•Capítulo 20: Intrusión•

Saludos cordiales, villanos.

Y, nuevamente, bienvenidos nuevos lectores. Cada día llegan más, y más y más. (hace unos días, la historia superó los 6.7k). ¡Gracias! Esto pasó en junio/julio de 2019, pero sigue siendo un momento lindo de recordar.

Anyways, cosas importantes por decir. Alguien (no sé muy bien quién) se sorprendió de saber que White Hat sería parte de la historia, pero pues es parte importante del AU de Cats-Dont-Draw y no podía dejarme cosas por fuera.

El fandom ha entendido a White Hat como el opuesto perfecto de Black Hat, por aquello de que en Heroic es la contraparte de Villainous; sin embargo, incluso antes de encontrarme con el arte de Cats, yo lo pensaba más como su hermano, según yo, mayor.

Verán, supongamos por un instante que Black Hat tiene familia, que tiene un padre y una madre ¿Sí? Ahora, supongamos que es el hijo perfecto, un demonio malvado, hecho pasa causar caos y destrucción a su paso ¿Y si tuviera un hermano? El pobre crecería bajo la sombra de un hijo adorado, siendo siempre el segundo lugar ¿Y, por qué no, gemelos? Sería mayor la presión en el hijo imperfecto, porque su hermano hace todo lo que él no puede, y lo que ambos hacen, el otro lo hace mejor. Entonces, resentido, decide demostrar que puede hacer algo bien, tan bien como su hermano, aún si no es lo mismo.

Yo digo que White es el hijo imperfecto, y Black su hermano menor, hecho a la medida de sus padres. Por eso, pese a odiarse y luchar indirectamente, no pueden hacerse daño, porque se complementan de alguna forma. Se equilibran el uno al otro.

Habiendo explicado un poco más acerca de los hermanos Hat ¿Recuerdan la peculiar cápsula en la que duerme Flug? Bueno, quienes están al día con los streams que han hecho últimamente por YouTube, ya sabrán que Flug se congela para poder descansar; quienes no, déjenme explicar. Flug sufre de constantes pesadillas, en su mayoría por un pasado que quiere olvidar, y dormir representa un reto mayúsculo para él; su solución es simple, dormir en una cápsula criogénica para mantenerse toda noche durmiendo.

La criogenización es un método por el cual se somete a una persona (o animal) a condiciones de frío intenso con el objetivo de preservar su cuerpo en condiciones óptimas para ser reanimado en el futuro. Se supone que el proceso se realiza después de la muerte, en su mayoría, para preservar intactos los tejidos del cuerpo (especialmente el cerebro). Como es una caricatura, obviemos un la lógica del mundo y dejemos a Flug congelarse para dormir.

¡Importante! No estoy de acuerdo en lo absoluto con el maltrato animal, lo repudio con el alma; sin embrago, Black Hat es un personaje con una personalidad propia, que intento respetar lo máximo posible, por eso ¡Aviso importante! Black Hat derrite perritos por diversión.

Bueno, creo que no tengo más datos para ustedes, después me preocuparé por los padres de Black Hat y White Hat. Oh! Y en caso que alguna imagen será abruptamente retirada de la historia, me disculpó. Wattpad está jodiendo con el "contenido inapropiado" (aunque he visto cosas peores por ahí, libremente) y no quiero ganar problemas.

La imagen en multimedia es propuesta de Cats-Dont-Draw.

Sin más que decir, disfruten la lectura.

Apretó con algo de fuerza los ojos antes de abrirlos, descubriendo algo que le dejó un amargo sabor en la boca. Flug dormía plácidamente a su lado, babeando la almohada y removiéndose con incomodidad entre sus brazos ¿En qué momento se había dormido? Lo último que recordaba era estar leyendo en silencio, mientras el muchacho dormía a su lado; también recordaba la violencia con que se removía, buscando un alivio a algo que no podía ver.

Sabía perfectamente que Flug sufría de pesadillas constantes, de recuerdos que atormentaban su sueño. Nunca había cuestionado al joven sobre su pasado, pero sabía que no era agradable. Él era uno de esos casos, y eso lo hacía valioso. Sin embargo, un pasado que te persigue era mejor mantenerlo bajo llave, lo sabía por experiencia. Observó el tranquilo rostro del científico, apretar los ojos de cuando en cuando, relajando su expresión nuevamente cuando todo parecía tranquilizarse.

Suspiró pesadamente, sin saber muy bien que hacer, empujando al muchacho para liberar su brazo, dejar la cama y escabullirse al baño para tomar una helada ducha que ayudase a despejar sus revueltos pensamientos. El agua lavaba los restos de fluidos que aún cubrían su cuerpo, mientras el relajante sonido de las gotas cayendo tranquilizaba su mente ¿Qué hacer? Estaba perdiendo el control de todo, dejando que los hechos formarán un destino que no tenía deseos de seguir ¿Cómo frenar todo? Algo en su ser quería dar marcha atrás, meterse con la mente del científico y regresar todo a la normalidad; la otra... no estaba muy seguro de qué quería.

Abrió los ojos abruptamente, sintiendo algo perturbar el universo que rodeaba la mansión. Conocía esa energía, esa esencia a la perfección, y la aborrecía. No estando dispuesto a permitir lo que fuera que se aproximase, cerró la llave del agua y, con un chasquido de dedos, se vistió sin dejar el baño de la habitación. Ya tendría después tiempo de sacar a Flug de allí, primero debía encargarse de esa molesta intrusión.

Fluyó hasta su oficina, llamando el nombre de la serpiente sin causar un alboroto; minutos después, el reptil se colaba por la puerta con el usual sigilo que lo caracterizaba.

— Jack, tendremos invitados en unos minutos— habló sin dar mayor explicación, pasando junto a él, indicándole que lo siguiese mientras hablaba— Y no puedo arriesgarme a un intruso no deseado. Ya conoces tú lugar, ocúpalo y devora cualquier cosa que se atreva a intentar entrar ¿Entendido?

— Si, mi señor— no estaba muy seguro de si debía preocuparse más por el "intruso" o por el eldritch, que estaba demasiado tranquilo para ser el mismo de siempre. Sin chistar, como había sido ordenado, reptó hasta las alcantarillas que circundaban la mansión, haciéndose cada vez más grande, mutando su cuerpo para adquirir múltiples bocas y ojos, junto al descomunal tamaño que le ayudaría a cumplir su labor. A proteger la mansión.

Black Hat se encaminó a la entrada principal, al vestíbulo, para esperar. Aquella perturbación que sentía se aproximaba a velocidad razonable lo bastante para disimular entre todos los villanos que rodeaban la peculiar mansión. Alrededor de quince minutos después, como si nada, un auto estacionó frente al lugar. Sabía que venía dentro, transportado seguramente por algún incompetente del departamento de seguridad.

— Que empiece el juego— murmuró sin ganas, cerrando los ojos y dejando fluir su cuerpo hasta la reja que separaba el marchito jardín del asfalto de la acera.

Lo vio bajar del vehículo con una dificultad nada propia de él, tropezando con sus propios pies y trastabillando en ocasiones, a poco de caer de bruces. El sombrero blanco estaba ligeramente desacomodando, permitiendo ver el ala de otro sombrero bajo este; el monóculo que, usualmente, cubría su ojo derecho no estaba, lo que le permitía ver ese horrible ojo verde junto al claro azul del izquierdo. La gabardina estaba arrugada, y su imagen general era desaliñada a un nivel que no le creía capaz de permitir. Sus ojos estaban cansados, adormecidos, y su rostro dibujaba una mueca de absoluta desorientación.

— Blacky... ¡Hermanito! — chillo al verlo, dejando salir una risa tonta poco después, acercándose lentamente hasta la reja, intentando abrazarlo entre los barrotes— ¿Me... me dejas entrar...?

— ¿Qué mierda quieres, White Hat? — gruñó con un humor opuesto al del otro, deseando poder concluir el indeseable encuentro de una vez por todas, y mandar a volar de una patada al otro— Tienes prohibido aparecerte en mi casa sin previo aviso ¿O me equivoco?

— Yo... no, no sabía a dónde más ir... — su voz denotaba aflicción, angustia y preocupación; el eldritch de negro, sin embrago, era incapaz de ver más allá de la tristeza de su mirada— Tenía miedo... miedo y estaba triste, muy triste. Tú fuiste... fuiste mi primera opción. Hermanito.

— Vaya, y yo que pensé que no podías tomar más malas decisiones en tu miserable vida— la mueca de absoluto fastidio en su rostro era clara, hasta para el demonio blanco que, en su alterado estado, buscaba apelar a la empatía que sabía que su hermano menor poseía— Y ya deja de llamarme "hermanito" que aquí el bebé de la casa eres tú. Lárgate con tus estúpidos héroes, a ver si en este estado te siguen profesando lealtad.

Se dio la vuelta y comenzó a alejarse; no pudo, sin embargo, no avanzó más de un metro cuando el eldritch de blanco, sin dificultad, trepaba la metálica cerca y ser arrastraba hasta su hermano, tomando el abrigo del otro y aferrando lo como un niño pequeño a la falda de su madre. Black Hat intentó reprimir una sonrisa, le acababa de demostrar lo que ya sabía.

— Esto es invasión a propiedad privada, de un agente del gobierno además— gruñó, apretando los puños con la fuerza suficiente para enterrar la punta de sus garras en sus palmas, intentando controlar la respuesta agresiva que tenía preparada para White Hat— ¿Quieres que te destripe ahora mismo? Con gusto lo haría.

— No puedes matarme... — susurró soltando el negro abrigo, bajando la cabeza un poco, reteniendo unas pequeñas lágrimas que deseaban correr con libertad— Black Hat, por favor... no pido mucho esta vez... solo, solo quiero que seas mi hermano por cinco minutos.

— Un villano de verdad pone sus intereses sobre su familia— gruñó dando media vuelta, encarando al demonio blanco que respiraba con irregularidad, aguantando sollozos y lágrimas traicioneras— Das lástima. Levanta la cara y enfrenta la vida, White. Yo no voy a ayudarte, no me interesa hacerlo. Sin embargo...

El gritó de terror, cortado a la mitad, y una alcantarilla saltando por el aire para caer de nuevo en su sitio, logró poner en sus labios una amplia sonrisa, una que enseñaba todos sus verdosos colmillos. White Hat abrió los ojos con sorpresa, dejando salir un jadeo de sorpresa y preocupación.

— Tus agentes son tontos, más que los humanos promedio— le dijo con sorna, levantando su rostro por el mentón, cruzando miradas— Deberías asegurarte de entrenarlos mejor, Cooper, antes de quedarte sin operativos.

Y, sin más, arrancó el micrófono bajo la solapa del abrigo del otro, quemándolo en su mano, escuchando la interferencia apagarse lentamente, igual que una maldición proveniente de algún lugar cercano. Metió la misma mano en su bolsillo, sacando de allí un monóculo en perfecto estado, extendiéndoselo al héroe, que miraba sin entender muy bien la oferta.

— Una tregua, cubre ese horrible ojo verde de una vez y lárgate, antes que me arrepienta— ordenó, volviendo a su expresión enojada habitual, despreciando el entusiasta brillo en los ojos del eldritch blanco— Dile al incompetente de Cooper que lo espero, si tiene las agallas, la próxima vez. Quiero ver qué será de su departamento de seguridad y crimen sin su líder— gritó sobre su eje, colocando las manos tras su espalda, dispuesto a regresar a la mansión— Oh, y una cosa más. La próxima vez que quieras engañarme, no pretendas estar drogado. Eres muy mal actor, hermano.

Y, sin más, se retiró de regreso al interior de la mansión, ordenando a los Hatbots escoltar al intruso fuera de sus dominios, lo más lejos que les fuera posible. Se deslizó por toda la mansión en silencio, pensando aún en si el ridículo plan habría sido obra de White o si algún otro idiota había creído que era una buena idea.

Entró en su habitación cuando Flug, desorientado y adolorido, buscaba los restos de su ropa en el suelo, a tientas en la oscuridad. Apenas se asomaba el sol en ese momento, y la habitación no lo captaba muy bien a ninguna hora del día. En cuanto su presencia se hizo sentir, volvió a fingir que dormía, esperando no haber sido visto despierto.

— Conozco a un actor peor que tú Flug, y aun así, apestas— comentó caminando hacia la ventana, viendo el vehículo que tenía el aura de su hermano, alejarse por la calle hacía alguna guarida en la periferia de la cuidad— Abre los ojos de una maldita vez y recoge tu ropa, voy a sacarte de aquí.

— Perdón, señor...— susurró bajando de la cama, tanteando hasta dar con su pantalón y la camiseta, descubriendo que otra de sus batas había desaparecido sin dejar rastro— Creí que sería mejor si me marchaba en su ausencia.

— Te lo dije, te perderías sin remedio— pese al tono frío con que se dirigía a él, estaba tranquilo. No tenía planes de permitir al muchacho caminar libremente por las zonas prohibidas de la mansión, sin embargo, algo le decía que era bueno que Flug supiese cómo llegar y salir de su habitación— Ahora, camina, tenemos trabajo que hacer.

Flug lo siguió por los pasillos del piso superior de la mansión en silencio, llegando en algún punto al avión que funcionaba como su hogar y espacio de trabajo. Había sido un camino silencioso en el que no dejaba de preguntarse si aquella extraña presencia que había logrado despertarlo pertenecía al eldritch o a otra clase de villano. Quería preguntar, pero el miedo lo cohibía nuevamente.

— Muy bien doctor— habló nuevamente en cuanto estuvieron en el laboratorio, girando a verlo con algo que no supo descifrar— Dúchese y póngase a trabajar. Si termina a tiempo, a lo mejor podamos~

— ¡NO! — gritó con los ojos cerrados con fuerza y las manos hechas puños, temblando de coraje y miedo, mientras el eldritch mutaba su expresión habitual en una de sorpresa y desconcierto— ¡No quiero seguir siendo un juego para usted!

El instante de silencio que acompañó las palabras del humano fue, posiblemente, el momento más largo de toda la mañana. Una revolución de emociones revoloteaba en su pecho, incomodándolo y dejándolo en jaque, en una posición de la que no sabía como salir. Era verdad, en cierta forma, que Flug no era mas que un juego, pero un juego que deseaba jugar hasta el cansancio, una diversión que no planeaba dejar ir solo porque había más con que divertirse. Flug era su capricho.

Apretó los puños, enterrándose las garras profundamente en la piel, deseando poder conservar bajo control las emociones. Tenía cierta curiosidad acerca de lo que diría el muchacho, pero también podía imaginarse lo que sus declaraciones le harían a las emociones que tenía acumuladas de aquella caótica mañana.

— Usted me está usando, está jugando conmigo y maltratando mi cuerpo en el proceso— se quejó con determinación, abriendo los ojos y apretando los dientes, respirando con algo de fuerza— ¡Ni siquiera sabe si lo estoy disfrutando! Solo le importa su placer personal ¡¿Si quiera le importa?! No voy a seguir siendo parte de este estúpido jue~

Una bofetada resonó en el frío laboratorio, callando al muchacho y causando que perdiera el equilibrio, haciéndolo caer al piso; inmediatamente, la mejilla comenzó a arderle. La mano del demonio, sus garras y los rasguños que estás dejaron no tardaron en aparecer en su pálida piel. Hacía mucho que no recibía una cachetada de tal magnitud.

— ¡No te quieras pasar de listo conmigo, muchacho! — gruñó con una voz monstruosa, que hizo eco en el lugar y logró hacer vibrar las ventanas— Si doy una orden ¡La cumples! Yo soy tu dueño, y hago lo que quiero contigo.

Las lágrimas que bajaban por las mejillas del humano se mezclaron con la sangre de los rasguños, causando un incómodo ardor en la zona. Con las piernas temblando, se puso en pie y encaró al iracundo villano, que jadeaba pesadamente, tratando de controlar su forma.

— Tal vez si algún día entiende que no soy un objeto, a lo mejor cumpla su capricho— susurró sin apartar la mirada de los negros ojos del demonio, que parecía a punto de asesinarlo a sangre fría— Hasta entonces, no pienso ceder a ningún encuentro que no sea de carácter laboral. Con permiso señor, tengo trabajo pendiente que terminar.

Y con ese valor reanimado que la tarde anterior había dejado su ser, se alejó del eldritch sin importar que tan mal terminarían las cosas después de eso. Esperaba que un tentáculo atravesará su corazón y terminará con su vida, que la magia le apretarse el cuello hasta quebrarlo o que sus miembros se separasen de su torso a pedazos. Sin embrago, el villano simplemente se retiró a alguna parte de la mansión, dejando intacto el laboratorio, al científico y todo lo que lo rodeaba. ¿Por qué no le había hecho daño? Acababa de insubordinarse, de desafiar directamente su autoridad y de echarle en cara algo que, probablemente, no sabría entender en su totalidad ¿Por qué seguía con vida?

Suspiró limpiando las lágrimas que bajaban por sus mejillas, apretando los ojos nuevamente, intentando no llorar. Aún quedaban varios días de soledad, de la ausencia de alguien que lo protegiese. Tenía que permanecer firme, aun si su corazón no quería apartarse del lado del villano. Suspiró nuevamente, caminando hacia su habitación, esperando poder, al menos, darse un baño y cambiarse de ropa. Tenía un largo día por delante.

Black Hat, furioso con él mismo, se encerró en una habitación lejos de todo, y fuera del alcance de todos, para tratar de calmar la creciente irá que nublaba su juicio. No lograba entender que lo había detenido; había tenido la oportunidad y las razones para despedazar a Flug de tantas formas como se le pudiesen ocurrir, y aun así, se había simplemente marchado, dejando que sus emociones entorpecieran su actuar, de nuevo.

Los infantiles ladridos de los cachorros que se apilaban unos sobre otros en las jaulas se convirtieron en un bullicio en cuanto apareció en el centro de la habitación. Observó el burbujeante caldero en medio de la habitación, junto a él, en el que flotaban restos irreconocibles de huesos, collares y placas con direcciones.

Abrió una jaula y tomó al primer candidato de la cola, escuchándolo chillar por el dolor ¿Qué más daba? Era la mascota de algún ingenuo niño que creía que tener un perro era seguro en la isla. Lentamente, acerco al animal a ácido, sonriendo con malicia. Que mejor forma de olvidar el enojo que con su pasatiempo favorito.

Disfrutaba de los chillidos de dolor, del llanto suplicante de la mascota, por piedad. El eco del sufrimiento lo hacía feliz, le permitía liberar enojo sin tener que verse obligado a contratar a un nuevo incompetente para que ocupase el lugar de Flug.

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Al igual que antes, corregí detalles que hacen menos forzada la relación de estos dos. Si, es una relación en principio toxica, y no voy a cambiar eso, pero sigue siendo mutua. Algo que me encanta del Flug de Cats es que, a pesar de estar con Black Hat, sigue siendo, en cierta forma, el dominante de la relación. Es un detalle que amo, y que quiero mantener en mi Flug.

¿Cómo están? ¿Qué les pareció? Me siento cruel al incluir el detalle de la manía de Black Hat por derretir perros, creo que es lo único que me molesta de él. En fin, lo siento mucho, no quería hacerlo pero era necesario.

Nos leemos luego :)

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