Capítulo 1
Izuku Midoriya quería ser un escritor.
Quizás fuera un sueño estúpido, pero era su sueño, al fin y al cabo. Y es que un niño como él, huérfano y sin hogar, el simple hecho de que consiguiese entrar en una universidad estatal era todo un logro.
De pequeño siempre había sido un amante de las palabras. Escritas, susurradas, en su propia cabeza... le encantaba hilar ideas y sacar conclusiones de acuerdo a lo que él mismo pensaba, dándole la suficiente forma hasta que pareciese una historia más o menos decente.
Al menos, sus maestros del orfanato solían decirle que tenía talento. Pero el talento no siempre era lo único que se necesitaba para cumplir tus sueños.
Para Midoriya, lo que más se necesitaba en pos de lograr tus objetivos era una sola cosa: tener la voluntad de luchar por ellos.
Y vaya que él sí la tenía.
Incluso si algunos matones se aprovechaban de él y se reían en su cara por tener un sueño tan estúpido.
—¡Ja, ja! Midoriya el enclenque quiere ser escritor —se rió uno de ellos mucho antes de que entrasen en la pubertad—. Es porque no le da el cuerpo para convertirse en hombre de verdad.
—La escritura es para niñas fantasiosas —bufó otro con malicia—. Tanta lectura atrofiará tu cerebro y te convertirás en mujer.
—¡Uhhh! ¡Midoriya es una niña! —corearon el séquito de matones que esos dos poseían.
Él había llorado esa vez. No porque le dijesen que parecía una niña, ya que eso era lo de menos. Izuku Midoriya había llorado porque no podía entender que existiese gente tan triste en el mundo, gente sin sueños y esperanzas que lo único que les quedaba era aplastar las de los demás.
Pues él no iba a dejar que le quitasen lo único que tenía en el mundo. Izuku sabía muy bien lo que era estar triste y solo y abandonado, y su sueño había sido la única cosa que lo sacó del pozo en el que casi se hundió de más pequeño.
—¿Sabes? —hipó Midoriya, secándose las lágrimas pero poniéndose de pie entre todos sus cuadernos rotos—. Leer libros y soñar no me convertirá en una niña, por mucho que tú creas. Pero arruinar las esperanzas de los demás sí que te convertirá en un viejo amargado con los años.
Y esas palabras convirtieron a Midoriya en la bolsa de boxeo personal de los matones del orfanato, por uno, dos, tres y quién sabe cuántos años más.
Él ya no los contaba.
A Midoriya en cierto punto había dejado de importarle, también. Porque él no dejaría atrás lo que tanto soñaba solo para dar con gusto a los abusones. Bien cierta era la frase con la que una vez se cruzó en una de sus historias, que decía que el sueño escoge al soñador y no al revés (1).
Midoriya Izuku estaba seguro que tenía un rol que cumplir con todo ello. Podían llamarlo corazonada, presentimiento o la simple mente soñadora de un joven que había crecido imaginando mundos fantásticos.
Él quería lograr algo tan genial como lo que hacía All Might, el héroe que salvaba el día en las historias de su escritor favorito, Toshinori Yagi. Era heroico con todas las letras, y siempre sonreía, porque para él, todavía valía la pena tener una sonrisa aunque el mal hiciese que el mundo se cayera a pedazos.
A eso es a lo que Midoriya aspiraba.
Por eso entró en la universidad de letras en Tokio, luego de tanto esfuerzo y sacrificio mientras a los demás niños huérfanos no les importaba realmente pensar en sus futuros.
—Hoy es el mejor día de mi vida —exclamó Midoriya el día que finalmente comenzaba las clases.
Al frente suyo se levantaba el edificio de la universidad, un imponente edificio de piedra color ladrillo, con una inmensa torre en el centro y un reloj que dentro de un par de horas daría las campanadas de las doce en punto. Puede que fuera su mente soñadora, pero Izuku no podía evitar recordar todas las leyendas y cuentos que decían que, durante la primera y última campanada de las doce, todo tipo de cosas mágicas podían ocurrir.
Pero eso eran solo divagues de un corazón fantasioso. Se dio unas cuantas palmaditas en el rostro para regresar a la realidad, ya que tenía otras cosas más importantes y reales que atender en ese momento.
Midoriya de verdad tenía las esperanzas puestas en aquella carrera universitaria que podría ayudarlo a cumplir sus sueños. Pero igual que en el orfanato, la gente parecía dispuesta a bajarlo de las nubes de un plumazo.
Las clases eran tediosas; los profesores, odiosos. Los alumnos estaban bien, considerando que la mayoría de ellos ignoraban al compañero de al lado. Midoriya jamás había podido pasar desapercibido y era como una poco de aire fresco en su sofocante vida rodeada de matones.
En la clase de Escritura Creativa las cosas se pusieron algo más interesante. Ya casi era hora del fin de la jornada matutina pero no por eso no iban a darles algo de tarea para el hogar. Pudo escuchar a la mayoría soltar un quejido, pero Midoriya estaba emocionado, ya que por primera vez en su vida, podía sentirse como un muchacho normal.
—Quiero que para nuestro próximo encuentro escriban algo inspirado en lo que puedan encontrar por los alrededores del campus; la temática es libre y la extensión, no más de tres carillas —dijo el profesor con una sonrisa—. Quizás suene algo infantil, pero para mí, la escritura dice mucho de una persona. Me gustaría ver qué esperar de cada uno a través de sus trabajos.
Izuku estaba que le salían estrellas de los ojos por la emoción, ¡al fin podía demostrar lo que valía! Recorrería todo el campus y encontraría algo único, que sorprendería al profesor y sus compañeros. No es que él fuese codicioso y quisiera ser el centro de atención, pero estaba ansioso por meterse de lleno a su nueva vida.
—¿Sobre qué podría escribir? —se preguntó a sí mismo, con una libreta en mano y la punta de un lápiz entre sus dientes— ¿Tal vez algo de realismo mágico? Podría tomar alguna criatura mitológica y hacer que se pasee por las inmediaciones de la universidad... No, no. Estoy seguro que el profesor quiere producción propia así que debería crear todo yo mismo, ¿o será que prefiere un poema? Podría hacer alguna metáfora pero nunca he sido bueno con las metáforas y quizás quede como un ñoño frente a toda la clase y...
Midoriya había estado tan enfrascado en murmurar para sí mismo, que ni se había dado cuenta lo mucho que acabó alejándose del campus. Apenas podía ver la torre del reloj desde donde estaba, lo que parecía ser la entrada a un frondoso bosque del que no tenía idea.
¿Qué hacía un bosque en medio de la ciudad? No era muy usual ver de esos en Tokio. Un escalofrío le recorrió por la columna al recordar las leyendas japonesas respecto a los bosques, y sobre cómo eran la cuna de demonios mitológicos en leyendas una más aterradora que la otra.
Eso encendió una idea en el cerebro de Izuku.
No podía ser un cobarde. Él no era cobarde. Obligó a sus pies a moverse y a su boca a sonreír, dando un paso tras otro en dirección a ese curioso bosque. Algo le decía en su corazón que encontraría allí dentro la inspiración perfecta para su historia.
¿Acaso ese bosque contaba como los alrededores de la universidad? Pues debía hacerlo, porque al menos podía ver el edificio aún cuando entró en la densidad de los árboles.
De repente todo estaba en silencio. No se oía más que el rumor de las ramas crujiendo bajo sus gastadas zapatillas rojas o su respiración entrecortada. No había ni un animal, ni una brisa de viento que hiciera murmurar a los árboles. Era un silencio sepulcral, pero no parecía natural. Era como si algo drenara toda la vida del bosque. Un algo que tiraba y tiraba en alguna dirección, la misma en la que los pies de Midoriya se movían ahora.
El cuaderno y el lápiz se cayeron de sus manos, perdiéndose entre el follaje. Midoriya no tuvo necesidad de levantarlos. Quizás segundos atrás eso le hubiese parecido extraño, pero ya no le importaba. Solo quería seguir y seguir, encontrar la fuente de lo que sea que estuviese causando esa paz incómoda.
Sigue, se decía a sí mismo. Te necesitan para descubrirlo.
¿Era su cabeza hablando? ¿O su alma soñadora, de explorador y aventurero que quería ser héroe? Lo que estaba haciendo no era ninguna hazaña. A nadie le importaría si Midoriya descubría el motivo por el cual el bosque estaba en silencio.
Quizás sí eran los demonios, y estaba yendo a una trampa. Pero es que Midoriya ni siquiera había pensado en lo que hacía cuando se adentró. Él solo quería una historia que lo definiese, pero en cuanto pensó que podía ayudar de alguna manera, él no se molestó en sopesar las consecuencias.
Podía decirse que era todavía un niño atolondrado y muy confiado.
Y probablemente eran esas cualidades las que lo habían hecho dar un paso al frente, luego dos, sin notar que tenía un inmenso y profundo arroyo al frente suyo.
Ni siquiera había notado cuando su cuerpo tocó las gélidas aguas, que le pinchaban la piel como una infinidad de cuchillas diminutas mientras se hundía, más y más, sin remedio ni salvación.
La luz comenzaba a disiparse de la superficie y sus pulmones suplicaban por aire, pero él no se preocupaba por ello. Sus párpados comenzaron a cerrarse, pero Izuku Midoriya aceptó aquello con una paz que no cualquiera tendría en una situación así.
Puede que fuera solo su moribunda mente alucinando, pero antes de cerrar los ojos, creyó escuchar el reloj de la universidad dando las campanadas que indicaban que eran las doce.
Glosario:
1- "El Sueño escoge al soñador y no al revés": Frase del libro El Soñador Desconocido de Laini Taylor.
¡Primer capítulo!
Y tenemos una pequeña gran revelación... Midoriya vive en el mundo real :0 ¿cómo va a llegar a la tierra donde viven Todoroki y los demás? ¿Y por cuál motivo? En el próximo capítulo tendremos la respuesta.
En el glosario dejo una pequeña referencia a un libro de fantasía que leí este 2017 y fue una de mis mejores lecturas. Midoriya, al ser un aspirante a escritor y lector empedernido, estará haciendo referencias de vez en cuando a libros de fantasía, tanto clásicos como modernos c: Otra cosa es que tal vez este capítulo y el próximo se sientan un poquito lentos, pero es para poner en contexto. En el tercero tendremos una nueva perspectiva, que no es ni Midoriya ni Todoroki.
Muchísimas gracias por el amor que le dejaron a este fic con sus votitos y comentarios ♥ de verdad espero lo disfruten, y les prometo que una vez se lancen a la aventura, la acción ya no se detendrá.
Si alguien gusta, tengo dos OS festivos de BNHA que pueden encontrar en mi perfil, y estos días subiré un tercero, de otra ship :)
¡Nos vemos en el próximo capítulo! Seguro vendrá luego de Año Nuevo, así que les deseo que empiecen su 2018 de la mejor manera. Besitos ♥
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top