-¿Pero qué haces aquí? -preguntó Sofía entre risas.

Abrazó con fuerza a su novio, lo echaba mucho de menos.

-¿Qué pasa? ¿No puedo ir a visitar a mi novia? -le sonrió, divertido.

-Tenía muchas ganas de volver a verte...

-Y yo... Habíamos quedado, pero he llegado y tú no estabas.

-Oh... Lo siento... Lo olvidé por completo... Necesitaba relajarme después de un examen.

-No importa, tranquila. El rubio raro me ha entretenido.

Ella asintió. Ninguno había escuchado su conversación, por lo que no sabían de lo que hablaban.

-¿Subimos arriba? Así te enseño mi habitación.

Subieron de la mano, aunque a él esto no le gustaba mucho...

-Tío, ¿estás bien? -Dani le puso la mano en el hombro.

-¿Por qué debería no estarlo?

-Chicos... -Blas intentó hablar...

-Porque te gusta Sofía, y te jode que aparezca este ahora, de repente.

-Es su novio, ella puede hacer lo que quiera. Además, ella es mi amiga.

-Chicos, en serio... -Blas lo volvió a intentar.

-Pero te gusta. Debe admitirlo.

-Chicos, es importante...

-¡Ella no me gusta! ¡No sé que manía tenéis con eso!

David se acercó a la ventana, para ver lo que Blas estaba mirando asustado. Se quedó sorprendido, y trató de avisar a los que peleaban.

-¡Tío, joder, no pasa nada porque digas lo que sientes! ¡No te vamos a crucificar!

-Chicos, tenemos un problema...

-¡Callaros de una vez! -gritaron al unísono.

-Yo sólo digo que Blas tiene razón... Mirad.

Harto, Álvaro se acercó a la ventana. Las fans se habían acoplado allí, daban golpes a la autocaravana... Pero eso no era lo peor...

Hacía mucho que ninguno escuchaba a Carlos gritar o hacer tonterías.

-Parece que lo hemos encontrado...

Estaba con las fans, como uno más, haciendo el tonto. Muchas de esas fans se abrazaban a él, lo acariciaban o intentaban quitarle un trozo de su camiseta.

-Lo van a matar...

-Alguien tiene que salir.

-Sí, hombre. Y nos quedamos tres en el grupo...

-Era una sugerencia, pero tampoco es que me apetezca mucho.

-Quizás si ponemos un Twitter lo sueltan.

-Intentalo, Blas. Confiamos en ti.

Blas se metió en la cuenta de @AurynOficial y pone un tweet:

Nos gustaría recuperar a nuestro compañero @CarlosAuryn. Vivito y coleando, por favor.

No es broma...

-Si no funciona, lo damos por muerto.

-Por mí...

Se abrió la puerta de la autocaravana. Todos se asustaron, creyendo que era una fan loca. Blas blandió un paraguas para defenderse.

Pero no. Era Carlos, que subía a duras penas.

-¡Socorro!

Álvaro se acercó a él y lo levantó del suelo.

-¿Estás bien?

-¿Bien? ¿En serio? ¡Me habéis tirado al infierno, panda de asesinos! -empezó a gritar como loco.

-Nosotros no te hemos tirado... -se extrañó Dani.

David silbó descaradamente, dando a entender quien había sido.

-¡David! -se quejan todos.

-¿Qué? Es que se puso muy pesado...

-Vosotros no sois normales, de verdad os lo digo...

Magí subió las escaleras, dejando a los cinco chicos solos.

-Nunca se me hubiera ocurrido hacer eso -Blas le dio una palmada en al espalda-. Buena esa, Dav.

-Vosotros sois malas personas de cuidado... No sé como os aguanto.

Carlos subió a la parte de arriba, enfadado.

-Se ha cabreado... -Álvaro se levantó, preocupado.

-Déjalo, se le pasará. Solo es un berrinche de niño pequeño.

-Bueno...

-¿Y a todo esto, dónde están Sofía y su novio...?

Parte semi-hot.

Sofía y José pasaron la tarde en la cama, entre besos y abrazos.

-Que ganas tenía de tenerte entre mis brazos...

-Y yo, José. Te he echado de menos...

-Ya creía que me los estabas poniendo con alguno de esos, pero ahora que los he conocido, sé que es imposible.

-¿Por? -se incorporó para mirarle.

-¿Tú los has visto? No había visto unos chicos más pringados en mi vida. Suerte que cantan bien, porque tienen la personalidad donde yo tengo el dinero.

Sofía se calló un par de insultos. No quería discutir con él, para una vez que estaban juntos... Además, hubiera pensado lo que no era.

-Bueno... -la besó, insinuante-. ¿Por dónde íbamos?

Se colocó encima de ella, con dulzura. Le arrancó la camiseta, literalmente, y luego el sujetador.

Sofía le quitó su camiseta con delicadeza, ella quería hacerlo más romántico. Había cambiado desde que llegó allí.

Se quitaron el resto de la ropa, José cogió un condón de su pantalón y se lo puso.

Si Sofía quería algo romántico, no lo tendría en absoluto. José la penetraba con fuerza, la tenía enganchada por las piernas, haciéndola gemir.

Llegaron al orgasmo. José salió de ella y se levantó para coger su ropa. Sofía no podía evitar pensar en aquella pesadilla...

Con Blas había sido dulce, incluso aunque no sintiera nada por él, todo era precioso. Lo de José no era amor, sino sexo...

-¿Ya te vas?

-He quedado para cenar con mi madre, lo siento. Que tengas buen viaje a La Coruña...

Le dio un beso en la frente y se fue. Algo le decía que no se trataba de su madre...

Se vistió una vez estuvo recuperada. Salió de la habitación, encontrándose a Álvaro, que subía en ese momento.

-Hola, Alv.

Pero él pasó de su cara.

-¿Pasa algo?

Siguió ignorándola.

-¡Álvaro! ¿Por qué no me haces caso?

-¿Y a ti qué te importa? ¿Por qué no vas con tu novio. Quizá él te dé conversación.

-No entiendo qué te pasa conmigo...

-¿Qué qué me pasa? ¿En serio lo estás diciendo?

-Sí, Álvaro. No te he hecho nada.

-¿No? Porque yo recuerdo perfectamente que esta mañana casi nos besamos y ahora te acuestas con él.

-Sí -responde seca-, porque es mi novio.

-¡Entonces deja de jugar con los dos a la vez!

-¡No estoy jugando!, ¿vale? ¡Fue una gilipollez pensar que podíamos llevarnos bien!

-Perfecto. Supongo que ya has decidido.

-Sí, y te aseguro que si no fuera por mi padre, me iría para no volver.

-Pues ahí está la puerta.

Sofía apretó los puños, esta vez no le pegaría una bofetada. Se dio media vuelta y entró en su habitación de un portazo.

Álvaro aún se quedó unos segundos mirando la puerta en silencio. Con lágrimas en los ojos, entró en su habitación...