Capitulo 4: El comienzo de una semana terrible
Al día siguiente se levantó temprano como de costumbre, de no haber tenido ese hábito realmente hubiese estado en problemas, ojeó su celular para fijarse la hora pero algo llamó su atención rápidamente, fastidiado abrió por una buena vez los casi veinte mensajes del frío y caliente Shouto, cada uno más largo que el anterior, los pasó sin detenerse a leerlos hasta que llegó al último "Buenos días, te espero abajo" no supo por qué aquel "Buenos días" hizo que un pequeño escalofrío le recorriera el cuerpo, se cambió y se dirigió pesadamente al encuentro con ese imbécil que sería su compañero durante dos semanas. Ni bien iba pasando por los pasillos se dio cuenta que todos ya estaban levantados, escuchaba sus voces divertidas riéndose, entonces se descolocó un poco al ver a todos en la sala común con algunos bolsos desayunando tranquilos y alegres, esto hizo que retrocediera un poco antes dar un paso más y quedar desencajado totalmente, sacó el celular de su bolsillo y esta vez se decidió a llamarlo "Ven a mi habitación ya" un mensaje breve y puntual.
Todoroki no era como él, en cuanto recibió el mensaje se separó del resto y fue directo al dormitorio de Bakugou, en sí, no había sido tan literal, algo en las palabras del rubio hizo que se le erizara la piel, un pequeño calor interno lo envolvió de manera extraña, y no era su peculiaridad, de eso estaba seguro, se levantó de la mesa confiado de que nadie sospechó que andaba algo raro, pero se sentía un tanto... ¿Nervioso? No sabía bien como describir ese hormigueo en su cuerpo o la forma estrepitosa en la que caminaba al encuentro con el rubio, algo no andaba bien, y no quiso seguir indagando en las alteraciones que sufrió su cuerpo en un minuto por un maldito mensaje, ató todo aquel estado a una sola razón, nunca esperó ese mensaje de Bakugou, aunque cortante, sabía que el camino a mantener una relación diferente a la de rivales con él estaba abierto. Le costaba acostumbrarse a que el rubio tuviera esa actitud de mandatario con él, pero si no le quedaba de otra que andarle atrás y contestar a sus demandas, para hacer un poco más ligera su carga de esas semanas, lo haría. Tocó la puerta con esa infinita paciencia que estaba teniendo para con el rubio explosivo y aguardó, el chico le abrió enseguida y lo invitó a pasar de un tirón, lo tomó del brazo y lo arrastró prácticamente a la habitación cerrando la puerta detrás, aquel acto volvió a activar ese estado en el que se encontraba después de haber leído el mensaje de Bakugou, intentó entonces sostener una actitud normal, esperando que el chico dinamita no notara como estaba haciéndolo sentir .
- ¿Qué demonios está ocurriendo? - caminó agresivo el rubio frente a Todoroki, haciéndolo retroceder hasta el punto de hacerlo sentar en la cama.
- No leíste ninguno de mis mensajes, debí esperármelo - habló intentando estarse tranquilo, pero la posición en la que el otro lo había dejado no ayudaba para nada, sus ojos se posaron en algún punto neutral en la habitación, realmente a esta altura le costaba mantenerse calmado, pero aún no sabía la razón exacta de por qué su cuerpo estaba reaccionando así.
- Dime qué va a pasar ahora -demandó el rubio un poco apurado, esta vez sentándose al lado del otro, ¿Cómo podía ser que estuviese tan mal parado, tan perdido? Todo debía ser por culpa de Todoroki, que había estado distrayéndolo de sus actividades escolares.
- Estamos empacando para mudarnos a nuestra guarida, hay que vigilar la cantidad de luces que se distribuyen en la ciudad en nuestra área, cada luz tiene diferentes significados, debemos anotar la hora exacta y el color de la luz que emerge, mantener un régimen que justifique que estamos atentos a los problemas a cada instante -habló sin parar un segundo mecánicamente, todavía estaba perdiendo su mirada en las paredes, su condición bajaba lentamente y se volvía normal una vez mas.
- ¿¡Qué estás mirando cabrón de las mitades!? -el rubio en un acto agresivo y precoz direccionó su rostro a él con una de sus manos, lo que hizo que Todoroki se pusiera de pie - ¿Qué más dijeron?
- Por ahora eso es todo -Shouto evitó mirarlo directamente, el rubio ceniza continuaba sentado en su cama algo pensativo, ¿Dos semanas para seguir lucesitas en la ciudad? ¿Enserio consideraban aquello como una actividad heroica? - Luego de la primer semana se envían aquellos registros, y comienza la etapa numero dos que es el accionar al pie de cada luz que aparezca, dependiendo de la circunstancia le encargas el trabajo al equipo que esté más cerca o te encargas de ello -continuó el mitad y mitad, entonces, con su cuerpo ya calmado, se acercó a Bakugou y lo vio por primera vez a los ojos en lo que iba de la mañana -Ya estamos retrasados, por favor, toma tus cosas y vamos.
- No me hables en ese tono, yo no voy a seguir tus ordenes -escupió Bakugo mientras se levantaba para chocar su frente con la del otro, nuevamente poniéndose en enfrentamiento, realmente no era esto lo que quería Shouto, a diferencia de como se había sentido antes, ahora la cosa cambiaba, estaba tan cansado de que Bakugou hiciera eso que no podía encontrar la forma de que actuara de otra manera, simplemente decidió darse media vuelta y dejarlo - ¿A dónde vas? - caminó detrás de él - ¡No te atrevas a dejarme con la palabra en la boca, maldito bicolor!
- No voy a seguirte el juego Bakugou, hay que ser compañeros, no enemigos -habló en lo que seguía dirigiéndose a la puerta, Bakugou lo intercertó antes de que pudiera salir.
- De acuerdo, pero si voy a poner de mi parte, tú también lo harás.
- Hecho - Todoroki puso entre ambos una mano amistosa, si iban a convivir tenían que intentar llevarse bien, y él haría todo lo posible, Bakugou lo vio algo molesto y revoleó los ojos seguido de un fuerte quejido, pero finalmente estrechó su mano - Estás muy distraído últimamente Bakugou -dijo antes de abrir la puerta.
- Es por tu culpa -fue lo primero que atinó a decir, realmente ya lo había pensado antes, y esa molestia que le causaba el mitad y mitad lo cegaba al punto que hacía idioteces de puro impulsivo que era, se agachó frente al placard y comenzó a sacar la ropa que iba a llevar cuando a Todoroki se le ocurrió decir algo más antes de salir.
- Perdón por distraerte, tú también me distraes.
Escuchó la puerta cerrarse detrás de él, se levantó completamente desorientado, sus ojos abiertos confundidos, esa voz, ese tono con el que había dicho las ultimas palabras ¿Acaso... Todoroki estaba flirteando con él?
Dejando a un Bakugou bastante confuso, se encaminó a la sala en común. Ni él mismo supo cómo había llegado a ser tan sincero con él, pero realmente estaba alterándolo de formas extrañas, sus mensajes, sus actos, simplemente lo había dejado salir, a pesar de no saber con exactitud qué era aquello que le hacía sentir, sabía bien que lo distraía, pero intentaría sostener sus posturas para que no le volviera a ocurrir, en una forma inocente de pensar, se creyó que el estar cerca de forjar una amistad con Bakugou y que este no tuviera opción de revertir las cosas, hacía emerger esa sensación, como cuando estás por considerar un nuevo amigo en el jardín de infantes, esa sensación era gustosa pero era tan rara que le hacía pensar que nunca antes la había sentido, de todas formas sabía bien como fingir aquello, o quizás no fingirlo pero amoldarlo a las situaciones, lo hacía con sus emociones todo el tiempo, intentando que no fueran tan legibles, con excepción del enojo a causa de las injusticias unilaterales, esto no era nada, y con la frente en alto, podía decir que Bakugou aún era bastante infantil como para darse cuenta del efecto que tenía en él.
Todos estaban listos esperando aquel autobús que los llevaría directo a sus guaridas, entre compañeros comenzaron a formarse para sentarse lado a lado en el camino, únicamente Todoroki había quedado solo mientras Aizawa daba las últimas revelaciones de la actividad. Al parecer no solo tendrían que convivir y enfrentar a los villanos, sino también, como habían aprendido en el campamento, debían ser auto suficientes, cada uno tendría un fax para comunicarse con la estación, que era ni más ni menos donde los profesores estarían ubicados, y pendientes de todos y cada uno de ellos, los héroes participarían todos por el bien de la seguridad de los alumnos, con excepción del Director y de All Might, quién todavía andaba algo perdido gracias a su última batalla, realmente querían que esto fuera una experiencia difícil de olvidar, y para eso estaban obviándoles la información más esencial, estarían monitoreados a cada instante, por las dudas de que algo se les fuera de las manos, al no saber que estaban vigilados actuarían en función de sus propios instintos e impulsos, sean estos negativos o positivos, y los profesores tendrían más facilidad al evaluarlos, por fax podrían tomar pedido de lo que necesitaban y así mismo entregar las planillas diarias para ser verificadas. Al final de este arduo discurso Bakugou se hacía presente, Aizawa lo vio llegar algo sorprendido, él nunca había sido así, impuntual, irresponsable, creía firmemente que era parte de su rebeldía al no poder cambiar de compañero, pero pronto volvería a actuar con naturalidad, sabía que pasaría, y por eso siquiera llamo su atención.
El viaje fue largo, algo agotador, la ciudad ficticia que se habían encargado de construir estaba un poco alejada de la ciudad verdadera en la que habitaban, Bakugou todavía tenía una pregunta atravesada que no había querido dejar escapar en todo el viaje, no era muy bueno que hablasen de cosas extrañas cuando todos podían escucharlos, Todoroki había cerrado los ojos y se había dormido, su cabeza descansaba contra la ventana y su respiración tranquila estaba matándolo, lo estaba molestando, él al contrario no podía pegar un ojo, sentía que todos a su alrededor hablaban de él, y no era para menos, todos allí ya conocían que estos dos no se llevaban muy bien, y que el día anterior habían estado dando vueltas todo el día tratando de revertir su situación, a la mayoría le hacía gracia, cada vez que Bakugou caía donde no quería hacía que los demás se sintieran un poco jocosos, sin tener la necesidad de burlarse era gracioso aquellos enojos expontanéos del rubio, pero mirando al lado contrario... Sentían bastante que Todoroki tenía que cargar con él, y nadie quería estar en su lugar, Bakugou realmente se ponía pesado, y todos los que habían trabajado a su lado sabían que si bien hacía muy bien su trabajo no sabía trabajar en equipo, pero pronto estaría por verse.
Antes de llegar a destino, Aizawa comentaba en voz alta los nombres de los asignados en cada parada, la siguiente era la de ellos, entraron a una ciudad un poco escasa de edificios, con bastante verde y alejada, fue entonces que pudo escucharse la voz del profesor anunciándolos justo a ellos, Bakugou hizo aquello que había estado queriendo hacer todo el camino, puso cuidadosamente su mano detrás del hombro de Todoroki y lo empujó hacia adelante, el chico, al haber estado dormido, cayó en seco golpeándose contra el asiento de enfrente, todos los que aún seguían en el autobús giraron a ver lo que pasaba, entre el ruido que hizo el frío y caliente al caer y la ruidosa risa burlona del rubio no había quien no lo hubiese notado, Shouto se levantó rápido y tomándose la frente.
- ¿Qué diablos? -dijo bastante molesto, el rubio se sonrió.
- Tenías que despertar ya, bello durmiente, nos toca bajar -Bakugou se levantó de su asiento y tomó sus cosas, Todoroki estaba seguro de que hubiese querido tomar su pie para hacerlo caer también, la oportunidad la había tenido, pero prefirió dejarlo pasar y hacer como si nada.
Aizawa le había dado a Shouto las instrucciones de la maquina de Fax, que si bien era algo normal, obtenía detalles que habían sido implantados por ellos, las reglas las habían escrito el día anterior, la consigna igual, solo les bastaba bajar del autobús y dirigirse a la guardia. Ambos se encontraban a los pies de un enorme edificio en construcción, a penas pusieron un pie fuera del autobús este cerró las puertas y se marchó, era como si realmente estarían dejándolos a merced de ellos mismos, algo típico en la U.A. Bakugou se fijó extrañado aquel lugar, ¿De dónde diablos había sacado este lugar Todoroki? ¿Por qué escogió ese terreno tan alejado? Sabía que eso no era azaroso, el idiota mitad y mitad lo había elegido sin consultarle nada, de igual forma, no podía hacer más que desistir, después de todo no quería otro "reto" como aquel que ya le había dado.
- ¿Dónde se supone que nos instalaremos? -hablo en un tono realmente tranquilo, Shouto, quien tenía todos los papeles de la información general en mano dio un paso al frente.
- Supongo que en el cuarto piso, por lo menos eso es lo que entendí -comenzó a caminar adentrándose en el gran edificio sombrío, Bakugou lo siguió.
- ¿Por qué diablos elegiste este lugar? -no podía consigo, tenía que preguntarlo todo, Todoroki no respondió y continuó caminando, el tiempo era oro.
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