Capitulo 8: El reto que siempre estuvo presente
- ¡¿Qué?!
De forma que en todo el edificio se pudo escuchar su voz, Todoroki demostró lo indiscutiblemente en contra que estaba con la situación, tenía que ser Bakugou para deliberar incluso algo sexual siempre con los mismo: lucha. Siempre tenía que haber algún momento, un instante en el que él pudiera sacar a relucir su poder y su destreza. No podía quedarse con las ganas de enfrentarse a él, ya que en el festival deportivo no había podido, no dudo un segundo en utilizar la situación para darse una nueva oportunidad de enfrentarlo, pero para Todoroki aquello no tenía sentido, estaban por tener relaciones ¿Enserio? En verdad no tenía ganas de estarse peleando con Bakugou cuando podían estar haciendo algo mejor, incluso si él quisiera, sabía bien que los matarían a ambos si comenzaban una lucha allí, se suponía que eran compañeros, y era una actividad, no le decían el explosivo a Bakugou por nada, comenzaría a hacer destrozos que serían inevitables de ver, Aizawa sensei, o algún otro correría a ver si todo estaba bien, y seguro les pondrían un castigo por esto, no, realmente nada le cuadraba, nada había de bueno en esta idea.
- No.
- ¡¿Qué?! ¿Por qué no? -el rubio se cruzó de brazos muy molesto, claro, tener sexo sí, pero un reto casi a muerte por ver quien pondría el trasero en la relación, no.
- ¿Estás loco? Nos castigaran a ambos si nos encuentran luchando porque sí.
- Aaay... ¡Vamos! ¿Tienes miedo Todoroki? -dijo intentando burlarse de él, pero el otro ya conocía la forma que el rubio tenía para burlarse de los demás y hacerlos quedar como débiles.
- No, pero no voy a hacerlo.
- De acuerdo, entonces dejemoslo ahí -el chico explosivo dio media vuelta y se dirigió a la cocina - ¡A la mierda la experimentación, Torodoki! -gritó sin siquiera voltear, el otro se quedó pensativo, viéndolo mientras sacaba del refri una botella de agua.
- Bakugou... -si el rubio podía dar vuelta toda una situación para obtener lo que quería... -Si... digo que sí... -El rubio se volteó a mirarlo -Si digo sí, ¿Aceptarías hacerte cargo cuando vengan a reprimirnos? -...él también podía obtener lo que quería - No pienso hacer que me castiguen por algo tan absurdo como un capricho. Y menos tuyo.
- No es un capricho, ¿No quieres luchar contra mí? ¿No quieres vencerme? - se acercó al otro una vez más.
- No quiero hacer eso ahora, mucho menos usar... mi izquierda...
- ¿Por qué no? La usaste contra Deku ¿Verdad? -el rubio comenzó a elevar su voz, ya a este punto, bastante molesto - ¿Por qué conmigo es diferente?
- Con Midoriya fue un impulso, no controlo bien el fuego todavía, es... como si fuera algo nuevo para mí, a pesar de que siempre ha estado conmigo
- ¡Bueno entonces úsalo! Trata de controlarlo conmigo, ¡Úsame! Soy tu muñeco de pruebas -lo señaló mientras se sonreía de un modo bastante malévolo, sin duda alguna en un futuro Bakugou sería un perfecto Héroe con pinta de villano.
- Lo haré -terminó por decir de un modo calmado y sereno.
- De acuerdo -el rubio colocó su mano entre ambos, no podía tomar lo anterior como un sí si no estrechara su mano una vez más, Todoroki estuvo un poco dudoso en estrecharla, conociendo al rubio atacaría sin preguntar nada, y sus manos eran sus armas, así que... Dejó de hacerse tanto melodrama y la tomó entonces... - ¡Trato hecho!
¡BOOM!
Una explosión casi tan fuerte como para volarle la mano a cualquiera estalló de repente, con suerte el bicolor se había adelantado a esto y el bombazo solo había logrado romper su puño de hielo que había confeccionado en cuestión de milésimas, cuando estos cayeron al suelo hechos añicos posó su vista en los ojos carmesí del rubio.
- Aquí dentro no, Bakugou - dijo antes de salir corriendo, rumbo afuera del edificio, de ningún modo el rubio cortaría el clímax que había armado para volver a iniciar, el explosivo corrió detrás de él con la misma agilidad que el otro, estaban en un cuarto piso, un camino hecho de hielo se formó debajo de él y se deslizó sin problema alguno hasta el suelo, una vez seguro allí pudo ubicar a Bakugou cayendo desde las alturas con la ayuda de su quirk - ¡¿Estás loco?! ¿Y si no lo hubiera adivinado? ¡Me hubieses volado la mano!
- Es parte de ser héroe ¿Verdad? ¡Nunca le des la mano a un enemigo! -terminó por responder para contraatacar nuevamente.
Con la ayuda de su quirk podía atravesar largas distancias en cuestión de segundos, era tan rápido volando de aquí allá que no podías saber en qué estaba pensando, una y otra vez Todoroki armó un escudo delante de sí mismo para evitar ser golpeado por alguna de aquellas explosiones que estallaban sobre su cabeza y amenazaban con mandarlo a volar, algo se estaría tramando, era un ataque muy infantil viniendo de Bakugou, entonces cuando menos quiso darse cuenta apareció por detrás de él y logró hacerlo caer golpeando directamente sus piernas, una vez que lo tuvo con la espalda al suelo subió sobre él en pequeñas milésimas de segundo y con la fuerza de sus manos imposibilitó que pudiera mover su derecha, ¡Era eso! Estaba tratando de que encendiera su fuego y lo atacara con él, si tanto le disgustaba que no se manifestara aquel quirk cuando luchaban le daría lo que venía a buscar, rápidamente su izquierda se volvió fuego delante de su contrario, para sorpresa del rubio el calor que sintió de solo verlo encenderse lo traspasó, con su pierna derecha Todoroki congeló el suelo y así también gran parte de los pies del otro, Bakugou no tuvo opción alguna que alejarse, con ayuda de sus explosiones se liberó del hielo del mitad y mitad y salió volando hasta estar seguro fuera del fuego de su compañero, dejando que este pudiera ponerse de pie.
- Hey, hey, hey ¡Tu fuego es impresionante! ¿Quien lo diría? -se rió el rubio de manera burlona del otro lado de su campo de batalla, el bicolor lo vio completamente serio.
- Basta, Bakugou, ya -se notaba que Shouto no estaba de humor, no quería utilizar su fuego incontrolable y llegar a hacerle daño, estaba seguro incluso de que los profesores ya habían notado aquello - Terminemos con esto.
- No, no se termina hasta que uno de los dos no pueda mas.
- ¿Qué? -dijo con ingenuidad, dándose cuenta que el otro había impuesto reglas que siquiera habían hablado entre ellos, el rubio fue hacia él una vez más, impulsándose con una mano dando pequeños giros en el aire, formando a su alrededor una especie de huracán de fuego, con su otra mano preparaba lo que podía ser una de sus explosiones más enormes, pues la forma en la iba expulsando pequeños chasquidos en su paso te daban a pensar que estaba manipulando incluso aquel hedor a nitroglicerina de alguna forma, Shouto no tuvo otra opción que crear una barrera de hielo entre ambos, casi tan grande como la que había construido frente a Sero.
Mientras las cosas parecían salirse de control para ambos, a sus alrededores, sus compañeros de clase que estaban más cerca podían oír los estruendos claramente, del grupo que se encontraba más lejano, de los dos que los rodeaban, una sola persona podía notar que las cosas entre ellos no estaban saliendo del todo bien. Jiro se encontraba parada en medio de la oscuridad fuera de una vieja construcción, muy parecida a la guarida de los que en ese momento estaban teniendo una lucha que parecía interminable, detrás de ella Aoyama se acercó.
- ¿Qué haces despierta a esta hora? -preguntó acomodándose un gorrito sobre la cabeza, la chica se cruzó de brazos viéndolo.
- Dime que no son Bakugou y Todoroki -estaba segura de que eran ellos, aquellas explosiones, aunque lejos, podía distinguirlas claramente -Se van a meter en un lío.
El segundo grupo que había escuchado los estruendos se encontraba más cerca, para desgracia de ellos, el momento exacto en el que comenzaron a sonar las explosiones había cortado con algo que se había comenzado a formar durante el día, en sí, para desgracia de ella. Uraraka había estado todo el día intentando tener una charla larga y tendida con Deku acerca de... acerca... de sus sentimientos, Ashido la había empujado a que le confesara lo que realmente sentía por él, según Ochako nada pasaba, y la mujercita color rosa había supuesto que estaba equivocada, pero para nada era así, la chica rosa tenía toda la razón, intentando aclarar un poco lo que sentía había estado todo el día pensando en cómo decirlo, y cuando por fin se decidió a olvidarse de ello Deku se había acercado a ella para hablar, la había notado muy distante aquel día, incluso en ese momento se había sentado sola a mirar a la nada, el brillo de las estrellas sobre sus cabezas era esencial, la tranquilidad de la noche, los pequeños grillos que cantaban, todo aquello sumó para que el ambiente fuese perfecto para una confesión, ella no había tenido que planear más nada, todo estaba pasando como en una película romántica, pero cuando iba a decirlo... ¡Boom! Un terrible estruendo descolocó a Deku.
- U-uraraka ¿Oíste eso?
- Claro que lo oí -dijo con sus emociones encontradas, algo apenada por el momento que se había ido, y al mismo tiempo intrigada - ¿Serán...?
- ¡Son Kacchan y Todoroki! -se apresuró el chico y se puso de pie - ¡Debemos ir a ayudarlos! ¡Quizás algo pasó, debemos...!
- Deku-kun... -dijo mientras agachaba la mirada -Creo que simplemente pueden estar peleando -el chico la miró algo intrigado por aquella reacción - Deberías dejarlos, que arreglen sus problemas, no debes meterte en cada cosa que pase...
- Eso es lo que hace un héroe, Uraraka-chan -continuó Deku para luego sentarse a su lado de nuevo -Pero... creo que tienes razón, quizás... solo estén resolviendo sus problemas.
Y fue así que se quedaron viendo a la nada una vez más, el ambiente perfecto se interrumpió y ya no podía soltarlo, no era el momento.
Mientras tanto, y de nuevo en el campo de batalla, aquella increíble explosión de hacía un rato los había dejado bastante exhaustos, Todoroki estaba agitado, su fuego se descontrolaba y su hielo muchas veces no le respondía, en cuanto al rubio, y a pesar que todas esas vueltas, idas y venidas, le daban más poder, este le estaba doliendo demasiado, sus brazos, sus manos ya no aguantaban el peso de otra explosión, en un dos por tres ambos se encontraban en la misma posición, cansados y expuestos, Todoroki lo miró y sin poder decir más largó aquello con un hilo de voz totalmente rendido.
- ...basta... -pero no era suficiente, uno de los dos debía caer, el rubio se acercó a él a paso lento.
- No... no es suficiente -terminó de decir para poner su mano contra la cabeza de este, dándole a entender que se rindiera, pero Todoroki aún tenía en mente aquello por lo cual estaban peleando, no lo iba a hacer, rápidamente y sin darle espacio a reaccionar tomó su mano y la envolvió con todo el hielo que pudo, neutralizando sus explosiones, al terminar tomó la otra e hizo exactamente lo mismo, contando los segundos todo esto no le había llevado siquiera 5, encendió su izquierda y de un golpe directo en el estomago lo hizo volar en el aire hasta que unos cuantos metros adelante cayó, destrozando los cubos de hielo de sus manos, y ahí se quedó, fue entonces cuando Todoroki comenzó a preocuparse.
- Aay... no... ¿Que hice? -corrió hacia él y se arrodillo para poder levantarlo - Bakugou, Bakugou, háblame -el rubio abrió sus ojos y lo miró.
- ¿Ya gané? -fue lo ultimo que dijo antes de cerrar los ojos y caer desmayado entre sus brazos, el bicolor lo tomó y se puso de pie, trato de activar su quirk para poder crear una pista de hielo que le permitiera subir los cuatro pisos deslizándose pero no hubo caso, estaba demasiado cansado para ello.
- Maldita sea -respiró con dificultad mientras alzaba al rubio en sus brazos como si de una princesa se tratase - Creo que... voy a tener que subir cuatro pisos contigo -le habló a Bakugou aún sabiendo que este no lo escuchaba, al verlo una tierna sonrisa se formó en sus labios, no volvería a luchar contra él, no volvería a hacerle daño.
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