Escapando

Información:

(hola) Nota autora

hola: habla personaje

"hola": piensa personaje

-.-.-: cambio de escena

PD: Van haber cambios, esta historia la voy a subir los dias 23 de cada mes y la otra titulada "divided" los 22 de cada mas.

Tambien quiero dar gracias a todas aquellas personitas que leen esta historia como tambien votan por ella.



El rubio estaba enamorado de su hija, ella era hermosa, bastante tierna, ya habían pasado dos meses que estaba experimentando esta hermosa pero caótica experiencia. El rubio un seguía en aquella casa ya que su cuerpo se había tardado más de lo pensado en encontrarse en óptimas condiciones, además que no quería exponer a su pequeña a peligros innecesarios por ende puso más de una barrera alrededor de su casa, el rubio quería esperar hasta que su pequeña estuviera más grande para poder moverse del lugar, esa decisión la tomó cuando en uno de los cuantos viajes que hacia al pueblo se topó con cazadores merodeando por aquel lugar. El oji-verde estaba muy agradecido que no lo reconocieron, pero quien lo reconocería si tenía el pelo largo y sus rasgos eran muy finos, más los kimonos o Yukatas que usaba, a simple vista parecía una mujer de pies a cabeza, no le gustaba para nada su apariencia pero por otra parte estaba agradecido ya que gracias a esos cambios nadie sabe que es el. Además cada vez que salían de casa a su pequeña le ponía un collar de rosa y eso ayudaba a ocultar su presencia gracias al hechizo que puso en él. (NA: Imagen del collar arriba)



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El rubio por el momento se encontraba bien, pero tenía claro que no podía quedarse más tiempo en aquel pueblo ya tenía mucho tiempo de estar en él. En eso se escucha un pequeño llanto.-"al parecer alguien despertó con hambre".-piensa el rubio con una sonrisa y se dirige a donde estaba su pequeña.- Ya Ai estoy aquí, calma, calma.-dice el rubio en forma suave y muy maternal, tomo a la pequeña (NA: Si, al fin nuestro rubio se dio cuenta que siente algo más por el vampiro pero no lo reconocería nunca en voz alta). El rubio sonrió al ver como su pequeña buscaba con desesperación su pecho, una vez que lo encontró empezó a succionar con entusiasmo, por mientras las cosas estaban tranquila para el oji-verde y su tesoro, la pequeña se desarrollaba sin problemas pero al rubio cada siento tiempo le surgían dudas, una de esas era en relación a la toma de sangre, se supone que esta se debe hacer una vez que le aparezcan sus colmillos, la otra era sobre los poderes que podría tener su pequeña ya que estos por mientras estaban siendo suprimidos por el collar que le coloco como también su aroma, la otra no trataba precisamente de su pequeña si no en relacion a el y esta era sobre esas enredaderas, más de una ocasión salió al patio a ver si las podía hacer aparecer cosa que logro después de varios intentos, a todas esas preguntas el rubio aun no hallaba una respuesta que lo convenza.

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-Algo me hizo esa mujer.-dice el rubio dejando de mecerse, retirando su pezón con cuidado de la boca de su tesoro ya que esta ahora se encontraba profundamente dormida en sus brazos, con delicadeza acomodo su cabello que ahora estaba un poco más largo, aprovecho también de arreglar el trajecito de osito que tenía puesto su pequeña. El rubio quería quedarse más tiempo en aquella posición pero no pudo ya que sitio la presencia de varios vampiros de nivel inferior alrededor de su casa, no tenía escapatoria eran demasiado mucho más de lo que lo atacaron cuando su tesoro nació. El chico estaba tranquilo ya que habían puesto varias barreras alrededor de la casa; permitió relajarse, pero rápidamente abrió sus ojos al sentir como la barrera se agrietaba, la situación había cambiado, pudo también sentir la presencia de un vampiros pura sangre, la situación empero más de lo que ya estaba; en tiempos pasados el rubio se hubiera lanzado al ataque pero ahora las cosas eran muy distintas.

- Maldición.- susurra el rubio, levanta tres barreras más, para dirigirse lo más rápido posible a su habitación, tomo un bolso que con anterioridad estaba preparado con ropa de su hija y ropa suya, desde que sufrió ese ataque el rubio se había preparado para poder escapar en caso de que volviera a pasar algo similar.- "¿cómo salgo de aquí?".-piensa el rubio, este pensaba a una velocidad inigualable en eso se le ocurre algo.- Se supone que ahora soy vampiro así que esto debe funcionar.-dice el rubio bajando su mirada a su hija que seguía dormida. El rubio cerro sus ojos e imagino un lugar en el que le gustaría estar, lentamente un remolino de pétalos de flor lo envolvieron; el oji-verde desapareció del lugar.

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En una carretera iba cierto vampiro pura sangre observando el paisaje a través del vehículo en que se movilizaba, su rostro mostraba un ceño levemente fruncido. Eso se debía a que recordó todo lo que ha hecho el consejo de ancianos en contra de su persona, desde obligarlo a casarse con Yuri nuevamente, también lo habían amenazado con desterrarlo, pero el consejo al darse cuenta que nada de eso funciono contra el vampiro, lo empezaron a obligar a ir a más de una fiesta para conocer a chicas y poder casarse con una de ellas. El consejo aun no captaba que el vampiro ya tenía a su persona especial y no solo eso también ya tenía un hijo con aquella persona.- Detente!.-dice el vampiro.- Pero Líder llegara tarde a la reunión.-dice el chofer.- No me importa, seguramente esto es otra idea del consejo de ancianos, solo detente.-dice el vampiro, el chofer se detuvo, el peli-plata bajo del vehículo, sin esperar ni un segundo, el varón empezó a correr a una velocidad inhumana, algo muy dentro de él le decía que se debía apresurar, que algo había en aquel lugar. Cada vez se acercaba más, a lo lejos pudo divisar una casita pero esta estaba rodeada por demasiados vampiros de nivel inferior. Una vez que llego los destruyo con facilidad, miro a los alrededores para ver si había más, pero no los había, nuevamente dirigió su mirada a la casa, esta se encontraba protegida con una barrera que se estaba a punto de romper, así que con un solo movimiento la termino por destruir por completo, se acercó a la puerta y enseguida la abrió.

-este aroma...-susurra el vampiro.- no hay manera que me confunda.-susurra el vampiro nuevamente.- menta y chocolate.-dice muy bajito. El vampiro por ningún motivo confundiría aquel aroma, este le pertenecía a su Yura, empezó a recorrer toda la casa pero no hayo lo que buscaba. Llego hasta la última puerta que le quedaba por revisar, la abrió suavemente pero obtuvo el mismo resultado, lo único diferente era que en el piso quedaban algunos pétalos de flores, junto a unos pequeños mitones de color blanco, tomo con mucho cuidado aquella diminuta prenda, una lagrima le empezó a correr por su rostro.- ellos estuvieron aquí, no hace mucho.-susurra el vampiro.-... su aroma es una mezcla de ambos.-vuelve a susurra el vampiro.- Yuri...-dice muy bajito el oji-azul.- Yuri.... Quiero tenerte a mi lado, quiero estar a tu lado y conocer a nuestro hijo.... Quiero volver a sentir aquella calidez.- susurra el vampiro con mucho dolor y angustia.

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El rubio dejo de correr y se detuvo de golpe, eleva su mirada al cielo.- Viktor...-susurra con pena, el rubio sintió una muy fuerte opresión en el pecho, pudo sentir como un gran dolor lo envolvía.-.... Anhelo verte.... Volver a escuchar tu voz... pero no puedo... la seguridad de ella es primero.-susurra el rubio con mucho dolor.- más ahora que siento que alguien me sigue.-susurra el oji-verde para reanudar su camino.



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Desde aquel día Viktor no dejo de busca a sus dos amores, tenía una perfecta cuartada para hacerlo, tomaba como pretexto las constantes reuniones que el consejo le organizaba para poder conocer a una chica y contraer nupcias. Lamentablemente no había podido encontrar la ubicación de su guardián y ahora amado rubio. Ya habían pasado 4 meses desde que inicio esa búsqueda.

- De seguro ya tienes entre 6 o 7 meses, ¿se parecerá a mi o a él?.-susurra el vampiro acariciando los mitones.- Realmente quiero conocerte, verte, y protegerte a ti y a Yuri, de lo que sea que los esté siguiendo.-susurra el vampiro. Con esta búsqueda el oji-azul descubrió que algo o alguien los estaba siguiendo.

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El vampiro siempre se dejó guiar por sus instintos y siempre llegaba a donde se había quedado el rubio. La muestra más clara que tenía era que siempre encontraba los mismos pétalos de flores en el piso. En varias ocasiones el vampiro pensó que aquella noche de entrega total, realizo el lazo de sangre con el rubio puesto que de vez en cuando podía sentir anhelo, tristeza que con el pesar de los días aumentaba más y más, pero rápidamente descartaba esa idea ya que no tenía ninguna marca ya sea en su cuello o pecho que acreditaba que si había realizado el lazo de sangre.

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Para el peli-plata cada día era un sufrimiento, el tener que despertar solo en esa gran habitación que cada vez la sentía más fría, lo único que lo mantenía en pie y con fuerzas de seguir adelante y con esta constate pelea con el consejo, era poder haya por fin a sus dos amores y así vivir la vida que más de una ocasión soñó.



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Cierto peli-rubio respiraba con dificultad gracias a toda la actividad que realizo al eliminar a vampiros de clase inferior, una vez que los elimino se acomodó su ropa que tenía algunos rasguños y un poco de sangre, se encamino a un campo de protección redado de pétalos de flores que contenía en su interior a una pequeña muy risueña. La pequeña cada día se ponía más bella y cada vez se parecía a mas su otro padre, su pelo palta y lizo ya le llegaba más abajo de sus hombros, sus bellos ojos azules expresaban abiertamente como se sentía.- Ami.-dice la pequeña, al rubio le corre una gotita, por más que el oji-verde se esforzó que la pequeña le digiera pa, no lo logro.- Vamos Ai, debemos llegar pronto al otro pueblo, tanto tu como yo necesitamos un baño.-dice un rubio con una linda sonrisa, tomando en brazos a su pequeña, esta sonrió y después se acurruco en su pecho.- ... De nuevo lo siento...-susurra el rubio llevando su mano a su corazón, al sentir como una angustia lo envolvía, hace meses que llevaba sintiendo lo mismo: dolor, frustración, anhelo, esto último era lo que más sentía el rubio dejándolo muy confundido; pero no se podía dar el lujo de pararse y pensar, teniendo atrás suyo a más de un vampiro contaminado, que en cada encuentro aumentaban más; dejando más confundido al rubio ya que supuestamente no tendrían que quedar muchos, pero era todo lo contrario cada vez aumentaban más y más.

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-Dios mío!, ¿Qué le paso señorita?.-pregunta la recepcionista del lugar a donde llegaron el rubio y la pequeña. El rubio no dijo nada ya estaba acostumbrado que le digieran "SEÑORITA" aun usaba kimonos o Yukatas y su cabello estaba más largo aun, solo pidió una habitación tratando de hablar de una manera muy femenina para que no le descubrieran, la encargada les paso una llave una vez que el rubio le respondió que se encontraba bien. Con llave en mano se dirigieron a la habitación que usarían ya que estaba empezando a hacer frio y el rubio quería abriga a su tesoro. El oji-verde suspiro, hubiera querido que su pequeña creciera un poco más antes de viajar de un lado para otro, pero los constantes ataques que les hacían a ambos hizo que adelantara sus planes. El rubio solo agradecía que a pesar de todo esto y los constantes viajes que realizaban su pequeña estaba sana y en excelentes condiciones.

Una vez que estaba en la habitación se dirigió al baño a llenar la tina con agua tibia, mientras esta se llenaba el rubio desvestía a su pequeña entre cosquillas, consiguiendo así más de una riza por parte de la pequeña vampira. A pesar por todo lo que paso y la extraña situación de cómo se dieron las cosas, estaba inmensamente feliz con su pequeña y era su razón de seguir peleando por el bien estar de ella.

- Ami, Ami, bano, bano.-decía la pequeña extendiendo sus bracitos y moviéndose inquietamente en los brazos del rubio.- Ai, tranquila, no seas impacienté.-dice el rubio, dejando a la pequeña un ratito sentada en la taza del baño y así el poder desvestirse con más facilidad, abarro su cabello con una cinta que siempre cargaba con él, luego tomo a su pequeña y se introdujeron a la tina. (NA: Lo que el rubio no se percato es que, el espejo que había en el baño mostro algo que ni el mismo estaba al tanto, en la parte baja de su espalda se encontraba una marca: una hermosa rosa de color azul, junto con una enredadera con espinas, que gracias al largo cabello del chico no se ha logrado ver).


Bueno mis lunitas el cap llegas hasta aqui, espero que les aya gustado el cap de hoy, como saben si tienen alguna duda o no entienden nada no duden en preguntar. No dudare en contestar.

sin mas que decir

fullmoon fuera.


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