Cap1: Vendido

Sus cansados ojos por fin se abrieron, esas bellas esferas esmeraldas brillaron ante la gran luz cegadora frente a él, no podía ver nada con total claridad, solo esa intensa luz que quemaba sus retinas. El olor a tabaco lastimó su sentido del olfato, el contoneo de copas con hielo y constantes murmullos pasearon por sus oídos. Y ahí, recostado sobre el piso de madera de un gran escenario estaba ese pobre chico de pecas y cabello verdoso, con su cuerpo de constelación completamente desnudo, atado de piernas y manos con coquetos y llamativos lazos rojos; haciéndolo parecer como el regalo perfecto para cualquier persona con una mente lujuriosa. El inmóvil chico era resguardado a la par de dos hombres que lo miraban con codicia y lujuria, no eran los únicos pues más ojos se posaban en su bella e inocente figura, el joven no estaba consciente de dónde se encontraba, solamente podía notar esa luz que cegaba su ya nublada vista. Los mareos que hace tal vez algunas horas lo habían vencido volvían a él, sumado a un intenso dolor de cabeza.

-¡Caballeros por fin la subasta termina con este hermoso espécimen!- Uno de los hombres presentó al pequeño peliverde. El obeso hombre dió un par de pasos hacia adelante para señalar todavía más al pobre chico, mostrándolo como si fuera un trofeo o algo de exquisito valor comercial

- ¡Tan puro como hermoso!, ¡y el primero que lo compre tendrá su castidad y podrá usarlo a su antojo! - decía el otro hombre el cual levantó al pecoso para enseñar todo su cuerpo desnudo ante los espectadores - ¡¿Cuánto ofrecen caballeros?!

Hombres y mujeres repugnantes que miraban al pecoso con deseo, algunos relamían sus labios o acariciaban sus barbillas con una maliciosa sonrisa, otros murmuraban entre ellos y los más decentes salían del lugar; los cuales solo eran dos o tres personas. El pecoso al tener todas esas miradas perversas clavadas en él quería gritar, correr por ayuda o por lo menos gritar el nombre de su mejor amigo para que este fuera por su rescate; lo intentaba pero no podía, estaba perfectamente consciente por dentro pero su cuerpo no reaccionaba, no podía mover ni un solo músculo por si solo y solo podía soltar pequeños quejidos de su boca que trataban de pronunciar alguna palabra.

- ¡¡60,000,000!! – gritó una mujer de intensos labios rojos y cuerpo perfectamente proporcionado que era moldeado por un apretado vestido de coctel color dorado

-¡No!, ¡¡80,000,000!!- exclamó esta vez un hombre cuyo traje se camuflaba un poco con la oscuridad del fondo y por ello su apariencia no lograba notarse del todo

- ¡¡100,000,000!!- gritó un hombre robusto de apariencia un tanto grotesca por su falta de cabello y exceso de carne en su cuello

-¿¡Enserio caballeros ofrecen tan poco por él? - decía el presentador con cierto tono de decepción

- ¡¡300,000,000!! – Dijo alguien en alta voz llamando la atención de todos los que estaban presentes

Dando pasos un tanto apresurados desde la puerta al escenario su apariencia fue por fin visible para todos. Un joven hombre: alto, de traje oscuro de fina tela, cabello dividido por dos colores blanco y rojo perfectamente peinado hacia atrás colgando en su frente unos cuantos mechones y un rostro sereno de atractivo aspecto que aún con esa cicatriz que manchaba el lado izquierdo de su mirada heterocromática seguía siendo igual de atractivo. Algunas mujeres quedaron cautivadas al momento que ese hombre pasó a lado de ellas y todas las miradas ajenas se enfocaron más en su presencia cuando subió al escenario y le arrebato el débil cuerpo del joven pecoso a ese desagradable hombre que lo sostenía

- ¡¿Oiga qué..- no terminó de renegar uno de los sujetos en cuanto ese atractivo bicolor tiró el maletín que llevaba consigo, a los pies de ambos hombre. El maletín se abrió solo ante la caída, encellando los diversos billetes de distintas cifras, no eran yenes, sino dólares americanos

- ¡Ve- vendido!- exclamó el presentador para que junto con su colega levantaran el maletín y algunos cuantos billetes que se habían caído

El joven pecoso no entendía ahora que brazos lo estaban resguardando, y cuando estaba a punto de levantar la mirada, su cabeza comenzó a dar vueltas, quedando inmerso nuevamente en un profundo sueño

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El joven pecoso despertó después de un largo sueño, ahora podía moverse aunque con dificultad, aún estaba muy débil, se acomodó bien, dándose cuenta que se encontraba en una cama la cual parecía una cómoda nube por lo suave que era, se observó y lo único que traía puesto era una camisa grande que medio le cubría sus finas y delgadas piernas

- Que bueno que despertaste... ¿Te sientes mejor? – Pregunto una tranquila voz a su lado la cual lo exaltó, volteó a su derecha y en esta se encontraba viéndolo el joven hombre de cabello bicolor, el cual se sentó a su lado y acarició sin permiso aunque de forma amable y delicada la cabellera del peliverde

- ¿Y-yo...Do-Dónde estoy? ... - Decía el pequeño peliverde viendo con algo de miedo al bicolor

- No me tengas miedo Izuku, ya estás a salvo conmigo – dijo el desconocido mientras seguía acariciando el cabello del peliverde

-¡¿Co-Cómo sabe mi nombre?! - El peliverde ahora más asustado apartó la mano de ese tipo de su cabeza y se alejó un poco de él, no tenía idea de quién era

- por favor Izuku .. Yo te cuidaré muy bien - decía el bicolor tratando de acercarse al pecoso para calmarlo

- ¡No!, ¡No me toque! ..Por favor déjame ir .. ¡Se lo suplico! – el llamado Izuku se apartaba del bicolor, retrocediendo con debilidad mientas sus pies se enredaban torpemente con las finas sabanas

Algo se apoderó del bicolor al ver esos bellos ojos comenzando a lagrimear por el miedo. Furia y dolor, ¿Qué acaso el pecoso no lo recordaba?

- Shoto Todoroki ... ¿No recuerdas ese nombre? - Preguntó el joven hombre bicolor con un serio y dolido tono de voz

- ¡N-no lo recuerdo!, ¡P-por favor solo déjeme ir! –El pecoso comenzó a llorar por el miedo y su miedo aumentó cuando aquel hombre de nombre Shoto lo tomó de las muñecas.

- No te dejaré ir... Me costaste mucho dinero y pagarás cada centavo que gasté en ti -

De forma brusca y sin vergüenza Shoto arrancó los botones de la camisa de Izuku y con ello toda la prenda hasta romperla en dos mitades, dejando al descubierto su cuerpo totalmente desnudo, con sus carnosos pezones rosados, su piel tersa y clara como la leche y su pequeño miembro con una nula cantidad de vello. El mayor se relamía los labios por tan exquisita vista y aunque en el fondo no quería tenerlo así, no podía aguantar más

- No sabes por cuánto tiempo he deseado tenerte así... – confesó con un suspiro de excitación para voltear de forma rápida el delgado cuerpo del pecoso, recostándolo boca abajo

Con una sola de sus manos levantó los brazos del pequeño sobre su cabeza, ejerciendo toda su fuerza sobre esas delgadas muñecas

- ¡De-Déjeme por favor! - el pequeño se retorcía tratando de liberarse

- Mantente relajado o te dolerá... –Dijo en un tono algo serio y excitado mientras que con su mano libre acariciaba la suave espalda del pecoso, regocijándose con cada tacto que le hacía

Ese recorrido terminó en los glúteos del pecoso. De forma lenta Shoto metió dos dedos en su boca humedeciéndolos con su propia saliva, se acercó al oído del pecoso teniendo ya dos dedos húmedos en dirección a la entrada del menor

- Izuku... – susurró en un suspiro metiendo uno de los dos dedos en esa pequeña entrada

- ¡¡A-AAH !! - el pequeño sentía un dolor inmenso dentro de él, provocando que sus lágrimas brotaran con más intensidad de sus ojos

Lamiendo sin descaro su oreja Shoto empezó a hacer movimientos circulares con su dedo en esa apretada cavidad anal, masajeando esas viscosas paredes con la yema de su dedo hasta que los llantos del menor comenzaron a convertirse en acallados gemidos

- Relájate.. haremos esto todos los días... así que será mejor que te acostumbres... - decía Shoto con una voz ronca por la excitación que crecía más dentro de él

- Me-me duele... Po-por favor pare- suplicaba Izuku teniendo sus pecosas mejillas rojas, sus ojos bañados en lágrimas y sus labios mojados por la saliva que sin querer estaba dejando correr

- ¿Te duele? ...¿más si hago esto? - dió una estocada profunda con sus dedo provocando que el pequeño arqueara la espalda

- ¡A-AAAH! - un placer extraño recorrió el cuerpo del pecoso. Uno que provocó escondiera su rostro en el colchón

- Aah .. Creo que encontré tu dulce punto...Debería estimularlo más – Dijo con deseo, introduciendo un segundo dedo y haciendo que Izuku levantara el rostro para gemir del dolor

Su pene comenzaba a doler, las finas prendas que vestía comenzaban a aumentar más su temperatura corporal, quería arrancarse la ropa y así estar igual de desnudo que el chico al que sometía, pero sus manos estaban ocupadas, no le importaba quería estimularlo más, quería que esos gemidos de dolor se convirtiesen en gemidos de completo placer

Ahora haciendo movimientos de tijeras con sus dedos estos tenían más libertad de sentir esas viscosas paredes mucho más mojadas, paseando esos largos y duros dedos en ese apretado interior hasta tocar nuevamente ese delicioso punto

- Aaah- lo había encontrado y no se detuvo hasta dar más de tres estocadas con sus dedos sintiendo como ese dilatado orificio rosado los succionaba y apretaba

Era ya el momento perfecto de que apretara una parte más gruesa de él que se escondía entre sus húmedos pantalones

Con lentitud y sin dejar de acariciar esas deliciosas paredes rosadas Shoto sacó sus dedos y soltó las muñecas del menor, aprovechando que este estaba perdido ante la excitación desabrochó su pantalón dejando al descubierto su gran miembro erecto

Sus venas resaltaban por lo duro que estaba y el fluido pre seminal indicaba que solo era cuestión de un par de provocaciones más para que eyaculara

Aflojando su corbata, fue lo único que logró quitarse ante la desesperante excitación, quitando solo un par de botones de su blanca camisa que apretaba su fuerte pecho, levantó las caderas del pecoso y frotó su miembro en la entrada del pequeño chico hasta meter la mitad de su miembro dentro de él, logrando tocar el punto dulce del menor una vez más

-¡AAH! ¡¡AAH!! - nuevamente el pecoso sentía un gran dolor pero esta vez acompañado de un placer que calentaba su cuerpo

"Tan apretado .. Se siente tan bien"

Shoto retenía las ganas de moverse de forma frenética dentro de él, dando embestidas suaves sintiendo como ese dulce interior era más mojado y apretado

- aah.. Izuku .. Izuku – sin contenerse tomó con fuerza los brazos del pequeño jalándolo y aumentando la velocidad, entrando y saliendo de él

- ¡¡AAH!! Y-ya no más p-por favor .. ¡Aah! - las pupilas del más pequeño se dilataban y su saliva escapaba aún más de su boca

- Tu interior me dice otra cosa Izuku .. - dió otra estocada y eso provocó que el más pequeño soltara un sonoro gemido

Eso despertó la bestia dentro de Shoto, su corazón latía a mil por hora, rápido cambió de posición al pequeño para que este lo viera de frente, no se contuvo al besarlo con total pasión y deseo aferrándolo a él con sus fuertes brazos, se acomodó entre sus piernas abriéndolas más para tener espacio y moverse dentro de él con velocidad al volver a entrar en su interior, Izuku gimió entre ese fogoso beso, y maldita sea la falta de aire que obligó a Shoto a separarse de él, jadeando por la excitación y la necesidad de aire el bicolor posó sus ojos en esos rosados y regordetes pezones; los había ignorado por completo. Pero esto no duró mucho, con lujuria se acercó a los pezones del menor lamiéndolos y mordisqueándoles con lentitud, chupándolos hasta que esa suave carne se endureciera al contacto de su lengua.

- ¡¡AAh!! ¡Ya-ya no!- el menor suplicaba con lascividad

Eso solo provocó más a Shoto, lo provocó a querer escuchar más esa voz lasciva. tentado ante ello, posó una de sus manos en el pequeño miembro de Izuku comenzando a masturbarlo lentamente sumándolo a que volvió a robar sus labios. El movimiento de su mano no iba de acuerdo al de sus caderas, ya que en ella la velocidad aumentaba cada vez más al sentir como ese hermoso peliverde apretaba su miembro

Apretando la nuca del menor, Shoto no quería soltar esos hinchados labios, pero lo hizo para deleitarse con la hermosa imagen de un rostro tan lascivo, con una boca que dejaba ir jadeos y gemidos, con sus pecosas mejillas rojas y sus hermosos ojos dilatados

- ¡Aaah ! .. ¡Aaahh!! – los gemidos del menor aumentaron más al sentir como un líquido caliente se corría en su interior, y con ello ocurrió lo inevitable. Se corrió instantes después de que Shoto llenara por completo su interior y siguiera continuando embistiéndolo

- Aah .. aah ... Izuku ... Hasta que no me recuerdes haré esto contigo todos los días ... Así que será mejor que me recuerdes si no me quieres dentro de ti más – Dijo el mayor con lujuria contra su oído acercó a su oído dándole una pequeña mordida

El pequeño seguía confundido y asustado a pesar de todo el placer que su cuerpo sentía, ¿si ese hombre lo conocía por qué le había hecho algo tan terrible?, ¿Por qué estaba abusando de él? Su mundo se volvía peor, al parecer todas las personas solo lo engañaban y lo usaban...

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