🎀*:・゚𝙉𝙪𝙚𝙫𝙚
Entornó los ojos en blanco cuando el castañito comenzó con su típico regaño de todos los días mientras Yoongi yacía sentado en uno de sus sillones del departamento que compartía con su pareja. Ya hasta sueño le estaba dando por tan solo escuchar las quejas de Taehyung respecto a su plan.
Además no le estaba prestando la más mínima atención a lo que le decía solo se la pasaba bostezando y mirando cualquier otro punto fijo, más aburrido no podía estar.
- ¿Cuándo Yoongi? Dime, ¿Cuándo piensas decirle a Jimin? - le preguntó con los ojos cerrados y la mano en el cien dándose un leve masaje.
- Aún no lo sé...
- ¿No lo sabes? - el ojo derecho le estaba titilando y la mano que estaba en su cien dio un fuerte golpe en la mesa, alterado, y sobresaltando al pelinegro - ¡Llevas meses planeando esto y me dices que no lo sabes!
- Es solo que no sé en que lugar exactamente decirle, quiero que esto sea importante y único para él, quiero que lo recuerde para toda la vida... - se lo pensó unos cuantos segundos y prosiguió - Se lo diré dentro de tres días.
Y esas palabras fueron las que instantáneamente sacaron una reluciente sonrisa cuadrada a Taehyung. Vaya que si era bipolar, de hecho eso era lo que le caracterizaba, su cambio de humor así de rápido.
- Pobre Jungkook - murmuró en voz baja.
- Disculpa, ¿Qué dijiste? - le volvió a preguntar con cara de pocos amigos - No te oí.
- Qué me encanta la relación que tienes con Jungkook - canturreó dulcemente y el contrario le sacó el dedo del medio, pues lo había oído - Dios, ni mi Mochi es así de malcriado.
Esta vez no le sacó el dedo del medio con una mano sino con ambas.
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Jimin caminaba por el supermercado guiando a su carrito de compras y metiendo una que otra comida comestible, estaba solo, había dejado a su Alfa junto con su mejor amigo, no tenia ningún problema en dejarlos solos, el confiaba en Yoongi, pero al parecer esté no lo confiaba en su Omega por lo siguiente:
- Vaya, parece que el destino nos quiere juntos - una voz familiar se escuchó atrás del menor alarmándolo por completo.
De manera rápida volteó, y ahí estaba él, parado en frente suyo con una sonrisa ladina mostrando sus hoyuelos, las manos metidas en sus bolsillos y el cabello negro alborotado, vestía un jeans azul no tan ajustado junto con una camiseta blanca holgada dejando a la vista su cuello lechoso.
El aroma a eucalipto y café se hizo presente provocando algo de disgusto en Jimin quien quiso dejar todo y salir corriendo en busca de protección de su Alfa, pero un agarre se lo impidió. Jaemin lo había acorralado.
La cercanía en la que se encontraban era muy cerca, sus labios estaban a tan sólo milímetros y las manitas del Omega yacían en el pecho del contrario. Intentó empujarlo y nada, solo recibía como respuesta fuertes apretones en su cintura los cuales le hacían jadear adolorido.
- Jimin-Ah, ¿Por qué intentas huir de mi otra vez?- Jaemin escondió su rostro en el hombro de su ex novio para olfatear el delicioso aroma que tanto le gustaba, hasta que su nariz se arrugo al sentir otro aroma - Por lo que veo sigues con el idiota de Min.
- Su-sueltame, por favor - pidió en un balbuceo.
El pálido se alejó con el semblante serio, no le había gustado olfatear ese aroma y mucho menos de ese Alfa, mientras que por el otro lado Jimin seguía observándolo aún sin poder creerlo ¿De verdad era Nae Jaemin?
No quería verlo, no después de lo que paso hace 4 años cuando lo obligo a querer ser marcado, así que lo único que hizo fue tomar el carrito e irse haciendo como que no paso nada.
- ¡Termina con Yoongi y vuelve conmigo, bebé! - le gritó desde lo lejos. Éste lo ignoró y caminó hacia la cajera quien metió todos sus productos en una bolsa, luego de haberle pagado los tomo entre sus manitas y salió de la tienda rumbo a su hogar.
Justo ahora se estaba preguntando el por qué Jaemin le dijo que vuelvan con él cuando no lo amaba y solo sentía atracción, ¿Acaso no había encontrado a su pareja predestinada? Uh, no, digamos que aún no, el rubio estaba tan metido en sus pensamientos que no se percató que ya estaba dentro de su casa.
Quitó sus zapatos y caminó descalzo en busca de su Alfa para saludarlo, lo encontró con Taehyung platicando y corrió parándose de puntitas.
- Yoonie - formó sus labios como una trompita de un elefante al mismo tiempo que cerraba los ojos dándole entender que quería un besito, uno que no recibió. ¿Yoonie?
Yoongi lo había sentido, ese aroma que odiaba con todo su ser lo tenía su novio.
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