Curioseando

M.

Ninguno de los dos puede excusarse en la bebida por lo de ayer, eso solo lo hace peor, estábamos en total conciencia. Y no voy a culparlo, yo fui la que comenzó. Entonces, haré lo que toda mujer que no sabe qué hacer con un hombre hace: lo voy a evitar.

- Eres una total aburrida, ayer la fiesta se puso buenísima luego de que te fuiste. David me preguntó por ti pero como ninguno vio en qué dirección te fuiste, no fue a buscarte. Es tan dulce, ahora veo que no puedo confiar en tu imbecilómetro- Me reprende Kass preparando el desayuno.

- Sí, es muy... él- respondí pensativa bebiendo mi café.

- ¿Pasó algo entre ustedes ayer? Su cara y la tuya hoy, dicen casi lo mismo: «estoy tan jodido»- Y se echa a reír como una loca.

- Ja, ja, ¡ja!- repuse burlándome sarcásticamente- No, solo bailamos, sabes que tiene novia. Y no sé cómo demonios te desapareciste ayer, estaba buscándote pero seguramente estabas estrujándote con no sé quién en no sé donde y por eso no pudiste socorrer a tu amiga... es increíble Kass...- La regañé, ella solo río con malicia, sí si se estaba estrujando con alguien, aunque yo no soy la más adecuada para hablar acerca de eso ahora.

- Solo estaba pasando un buen rato M, ni siquiera le di el número a ninguno de esos chicos, solo la pasé bien.

- Como sea, me voy y como vuelvas a conspirar contra mi, ¡esta relación se acaba!

Este día en la práctica han dado una noticia excelente, hay veinte cupos para ir como bailarines a la inauguración y clausura del mundial de futbol. Como solo hay veinte cupos y somos cuarenta, la competencia, no dudo será despiadada, pero es una gran oportunidad que no puedo perder, pues tendremos acceso a todo. Se irán eliminando dos cada semana.

Las próximas semanas las paso evitando a David y practicando al máximo. Habían eliminado ya ocho personas cuando me enviaron a entregarle unas planillas al Sr. Hamilton. Nunca he pasado directamente al despacho de él así que decidí pedir indicaciones, pero todo estaba vacío. Entré en uno de los vestidores y nada, nadie se veía.

Entré en el siguiente sin mucha esperanza, embobada, me quedo mirando un locker, dice «Loureiro» en él. No puedo detenerme de actuar como una estúpida cuando su nombre aparece en alguna parte y eso causa que me moleste conmigo misma.

- ¿Curioseando?- Llega desde detrás de mi y me volteo más que sobresaltada. Cuando lo miro, lleva solo los shorts del entrenamiento y está con el cabello mojado, de sudor supongo.

- ¡¿Qué está mal contigo?! ¿Y si yo sufro del corazón? ¡casi me matas del susto!

- No lo pude evitar la verdad- dice sonriendo- ¿y qué haces aquí? ¿Has venido a buscarme porque te cansaste de evitarme?

- No te estaba evitando, no sé de que hablas. Vine porque necesito entregar esto- repongo señalando el sobre- al Sr. Hamilton y no sé el camino- No creía haber sido tan obvia ignorándolo.

- Entonces déjame bañarme y te llevo- dijo y se acercó hasta que casi nos tocamos, por Zeus que es el cuerpo más perfecto que he visto jamás, ahora que no estoy concentrada en odiarlo, puedo darme cuenta de eso. Coloca su brazo a un lado de mi cabeza apoyándose en los lockers. Su cara está tan cerca.

- M...- soltó en un susurro sin terminar la frase, se acerca tanto que puedo sentir su aliento contra mi mejilla...

- No, no podemos... tu novia...- respondí no muy convencida, pero mantuve los ojos cerrados, en realidad esperaba que sus labios tocaran los míos, una carga electromagnética llenaba los pocos espacios que nos separaban.

- Bien, entonces dame permiso, el mío está detrás de ti- Rompió el hechizo con la voz en tono normal y profundo de nuevo. Me sentí engañada pero aproveché que estaba cerca, atraje su cara hacia mi y lo besé, eso le enseñará... Él no se resistió, claro que no, no estaba jugando a esto de: «quítate de mi locker» para nada.

En principio fue un beso suave, tímido, porque no estaba segura de que él lo quisiera, así que solo planté mi boca sobre la suya, pero estuvo de acuerdo porque se hizo paso entre mis labios como tratando de descubrir a qué sabían, los abrí por completo dejando mi lengua rozar su labio superior y buscando la suya, se consiguieron en una pelea que no podía ser más deliciosa, pronto, cuando ya estábamos más en confianza, no podía tener suficiente, lo atraje más hacia mi, luego perdí mis manos entre sus cabellos, me aprisionó totalmente contra la pared y yo lo rodeé con mis piernas, el beso se volvió aún más intenso, acariciaba mis caderas, mi cintura, mi espalda casi con violencia, me arqueé hacia sus manos, buscando más. Mordí su labio inferior y jadeé contra su boca para luego tocar su lengua con la mía, eso sí que se sintió bien, demasiado, nunca la lengua de alguien dentro de mi boca se había sentido tan celestialmente espectacular, una sensación parecida a un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Debíamos parar, pero no podía recordar por qué. En un momento todo se hizo más calmado, sin embargo, más profundo, como si tuviese algún significado, aún así pude pensar por algunos segundos.

- ¡Tenemos que parar esto ya, aquí!- exclamé cerrando los ojos, si lo veía no iba a poder mantenerme firme.

- Ah, me parece que tu has sido la que ha empezado, ¿y ahora me reprochas a mi?- respondió causando escalofríos verdaderos en mi cuello rozando su nariz contra la piel de mi mandíbula.

- Tienes razón, pero no vengas a decirme que no era tu intención que esto pasara cuando empezaste con el jueguito de «hazte a un lado». ¿Ahora te harás la víctima y dirás que te violé a los demás para salvar tu reputación de santo?- Se ríe y nos separamos, por alguna razón eso se siente tan mal.

- No M, además no me violaste, pude controlarte a tiempo.

- Esto no puede volver a pasar, tú...

- Sí, tengo a Sabrina. Pero en cuanto pueda viajar la dejaré. Igual la iba a dejar.

- No David, no la dejes, he visto como es ella, es perfecta como dije antes. Es la mujer que tú te mereces, yo no puedo ofrecerte nada. Yo no soy esa mujer, créeme cuando te digo que no.

- No puedes besarme así y decir que no quieres estar conmigo. Es absurdo.

- Fue solo debilidad momentánea...- Me atrapó por la cintura y me besó atrayéndome hacia él, no traté de zafarme, ¿a quién quiero engañar? Mi debilidad momentánea podía durar un poco más. Pasé mis manos por su torso y las subí acariciando cada músculo, hasta llegar a su cara, él tampoco se quedó atrás en esto de manosear por todas partes. Era como si nuestras bocas, lenguas y manos se conocían desde antes, se acoplaban perfectamente. Estaba totalmente embriagada del momento, no sabía a dónde nos estaba llevando todo esto, pero sí sabía que yo lo llevaría hasta el final, no iba a ponerle barrera de ningún tipo. De nuevo lo rodeé con las piernas y me cargó, gemí febrilmente, halando de su cabello cuando apretó mi trasero con ambas manos mientras estaba comenzando a besar mi cuello lentamente, la sorpresa de que me apretara de esa forma me hizo abrir los ojos...

- ¡Oh por dios! *-Grité casi empujándolo y cayéndome de su agarre. Caí en el suelo e intenté arreglarme.

- ¡Así que la prostituta lo logró después de todo! Vaya, vaya ¡felicitaciones! David era el más difícil de convencer, tan inocente, tan correcto... Bueno, hasta ahora...- dijo Amarillo desde la puerta.

- ¡Si la vuelves a llamar así...!

- No, David- interrrumpí-. Yo puedo manejarlo, Schulze, si gracias, ¡finalmente lo logré! ¡David cayó! supongo que no puedes esperar a hablar porquería de mi, ¡así que anda! solo quiero que lo dejes a él fuera de esto, es solo uno más en la lista, ¿no? si quieres que me echen está bien, pero déjalo en paz. ¿De verdad vas a poner a tu equipo en riesgo? Sabes que necesitan a David.

- Eres una perra...

- Gracias, si quieres decírselo al Sr. Hamilton voy ahora mismo a su oficina. Oh no, ¿no quieres? ¡eso pensé!

- M, para, Ancel ¿cuál es tu problema con ella? déjala en paz, ¡déjanos en paz! ¡lo que hacíamos no tiene nada que ver contigo!

- Estás mal si crees que ella se va a quedar contigo, ¡porque no lo hará!

- ¡Púdrete Schulze!- dije y se fue. Aunque tenía razón, no lo haré.

- ¿Quieres que hablemos de esto?- David colocó una mano en mi mejilla y la acarició, iba a acercarse de nuevo pero me alejé, ya había sido suficiente.

- No, ve a bañarte, las planillas se vencerán si es por ti- De regreso a casa desde el trabajo compré algunos pastelillos y me acosté a hacer nada en específico porque me encontré a mi misma mirando al techo pensando en David. En eso estaba cuando Kass llegó.

- Hola, muerta, cama- dijo en su idioma: «muy cansada para tener conversaciones».

- Lo besé, nos besamos mejor dicho.

- ¡No!- gritó alargando la palabra hasta que se le acabó el aliento- ¡cuéntamelo todo! yo lo sabía, ¡te mueres por él! Y ahora eres una roba novios oficial- Se tiró en la cama a mi lado alborotando todo en su caída.

- Pensé que estabas muerta y cansada.

- El descanso puede esperar siempre que me tengas un chisme.

- Fue bastante más salvaje y sexy de lo que me espero de un cristiano, es todo lo que diré.

- No, ¡no es todo lo que dirás! A mi me lo vas a decir todo M.

- Solo diré que si no hubiésemos sido interrumpidos... no sé qué hubiese podido suceder, me vi envuelta en esta maraña de lujuria que... En realidad no quería parar con lo que sea que estábamos haciendo...- dije reflexionando al respecto, mirando hacia el colchón.

- ¡No puedo creer que te hayas casi revolcado con un futbolista famoso! M eres de lo peor, no podías solo casi revolcarte con un futbolista normal que se acuesta con cualquier modelito de moda, no. Tenías que hacerlo con uno en proceso de ser canonizado, como para seguir con tu racha de destruir todo a tu paso - Se rió sin parar y durante ese tiempo la miré con suspicacia.

- ¿Listo, ya puedes ser una amiga normal y apoyarme?

- Sí, ya, lo siento es que te pasan unas cosas...- Terminó de calmarse y preguntó-¿Y ahora?

- Ahora nada Kass, ahora cada quien a lo suyo, no voy a estar con él.

- ¿Me estás queriendo decir que accidentalmente te besaste salvajemente con él? ¿Qué pasa contigo?

- No, no seas tonta, digo que no puede ser, tú sabes más que nadie como soy. Esto no funcionaría, solamente perdí la cabeza por un momento.

- Tu pérdida de la cabeza lo confundió, si no vas a estar con él M, déjalo por completo. No se merece que juegues con sus sentimientos.

- ¿De qué sentimientos hablas Kass? ¿qué sentimientos puede tener él por mi? Apuesto a que igual seguirá con su novia, sabes que yo no soy la primera opción de nadie.

- Tienes razón, se me olvidaba lo mucho que te amas y lo mucho que te esfuerzas por ser la mujer más patán del mundo- respondió con total sarcasmo- me preocupas demasiado a veces, siempre estás auto saboteándote, si él quiere algo contigo y tú también lo quieres, ¿cuál es el problema?

- Tú sabes cuál es el problema.

- ¿Cuándo irás al psicólogo? Te dije que yo lo pagaría.

- No Kass, no puedo aceptarlo- Y ella solo me miró preocupada.

* en inglés.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top