Maria.

  Llamé a David para preguntarle sobre los últimos detalles de la fiesta, estaba segura de que podría estar olvidando algo importante.

— ¿Hola? ¿Por favor con el cabello más espectacular del mundo? Ah no, esa soy yo, ¡lo siento!

— Hola mi vida. ¿A qué debo el honor de tu llamada?

— Pues primero que nada a recordarte que te amo y no, eso no es cursi porque es una realidad.

— Te amo también mi pelirroja, ¿y lo segundo?

— ¿Tienes todo listo para mañana? Desde que no me dejaste encargarme de nada, no lo sé.

— Sí preciosa, tengo todo bajo control.

— ¿DJ, Mesas y todo el paquete de festejo? ¿Servicio? ¿Entretenimiento?

— Si amor, hay personas que se encargan de eso por mi, todo está perfecto.

— ¿Vas a venir por mi mañana?

— Por supuesto M, no solo eso, voy a ir a vestirme a tu casa solo porque quiero mirar tu cara cuando el estilista llegue y Kass empiece a gritarte que te estés quieta— Me reí a carcajadas muy fuertes.

— ¡Eso es exacto lo que pasará! ¿No vendrás a darme un beso hoy?

— Me haces querer salir corriendo a tu casa pero llegó toda mi familia, tenemos una pequeña pre-fiesta.

— ¿Entonces no voy a poder ser la primera en besar a mi propio novio en su cumpleaños?

— Amor, lo sé, pero también sé que no te sentirás cómoda viniendo aquí. Te adoro, ¿lo sabes, verdad? Estoy haciendo lo que creo mejor para todos.

— Claro chico del cumpleaños, sé que lo haces por nosotros y estoy bien con eso. Te voy a dejar para que festejes hasta el amanecer, mi vida.

— Te amo M, dulces sueños. Siento como si mañana iremos al baile de la escuela o algo así.

— Si se siente como eso, ¡adiós dulzura!— Por la madrugada lo llamé de nuevo para desearle feliz cumpleaños y en el día no pude verlo, pues los dos trabajamos. Kass llegó de Londres con su familia y nos veríamos para arreglarnos para la fiesta a las cinco de la tarde. Cuando por fin logré verlo ya la estilista estaba por llegar.

— Mi amor, ¡feliz cumpleaños!— Me colgué de él como un koala— ¡Estaba deseando tanto verte! ¡Tengo un regalo para ti!

— No te hubieses molestado preciosa. Ya contigo es suficiente, eres el mejor regalo que me ha podido dar Dios en este año— Fuimos a la habitación para tener un momento a solas.

— Me vas a hacer sonrojar o vomitar, lo que pase primero. Esto es más un regalo sentimental, pensé que te encantaría— Le tendí la caja con la pulsera de cuero que al reverso tenía grabado: hasta que tus rulos se alisen. Él se echó a reír y me dijo:

— ¿Qué pasará hasta que mis rulos se alisen?

— Te voy a amar hasta ese día y no estoy hablando de keratina— Lo besé intentando poner todo lo que sentía en mis labios—. Sé que usas muchas y aquí viene mi explicación cursi: solo quería que llevaras un recuerdo de mi amor siempre, por si no puedo estar contigo. Si dices en público que dije esto, ¡lo negaré!

— M, no vamos a estar separados, pero esto es muy especial para mi, créeme— Kass tocó a la puerta gritando:

— ¡Por dios pueden hacerlo cualquier otro día! El polvo de cumpleaños puede esperar ¡ya llegó la estilista!— Salimos y empezaron a torturarme con secadores y maquillaje, cuando terminaron yo era una copia exacta de La Sirenita. Kass era Vilma, Mark era Pedro y Alma Pebbles. David era demasiado Thor para ser verdad, si Thor hubiese tenido la suerte de tener su cabello. Llegamos a la fiesta y ya había mucha gente ahí, todos felicitaban a David y como predijo si estaban disfrazados. Él no soltaba mi mano y yo tampoco quería que lo hiciera, no quería que me dejara sola aquí. Visualicé a Santos y Diana como La Bella y La Bestia, se veían geniales. Y también combinaron sus trajes, yo no quise hacer eso, era extraño. Estaba sudando, tenía una última sorpresa para David, pero no sabía si tendría el valor. La Sra. Nina vino de hada madrina (irónico si me lo preguntas) y me saludó tan educada como pudo. Eso fue todo.

  Cuando la noche había transcurrido lo suficiente decidí subir al escenario.

David.

  M por alguna razón subió al escenario, supongo que quería dar unas palabras, creo que yo debería aprovechar el momento para...

— Buenas noches a todos, espero que la mayoría hable inglés— Se veía demasiado nerviosa, frotó sus manos repetidas veces, no sé que pretende decir—. Yo... Yo quería decir que en verdad amo a David, aún cuando hemos tenido momentos difíciles, aún cuando creímos que terminaría, nuestro amor fue más grande que todo. Y sé que no soy la chica más dulce del mundo, él también lo sabe, pero cada vez que meto la pata trato de arreglarlo lo mejor que puedo. Esta vez no lo he arruinado... aún— Todos rieron, bueno todos menos mi madre y Bella.

» Quería hacer esto porque quiero que sepas mi amor que hablo en serio cuando digo que estoy comprometida con nosotros, algo que ustedes no deben saber es que yo tenía miedo al compromiso con alguien y juré que jamás me casaría, en realidad odiaba la idea. Pero desde que no puedo vivir sin esa cabeza enrulada de allá, decidí que lo mejor que podíamos hacer es exactamente eso— Alguien le dio algo en la mano y ella bajó hasta donde yo me encontraba—, así que por segunda vez en mi vida, David Loureiro...

¡No podía creer esto!— ¡¿Te me estás proponiendo?! ¡No, amor! ¡Yo tenía todo arreglado! déjame preguntarte, ¡por favor!— Saqué la pequeña caja negra de mi bolsillo—¡aquí está la prueba!— Ella rió también y dijo:

— Creo que preguntar no tiene ningún sentido ahora, no es como si me estoy preguntando que vas a responder— Las personas rieron, M estaba siendo agradable, no conocía a nadie a quien los nervios le provocaran amabilidad.

— No mi amor, ¡déjame preguntarte solo para recordarlo como si no fueses una rara que echó por tierra todo mi momento de proposición!— Se rieron todos de nuevo y Kass botaba algunas lágrimas, lo emotivo estaba apenas comenzando.

— Solo para que lo tengas presente, te vas a casar con esta rara, así que... ten eso en mente... solo digo...

— María Malvaez te amo y quiero pasar el resto de mi vida con esa cabecita roja tuya a mi lado, nunca he estado más seguro de nada en la vida y ¡créeme, soy un hombre de convicciones! te prometo que haré cada segundo de tu vida más fácil y feliz que el anterior, que te trataré como mi tesoro, porque eso es exactamente lo que eres para mi, que te entenderé y te apoyaré, no porque tenga que hacerlo, sino porque amo hacer eso, amo cada vez que sonríes y cada vez que estás molesta, amo todos tus lados, el bueno y el malo, creo que lo he probado hasta ahora, así que, preciosa, ¿te casarías conmigo?— En vez de responder me abrazó y me dijo muy bajo al oído:

— Sabes que soy mala David, quiero decir, tú sabes a lo que me refiero. Y por más que lo quiera controlar sabes que eso no va a cambiar, aún estás a tiempo de no hacer esto.

— M, yo te amo, mala o no. No hay nada que pueda hacer al respecto— susurré de regreso. Ella beso mi mejilla y se separó de mi.

— Sí, ¡me casaría y me casaré contigo!— Le coloqué el anillo, era un zafiro simple con un aro de oro blanco, elegante y sencillo, como ella— David, ¡es demasiado hermoso!

— Kass me ayudó a escogerlo. Me encanta que te guste porque lo llevarás siempre— Ella sacó su caja con un aro perfectamente pulido y plateado dentro.

— Lo siento por dos cosas, porque es platino y porque no sé si te quede.

— ¿Te disculpas por darme un anillo realmente caro? Solo lo sentiría si hubieses tenido que vender Blueberry para comprarlo— Me lo colocó y si entró.

— Qué bueno porque está grabado— Me lo quité y vi el: «Te amo, hasta que tus rulos se estiren»

— El tuyo también, pero quiero que lo veas en casa— Todos aplaudieron y pedí que siguiéramos con la fiesta. Kass vino a abrazar a M y saltaron como como dos adolescentes, ¿quién lo diría? La severa Chef Malvaez y la eficiente doctora Pino saltando como niñas en una fiesta. Santos y mis demás compañeros vinieron a felicitarme, Diana su esposa, se acercó a Bella mi hermana a decirle algo y luego ella vino hasta mi.

— Felicidades Vid, espero que ella de verdad te haga feliz.

— Ya lo hace hermanita— Me abrazó y se dirigió a M.

— Felicidades María, no tuvimos un buen comienzo, pero planeo hacer esto por David así que, sin rencores...

— Sin rencores Bella, debemos comenzar de nuevo— Mamá desapareció, pero tendría que lidiar con ello. M también desapareció por unos momentos para luego reaparecer sin la falda de sirena y en su lugar unos leggins del mismo color.

— Lo que nadie sabe es que la sirenita cambió su voz por piernas porque le encantaba bailar, no por ningún príncipe. ¿Pensabas que iba a durar toda la noche con esa horrible falda incómoda? ¡No!

  Bailamos e inevitablemente M se robó la atención de todos, y luego cuando bailó salsa con Mark hasta los aplaudieron... ella, podría ser amargada algunas veces, pero no en una fiesta, bailó sin parar, yo bailé con ella la mayoría del tiempo pero ya estaba cansado, justo cuando pretendía ir a sentarme sonó una canción muy animada, entonces junto a Kass hicieron la coreografía justo como en el video, tenía que ver eso porque fue graciosísimo. Luego de eso si fui a darme un respiro, M parecía tener baterías infinitas.

— Quisiera que te levantaras ahora... hay algo que debemos bailar— La miré como si no entendiera, pero aún así me levanté. Sonó una canción muy romántica, de un grupo originario de su país; la abracé y nos balanceámos al ritmo, ella cantó en mi oído, froté mi nariz en el espacio entre su hombro y su cuello.

— No creo que nadie haya sentido jamás lo que siento por ti... no creo que nadie pueda amarte como lo hago— susurré.

— Te amo, justo como me amas a mi, somos la pareja imperfecta— Rió y nos seguimos balanceando, noté como todos tomaban fotografías, ya las estaba imaginando en todas las redes sociales...

Maria.

La fiesta había terminado oficialmente a las cinco de la mañana. Prácticamente arrastré a David fuera del auto, estaba muriendo de sueño. Se quitó el traje de Thor y se tiró en la cama, me dijo:

— Ya, quítate eso y ven a dormir— Como si fuese tan fácil salir de esta parafernalia. Me saqué el maquillaje, me bañé y me coloqué la pijama. Me acosté pero ya estaba dormido. Di un beso a su mejilla y me acurruqué a su lado. Desperté a las tres de la tarde, David seguía durmiendo y la casa era un desastre. José todavía seguía dormido, también seguía trasnochado de la fiesta, Mark ya iba a venir con Kass y la niña y ¿qué iban a pensar de este desorden?

Dejé a David dormir un poco más y yo fui a ordenar todo. Despertó cuando sacaba una cesta con ropa sucia hacia la habitación de lavandería. Estaba en shorts y un camisón grande deportivo con una pañoleta en mi cabeza y el cabello recogido.

— Preciosa, ¿qué es este ataque de limpieza? ¿No tienes a alguien que se encargue? Mayela vendrá mañana pero no puede estar siempre aquí, es mucho trabajo para ella.

— Tengo a una empresa que limpia dos veces a fondo en la semana, pero casi todo lo cotidiano lo hago yo, me gusta hacerlo solo si tengo música. Necesito a Mayela para cuidados de Alma, anda báñate y vístete, te espero aquí pareciendo responsable o sino Kass no se irá a ninguna parte. Sabes como es ella, necesito que tengas cara de comprometido.

— Estoy comprometido desde ayer, es una cara que ya tengo— dijo enseñándome el anillo en su mano.

— ¿Ves? Por ese tipo de comentarios yo no te dejaría mis hijos.

— No tienes opción, seré el papá.

— Yo siempre tengo opción— Reí, me dio un beso rápido y fue a bañarse. Cuando terminaba de tener todo listo sonó el timbre.

— ¡Hola! Pensé que vendrían más temprano, el trasnocho de ayer hizo lo suyo.

— Hola M, ¿quieres explicarme qué pasa con Mark y contigo? Actúan extraño.

— Ah no, ¡yo no sé nada! Alma, ¿princesa? ¿Vamos a buscar a tío David?

— ¿Tío David está aquí? Yo hice un dibujo ayer, es su regalo, pero se me olvidó. Hoy si lo tengo, pero está en el carro, lo quiero buscar.

— ¿Lo quieres buscar? ¡Yo te llevaré! ¿Las llaves Mark?— Salimos a buscar el dibujo y los dejé para que hablaran tranquilos. Rodeamos la casa y entramos por detrás.

— ¿Vamos a darle una sorpresa a mi tío?

— Sí muñeca, por eso tienes que estar muy callada. Voy a tocar a la puerta y tú te vas a esconder, cuando él salga lo sorprendes, ¿si?

— Sip, ¿aquí me ves tía?— dijo ocultándose tras una cortina.

— No princesa, allí estás bien— Toqué a la puerta y pregunté:

— Amor, ¿estás listo?

— Dame un segundo, ¡ya salgo!

— ¡Bien, apúrate! Te tengo una sorpresa— Abrió pasado un minuto y Alma salió de detrás de la cortina gritando el «sorpresa» más tierno del mundo. David corrió a sostenerla y ella le dio el dibujo, que era de él con el cabello exageradamente más grande de lo que ya es. Le agradeció y les dije:

— ¿Qué les parece si subimos a la terraza a jugar? Vayan adelantándose y yo llevaré algo de comer, ¿si?

— Perfecto, ¿quieres ir a caballo Alma?

— ¡Si!— gritó en respuesta. Los miré subir y sentí que mi estómago se encogía... Esa podría ser mi Alma, nuestra hija... En el camino a la cocina traté de componerme y escuché (queriendo y sin querer) la conversación de Kass con Mark:

— ¿Pero cuál es el problema Kass? Es solo una semana ¡y no la dejaremos con cualquiera! Es M, nuestra familia y David adora a la niña.

— El problema es que no me consultaste Mark, yo no sabía nada de esto y ya tenía cosas planeadas para hacer esta semana, no puedo simplemente dejarlas.

— ¿De verdad vas a sobreponer tus diligencias a nuestro matrimonio? ¿A esto hemos llegado? Yo sabía que estabas distante, ¡pero esto es inaudito!

— No es así, me estás malinterpretando. ¡Solo quisiera que me tomaras en cuenta! ¡A dónde quiero ir por lo menos!

— Dame esta semana por favor, si no funciona me daré por vencido...— Decidí no seguir escuchando porque si no subía David bajaría y arruinaría la conversación. Me llevé algunas galletas de zanahoria y jugo de guayaba, que me las procuraba porque eran mi favoritas.

— ¿Estabas horneando las galletas, amor?— preguntó con sarcasmo.

— No, es que no las conseguía.

— ¿Por qué le dices amor?— preguntó a su vez Alma, confundida.

— Porque ella es mi amor.

— Pero, no entiendo ¿tú eres su esposo, como mi papá y mi mamá?

— No, no todavía, pero pronto seremos esposos como tu papá y tu mamá.

— Pero tía M te gritó cuando estábamos en el parque y tú no le dijiste así. Ella dijo que tú eras un fastidioso después, dijo que eras un «bastardo atorrente... ato... at...» bueno, algo así ¿verdad tía?— David me miró con cara de: «qué bonito».

— La palabra es «atorrante» princesa y no debes repetirlas jamás Alma, es maleducado.

— Muñeca, en ese momento no era mi pareja.

— ¿Y ahora si?

— Sí, princesa— respondí por David.

— ¡Qué rápido!— Nos reímos los dos.

— Cuándo nos casemos vas a usar un vestido precioso y va a haber una fiesta, para que bailes mucho, ¿te gusta bailar?— Le saqué conversación.

— Sí, me gusta ,quiero bailar mucho, así como tú— En ese momento subieron Kass y Mark con caras extrañas que David detectó inmediatamente y me miró preocupado.

— Bueno, rizadita ven a hablar con mamá— La niña corrió hasta ella—. Papá y yo nos vamos a ir unos días, volveremos prontísimo, mientras tanto tú te vas a quedar con tus tíos, te vas a portar bien, te vas a comer todo y vas a dormir temprano.

— ¿Y por qué se van?

— Porque tenemos que resolver unas cosas importantes— «Como su matrimonio diría yo...»— y por eso es que tienes que portarte como una niña grande, para que nos ayudes.

— Sí mami— Bajamos y Kass me escribió toda la rutina de Alma paso por paso, lo que le gustaba y lo que no, así como mil medicamentos para cada caso. Bajaron su equipaje y por fin se iban, me tocaba a mi jugar a la casita...

Holaaa, hoy quiero dar muchísimas gracias a las chicas que han seguido fieles la historia, me encanta ver sus favoritos todos los días, @SaraCastillo @Ashlerik @Clau1107 @AnnLpez12 @Pomitax92 @SofiPanda18 si olvidé alguna ¡me disculpa! Con algunas he hablado y ¡son súper chéveres! Con las que no, hey girls let's be friends!