacer con sus manos, estaba tan ansioso que ni siquiera podía recordar correctamente como respirar para calmar sus nervios, cosa que comenzaba a exasperar a Black Hat.

— Nerd, pareces una maraca— se burló la joven alebrije, picándole la mejilla sobre la bolsa, en un vago intento por distraer la mente del muchacho; los nervios empezaban a afectarla también, y no quería unirse al tren de la ansiedad cuando ella sería quien mantendría tranquilo al castaño— Deja de temblar, te vas a poner a parir si sigues así.

— Ya te dije que no puedo— repitió en automático, con tono neutral y sin variar su expresión, moviendo insistentemente las manos, queriendo encontrar algo que hacer con ellas. Necesitaba urgentemente una distracción— Esta cirugía es la solución al problema que planteas, no estoy en capacidad de dar a luz; y aun si lo estuviese, moriría desangrado en minutos.

El eldritch gruñó bajo, apretándose el entrecejo y tensando la mandíbula en el proceso, dejando salir maldiciones que nadie en el auto era capaz de entender. Ninguno podía culpar a Flug y sus nervios, era su respuesta natural a situaciones con ese nivel de estrés, pero nunca había tenido que compartir un espacio tan pequeño con el científico al borde del pánico. Empezaban a cansarse, a sentir que el camino hacia la mansión de White Hat era más largo de lo habitual.

— Además— retomó la palabra el muchacho, golpeando sus uñas a una velocidad que solo los nervios le permitían, creando un sonido bastante molesto para los demás presentes— ¡¿Cómo esperas que me calme?! No todos los días tengo que pasar por una cirugía para extraer un bebé de mi cuerpo.

— ¡Suficiente! — sentenció el villano con voz autoritaria, tomando bruscamente la muñeca izquierda del muchacho y halándola para atraerlo hacia si, tomándolo por sorpresa y logrando que su mente se apartase, por un instante, del asunto que los tenía confinado en el pequeño espacio— Me tienes harto Flug.

— ¡Je-jefecito, perdóneme! — rogó con la voz quebrada, encogiéndose ante la severa mirada del demonio, que se acercaba cada vez más a su enmascarado rostro, intimidándole y generándole una nueva preocupación al menor— No l-lo volveré a mo-molestar, por... ¡Por favor no nos mate!

Sin responder, el demonio levantó la bolsa sobre la nariz del muchacho y, sim importarle realmente quien pudiese observar sus acciones, besó lenta y suavemente los labios del humano, soltando su muñeca para pasar a acariciar su mejilla y limpiar las lágrimas que bajaban por esta.

Procuró no causar cortes con sus dientes, ni lastimarle accidentalmente de ninguna forma; procuró ir lento y adaptarse al ritmo del muchacho, permitiéndole tomar el control y decidir cuando era suficiente. Flug se dejó llevar pocos segundos después, respirando con más calma y abandonando las preocupaciones en ese beso.

Demencia sacó la lengua, ligeramente asqueada por lo que estaba presenciando, restándole importancia a la presión que se instaló en su pecho. En aquel momento, en lo que menos quería pensar, era en amor y cualquier tema que pudiese relacionarse.

— Ojalá Dark estuviese aquí...— murmuró sacando su celular del bolsillo, bajando por la pantalla en busca de algún juego, o una distracción similar, para entretener su mente de cualquier cosa que pudiese convertirse en una preocupación. Para ese momento se había resignado a que la cazadora de almas simplemente no quería volver a verla.

Lo poco que quedaba de trayecto fue silencioso; la pareja se había limitado a permanecer en cercanía, consolando sus mutuos miedos con la simple presencia del otro, olvidándose a ratos de la joven alebrije que viajaba con ellos. Demencia, en su aburrimiento, decidió distraerse con el paisaje y tomar videos aleatorios, jugando con los filtros de la cámara, que nunca antes había puesto en funcionamiento.

Al bajar del auto, huyendo de las miradas de los pocos curiosos que tenían la indiscreción de observar por más de un segundo a los pasajeros, Demencia corrió hasta la entrada principal con la mirada fija en un punto azul y rojo que aguardaba por ellos frente a la entrada principal.

— ¡Blue! — saludó entusiasta, saltando sobre la villana de cabello corto, que reaccionó muy a penas para no golpearse la cabeza contra las escaleras de la entrada— ¡Si viniste!

— Claro,— corroboró con seguridad, empujando a la alebrije con sus cuatro brazos, luchando para quitarse la presión de sus manos de los hombros, ligeramente avergonzada por el modo en que Black Hat observaba la escena— me preocupaba lo que iba a pasar si no venía.

— Cobalt Blue, que desagradable sorpresa contar con su presencia— saludó el villano sin ocultar su desprecio, pasando de largo junto a ellas y tocando el timbre, permitiendo al muchacho descansar un instante mientras aguardaban. Flug venía sujeto a su brazo, luchando por mantenerse en pie tanto tiempo como le fuese posible.

Nadie tuvo el valor de romper el silencio que las palabras del demonio habían creado, estaba demasiado asustados por el notorio enojo del villano como para tentar a la suerte y arriesgar su integridad física, o la del mundo que los rodeaba. Los pocos minutos que transcurrieron entre el llamado y la apertura de la elegante puerta blanca de madera tallada, para las villanas, se sintieron como una eternidad enfrascada en un segundo.

— Bienvenidos nuevamente, villanos— saludó la heroína al abrir la puerta, permitiéndoles entrar sin decir o expresar algo fuera de aquel simple saludo, ocultando tanto como podía la sorpresa de ver, nuevamente, al eldritch entrando en compañía de Flug.

— Oye, Algodón— llamó Demencia al estar en el interior de la mansión, tomando de un brazo a la arácnida y poniendo distancia prudente entre ellas y la heroína de cabello bicolor— ¿Dónde está Slug? Conseguí lo que me había pedido.

— Slug se encuentra aguardando por ustedes junto al Señor White Hat— indicó, cerrando la puerta y trabando la cerradura, como hacía cada vez que alguno de ellos estaba de visita en el lugar, a modo de garantizar la seguridad— Por favor, síganme.

— Que pérdida de tiempo— gruñó el eldritch ante la petición de la joven unicornio; una sombra se alzó a su alrededor, envolviéndolos por completo y transportándolos por la mansión como una sombra más— Te recuerdo, alimaña, que no sigo ordenes de nadie. Mucho menos de una heroína sin poderes.

La sombra a su alrededor se desvaneció al mismo ritmo que una conversación ajena, dejando paso a las miradas sorprendidas de White Hat y Slug, quienes no esperaban la peculiar entrada del demonio negro y sus acompañantes. En cuanto se vio libre, Clemencia corrió al lado del eldritch blanco, aguantando las lágrimas y las ganas de llorar.

— Bienvenido nuevamente, hermanito— saludó el anfitrión de la casa con una amplia sonrisa burlona, chasqueando los dedos para ofrecerse al embolsado una silla en la cual descansar— me alegra ver que su viaje ha carecido de inconvenientes.

— ¡Hey Slug! — llamó la joven alebrije, adelantándose a su jefe y evitando que más palabras hirientes inundaran el ambiente, arrastrando consigo por la oficina a la villana, enseñándola con una sonrisa, como si esperase la aprobación del moreno— Conseguí lo que pediste, una villana con la capacidad de ser útil en el procedimiento, y la discreción suficiente para no hacer rabiar a Black Hat.

El moreno, sin variar su expresión, analizó a la villana que Demencia le presentaba como si, más allá de esperar un par de manos extra, estuviese juzgando su apariencia. Pasó a observar, momentáneamente, a Black Hat y la cara de pocos amigos que tenía, también observó a su propio jefe, a Clemencia y al otro científico, analizando la situación en conjunto, siempre teniendo la mirada de la alebrije sobre su ser, aguardando a recibir aunque fuese un sermón.

— Servirá— declaró sin mucho interés, pasando a centrar su mirada completamente en el villano, que permanecía junto a Flug, de manera protectora, siseando suavemente— Ahora, les explicaré el proceso que seguiremos a partir de este momento. No me interesa, lord Black Hat, si está o no de acuerdo, no voy a cambiar el plan para complacer su capricho de tener el control de todo ¿Entendido?

— Eres demasiado insolente para alguien con una vida tan frágil, Slut— burló el eldritch, moviendo rítmicamente los dedos sobre el espaldar de la silla en que se encontraba Flug, relajando su expresión al sentir la mano del muchacho sobre la suya— No intervendré, como pides. Pero si siento que algo le pasa a alguna de estas dos sabandijas, o a la cría que carga Flug, me convertiré en tu peor pesadilla.

— Es mejor que nada, supongo— suspiró con resignación, sentándose en el borde del escritorio de White Hat, entrelazando los dedos y dejando las manos sobre sus piernas— Primero que nada, estoy asumiendo que Kenning les explicó de que trata esto.

— Claro que lo hizo— interrumpió la joven alebrije, trazando una línea imaginaria en el aire, torciendo ligeramente su sonrisa ante la mirada del moreno— Le vas a abrir las entrañas para sacar a la cría que lleva cargando todo este tiempo.

— ¡Demencia! — regañó el embolsado, fulminando con la mirada a la aludida, recibiendo en respuesta una risa juguetona y una encogida de hombros— Por favor Slug, continua.

— En palabras más... burdas, si, es básicamente en lo que consiste la operación— corroboró con una mueca de desagrado, echándose el cabello hacia atrás en medio de un suspiro, asumiendo la dificultad que iba a suponer preparar correctamente a la joven alebrije para su rol en la cirugía— voy a explicarles el rol que desempeñará cada una, y espero que presten atención.

Con una mirada ligeramente intimidante, bajó del escritorio del demonio blanco y se acercó a las tres chicas, que permanecían expectantes a lo que pudiese planear decir.

— Clemencia y Demencia,— se dirigió a las dos alebrijes, que se irguieron de inmediato y colocaros sus manos en la frente, imitando a los militares; el muchacho ocultó a duras penas la risa que la sincronía de ambas provocó— ustedes se harán cargo de recibir a la bebé una vez haya cortado el cordón umbilical y despejado las vías aéreas.

— Oye, nerd— llamó la villana, bajando la mano lentamente, pasando a encogerse de hombros y morderse la lengua con una expresión burlesca— puede que Flug entienda lo que dices, pero nosotras no hablamos ñoño ¿Podrías decirlo en español?

— Nosotras debemos limpiarla de la sangre y cualquier otra cosa que la cubra recién salida de la panza de su padre— explicó Clemencia con amabilidad, adelantándose a su compañero y sonriendo a la alebrije que, aunque sorprendida, le prestó su total atención a las palabras de la heroína— También debemos checar sus reflejos primitivos, su estado general de salud, y si tiene alguna marca distintiva de nacimiento.

— Ya te lo había explicado, ¿Verdad?

— Pues si— contestó con simples a la pregunta de su compañera, encogiéndose de hombros y volviendo la mirada al moreno, que le agradeció silenciosamente el gesto que había tenido— Llevamos hablando de esto todo el mes, era natural que me explicase mi trabajo en algún momento.

— Con eso claro— se apresuró a decir el científico, cortando cualquier protesta que pudiese tener la villana, volvió su mirada a la arácnida, que permanecía expectante a lo que tuviese que hacer, entretenida con la conversación de las otras dos— tú serás mi ayudante durante el procedimiento. Tendrás que monitorear los signos de Kenning, y asistirme directamente en el momento de extraer a la bebé.

— Entiendo— asintió suavemente, moviendo con ligero nerviosismo las manos, observando un instante a Flug, que estaba atento también a la conversación que transcurría entre ellos— ¿Necesitarás ayuda también con las suturas? Mis hilos son excelentes para suturar, tienen resistencia y se absorben naturalmente.

— Ya veremos— no quería darle la esperanza de aceptar la oferta, no cuando tenía todo lo necesario ya preparado en el laboratorio, sin embargo, era bueno saber que contaba con esa opción en caso de necesitarla— En cuanto a ustedes dos, demonios, no los quiero cerca del laboratorio en ningún momento.

— Mantendré a mi hermanito bajo control— se apresuró White Hat a contestar, rodeando al menos de los dos por los hombros, reteniendo una respuesta agresiva, o algún insulto que pudiese tener listo el villano— Solo nos acercaremos cuando tengamos tu permiso, Slug.

— Cuento con ello— comentó con sutil gesto de desdén hacía Black Hat, aproximándose al embozado para ofrecerle su ayuda y llevárselo de una vez al laboratorio— El procedimiento nos tomará un aproximado de dos horas, vendré en cuando haya terminado.

Para sorpresa de todos, y una ligera preocupación del castaño, Black Hat se limitó a asentí y aproximarse a la ventana de la oficina, ignorando los deseos de buena suerte que todos parecían empeñados en darle a Flug. No era de su interés lo que estuviesen haciendo los mortales, ni que gestos tenía su hermano con ellos, estaba más ocupado en mantener bajo control su energía.

Evitaría ser un inconveniente tanto tiempo como su poca paciencia le permitiese.

וווו×

— Ouch! — se quejó ante el pinchazo que atravesaba su espalda, encorvándose un poco más para intentar aliviar el dolor, respirando con dificultad por la posición en que se encontraba.

— Ya está, fue solo un pinchazo— anunció la villana con entusiasmo, retirando la aguja y permitiendo que el castaño volviese a erguirse, sonriendo bajo el tapabocas que el moreno le había ordena utilizar— Ahora, supongo que Slug dirá cuando empezamos.

— Espero que sea pronto— masculló mientras se recostaba nuevamente en la camilla, respirando profundamente y permitiendo a sus pulmones llenarse de aire nuevamente, tosiendo suavemente debido a lo complicado que era, en aquel momento, respirar apropiadamente— ¿Dónde aprendiste a aplicar anestesia?

— Oh bueno, cuando no tienes servicio médico por ser un villano, se adquieren habilidades como esta— tomó asiendo junto al muchacho en medio de su confesión, revisando indiscretamente los valores que registraba el monitor cardíaco, atenta a cualquier variación importante— Muchos villanos saben primeros auxilios, y tienen habilidades medicas que les permiten curarse a sí mismo y a otros cuando hace falta. Supongo que por eso Demencia me consideró una opción para reemplazar a Dark.

— Gracias por aceptar ayudarnos— murmuró con una sonrisa, empezando a notar como, lentamente, sus piernas parecían desaparecer de su sistema nervioso, dejando atrás un suave cosquilleo y la impresión de nunca haber estado conectadas a su cuerpo.

Cualquier intención de seguir la conversación se vio interrumpida por la intromisión de Slug, que regresaba enfundado en un uniforme médico y portando un expediente, que leía atentamente, recorriendo el espacio casi como si no necesitase verlo para saber dónde se encontraba las cosas, demostrando un conocimiento de su entorno bastante envidiable.

— Muy bien, todo parecer estar dentro de los parámetros esperados— comentó para romper el silencio, cerrando la carpeta y dejándola sobre un escritorio, acercándose al par de villanos con una mueca que pretendía imitar una sonrisa confiada— ¿Aplicaste la anestesia?

— Sip, tal como me indicaste— confirmó la arácnida, levantándose de su lugar, expectante a la siguiente orden que tuviese el moreno para darle, dispuesta a ser de tanta ayuda como sus capacidades le permitiesen— Solamente falta la vía para el suero y cualquier medicamente adicional que planees darle.

Recibió un suave asentimiento en respuesta, un silencioso gesto de aprobación que llenó su ser de orgullo y una agradable sensación de utilidad que solo invadía su sistema cuando ayudaba a otros villanos con situaciones similares, si es que hacía falta.

— Bien, por favor ve por Demencia y Clemencia— indicó señalando el camino por el que había llegado— Voy a preparar lo que hace falta y, en cuanto vuelvan, comenzaremos.

La villana se retiró sin chistar, caminando con calma hacía la puerta que daba a otra habitación, moviendo todas sus manos en perfecta sincronía. El moreno suspiró profundamente al verse solo con el castaño y, tomando un kit nuevo para insertar una vía, se acercó al menor en silencio, procediendo a pincharle el dorso de la mano.

— ¿Estas preocupado? — preguntó Flug al notar la tensión de su amigo, tragándose el dolor que el pinchazo había causado, procurando no alterar de más los nervios de quien, entre todos ellos, debía estar más tranquilo en aquel momento— Slug, está bien si tienes miedo, es algo que nadie ha hecho antes y... tu cuello.

— ¡Ah! Lo olvidé por completo— masculló avergonzado, cubriéndose la mordida que adornaba su piel tan rápido como sus reflejos se lo permitieron, evadiendo la mirada del joven científico, que parecía querer vengarse por las veces que le había hecho sentir culpable por el mismo motivo— Estoy bien Kenny, es solo que... ¿Estás seguro de poder hacer esto? Ya sabes, porque tus padres...

— Ellos tomaron sus decisiones— cortó antes de que la conversación pudiese pasar a tocar fibras más delicadas, a remover la tierra en recuerdos que nunca debían volver a salir a flote— Eligieron amar más a mi hermano, seguirle hasta el fin del mundo y tratarme como basura, para dejarme a mi suerte a la primera oportunidad. Yo no voy a cometer los mismos errores.

— Vas a ser un gran padre— comentó sonriente, intentando alentarle del único modo que conocía, brindando su sincera opinión.

Se colocó un gorro desechable, para prevenir tanto como fuese posible una infección, procediendo a pinchar suavemente el área del abdomen del muchacho con la cobertura de una aguja, buscando corroborar el grado de adormecimiento en que su cuerpo se encontraba.

— Creo que podemos empezar— indicó cuando las chicas regresaron al laboratorio, indicándoles que debían hacer y cómo preparar todo lo necesario en el área quirúrgica que había preparado. Era el momento de empezar, de dar fin al largo proceso que habían atravesado juntos, de culminar con aquella anormal situación y dejara como un simple accidente del que nadie conocería jamás la causa.

— Iniciamos el proceso a las catorce quince horas, del trece de septiembre— anunció antes de realizar el primer corte, llenándose los pulmones de aire y esperando aspirar también un poco del valor que solía mostrar cuando estaba con Black Hat.

En aquel instante, le vendría bien

וווו×

El humo ascendía desde la punta del cigarro, creando formas misteriosas que desaparecían en el aire, evaporándose para jamás regresar. Podía sentir la mirada de su hermano fija en su ser, en cada sutil movimiento que realizaba, seguramente siendo cauteloso.

— ¿Qué mierda quieres White? — cuestionó ya harto de la sensación que causaba en su ser el ser observado tan insistentemente por el contrario; pese a su intento por mantener la compostura, empezaba a perder la paciencia— Estas tentando tu suerte.

— Nada en realidad— contentó con simpleza, aproximándose al villano con paso elegante, observando el paisaje que se mostraba ante ellos; una ciudad ajena a la mansión, oscura pero bañada igualmente por el sol, brindando a la imagen un toque casi irreal— Solo pensaba en lo bien que estas manejando el asunto, incluso pareces interesarte genuinamente por lo que ocurre con el muchacho.

Black Hat chasqueó la lengua, exhalando una bocanada de humo que se convirtió en una calavera, una señal de advertencia al eldritch blanco para que dejase de tentar la poca paciencia que tenía. No iba a dejarse lleva fácilmente por el natural desprecio hacia su hermano, pero su resistencia tenía un límite muy fácil de alcanzar.

— Claro que, si lo pienso bien,— prosiguió ignorando cualquier advertencia de su hermano menor, pasando su brazo por los hombros del villano, acercándolo íntimamente a su ser— está claro que solo te interesa la cría que carga. Quieres un sucesor para tu trono, y que mejor que un ser capaz de mezclarse entre las criaturas de este mundo ¿O me equivoco, Blacky?

— Tu percepción de quien soy me resulta lamentable— tener que seguirle el juego para ganar algo de paz le resultó desagradable, pero era la mejor opción que tenía si pretendía quitárselo de encima eventualmente— ¿Qué te hace creer que soy el mismo que conociste cuando vivimos juntos?

El demonio blanco, con una suave y ligeramente burlona sonrisa, retiró el monóculo que cubría el ojo dispar de su hermano, enseñándoselo como si haberlo robado fuese una gran hazaña de la cual su yo más joven habría estado orgulloso.

— Tú eras el que decía nunca apreciaría a las cucarachas que habitasen otros mundos— murmuró jugando con el pequeño circulo de cristal, intentando colocarlo sobre su ojo izquierdo, descubriendo que su hermano veía menos de lo que había pensado— Oh vaya, ¿Cómo es que ves algo con ese ojo?

— No le tengo aprecio a ningún ser de este miserable planeta— admitió con desdén, dejando el humo salir por entre sus colmillos, jugando con las formas que se evaporaban lentamente— Flug y Demencia solo pueden soñar con alcanzar algo tan inservible como el aprecio de un ente sin corazón, igual que tu preciado científico.

— Repítelo hasta que el mundo se acabe— le retó burlón, alejando el monóculo para evitar que pudiese recuperarlo, dejándole nuevamente libre y quitándose el suyo también, intentando conectar con la fría mirada de su hermano— pero tú y yo sabemos que ese muchacho logró ganarse el aprecio de un ente sin corazón, tal como mi adorado Slug.

El villano tensó la mandíbula, apretando los puños para contener el deseo de eliminar a su hermano mayor; le molestaba esa habilidad suya de leerlo como un libro, de interpretar perfectamente cada gesto que creía haber desarrollado para expresar las pocas emociones que era capaz de identificar, y a White Hat no le costaba mucho fastidiarlo con ello.

— Te he visto, hermanito, desaparecer mundo con un simple chasquido— le recordó casi en burla, fijando su clara mirada en los ojos dispares del contrario, ladeando la cabeza y sonriendo calmadamente, cruzando las manos tras la espalda, jugando inocentemente con los monóculos— eres el quien ha erradicado civilizaciones como si fuesen motas de polvo en la alfombra, volando con cada pisada

Dirigió un instante su mirada a las manos del villano, ensanchando su sonrisa al notar lo tensas que se encontraba; incluso podía oler la sangre brotando de las heridas causadas por sus garras perforando su carne.

— Pero, incluso con todo ese poder— casi de modo infantil, se aproximó al menor y le pico la mejilla, modificando su expresión a una mucho más relajada, casi inocente— aquí estas, reteniendo el deseo de despedazarme, demostrando interés por la vida del muchacho y la cría que juntos engendraron. Tu no harías eso por motivos egoístas, no soportarías mi presencia por un mero capricho.

Suavemente, tal vez con demasiada suavidad, apartó de su rostro la mano del demonio blanco, apagando el cigarro contra el borde de la ventana y fijando la vista en la ciudad nuevamente, dejando salir un suspiro que, mezclado con el gruñido atrapado en su garganta, produjo un particular sonido de exasperación.

— No imaginé tener un hermano tan tonto, que tienta su suerte solo cuando sabe que tiene la ventaja— comentó sin mucha emoción deducible en su voz, rasguñando con la mano derecha la pintura que cubría el marco de yeso de la ventana, tensando la mandíbula al punto de hacer a sus dientes chillar— es incluso lamentable. ¿A caso piensas que soy tú? ¿Qué voy a correr a decirle que me importa?

El ambiente se tornó macabro cuando la risa del menor se apoderó de la conversación, causando u ligero parpadeo en la luz de la lampara del escritorio, y un temblor en los cristales de la ventana. White se alejó un paso, procurando no alertar de sus movimientos al menor.

— No creo tener que recordarte quien soy— el eldritch de blanco notó un brillo en la mirada de su hermano, uno que creía se había quedado en su hogar, junto a sus padres. Era el mismo brillo que surgía cuando deseaba llorar pero no podía, cuando lo manipulaban para actuar contra su voluntad y era incapaz de negarse— Le dejo eras tonterías a criaturas inferiores como tú, criaturas que solo existen para brindarme entretenimiento pasajero y motivo para mover mis piezas a voluntad.

— Por supuesto, por eso mismo eres Black Hat— secundó el mayor, extendiendo el monóculo devuelta a su dueño, esperando la oportunidad de volver a mirar a los ojos a su adorado hermano, deseando transmitirle la calma que solía compartir con él cuando ambos eran solo unos infantes, ajenos al mundo y a su rol como rivales— No espero que corras a decirle cuanto lo amas, eso jamás pasara. Pero no te haría daño reconocer que, desde hace mucho, ese humano dejó de ser un parasito a tus ojos.

Cruzaron miradas una última vez, miradas dispares que compartían complicidad y comprensión. Los ojos claros, azul y verde, del mayor sonrieron al negro y blanco del menor, prometiendo llevarse esa conversación a la tumba, permitir que las palabras se las llevase el viento que entraba por la ventana y la memoria el tiempo del olvido.

La amenaza no fue necesaria, Black Hat sabía que su hermano cumpliría su promesa, siempre lo hacía incluso sin que lo solicitase, era parte de su naturaleza después de todo. Ambos regresaron los cristales a su sitio y la mirada al paisaje de media tarde de la ciudad, enfrascándose una vez más en el silencio, ajenos al mundo que ignoraba su existencia.

וווו×

— Bien, ahora empuja con las manos— indicó, sujetando la cabeza de la bebé, asegurándose que nada se interpondría en su camino y guiando a la villana que tenía por asistente en la parte más delicada del procedimiento, al menos hasta ese momento— Eso, con delicadeza.

El silencio era demasiado tenso para romperlo, la situación requería que fuese así, y que los espectadores no significasen una distracción para nadie. Aunque, si de Slug dependiera, prefería el caos, el ruido, o al menos una pequeña dosis, al silencio tan abrumador.

Cobalt Blue dejó de presionar el vientre del castaño cuando el mayor fue capaz de retirar completamente a la bebé de la placenta que la recubría; procedió a entregarle los instrumentos que antes le había indicado, y a sujetarla mientras el científico cortaba y anudaba el cordón umbilical de la criatura.

— Dame el succionador— pidió con ligero autoritarismo, señalando el único objeto de goma dispuesto en la bandeja, tomando nuevamente a la bebé en brazos y pasando el guante por su nariz, limpiando a medias el líquido que la cubría. Aunque, con la sangre que manchaba sus manos, era relativamente inútil— ¡Feli, Demencia!

Recibió el instrumento solicitado y procedió a despejar las vías respiratorias de la bebé, suspirando de alivio ante el reflejo de alejamiento, respuesta natural a la molestia, que mostraba la criatura.

— Eso es, que buenos pulmones tienes— celebró cuando el potente llanto de la criatura rompió el silencio que se había apoderado de la estancia; el eco del laboratorio solo lo volvía más potente, casi ensordecedor. Giró para encarar a las jóvenes alebrijes, que aguardaban tras él, sosteniendo una toalla cada una— Límpienla y vístanla. Luego tomen los datos que les indique.

Al verse con las manos nuevamente libres, regresó su atención al vientre de Flug, que permanecía bajo los cuidados de la villana, previniendo hemorragias preocupantes o cambios inesperados. Faltaba lo más complejo, retirar la placenta sin causar daños a los órganos abdominales del muchacho.

— Bien Kenny, ya casi terminamos— informó al adormilado científico, al que habían tenido que colocar una mascarilla de oxígeno para que pudiese respirar mejor— Ni siquiera pienses en desmayarte. Black Hat va a eliminarnos si algo te pasa.

— Descuida Slug— murmuró suavemente, inclinando la cabeza hacía un lado para ver a su amigo, con las mangas bañadas en sangre y una mirada de determinación— no voy a morir hasta que conozca a mi niña.

En la distancia, Demencia observó intrigada como Slug se preocupaba por mantener a Flug despierto durante lo que restaba del procedimiento. No entendía porque hacer algo así cuando era más que evidente que el castaño se encontraba al borde del agotamiento.

— Demencia, ¿Podrías concentrarte? — solicitó la heroína, limpiando delicadamente el rostro de la bebé, casi como si tuviese miedo de hacerle daño o empeorar el llanto, que para ese momento, empezaba a ser molesto— No puedo hacer todo sola, te necesito aquí.

— Si, si— se limitó a contestar, volviendo la mirada a lo que se suponía tenía que estar haciendo, recibiendo a la criatura de manos de la contraria, envolviéndola con la toalla limpia que tenía— Apresúrate algodón, me pone nerviosa que llore tanto ¿Cómo se apaga esta cosa?

— Es un bebé Demencia, no puedes apagarlos y ya— le recordó la unicornio, tomando un estetoscopio y descubriendo el pecho de la bebé, escuchando atentamente los latidos del corazón de la criatura, evadiendo l mirada de la villana por mera casualidad— Ochenta por minuto... un poco lento.

— No entiendo para que hacemos esto— se quejó la alebrije, masajeando la espalda de la criatura con delicadeza, ayudando a su respiración, tal como les había explicado Slug antes de empezar— ¿No se supone que nacer vivo es suficiente?

— Slug ya te lo había dicho— le recordó, tomando las manos de la bebé y buscando signos de hipoxia, o alguna anormalidad ajena a su color de piel— Hacer esto busca garantizar su supervivencia... tiene las manos grises.

— Duh, es el color de piel de Black Hat— burló Demencia con algo de gracia, dándole la vuelta a la bebé para enseñarle a la otra alebrije la espalda— Tiene dos manchas de ese color aquí, una en el cuello y otra en la espalda. ¿Son marcas de nacimiento?

— Eso supongo...— pese a demostrar seguridad, la heroína se sentía fuera de lugar, intentando entender exactamente como tratar a la criatura que la otra sostenía. Había practicado el proceso con muñecos por un mes, sabía casi de memoria como interpretar los resultados y entendía porque, pero tener delante a la bebé era diferente.

No esperaba que tuviese manchas grises.

— Bien, ponla en la báscula— ordenó amablemente, terminado de anotar los puntajes que habría registrado en el examen físico. Estaba bastante tranquila respecto a la evolución de la bebé, tenía un puntaje alto en la mayoría de áreas evaluadas y una buena respuesta a estímulos— dos mil ochocientos gramos, está gordita.

— Me alegra que haya buenos resultados— la inesperada intromisión del moreno las tomó a ambas por sorpresa, no esperaban un tercer individuo en la revisión, por lo que Demencia reaccionó a la defensiva, gruñendo y esponjándose— Tranquila, solo vine a ver que tal van con la revisión.

— De maravilla, solo necesita un poco de estimulación para el corazón— enseñó la heroína con orgullo, aliviando la tensión entre Demencia y su compañero— Además tiene buen color, peso y tamaño, solo falta la circunferencia craneal y... ¿Slug?

La heroína señaló en dirección a la camilla donde estaba Flug, bajo el cuidado de Cobalt Blue, quien limpiaba y vendaba las suturas. Se suponía que ya no había peligro, que ya habría retirado todo lo ajeno al cuerpo del muchacho y solo necesitaba recuperarse de la anestesia.

Todos tuvieron la desagradable sensación de que el tiempo se detenía cuando el monitor cardíaco mostró una perfecta línea recta.

Lo único que rompió el silencio fue el renovado llanto de la bebé, que parecía llamar a su papá con desesperación.

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Yo había pensado no hacer nota final, pero creo que la desesperación que causé necesita una pequeña distracción ¿No?

Llevaba mucho tiempo deseando escribir este capítulo, creo que lo he tenido planeado tanto tiempo como he tenido el nombre de la bebé listo. Y no podría estar más feliz con el resultado. Incluyendo la muerte de Flug.

Antes de que vengan a mí con antorchas y trinchos para liquidarme, tengo una muy buena explicación para esto. Cats hizo, hace mucho tiempo, una lista de posibles finales para el AU (el viejo) y yo, en mi crueldad natural, me obsesione con la idea de que un final feliz sería demasiado esperado, forzado incluso.

Estamos acostumbrados a que todos sobreviven y luego viven felices para el resto de sus vida, y en lo personal, estoy algo harto de ello. Por eso es que Flug muere. No se alarmen, les traeré la continuación pronto y podrán tranquilizar ese miedo de que Black Hat va a eliminarnos a todos.

Por lo demás, les agradezco la paciencia, estoy intentando regresar en forma para finalizar las dos historias que tengo activas antes de mitad de año. Esperemos que lo logre.

Also, la escena de Black Hat y White Hat está inspirada en uno de los dibujos más recientes de Cats. Por mera casualidad en realidad, pero me siento en la obligación de decirlo porque, siendo honestos, el dibujo es demasiado hermoso para no mencionarlo.

Muchas gracias, como siempre, por haber leído.

Nos leemos luego :)

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