•Capítulo 37: Cambios•
Saludos cordiales, villanos.
Y bienvenidos a esos lectores que se pusieron al día en una semana o menos, tienen mis respetos.
Ya pasamos otro aniversario de la serie, ya tenemos nueva parte en el cómic de Cats (hermosa, por cierto) y tenemos un spoiler, cortesía de Alan, enloqueciendo al fandom; lo único que falta es un nuevo capítulo en mi historia para sentir que aporté algo (eso y que quiero dejar de pensar en todo lo que me molesta por estos días). Así que, sin entretenernos de más, vamos a hablar de temas biológicos que le dan más complejidad a nuestra hermosa trama.
Yo sé que todo el rato hago referencia al cómic, a Tumblr y los ask que dieron origen a todo esto, pero son sumamente importantes, así que se aguantan. Hace ya mucho tiempo, se hizo un masterpost de las preguntas más frecuentes del AU (si mal no estoy, eran para la versión antigua) en el que Cats explicaba a grandes rasgos cómo funcionaba el embarazo de Flug; lo que nos lleva a este momento, en que hare mi mejor esfuerzo para hablar de lo que es un embarazo ectópico abdominal, como afecta el cuerpo de la madre y los síntomas que causa. ¿Comenzamos?
Un embarazo ectópico es aquel que ocurre fuera de la cavidad uterina, es decir, el ovulo fecundado se implanta en zonas no destinadas para su desarrollo, tales como las trompas de Falopio, los ovarios o el cuello uterino; en casos especiales, la implantación ocurre fuera del útero, en la cavidad abdominal, siendo comúnmente en las paredes externas del útero; sin embargo, es posible que dicha implantación ocurra en algún órgano vital. Comúnmente se produce como una consecuencia de un embarazo ectópico anterior, malformaciones en las trompas, como efecto secundario de un método anticonceptivo, desequilibrios hormonales o daños en la pared uterina.
El diagnostico de un embarazo abdominal es complejo, puesto que las ecografías uterinas no arrojas resultados y, a diferencia de un embarazo ectópico a nivel uterino, no causa sangrado genital; debido a esto, la tasa de mortalidad fetal es de aproximadamente 95%, mientras que la mortalidad materna se encuentra en el 18%.
A parte del sangrado genital abundante, el embarazo abdominal presenta los mismo síntomas que un embarazo ectópico, es decir, náuseas, mareos, desmayos, dolores en las extremidades superiores (signo de posible sangrado interno), anemia y dolor abdominal agudo; en algunos casos, sumados a los síntomas normales del embarazo. A esto se suma el desplazamiento natural de los órganos, reacción natural del cuerpo para albergar al feto cuando este se encuentra en el útero; este desplazamiento es el que causa el intenso dolor abdominal.
Lo más normal es que, debido a los riesgos que representa el continuar con este tipo de embarazos, se haga una intervención para retirar al feto; el procedimiento depende de en qué trimestre se haga el diagnóstico y la salud del embrión, puesto que, si es posible continuar con el embarazo fuera del cuerpo de la madre, el procedimiento de extracción es diferente. Aun así, se han reportado casos de embarazos abdominales llevados a término y con éxito, en los que tanto la madre como él bebe sobreviven.
Ahora, cabe recordar que Flug es un hombre, por lo que carece de un útero que pueda verse afectado, lo que quiere decir que tenemos que meternos con la magia natural de Black Hat para explicar apropiadamente como es que se logra el desarrollo del embrión. Cats lo explicó en el masterpost, y yo pienso quedarme con esa explicación porque la verdad no tengo mucha cabeza para mezclar biología y magia. En esencia, el parasito creo una membrana para proteger el saco amniótico y garantizar su desarrollo, es decir, creó un pseudo-útero en el abdomen de Flug, el cual cumple todas las funciones básicas de un útero, le permite alimentarse y garantiza un espacio de desarrollo optimo en el interior del humano.
Cambiando de tema, y previo a la explicación que viene, me gustaría decir que no pretendo traer a flote traumas o hacer sentir mal a nadie, tampoco planeo tomarme el tema a la ligera, pues conozco perfectamente sus efectos y, si bien no he tenido casos cercanos, soy plenamente consciente de todo lo que puede causar. Por favor, si la mención o las situaciones que se plantean te afectan de alguna forma, procede con precaución, lo que menos quiero es que te veas afectado por mi historia.
Con el aviso en su lugar, permítanme hablar de la bulimia. Se trata de un trastorno alimenticio por el cual las personas buscan bajar de peso, o evitar el aumento, generalmente después de consumir grandes cantidades de comida. La técnica más común consiste en inducir el vómito de forma regular, sin embargo, también pueden recurrir a laxantes, diuréticos, ayunos prolongados, dietas extremas o exceso de ejercicios.
Se le asocia generalmente con trastornos psicológicos o baja autoestima, sin embargo, las causas pueden ir más allá de eso; las personas que tienen un familiar de primer grado con algún trastorno alimenticio son más propensas a desarrollarla. También se asocia con la depresión, trastornos de ansiedad y el consumo de sustancias alucinógenas, en algunos casos, los eventos traumáticos y el estrés ambiental pueden influir en el desarrollo de los trastornos alimenticios.
La verdad, hay muchas cosas que decir al respecto, tales como las complicaciones y lo que puede generar a largo plazo, sin embargo, no quiero meterme mucho en el tema, por el bien de quienes leen y por prevención, ya que, últimamente, Wattpad esta de delicado con cosas como estas, pero deja que la gente suba cosas peores y no hace nada. Yo no me voy a arriesgar.
En fin, nunca nos habíamos puesto tan técnicos, ¿o sí? Hacer estas cosas me gusta, siento que le dan un buen toque a la historia, además me ayudan a recordar que, después de todo, la fantasía también tiene su buen toque de realidad. Espero que no se hayan aburrido con la charla médica, yo me pase como dos horas tratando de entender los documentos que leí para traer una explicación clara.
Sin más que decir, disfruten la lectura.
Observó con tristeza los restos delante suyo, intentando ignorar la voz en su cabeza que, por primera vez en años, volvía a atormentarla. No podría decir con certeza si esa voz esa suya o si venia de alguien más, si venia de la ventilación o de las paredes, solo estaba segura de que allí estaba, repitiendo una y otra vez aquellas palabras que tanto tiempo había decidido ignorar.
"Él no te ama"
Una y otra vez, como un disco rayado, podía escuchar su malva risa, y sus gritos de enojo, podía escuchar claramente todas las palabras hirientes que alguna vez le había dicho. La diferencia con otras veces era que, en ese momento, esas palabras de verdad dolían. Por primera vez desde que había llegado a aquel oscuro lugar, sus palabras tenían el efecto que debían tener, y la estaban matando lentamente.
¿A caso no era suficiente que hubiese entregado todo por él? No recordaba lo que había antes, y no le importaba recordarlo, pero sabía perfectamente que había algo, algo que había abandonado para estar a su lado, para jurarle lealtad y para demostrarle todo el amor que sentía; aun así, allí estaba, confinada en una celda de concreto, delante de los resto de algún desdichado héroe, llorando en silencio mientras el ser al que se había vuelto devota disfrutada de su ausencia.
— Talvez... sí cambio...— se planteó con una amarga sonrisa, sollozando fuertemente y odiando a todo ser que alguna vez hubiese llegado a aquella mansión a robarle la atención de su amado.
Con un temblor incontrolable, se acercó la mano a la boca, contemplando momentáneamente sus uñas, aun teñidas del negro del esmalte y de la sangre; eran desagradables, pero no tenía nada más. Separó los labios y, con una determinación que no sabía de donde venia, introdujo hasta el inicio de su garganta el índice, empujando con fuerza la úvula, sintiendo de inmediato más lágrimas en sus ojos y la desagradable sensación de que todo lo que había comido abandonaba su estómago.
"Debo cambiar para que me ame" pensó mientras el desagradable sabor le inundaba la boca y su comida abandonaba su cuerpo.
ווווו
Pese que nunca había algo realmente normal en su vida, hasta él sentía preocupación cuando despertaba sintiéndose aún más cansado que al momento de acostarse. Podía atribuir aquello al exceso de trabajo que se encontraba realizando, o al estrés de las entregas más próximas, pero lo que sentía no se comparaba con los síntomas usuales del exceso de trabajo al que se sometía cada cierto tiempo.
Se impulsó dificultosamente con los brazos, obligándose a dejar la cama para empezar el día de forma oficial, sin embargo, se sentía más pesado que de costumbre, como si hubiese ganado peso durante la noche, o si hubiese estado comiendo de más, cosa que claramente no había hecho. Llevaba poco menos de un mes sin comer apropiadamente, por lo que descartaba de inmediato el aumento de peso como una razón para sus extraños síntomas.
Se dirigió al baño una vez logro ponerse en pie, sintiendo que el mundo le daba vueltas y el equilibrio lo abandonaría en cualquier momento. A lo mejor si debía alimentarse con más cuidado, el cansancio no podía ser de otra cosa que una mala dieta sumada al trabajo, después de todo, era lo único que había cambiado a comparación de otras veces. Aunque, si se ponía a pensar, también podría tener que ver el haber vuelto a su capsula, después de meses durmiendo en la cama de Black Hat; no quería reconocer aquello como parte del problema, pero desde que había empezado el año y el trabajo se había duplicado, no había tenido la oportunidad de volver a compartir una noche en compañía del demonio, y ya comenzaba a extrañar la cálida sensación de tenerlo cerca.
Camino semi conscientemente por los pasillos, buscando el comedor, dándose finalmente la oportunidad de desayunar con calma, de forma apropiada. Sin embargo, la sensación de mareo no desaparecía, no era como si tuviese nauseas o algo parecido, pero se sentía desorientado, como si en aquellos momentos, su cuerpo no estuviese completamente conectado con su cerebro. Con un suspiro de cansancio, se adentró en la enorme habitación, descubriendo a Demencia atragantándose con una anormal cantidad de comida, como era su costumbre; a Black Hat ignorándola por completo y a 5.0.5 esforzándose por preparar algo que no le causase asco al villano. Una escena matutina que hacía mucho tiempo no presenciaba. Aquel pensamiento le hizo sonreír.
— ¡Hey nerd! ¿Qué pasó? ¿Mala noche? — no podía estar seguro de si lo preguntaba con sorna o si de verdad quería saber, tampoco pretendía averiguarlo, en ese momento lo único que ocupaba su mente era el hambre— Parece que te atropelló un camión.
— Buenos días para ti también, Demencia— masculló tomando asiento, dejando salir otro suspiro e ignorando las muecas y la forma grotesca de comer de la chica— Y buenos días jefecito.
El villano se limitó a observar por encima del periódico al científico, dejando salir de inmediato un gruñido de asco. Odiaba estar de acuerdo con Demencia, pero Flug parecía más muerto que vivo y, si lo poco que conocía del cuerpo humano era acertado, al borde de caer enfermo y volverse inútil por al menos un par de semanas. Y, si había algo que no podía permitir en aquellos momentos, era que Flug se volviese inútil.
Para su suerte, el oso pasó de intentar complacerlo a servirle a Flug un desayuno que bien podría alimentar a tres personas; parecía que él no era el único que se preocupaba por el mal estado del muchacho, y eso decía mucho de sí en aquellos momentos. ¿Desde cuándo le importaba si Flug estaba bien o mal? Era un empleado que debía cumplir con su trabajo sin importar nada... pero, en aquel momento, estaba dispuesto a permitirle un tiempo fuera, si eso significaba que podría recuperarse de aquel deplorable estado.
Se descubrió a si mismo arrugando con fuerza las hojas del periódico, a poco de rasgarlo a la mitad, presa de pensamientos nada propios de él. No solo el presentar empatía por el muchacho le molestaba, también sentía que debía sentirla; Flug siempre era igual, siempre se empujaba a los límites para complacerlo ¿Por qué de repente sentía que debía frenarlo antes de que se hiciese daño?
— Ups, parece que llego en mal momento— la voz femenina que rompió el silencio del ambiente logro disipar cualquier pensamiento empático hacia el muchacho, reemplazándolos con la ira y sed de sangre habituales en él. Los tres centraron su mirada en la joven que, con amplia sonrisa, se encontraba de pie al otro extremo de la habitación, fingiendo inocencia— Mis disculpas, Lord Black Hat, pero se me ordenó realizar el pago lo más pronto posible,
El primero en detallar las reacciones de los presentes fue Flug, que centró de inmediato su atención en el aludido, descubriendo el mal humor que aquella descortesía le provocaba; Demencia, sentada en frente suyo, dejó de comer casi al mismo tiempo en que Black Hat se podía en pie y tomaba rumbo hacia la intrusa, cambiando su actitud burlesca por una mueca de odio y una mirada asesina que parecía lista para atravesar a la joven de cabello oscuro con una espada. El muchacho se sorprendió al sentir algo similar a los celos, pero mucho más tenue, casi como un simple murmullo de inseguridad que se apagaba tan rápido como había surgido.
— ¡¿Y esa quién demonios es y qué hace aquí?! — chilló la joven de cabello bicolor, golpeando con fuerza la mesa y poniéndose en pie, dispuesta a ir tras ellos, en cuanto el eldritch dejó la habitación junto a la joven— ¡Voy a sacarle los ojos!
— Relájate, Black Hat no es su tipo— le aseguró con tranquilidad, volviendo a centrarse en su desayuno y el hambre voraz que parecía necesitar saciar— Además, si le sacas los ojos, le quitarías el trabajo.
— ¡¿De qué mierda estás hablando?! — Flug podía ven en sus ojos una mezcla de emociones que solo lograban salir al exterior por medio de un fuerte deseo destructivo; Demencia se estaba guardando muchas cosas, su mirada mostraba ansiedad, tristeza y enojo, todo combinado y revolviendo aún más su mente— ¡No me digas que no te preocupa que Black Hat encuentre a alguien mejor que nosotros!
— Demencia, Dark Blood es una buscadora de almas— explicó con voz tranquila, invitando a su compañera a tomar asiento y respirar un momento antes de cometer alguna locura de la cual podría arrepentirse— Los villanos de más alto rango suelen contratarla para que busque las almas que deben pagarle a la organización a cambio de sus servicios. Mas allá de eso, nadie sabe nada de ella, así que relájate, que la carencia de interés entre ellos es reciproca.
Con un gruñido de resignación y una mueca de enojo, la chica volvió a sentarse, cruzando los brazos e ignorando por completo lo que aún le quedaba de comida, perdiéndose en sus pensamientos bajo la mirada de Flug, quien no podía creer que la chica, después de todo lo que había pasado, siguiese celando al villano. Quería creer que se trataba solamente de un capricho, pero sabía perfectamente que iba más allá de eso, que su obsesión podía causarle daño a muchas personas; sin embargo, también sabía que no podía hacer nada para cambiarla, su personalidad era un buen complemento en la mansión, y esa personalidad incluía aquellos celos y aquella insana obsesión.
— Escucha, si te tranquiliza un poco saber esto, nadie nunca la ha visto interesarse por alguien— concluyó con un toque de empatía, entendiendo porqué actuaba de esa manera, porqué se sentía así en aquel momento— Dark Blood es más como... no sé, un cazador que solo se interesa por el valor de su presa. Sus relaciones se limitan a que tanto están dispuestos a ofrecerle a cambio de recolectar las almas.
No quería dejarla allí, sola, en aquel momento, pero necesitaba volver al trabajo, volver para terminar y tener la oportunidad de volver a tener una buena noche de sueño. Se levantó de la mesa, dejando atrás su plato vacío, una taza de café desocupada, y a una Demencia que luchaba por contener unas lágrimas que no estaba segura de dónde venían.
ווווו
La joven de cabello oscuro sonreía con diversión ante el enojo del demonio, que comenzaba a afectar todo el ambiente de la mansión; sus brillantes ojos no paraban de retar a los del villano, centrándose en ellos y manteniendo la burla en todo momento.
— Ya me disculpé, señor, no necesita desear mi alma, sabe que no tengo una— burló sin borrar su sonrisa, dejando frente al escritorio una bolsa de tamaño considerable, de la cual chorreaba un viscoso líquido que solo las almas producían— El pago de Nightmare Prinxe por la ayuda en su última conquista. Le agradece mucho el buen trabajo de Demencia y la eficiencia de los robots.
— Irrumpes en mi mansión, interrumpes mi desayuno y te burlas de mi— recitó sus errores con neutralidad, chasqueando los dedos para que su sombra se hiciese cargo de la bolsa, mientras él permanecía inmóvil, con la mirada fija en la chica y sus llamativos ojos violeta— ¿Y todo por esta tontería? Si los villanos tuviesen un mínimo de clase, dejarían de contratarte para buscar las almas.
— Eso es verdad— reconoció con una suave risita, encogiéndose de hombros y protegiendo su ser de la sombra del eldritch, que bien podría robarle la suya si así lo quisiese— Pero usted y yo sabemos que no hay nadie más con la disposición y la habilidad para hacerlo, así que, mientras me paguen bien, seguiré siendo parte de su vida.
Black Hat gruñó con cansancio, sabiendo que mientras tuviese forma de robarle la sangre a sus víctimas, seguiría estando en el mundo de los vivos, siendo una molestia general para cualquier idiota que se cruzase en su camino. Claro que no podía negar que le causaba gracia que alguien tan joven tuviese que cargar con una maldición tan cruel.
— Si ya terminamos, le pido amablemente que se retire antes que yo mismo la saque de aquí— finalmente tomó asiento tras el escritorio, a la espera de la retirada de la joven, dispuesto a comenzar a trabajar.
— Oh, en realidad hay algo más, me gustaría poder hablar con Flug acerca de algo, si es posible, claro— la burla había desaparecido de sus ojos, había sido reemplazada por una seriedad que no parecía pertenecerle; al villano no le extrañaba aquel cambio tan repentino, lo había visto muchas veces en el pasado, sin embargo, que le pidiese de esa forma el hablar con el muchacho era, sin duda, poco usual— Necesito un arma nueva, una más práctica, y creo que si hay alguien con vida que puede hacerse cargo de diseñarla, es el doctor Flug.
— Tendrá un precio, y tendrá que pagarlo como cualquier otro cliente— le recordó con seriedad, chasqueando los dedos para ofrecerle un contrato y una pluma, objetos que la chica rechazó inmediatamente— No por ser un inmortal sin alma significa que voy a hacer una excepción a la regla.
— Necesito tiempo para conseguir el pago, señor— explicó, sacando de un estuche una pequeña daga sin filo o punta, enseñándola al villano como si aquello fuera explicación suficiente— Sin una de mis dagas, es mucho más difícil obtener las almas de los vivos. Permítame hacer mi pedido y le pagare tan pronto como tenga las almas o el dinero suficiente.
Black Hat no podía creer que estuviese considerando el permitirle hacer las cosas de aquella forma; era consciente de que, con cualquier otro villano o cliente, el pago debería ser inmediato y no importaba nada más, sin embargo, conocía de antemano que era lo que hacia la joven para obtener las almas, y sabía que aquellas dagas, que solo funcionaban en sus manos, eran lo único que podía utilizar para tal objetivo. En medio de un suspiro, alargó la mano hacia la chica, permitiendo que se rodease de una oscura energía de la cual cualquier persona cuerda desconfiaría.
— Sin una garantía no hay trato— sentenció sin cambiar de expresión, esperando a que la joven tomase su mano y aceptase sus condiciones— Ya que posee dos sombras, me quedaré con una hasta que el pago sea realizado ¿Tenemos un trato?
Ocultar su sorpresa, teniendo unos ojos tan expresivos, era imposible; siendo una criatura que se movía con ayuda de su sombra, era extraño tener que aceptar aquello, sin embargo, el demonio tenía razón, poseía dos sombras, y una de ellas, su ultimo rastro humano, le era totalmente inútil. Sin más opción, estrecho la mano del villano, entregándole la única cosa que le recordaba que, en algún momento, había sido humana.
— Excelente. El doctor Flug se encuentra en su laboratorio— Black Hat se deleitó con el brillo de sufrimiento que atravesó su mirada en el momento en que le quitaba su sombra, cambiando su mueca por una amplia sonrisa que enseñaba todos sus colmillos— Le pediré que no lo entretenga mucho tiempo, ahora mismo hay bastante trabajo pendiente y nos gustaría no enfrentar retrasos.
La chica asintió por inercia, dejando la habitación en un estado ligeramente alterado, con la vista desenfocada y un sutil mareo que no hizo más que traerle recuerdos de la primera vez que le había dado la mano a un demonio. Caminó con calma por los oscuros pasillos de la mansión, intentando no perder el equilibrio, buscando la ruta que la llevase al laboratorio, sin embargo, debía admitir que estaba perdida. Detuvo su caminar al escuchar el llanto de alguien, al percatarse que los sollozos se hacían más intensos conforme avanzaba.
— ¿Demencia? — llamó con cautela, aproximándose lentamente hacia la puerta de la cual provenía el llanto, confirmando sus sospechas en cuanto la chica dejó de llorar al oír su nombre— Oye, sé que no nos conocemos, pero... ¿Estás bien?
La puerta se abrió, dejando ver a la joven alebrije en un estado desastroso; su rostro estaba sonrojado por el llanto, tenía la punta de la nariz y los ojos demasiado rojos, había algo de sangre escurriendo por su labio y se le habían marcado unas ojeras que, en el comedor, no tenía. El cabello se le veía más alborotado de lo usual, enmarañado y sucio, como si llevase meses sin lavarlo ¿Qué le había pasado?
— Como si te importara— gruñó a la defensiva, esponjando su cabello igual que un gato y enseñándole los colmillos, confirmando la sospecha de que aquella sangre venia de su boca— Las perras como tú no se interesan por mí, ¿Por qué no te largas de una vez y dejas de molestar a Blacky?
Dark, que nunca había tenido la oportunidad de conocer en persona al mejor agente de Black Hat, se encontraba en shock; tenía en mente a la fuerte, valiente e indestructible Alebrije, una villana que podía matar héroes solamente con sus manos, alguien admirable y resistente, sin embargo, la chica que tenía delante suyo no era más que una joven con el corazón y la mente rotos. A pesar del mareo, lo primero que hizo, ya por costumbre, fue buscar su alma; le sorprendió aún más encontrar una, porque no sabía de nadie que trabajase para Black Hat que tuviese una.
Era extraño, hacía mucho que no se encontraba con la imagen de un alma rota, de un alma que, lentamente, perdía la voluntad de seguir viviendo; sin embargo, sus ojos no la engañaban, Demencia se estaba rindiendo, y eso, aun si no la conocía bien, no podía permitirlo.
— ¡¿Qué tanto me ves?! — volvió a la realidad al sentir el peso de la chica sobre su cuerpo, acorralándola contra la pared y restándole capacidad respiratoria al poner su brazo sobre su garganta, acortando la distancia entre sus rostros, buscando ser tan amenazante como le fuese posible— Respóndeme, maldita.
— Tu alma... está... rota...— jadeó con dificultad, cerrando los ojos y tratando de concentrarse para salir de allí con vida, intentando aprovechar su sombra como una ruta de escape, sin obtener resultados— No... respiro...
Tomó una gran bocanada de aire en cuanto Demencia la dejó libre, tosiendo suavemente debido al daño que había recibido su garganta. Delante suyo, con una expresión de odio y confusión, la joven alebrije intentaba procesar lo que le había dicho. Para cuando pudo volver a enfocar la mirada, se encontraba sola en el pasillo, con la única compañía del silencio y el murmullo de las paredes.
Sin poder olvidar aquello, reanudo su camino hasta dar, finalmente con la puerta metálica del laboratorio, sintiendo alivio de haber llegado a su destino. Se adentró con cautela en el lugar, no queriendo tener que arriesgarse a otro encuentro cercano con la muerte por aquel día.
— ¿Doctor Flug? — llamó una vez dentro, paseando la mirada por todo el lugar, fascinada por la enorme cantidad de máquinas e inventos que plagaban la habitación, llenando el frio ambiente de una extraña magia— Me gustaría pedirle algo.
— Ah, eres tú, que alivio...— el chico se asomó por alguna esquina, bajándose las mangas de la bata de nuevo hasta la muñeca, soltando un suspiro de alivio y sonriendo con la mirada, oculta por los googles oscuros— Creí que Lord Black Hat había venido a supervisar mis avances.
— No ha de tardar, me pidió no entretenerle mucho, así que seré breve— Flug acercó un par de sillas a una mesa desocupada para que pudiesen hablar con más comodidad, invitación que no dudo en aceptar debido al mareo que parecía negarse a abandonarla— Necesito una espada.
— Um... no sé qué le han dicho acerca de la organización, pero...— Flug observo a la joven desenfundar las dos dagas que portaba en la cintura, dejándolas sobre la mesa a la espera de que terminase de hablar para explicarle las cosas— nos encargamos del diseño de armas complejas, secuaces y ejércitos, entre otros servicios. Hay un herrero que trabaja para la organización que podría forjar una buena espada.
— Ningún herrero podría resolver el enigma de crear una espada que se adapte a mis necesidades. Ya lo he intentado— se explicó con calma, levantando ambas armas de forma simultánea, demostrando su funcionamiento. Aquella que sostenía con la mano derecha adquirió un fino y una punta oscuros, casi como si estuviesen hechos de oscuridad pura, mientras la izquierda pasó por el mismo proceso, con la diferencia del color; la izquierda parecía hecha con sangre— Mis armas deben poder drenar energía de los elementos que, en un principio, me dieron mis habilidades; necesito un arma que pueda manejarse a dos manos, pero que cumpla con las mismas funciones que mis dagas.
Flug observó ambos objetos con fascinación, nunca había visto algo así, y podría estar seguro de que nunca volvería a verlo. La chica no parecía sentir dolor o una pérdida de energía, al contrario, parecía revitalizarse al empuñar simultáneamente las armas, cosa que no creía posible.
— ¿Por qué no pedirle tal cosa a quien forjó originalmente las dagas? — se atrevió a preguntar, pidiendo permiso para examinar la forma en que habían sido construidas, detallando especialmente la empuñadura y todos los detalles que la componían— Son armas muy complejas como para dejarlas en manos de un simple humano.
— Fueron forjadas antes del tiempo de los humanos, por un ser que ya no existe— explicó sin más, desviando la mirada en un gesto que solo podía significar aflicción— No hay nada ni nadie con vida que pueda... ¿Está bien, doctor?
Quería seguir explicando por qué creía que él era el único capaz de forjar su nueva espada, pero no pudo pasar por alto el gemido de dolor y el sutil gesto que lo había acompañado. Flug se había encogido ligeramente, llevando su mano a hacer presión sobre su costado izquierdo, en un intento por calmar la repentina punzada que le había atacado. No quería contestarle, pero sabía que insistiría para obtener una respuesta, por lo que se limitó a suspirar y asentir.
— No es nada grave, últimamente no estoy comiendo bien y mi cuerpo protesta por ello— explicó como si nada, apretando los ojos ante la intensidad del dolor, batallando por respirar calmadamente— Es usual que mi dieta... que cambie con la llegada del trabajo... ya pasará.
— ¿Estás seguro Flug? Parece afectarte bastante— ocultar su preocupación en ese momento era inútil, sabía que sus ojos la delataban, y aun si él no podía verlos, tenía la sensación de que debía ayudar al muchacho; en ese estado, le preocupaba que perdiera el conocimiento o algo peor— Oye... ¡Flug!
Apenas y pudo atraparle antes de golpear el suelo, su cuerpo se sentía pesado, y temblaba ¿Qué le había pasado? No era buena con esos asuntos, le costaba mucho saber que hacer bajo presión, sin embargo, trató de calmarse y pensar racionalmente, aun si no sabía que era lo que podía hacer. Con un poco de trabajo, le sentó en el suelo y le sostuvo la cabeza, mientras, poco a poco, recuperaba la consciencia.
— ¿Estás seguro que estas bien? No creo que te hayas desmayado de hambre después de aquel desayuno que te vi comer— con una mirada ligeramente adormilada, y una energía casi nula, asintió suavemente, cerrando los ojos y agradeciendo suavemente el gesto que estaba teniendo con él— ¿Qué puedo hacer...? No quiero dejarte así...
— Al fondo hay un baño.. busca el botiquín y trae algo para el dolor...— señaló la dirección en la que se encontraba su destino, esforzándose para ponerse en pie y regresar a la silla, dispuesto a quedarse allí mientras la joven de cabello oscuro buscaba lo que necesitaba— Que extraño... es la primera vez que es tan fuerte...
Quería quitarse la bolsa, limpiarse el sudor de la frente y las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos, pero no podía; la regla era simple, nadie debía, bajo ninguna circunstancia ver su rostro, naturalmente, eso incluida a Dark Blood y a cualquiera que no fuese Black Hat. Echó la cabeza hacia atrás, intentando pensar en otra cosa que no fuese en intenso dolor que ahora sentía, sin embargo, era la única cosa que ocupaba su mente.
— Necesitaras algo más fuerte que un ibuprofeno, pero eso servirá por el momento— le recordó mientras le ofrecía el pastillero y un vaso con agua, permaneciendo de pie a su lado para asegurarse que no volviese a desmayarse— ¿No sería más fácil beber sin la bolsa?
— Reglas de la organización— explicó al terminar de tragar, dejando el vaso sobre la mesa y respirando hondo, esperando que aquello fuese suficiente para poder regresar al trabajo— Nadie, sin excepción, debe ver mi rostro. La única razón por la que puedes ver de mi nariz hacia abajo es porque ya lo hiciste más temprano. Ahora, regresando al asunto de la espada...
— No creo que...— quería detenerlo, asegurarse de que estaba en su 100% antes de volver al trabajo, pero el científico la ignoró y volvió a tomar la daga con delicadeza, centrándose en la gema que decoraba la guarda— La única criatura viva con el suficiente conocimiento como para descifrar mis dagas eres tú, Flug, por eso quiero que la espada sea mano de obra tuya.
— Creo que las gemas son las que se encargan de funcionar como puentes entre tu energía y la forma física que esta adquiere— le explicó con asombro, mostrando que cada una de las dagas tenía una piedra diferente, cortadas y posicionadas en el mismo lugar y de la misma forma— Si logro obtener un ejemplar de cada una, y descubrir con que aleación de metal se forjaron los filos, es posible crear una espada que cumpla con el mismo principio que las dagas.
La joven de cabello oscuro estaba por explicarle algo al respecto, pero debía admitir que su deducción era bastante acertada. Quería decirle que clase de metal era el que componía los filos, pero la verdad es que ni siquiera ella sabía eso; en realidad, en aquel momento, se dio cuenta que no sabía casi nada de las armas que utilizaba.
— Puedo dejar una de las dos por un par de días, mientras recupero mi fuerza, para que hagas la búsqueda correspondiente— ofreció con una suave sonrisa, tomando la daga con la piedra rojiza y guardándola es su estuche, dispuesta a dejar la otra en manos del científico— Por lo que respecta a la piedras, sé que siempre se encuentras juntas, por lo que no debería ser muy complejo dar con ellas, especialmente teniendo a tu favor a un todopoderoso demonio interdimencional.
— Me parece bien, te haré saber cuándo puedes venir por ella ¿Esta bien? — Flug ofrecía, bajo la bolsa, una sonrisa igual de amable que la de la chica, más que nada, a modo de agradecimiento por la preocupación que había mostrado hacia un momento— Claro, necesitaré una forma de contactar contigo...
— Oh, eso es fácil, solo usa un espejo— del bolsillo de su chaqueta sacó una pequeña bolsa de seda, rellena de un polvo extraño; se la ofreció al muchacho con una sonrisa y una suave risa, sabiendo que nadie entendía a la primera— Escribe mis iniciales con esto en el espejo y llama mi nombre en voz alta, puede que tarde un poco, pero vendré eventualmente. Todo depende de que tan ocupada este.
Flug aceptó la bolsita y le ofreció su mano a modo de despedida, agradecido por la ayuda que le había brindado y por el voto de confianza que había depositado en él para aquella peculiar tarea.
— Una cosa más doctor— murmuró antes de despedirse, volviendo a adquirir el tono serio con que habían empezado la conversación— Tenga cuidado con ese dolor, talvez tenga razón y sea por el hambre, pero también puede ser algo más peligroso. Yo no me lo tomaría a la ligera si fuese usted.
En un parpadeo, igual que su jefe, ya se había marchado, dejando atrás solamente el vacío que su aura creaba en su ausencia. Odiaba admitirlo, pero tenía razón, aquel dolor bien podía ser producto de su mala dieta, pero lo que había pasado era algo más. Tenía miedo de estarse enfrentando a algo serio, como un tumor, pero ahora mismo no tenía el tiempo de preocuparse de más; tomó la decisión de bajar a comer para calmar el hambre que le había dado, con la esperanza de que eso también calmase el dolor, para poder volver a trabajar. Después de todo, aún tenía varios pedidos atrasados, y con las nuevas órdenes entrando, debía apresurarse.
////////////////
Cada maldita vez que trato de empezar un capítulo, me cuesta horrores darle forma, y mira que para eso tengo un Plotline todo bonito, con colorcitos y notas que me ayuden ¿Cuándo será qué no luche?
En fin ¿Qué tal les va? ¿Siguen cuerdos o ya están como yo, perdiendo de a poco la cabeza por el encierro? Honestamente, espero que estén bien, no hay nada más importante que nuestro bienestar físico y mental en esta horrible época.
Ya sé, introduje un personaje del que no dije nada antes, y del que no se descubre mucho en el capítulo, pero tengo mis razones. Dark Blood es uno de mis OC más antiguos, y al que más le tengo cariño, tiene su propia historia y su propio universo, sin embargo, es a quien más quería incluir en la historia porque, francamente, encaja muy bien en este universo. Ya explicaré con calma su historia, por ahora, solo puedo dejarles un bonito dibujo de ella, por favor disfrútenlo.
Ahora, pasemos a algo que me dio mucha risa y también me dejo pensando. Por favor, explíquenme ¿Quién fue el mamón que se saltó mis notas y fue a decirle a Cats que SU Slug se parece al que sale aquí, siendo que siempre doy créditos? No estoy enojada, solo me causo curiosidad.
Side Note: a decir verdad, aun pienso que, de no ser por el Plotline tan lindo que había hecho, esto sería diferente, sin embargo, no me arrepiento de como maneje las cosas. Me gusta el resultado y estoy feliz de lo que hice.
Como siempre, les agradezco que hayan leído y me hayan tenido paciencia para actualizar. Los aprecio mucho por eso.
Nos leemos luego :)
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