•Capítulo 30: Soy un desastre•

Saludos cordiales, villanos.

Yo pretendía subir esto hace mucho tiempo. Perdón por la demora.

Como sea, he regresado para traerles un peculiar capítulo, que nos alejara un poco de nuestra tóxica pareja para recordarnos que hay más personajes, con igual importancia, en la trama de la historia.

¿Quién está listo para esto? Claro que, antes que nada, permítanme incluir unos pequeños datos curiosos, solo para aumentar su conocimiento general.

Primero que nada ¿Sabían que, en su gran mayoría, a las personas ciegas se las representa con ojos completamente blancos? Si bien esto es errado, puesto que la ceguera tiene muchas causas y no todas ellas causan dicho efecto, si es posible encontrar ojos así. El color blanco se debe, generalmente, a la catarata, que consume la proteína del cristalino, creando una película traslúcida sobre el mismo, que le da la apariencia blanquecina a la pupila. Les aclaro esto porque, en el capítulo, utilizo un par de veces la expresión "ojos ciegos" y quiero que sepan a qué me refiero exactamente.

Ahora ¿Sabían que hay más de un tipo de parásito? Es decir, primero hablemos de que es en sí un parásito. Se trata de un organismo que vive sobre un huésped, o en su interior, y se alimenta a expensas del mismo, tomando nutrientes y energía del hospedero para sobrevivir. Existen tres clase de parásitos comunes que afectan a los humanos: protozoos, helmintos y ectoparásitos.

Los primeros son organismos unicelulares capaces de multiplicarse en los seres humanos, lo cual contribuye a su supervivencia y también permite que se desarrollen infecciones graves a partir de tan solo un organismo. Por otro lado, los helmintos son seres multicelulares, observables a simple vista en su estaba adulta o de mayor desarrollo celular. En su forma adulta, los helmintos no pueden multiplicarse en los seres humanos; (helminto deriva de la palabra griega para "gusano"). Los ectoparásitos, pese a que engloban un amplio grupo, hace referencia a aquellos parásitos que se instalan fuera del organismo y viven en este por un largo periodo de tiempo.

¿Por qué explico esto? Porque Mawrasite aparece por primera vez en este capítulo y me gustaría explicar algo acerca de ella, al menos de mi versión de ella. No sé si recuerdan ese tiempo en que el fandom le daba los nombres a los personajes extra; en ese tiempo, Mawra se llamaba "Venombite", que se traducirá como mordida venenosa, más o menos. Cuando encontré su nombre, por una casualidad, lo primero que pensé fue en Venom y su forma de habitar un cuerpo humano. Según yo, Venom y el parásito de Mawra son similares, necesitan de un cuerpo humano para sobrevivir y son capaces de cambiar la apariencia de su huésped, además de consumir desde dentro al mismo para mantenerse con vida.

El parásito de Mawra encaja en la descripción de protozoos y de ectoparásito, es decir, un ser que inicialmente invade el huésped de forma unicelular, creciendo dentro del mismo a medida que se va alimentando, convirtiéndose más adelante en un organismo que habita fuera del cuerpo, en su mayoría. Este parásito, así como haber creado una boca propia para alimentarse de forma independiente, creo un mecanismo de movilidad independiente a las piernas de Mawra, que solo usa cuando lo cree pertinente; es decir, las seis extremidades extra que hay en la espalda de la chica. Mi Headcannon es que, estás costillas, por llamarlas de algún modo, son más parecidas a las patas de un artrópodo, que se extienden cuando el parásito decide usarlas (algo similar al Pak de Zim).

Bueno, no sé si me explique bien, espero que sí. Como sea, desde que Alan dijo que Demencia no tiene amigas, no dejó de pensar que sería bueno darle un grupo de apoyo, después de cómo Black Hat le rompió el corazón. Por esa razón, y viendo que hay una amplia variedad de villanas jóvenes que se apegan a la historia, elegí a tres para crear un colchón emocional.

Como dos de ellas no tienen nombre, ni personalidad, me tomé la libertad de nombrarlas y elegí a dos seres de los comentarios que les darán su personalidad (ojo, yo solo tomo como se muestran en comentarios, si acierto o no, no es culpa mía). So, Let me introduce them.

En primer lugar, KatherineAndreaRamos estará encargada de dar la personalidad a esta fría y racional villana, a quien nombre FrozenHeart, o Kirsi.

Después está QueenofMoonshine cómo está demonio (recién ingresada a la organización además) que sigue siendo fiel a sus principios y a quien llame Devika, o simplemente Devi.

Finalmente está su servidora como Mawrasite, y su personalidad tranquila, hecha para mantener la neutralidad hasta que una de las parte logra sobornarla con argumentos (según yo, claro está)

Este capítulo está inspirado en la canción "I'm a mess", que pueden encontrar en la playlist de la historia.

Las imágenes pertenecen a Alan Ituriel y el equipo de Villainous.

Sin más avisos, por favor disfruten la lectura.

Los truenos fueron la primera cosa que escucho al despertar, el estruendo de las gotas chocando contra el metal de avión y la creciente estática que ponía sus vidas en riesgo fueras los siguientes puntos que ocuparon su mente al levantarse de la cama y, nuevamente, aborrecer la mala noche que había pasado. Intentó organizarse lo más rápido posible, dispuesto a evacuar si la tormenta no daba señales de tregua en un tiempo prudente. A veces olvidaba lo asqueroso que era el clima de la isla.

Recorrió el laboratorio en busca de algo que pudiera verse seriamente afectados con la estática, comenzando por Demencia y continuando con los aparatos y maquinarias que aún estaban allí, listos para ser despachados. La joven, más allá de tener un aspecto de muerta en vida, parecía estarse recuperando apropiadamente. Las grietas en el cristal fue algo a lo que no dio verdadera importancia, mientras vaciaba el líquido y la despertaba.

— Buenos días, Demencia— saludó con una voz cansada, producto de la mala noche de descaso que llevaba a cuestas— Hagamos esto rápido, ¿Sí?

— ¿Para qué? No me interesa estar bien— protestó, saliendo de la cápsula con cuidado, buscando la oportunidad de huir al menor descuido del muchacho— Él no me quiere ¿Qué más da?

Flug suspiró con agotamiento, deseoso de evitar aquella conversación hasta el día de su muerte. Si pensaba detenidamente la situación, era normal que la chica quisiera matarlo y matarse, pero no podía permitir ninguna de las opciones que ella parecía acariciar con vehemencia. La obligó a recostarse en una plancha metálica, le ató las piernas por precaución y retiró la camisa de fuerza que restringía cualquier movimiento de su parte.

— Las heridas han sanado completamente— dijo para sí, buscando alguna cicatriz o marca en la pálida piel de la joven, naturalmente sin encontrar nada. Cada corte en sus brazos había desaparecido para siempre, cosa que lo aliviaba bastante— No hay evidencia de más laceraciones, ni hematomas.— con una pequeña linterna analizó la reactividad de las pupilas de la chica— todo parece en perfecto estado. ¿Cómo te sientes, Demencia?

— Eso no importa— contestó sin ánimos de nada, huyendo de la mirada de Flug, que transmitía preocupación y culpa— ¿Puedo irme ya? Quiero mi ropa.

A regañadientes, Flug soltó sus tobillos y le permitió marcharse, dejando él también su laboratorio, sin deseos de exponerse a la caía de un rayo que acabase con su vida. Cada uno tomo caminos separados, con objetivos completamente diferente en mente. Mientras Flug se adentraba en la biblioteca, dispuesto a esperar allí hasta que la tormenta le permitiese regresar, la joven alebrije se dirigió a su habitación para cambiarse de ropa. Tenía en mente una sola cosa, mientras se colocaba los zapatos, y era que ya no quería estar allí, en la mansión, sabiendo que su amor nunca sería correspondido.

Admiró su silueta en el espejo una última vez, aborreciendo su reflejo y golpeando el cristal con fuerza, quebrándolo en miles de piezas. Iba a escapar, sí, pero no sin antes causar un desastre. Comenzó a caminar por las paredes y a rasgar el papel tapiz; las pinturas y retratos del villanos fueron a parar en el suelo, algunas estaban rasgadas con odio. Todo a su paso era un objeto para liberar odio.

Black Hat, que sabía siempre todo lo que ocurría en la mansión, descubrió rápidamente los resultados de la rabieta de la joven. No estaba sorprendido, sabía que los humanos, a diferencia suya, eran reactivos a las emociones y necesitaban exteriorizar lo que sentían, sin embrago, estaba molesto ¿Quién se había creído para desatar tal comportamiento en la mansión? Fluyó por los pasillos para buscarla, encontrando cada vez más destrozos, hasta toparse con algo que, si bien podría haber esperado, nunca creyó que pasaría. Demencia, con ayuda de algún objeto pesado, había destrozado una ventana y saltado por ella. Podía verla perfectamente desde allí, trepando la reja y, antes de comenzar a correr, enseñándole el dedo medio.

Sabía que no era el peor insulto que alguna vez había recibido el villano, pero sentía que bastaba para la prisa que llevaba. Corrió por las calles, salpicando en cada charco, llenándose el cabello de tierra y ramas que la lluvia arrancaba de su sitio. No sabía si algo la seguía, y no estaba dispuesta a detenerse para averiguarlo. Correría hasta encontrar el final de la isla, hasta llegar al océano y verse sin salida. Hasta estar tan lejos que Black Hat no pudiera hacerla volver.

Su plan era simplemente correr, sin mirar atrás y sin parar, un plan perfecto que se vio interrumpido por la persona que, pese a la horrible tormenta, caminaba con calma por la calle, sin esperar encontrarse al arma mortal de Black Hat Organization corriendo desenfrenada por la calle.

— ¡Quítate, zorra! — chilló Demencia al caer sobre la pobre chica, que no procesó correctamente la situación hasta que a sus oídos llegaron los pasos metálicos de lo que no podían ser más que Hatbots buscando a la joven sobre sí— Me estorbas.

— Aquí, la que debería quitarse, eres tú Demencia— señaló con la voz más tranquila que podía usar, intentando mantener bajo control al parásito que parecía decidido a lamer de pies a cabeza a la joven Alebrije— Sería bueno para ambas que te apartes antes de convertirte en el nuevo juguete de esta cosa.

— Ew, eso es asqueroso— se quejó al sentir la cálida baba del bicho sobre su propio vientre, apartándose de un salto— ¿Cómo te atreves?

— No tengo control, mis disculpas— la joven de cabello corto se levantó con ayuda de las extremidades extra en su espalda, torciendo los labios para disimular en dolor que aquello le causaba— ¿Puedo saber qué haces aquí? Nadie puede huir de Lord Black Hat ¿Lo sabes verdad?

— ¿Qué más da si nadie huye? Podré alejarme lo bastante para que no pueda encontrarme. Su única alternativa va a ser matarme— algo en la forma de hablar de la joven no cuadraba para nada con la versión obsesiva y alocada de siempre. Sonaba más como una suicida entregada a su destino— Al menos así no tendré que verlo amar a alguien más.

Antes de poder contestar, y contrario a lo que haría normalmente, la chica del parásito extendió las patas en su espalda y, con ayuda de sus manos humanas, tomo a Demencia y comenzó a trepar un edificio que se encontraba cerca, poco antes del arribo de una tropa de Hatbots cuya misión era regresarla a la mansión cuanto antes.

— Mira, no quiero preguntar qué diablos está pasando, porque ahora mismo debería estar en otra parte, pero— Demencia agradecía internamente el rescate de los robots, escuchaba atenta sus palabras mientras se debatía sobre si debía agradecerle o no— no puedes hacer esto. Esas cosas destrozaron la cuidad para llevarte de vuelta con él ¿Olvidaste que le perteneces?

Dudaba que pudiese olvidarlo, después de años jurando lealtad al sombreo, era imposible ignorar lo que había hecho en su nombre, sin embargo, quería creer que apelar a la poca razón que conservaba la joven alebrije era una buena idea.

— No puedo, pero quiero— susurró, llevando su mano al símbolo marcado a fuego en su piel que le recordaba quien era su dueño— ¿Puedo ir contigo, Mawra? Al menos mientras pasa la tormenta.

— No creí que un poco de agua pudiera intimidarte, pero claro— la joven de cabello corto cambio su rumbo, haciendo caso omiso del dolor que se expandía por su espalda, llevando a la joven a algún lugar de la ciudad al que nunca había ido.

•×•×•×•×•×

Flug entró, con un fuerte temblor en la piernas, a la oficina del villano. Había visto el desastre en los pasillos, no se había enterado de que clase de temporal había causado aquello, pero el grito cargado de enojo que había lanzado Black Hat le daba la idea de que se trataba de una muy mala reacción de Demencia.

Al entrar en la habitación, además de la fría temperatura que distaba mucho del resto de la mansión, descubrió que 5.0.5 estaba siendo utilizado como objeto antiestrés por el demonio, que no paraba de arrancarle el pelaje en grandes cantidades.

— ¿La-llamó, señor? — no tenía el valor de aproximarse a él. El experimento estaba quejándose y llorando, soltando alaridos que destrozaban el corazón del científico cada vez que el eldritch quitaba un montón de pelo, incinerado la mota azulado en su mano segundos después.

— Demencia está intentando huir— fue lo único que dijo, repitiendo la tortura al oso, sonriendo ante los fuertes gemidos de dolor que soltaba el animal— Supongo que no le sentó muy bien saber la verdad ¿Usted que dice, doctor?

Flug retrocedió un paso ante la forma en qué Black Hat lo observaba. Su único ojo visible brillaba de un color rojizo, con una intensidad que no recordaba haber visto nunca, su cuello había producido un crujido cuando giró la cabeza y la sonrisa en sus labios era más amplia de lo habitual. Era el rostro que tenía reservado a sus más insolentes e ingenuos clientes.

— Bu-bueno... ella está, está enamorada...— intento hablar con coherencia, procurando ignorar las súplicas del experimento— a nadie... a nadie le cae bien la noticia de que su amor más grande prefiere a otro.

Black Hat detuvo su maniático arranque del pelaje del oso para girarse completamente y encarar al muchacho, que cohibido, retrocedió al ver la expresión del villano con claridad. Su sonrisa transmitía ese latente deseo de destripar a alguien con sus garras, y sus ojos brillaban como solo ocurría cuando estaba verdaderamente enojado. Flug intentaba saber si aquel sentimiento se debía al intento de escape de la joven o al desastre que había dejado atrás.

— La quiero de regreso antes del amanecer— sentenció, dejando atrás a un 5.0.5 llorando y recogiendo las pocas motas azules que no se habían incinerado en las garras del demonio— Si no está aquí para entonces... usted y yo nos divertiremos mucho.

Flug dejo que sus piernas cedieran al miedo en cuando el eldritch abandonó la oficina. Sus palabras habían sido el recordatorio de que, aunque Black Hat le prometiera protegerlo, no iba a incluirse a si mismo en su promesa.

Debía encontrar a Demencia lo antes posible, antes de tener verdaderas razones para cubrir su rostros con la bolsa de papel.

•×•×•×•×•×

Caminaron los últimos kilómetros de trayecto, debido a que la punzante sensación en la espalda de la joven villana se había hecho ya insoportable. Mawrasite nunca había tratado de cerca con Demencia, nunca había tenido el placer de conocer a fondo su alocada personalidad, y aun así, podía leer el mal estado emocional en que se encontraba en aquellos momentos ¿Qué había pasado? La chica solía andar por la vida con una desbordante alegría, causando caos y presumiendo lo mucho que Black Hat la quería, aún si aquello era una simple fantasía.

— Llegamos— anunció al detenerse en una casa que, por extraño que resultase, estaba cubierta de nieve— Puede que sientas frío, pero te seguro que el interior es cálido.

— ¿No se supone que estamos a mitad del verano? — indagó, siguiendo los pasos de la joven, que parecía pisar cuidadosamente, evadiendo trampas— ¿De dónde sale toda esta nieve?

— Bueno, también se supone que nadie es capaz de huir de Black Hat, y aquí estamos— le recordó con algo de ironía, tocando la puerta con un peculiar ritmo— La dueña de casa necesita del frío como tú y yo del oxígeno, así que ¿Qué más da un poco de nieve en verano? Es refrescante.

La puerta fue abierta por alguien de quien Demencia tenía vagos recuerdos. Era joven, aunque no tanto como Mawrasite, de cabello blanco igual que la nieve a sus pies y con unos ojos ciegos y ropa abrigada. No sabía si aquella era una villana, tampoco su nombre o su oficio, solo sabía que Flug la había asesorado alguna vez y, por alguna razón, parecía sentir afinidad con el muchacho. Cosa que la hizo enfurecer de nuevo.

— Creímos que no vendrías— fue lo primero que dijo, invitando a pasar a la villana de cabello corto, notando enseguida la presencia de la joven alebrije— ¿Demencia? Creo que estás algo lejos de casa ¿No?

— Ella nos acompañara hoy— intervino la villana del parásito, evitando que Demencia se justificara a sí misma, e iniciase una discusión— Parece que necesita un tiempo de calidad consigo mismas antes de regresar al trabajo ¿No, Dem?

— Claro, todas las tonterías que ella dijo— a regañadientes, la villana de cabello blanco le permitió entrar, recibiéndolas a ambas en su morada, ordenando a los lobos de cristal que no atacasen a ninguna en idioma que Demencia fue incapaz de reconocer.

Como había prometido Mawrasite, el interior era cálido, se sentía acogedor y daba la impresión de pertenecer a cualquiera menos una villana miembro de la organización. Los colores azulados, claros y oscuros, combinaban perfectamente con los llamativos colores de los muebles. Era un lugar totalmente diferente a la mansión en que vivía.

— ¡Oh! ¿Otra villana joven? — una entusiasta voz se hizo escuchar a través de la habitación, recordando al mundo que estaba allí. Demencia vio como la joven demonio, que llevaba una estrella marcada en el ojo izquierdo y una sudadera negra, corría con los brazos extendidos hacia ella. Ante lo que interpretó como un descarado ataque frontal, la tomo por las muñecas y la levantó por el aire, estrellándola después contra el suelo, sacándole el aire y un jadeó de dolor— Mierda...

— Oh vaya... ¿Estas bien Devi? — preguntó Mawra, agachándose a su lado y ayudándola a sentarse para recuperar el aliento, mientras la villana de cabello blanco amenazaba a Demencia con una lanza de punta cristalina— Kirsi, por favor no. Ella podría acabar con nosotras fácilmente.

— Es claro que es una amenaza, ¿Cómo sabes que Black Hat no la envío a destruirnos? — Demencia gruñía y trataba de acercarse, soltando risillas maniática de vez en cuando, disfrutando de la diversión, mientras los lobos se ponían del lado de su ama, dispuestos a atacar al menor movimiento— Ese bastardo bien podría estar observando fuera como nos despedaza miembro a miembro.

— Black Hat no perdería su tiempo enviando a alguien a destruir tu triste club de chicas exploradoras— burló la joven alebrije, trepándose a la pared, buscando el mejor ángulo para saltar sobre su anfitriona— Él esperaría a que se destruyesen solas. Después de todo, los villanos solo tienen amigos por un beneficio común.

— En verdad te lavo el cerebro ¿No? — ambas estaban listas para enfrentarse a la otra, y lo habrían hecho de no sé por la oportuna intervención de Mawrasite entre ambas— Hazte a un lado, voy a eliminar una plaga de alimañas.

— Basta— ordenó con firmeza, olvidándose de aquella apariencia tranquila que solía mostrar a los demás— Demencia tiene razón, Lord Black Hat JAMÁS perdería recursos en algo tan patético como tres colegas que pasan tiempo juntas. No a menos que representamos una amenaza para él.

Demencia enseñó la lengua a la helada villana, que volvió a apuntar con su lanza, recibiendo un gruñido del parásito en el vientre de la joven villana, en cuanto todas estuvieron en pie sobre el suelo, y el ambiente se hubo tranquilizado, las cuatro se sentaron en la sala de estar de la casa, esperando a que alguien decidiese romper el hielo.

— Entonces...— se animó la demonio, rompiendo el incómodo silencio que había caído en la habitación— ¿Quién eres? ¿También eres nueva en la organización?

— ¿Nueva? Llevo años trabajando junto a mi amado Black Hat— presumió con orgullo, antes de recordar la imagen de Flug junto al demonio y sentir que el mundo se le venía encima— O al menos... así debería de ser.

— ¿Amado? No sabía que Black Hat tuviera pareja— comentó más para sus otras dos acompañantes que para la joven de cabello bicolor, que parecía haberse deprimido en segundos— Creí que no podía sentir.

— No la tiene, Demencia ha estado enamorada por años, sin lograr nada— explicó la villana de cabello corto, mirando de reojo como Demencia balbuceaba cosas apenas audibles, perdiéndose en su cabeza— Black Hat, de ser capaz de amar, elegiría a alguien con clase. Ni ella ni nadie que haga parte de la organización tendría una oportunidad.

— ¡¿Entonces por qué lo eligió a él?! — gritó Demencia, sorprendiendo a las tres villanas que, cohibidas por la repentina reacción, se encogieron contra el sillón, intentando huir de la rabia que desbordaba la joven alebrije— ¡Si no ama a nadie ¿Por qué lo eligió a él sobre mí?!

Ninguna sabía que contestar, porque no tenían ni idea de a qué se refería la joven. Demencia estaba a cuatro patas sobre la silla en que antes se sentaba, con el cabello completamente esponjado y gruñendo igual que un animal salvaje; sumado al lodo y las ramas en su cabello, su apariencia general intimidaría al más valiente. Mawrasite, sabiendo que tenía el poder para enfrentarla, dejó la seguridad del sillón y se aproximó con cautela, rogando a todo en lo que creía que el parásito no decidiera hacer algún movimiento imprudente.

— Dem ¿Estás diciendo que Black Hat escogió a un chico como pareja? — esas palabras, aunque surgieron de sus labios, sintió que las pronunciaba alguien más, alguien desquiciado y sin un mínimo conocimiento de quien o que era Black Hat— Eso... eso es...

— ¡No tiene ningún maldito sentido! — completó la frase, erizándose aún más, reteniendo las lágrimas que habían empezado a acumularse en sus ojos— ¡Ese ridículo nerd no es nadie! ¡NADIE!

FrozenHeart abrió sus blancos ojos ante las palabras de la chica. Había estado muy pocas veces en la mansión, sí, pero conocía los apodos despectivos con los que Demencia se refería a Flug, y tratar de conectar los puntos no era algo realmente difícil.

— Espera ¿Black Hat y Flug? — sin cuidado, se aproximó a la ya alterada joven, tomándola por los hombros y buscando una respuesta a sus imprudentes palabras, preocupando a las otras dos villanas— ¡¿Me estás diciendo que Flug corrió a los brazos de ese monstruo sin corazón?!

— No... me ¡Toques! — como era de esperarse, Demencia salto sobre la mayor de las villanas, rasguñándole la cara y rasgando su cálida ropa; los lobos que antes custodiaban la entrada, al ver a su ama en peligro, corrieron con la intención de atacar y defender a la persona que los había criado. Sin embrago, las órdenes eran claras, no debían hacerle daño a la joven alebrije, que parecía estar desahogándose— ¡Éramos el uno para el otro! ¡¿Qué tiene él que no tenga yo?!

Mawrasite, con ayuda de Devika, que hasta entonces solo observaba sin saber muy bien cómo proceder, se hicieron cargo de alejar a la joven de cabello bicolor de la otra villana. Aprovechando que ya no tenía el exagerado peso de Demencia sobre si, limpió la sangre que le bañaba el rostro, esperando no tener heridas de gravedad o alguna enfermedad transmitida por sus mordidas.

— Demencia, tranquila— susurró la demonio, agachándose a su altura y apartándole el cabello de la cara, mirándola directamente a los ojos, leyendo sus emociones— Oye, sé que estás mal, pero nosotras no tenemos la culpa ¿Podrías calmarte?

— La culpa es de ese estúpido y ególatra demonio— maldijo la peliblanca, tomando el paño húmedo que le ofrecía una de sus mascotas, limpiándose con suavidad las heridas más profundas— ¿Cómo se atreve a hacer esto? Puedo apostar lo que quieran a que jugó con ambos, para después romperles el corazón a los dos.

— Si solo fuimos un juego...— susurró Demencia, dejando que las lágrimas bajas en por sus mejillas, comenzando a sollozar— ¿Por qué soy yo la única que sufre por esto?

— Porque tú amas con todo lo que tienes— contestó con amabilidad Devika, acariciando el cabello de la chica, intentando consolarla— No puedes culpar a Black Hat por ser como es, está en su naturaleza y eso no se cambia— la mirada fulminante que FrozenHeart le lanzaba desde su posición no hizo más que alentar la a seguir hablando— Pero, puedes olvidarlo y seguir adelante. Incluso apoyar a tu amigo si lo necesita.

— ¿Nunca te has enamorado? ¿Sabes lo que se siente que te rompan el corazón? — lloró con más fuerza, haciéndose pequeña y débil delante de tres villanas a las que, bajo otras circunstancias, aborrecería por tener una mínima interacción con el eldritch— ¿Sabes lo que es ver al ser que más amas, estar íntimamente con otra persona?

— Bueno, se un par de cosas sobre corazones rotos— buscó algo de complicidad en la joven del parásito, que suspiró y la invitó a seguir hablando, mientras ella ayudaba a la otra a levantarse y detener el sangrado— Podría hablarte todo el día de ellos, pero creo que acabaría por aburrirte. Lo que sí puedo decir, aquí y ahora, es que siempre sanan.

— Piensa que, gracias a tu obsesión con él, te aislaste del mundo— señaló Mawrasite, recibiendo un codazo de parte de la mayor, que no apoyaba para nada sus palabras— No tienes amigas, o algún interés ajeno a tu trabajo. Aquí, quien pierde es él, porque le vendió su vida a alguien más, mientras tú ganaste la tuya. Puedes hacer amistades y buscar nuevas actividades, puedes ser joven.

— Pues yo no apoyo a ninguna de estas dos optimistas— gruñó la chica de ojos ciegos, que mantenía la mirada clavada en Demencia, esperando un movimiento en falso para ordenar un ataque— Sin embargo, quiero que Black Hat sufra, tanto como tú sufres ahora, porque nadie merece ser tratado como un juego. Espero que caiga profundo en los pozos del amor y, cuando se dé cuenta de lo perdido que está, Flug lo rechace como te paso a ti. ¿No creen que sería una venganza justa?

Pese a las miradas de sorpresa de sus invitadas habituales, la sonrisa en los labios de Demencia le dijo que, aunque acabase de intentar matarla, estaba de acuerdo con sus palabras.

Antes de que alguien pudiera decir algo más, el teléfono de la mayor se hizo escuchar sobre cualquier pensamiento. Con pereza, alargó el brazo y observo quien llamaba; la pantalla mostraba un número desconocido, aunque familiar para cualquier miembro de la organización. Con deseos de echarle en cara al demonio todo lo que pensaba, atendió.

— ¿Bueno? — un suspiro de alivio se escuchó del otro lado, cosa que no esperaba.

"Gracias por atender" la suave voz de un Flug al borde del pánico lleno sus oídos, dándole un motivo para sonreír "Escucha, Kirsi, sé que no acostumbro llamar a nadie, pero estoy en un aprieto y necesito toda la ayuda posible"

— Sabes que cuentas conmigo para lo que sea, Flugcito— una protesta, acompañada de la carcajada de las otras villanas le dieron una idea a la villana— Espera, voy a poner el altavoz, así tendrás más ayuda.

"Claro, claro" Demencia permaneció en silencio mientras la voz del muchacho salía por el teléfono "Escucha, Demencia huyó está mañana, y si no la traigo de regreso para el amanecer, estaré en serios problemas ¿Podrías ayudarme a encontrarla?"

— Seguro, dame un momento— antes de que la chica pudiera negarse, tenía el teléfono de la villana en las manos, y síntomas de un ataque de pánico próximo a volverla un desastre.

— ¿Flug? — fue lo más inteligente que pudo decir, sintiéndose la persona más estúpida del planeta segundos después.

"Ay dios ¿Demencia? Chamaca impulsiva. Black Hat va a matarte" pese a sus palabras, parecía realmente aliviado de escuchar la voz de la joven, de saber que estaba bien y con alguien que no le haría daño "Oye, sé que lo hiciste por lo que pasó ayer, y entiendo que lo haya hecho, pero... hay mejores formas de liberar irá"

— Tu torturas gente para eso ¿Por qué yo no puedo destrozar la casa? — el tono juguetón de siempre está de regreso, igual que las ganas de fastidiar a Flug hasta el límite— De todos modos ¿Qué más da si me voy? Así tú y Blacky podrán pasar tiempo a solas.

"Demencia, no digas eso. La única razón por la que sigo en una pieza es por ti" las tres villanas, aunque deseaba darles privacidad, no podían evitar querer escuchar al muchacho "Si pudiera dar marcha atrás y evitar esto, lo haría. Tú eres quien lo amaba, yo solo necesitaba de su aprobación para ser feliz. Tal vez las cosas no regresen a la normalidad, pero si regresas, haré un esfuerzo para que así sea"

Un grupal "awwww" le recordó al chico que había más de un escucha en aquella conversación y que, abiertamente, había admitido que le importaba la joven lagartija. Después de unas cuantas disculpas y una corta despedida, volvieron a ser solamente las cuatro villanas.

— No creo que llegues por tu cuenta antes del amanecer— señaló Mawrasite, que fue en primer lugar quien la había llevado hasta allí— Te llevaría pero el dolor sería insoportable además, empiezo a perder de nuevo el control.

— Yo puedo llevarte, si quieres— se ofreció la demonio, dando saltitos de emoción, ansiosa por poder ayudar a otro villano además de sus amigas— Un portal aquí, otro allá y ¡Listo! A casa en un parpadeo.

— Eso suena bien— susurró con algo de temor, no teniendo buenas experiencias con los portales. Observó a las tres, antes de caminar hacia la puerta, y sintió una calidez en el corazón que no había sentido jamás— Gracias, por hoy. Fue... fue una experiencia interesante.

— No des gracias, no hace falta— intervino la menor, en nombre de las otras dos, que no parecían oponerse a la representación verbal— Más bien, nos alegra haber sido de ayuda. Y recuerda, que él no te ame no es el fin del mundo. Más bien, es el inicio de uno nuevo.

Demencia asintió con una sonrisa, sabiendo que, a diferencia de otro tiempo, podría hacer amigas sin sentir que alguna podría robarle el amor del eldritch.

— Bien, Devi, te sigo— la demonio y la joven alebrije caminaron hacia la puerta, cruzando un portal de color rojizo, que las condujo a la puerta frontal de la mansión— Gracias, en serio, por todo.

— Hey, soy feliz de poder ayudar— la sonrisa que le dio enseñaba un par de pequeños colmillos blancos, lo bastante afilados para ser de vampiro— Espero que no tengas muchos problemas.

— Gracias, nos vemos algún día— aunque no fue perceptible, Demencia sonrió con calma, transmitiendo un cálido sentimiento que la demonio no logro captar. Con un profundo suspiro, empujó la puerta y entró a enfrentar las consecuencias de sus actos.

////////////////

Bueno ¡Hey! ¿Como los trata la vida? He estado ausente porque, en el caos de la universidad, perdí mis audífonos y hasta el viernes pasado pude comprar otros, y cómo sin música no puedo escribir, estuve varada con la idea por varias semanas.

¿Saben cuál es el problema de escribir más de 4.300 palabras? Que en algún punto, el capítulo pierde forma para mí. Espero que ustedes que lo leen de corrido no tengan el mismo inconveniente. En fin ¿Qué piensan? Yo digo que fue lindo.

Anyways, gracias a las dos bellas personas que me permitieron usar sus comentarios para dar vida a más personajes, y a todos los que leen, porque cada día me dan más ganas de seguir y seguir.

Nos leemos luego :)

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