Capitulo 32: Tú eres el rey de mi mundo.

Mientras los días en los que Bakugou había estado dormido pasaban lentos, se tornaban pesados, parecían interminables incluso difíciles de soportar, los días después de que este despertara pasaban más rápidos, los momentos alegres que recopilaban brillaban en una calesita que giraba siempre en una misma dirección, y aquella dirección era la que encaraban juntos, paso a paso, intentando resistir a todo el cambio, a las pequeñas crisis que en comparación con lo que ya habían pasado no eran nada. De a poco él parecía volver a lo que siempre fue, pero esos detalles de su personalidad erroneos se desvanecían, no quería pelear más, aún cuando levantaba la voz y se daba cuenta que iba a comenzar a pelear por nada volvía sobre sus palabras, le pedía perdón por sus errores, Katsuki nunca había pedido perdón tan fácil, Todoroki también cambiaba junto con él, intentaba que no hubiera secretos entre ellos, no quería ocultarle nunca más nada, ambos iban creciendo, y aquella noche en el hospital sería la primera de muchas en su nueva vida.

Para contrarrestar el efecto de la monotonía Katsuki había comenzado un pequeño juego, "mañana ya me dan el alta no quiero seguir usando esto" manifestó algo molesto mientras tironeaba de su bata, y todo para que el frío y caliente se convenciera de cerrar la puerta y trabarla para que su novio pudiera cambiarse, cada tanto las enfermeras rondaban los pasillos y se adentraban a verificar que todo andaba bien, no creyó que esa enfermera conocida que tanto les había permitido, desde una visita de todos sus compañeros hasta comida del exterior del hospital, se molestara por obstruir el paso unos segundos hasta que el rubio se cambiaba, pero no era justamente eso lo que su novio quería, en cuanto Shouto trabó la puerta Katsuki dijo las palabras mágicas "Doctor Todoroki, necesito su ayuda" en un tono muy sexy lo llamó sugiriendo que no podía desprender su bata él solo, el rubor que pintó el rostro del bicolor no se debía a ver a su novio tan juguetón... O un poco sí, hacía dos meses que no hacían absolutamente nada raro, pero ese rubor era en especial por pensar en que Bakugou tenía en su cabeza justamente aquello y que todo eso era un poco prohibido, Todoroki se acercó a él con la mochila que tenía su ropa y la dejó a un lado, Katsuki se volteó dandole la espalda para que este pudiera desatar las cuerdas, Todoroki se sentó en la cama de costado, dejando que sus pies tocaran el suelo, sus manos temblaron un poco al contacto, en verdad no quería romper su racha de "castidad" en el hospital, Bakugou siempre tenía la mente pervertida de querer experimentar en lugares extraños, y la oportunidad era perfecta, dandose cuenta que su mitad y mitad estaba tardando mucho decidió actuar, rápidamente cambió de posición y viendolo fijo a los ojos lo hizo acostarse en la cama.

- No, no Katsuki, aquí no -habló Shouto un tanto nervioso e intentó incorporarse, su novio se subió sobre él muy sensual.

- Vamos Shouto, ¿Todo esto no te da ideas? -se sonrió sexy el rubio, Shouto tragó saliva en cuanto lo vio jalar de la bata y lentamente ir quedandose desnudo frente a sus ojos, si bien Katsuki había bajado mucho de peso ahora mismo parecía bastante más pequeño que él, su cintura de avispa era incluso más visible lo que hizo que llevara sus manos justo allí y lo tomara.

- Waw Katsuki... -exclamó mientras rodeaba su cintura con sus manos y aseguraba que si hacía un esfuerzo podría tocar sus dedos a su alrededor -...estás muy delgado mi amor.

- Sí, lo sé, tengo que subir de peso si quiero volver a mi cuerpo de antes -dijo mientras revoleaba los ojos y se cruzaba de brazos, aquellos brazos fuertes que solía tener se notaban un poco menos musculosos pero aún estaba tan delicioso como siempre, quizás iba a ser la unica vez que Todoroki pudiera disfrutarlo tan fragil y delicado, el momento lo llevó lentamente a babear, el rubio se sorprendió un poco, hacía tanto no veía esos ojos lujuriosos con los que Shouto lo miraba cuando se desnudaba frente a él, y ahora allí estaba, con sus ojos puestos en su cuerpo, con sus manos contoneando su figura, con su boca entreabierta y literalmente babeando por él.

- Ohh.... Katsuki -mencionó, y se secó la boca -Lo siento, me vi mal.

- Babeaste como un perro -sonrió sensual el explosivo, el otro entrecerró los ojos y afinó los labios.

- Es que hacía mucho no te tenía así, la mente se me nubló pensando en qué cosas voy a hacerte y mi cuerpo no reaccionó a ese detalle.

- ¿Y qué quieres hacerme? -preguntó el chico mordiendose el labio inferior, entonces el bicolor se acercó a él lentamente, aquella acción solo significaba una cosa y su inercia lo llevó a cerrar los ojos, entonces sintió como su novio lo fue llevando de lado hasta que terminó recostandolo en la cama, Katsuki se rió - ¿Qué haces? -volvió a interrogar mientras lo veía levantarse de la cama.

- ¿Qué es lo que le duele señor Bakugou? -intentó decir lo más serio posible, el otro se sonrió, llevó una mano a su boca y se chupó un dedo para llevarlo a recorrer su cuerpo hasta su pecho.

- Todo aquí -respondió el rubio en un suspiro provocador sin apartar su vista del otro, Shouto llevó su mano hasta los labios de Katsuki e introdujo suavemente un dedo dentro de esa boca que parecía pedir a gritos algo que chupar, este lo succionó y lo lamió con deleite emitiendo pequeños gemidos, el bicolor lo apartó de su boca y con un hilo de su saliva cubriendolo lo deslizó hasta su pecho, con ese mismo dedo marcó su pezón en círculos y luego con la ayuda de su pulgar lo apretó -Aahh -un suspiro salió de la boca del rubio lo que hizo que el otro se sonriera.

- Ya me doy cuenta que le duele, esos suspiros no son normales, necesita algo de esto -habló el frío y caliente antes de volver a la boca de Katsuki, pero esta vez con la suya, con un beso fogoso y profundo introdujo su lengua en la boca del otro y este la succionó suavemente, sus labios se apresaron, sus sabores se mezclaron, Shouto mordió con cuidado el labio inferior del rubio y luego bajó por su cuello, la respiración de este le daba a Bakugou pequeños espasmos, su boca engullendo pedazos de su cuello y succionandolo lo hicieron gemir algo más fuerte, entonces el bicolor siguió bajando lamiendo a su paso toda la piel disponible y así llegó a sus pezones, se detuvo y habló -se sentirá incomodo pero todo es por su bien -sonrió para que el otro hiciera lo mismo

Con su mano derecha Todoroki creó un pequeño hielo que posicionó justo en uno de sus pezones, Bakugou reaccionó al frío tacto y apretó los labios, el otro simplemente lo observaba retorcerse en silencio, entonces cambio el hielo al otro lado y fue directo sobre su pecho helado y aguantó un rato allí sin hacer nada, el cuerpo del rubio reaccionaba del solo estar allí respirandole cerca, la punta de su lengua logró rozarlo y este se estremeció, los labios de Shouto se afinaron, le encantaba tenerlo así, con su cuerpo a su merced y provocandole aquellas sacudidas violentas, mientras continuaba jugueteando con su hielo del otro lado succionó su pezón y lo sintió suspirar más alto, dentro de su boca continuaba precionandolo fuerte con su lengua, lo soltaba y lo lamía reiteradas veces sin parar, y volvía a succionarlo, hizo aquello sin descanzó hasta pasar al otro lado en el que repitió la operación, alternaba el proceso con sus dedos helados y su boca, presionando sus pezones y chupandolos hasta que estos se pusieran duros, aquello invadía el cuerpo de Katsuki de una sensación extraña, como unas cosquillas que presionaban sus mejillas, sus pezones estaban tan sensibles que el más leve roce hacía que saltara de placer, y no todo terminaba allí.
Todo ese toqueteo y besuqueo previo había logrado no solo endurecer sus pezones sino que también le hizo crecer una erección tan dura que hasta sentía que dolía, Todoroki lo notó, con su mano comenzó a trazar en su cuerpo una ruta hasta su abdomen lo que llevó a que Katsuki se estremeciera demasiado, llegó con su recorrido hasta que su mano coincidió con aquel duro miembro, "¿Tienes problemas aquí verdad?" dijo algo burlón, el rubio no contestó, solo intentaba contener su respiración "Descuida, sé como ayudarte" terminó de decir para que su boca comiera aquella erección por completo, un grito de tono muy grave se escapó directo de la garganta del rubio, tiró su cabeza hacia atrás y se cubrió la boca, Todoroki era muy bueno en eso y sabía lo que le esperaba si no trataba de controlar sus gemidos, ese vaivén de arriba abajo, de contener su pene en su boca hasta el final de su lengua y liberarlo por completo para tomar aire y volver a meterlo entero en su boca era una pasantía de lo más excitante, a Shouto no le costaba en absoluto eso de la garganta profunda, no era cosa de él el ahogarse o quedarse sin aire, incluso no era muy brusco e intentaba ser bastante limpio en eso, fue por esa exacta razón que decidió regañarlo cuando Katsuki se vino en su boca sin dar un solo indicio, de repente, como si nada, la boca se le llenó en un instante y luego tragó todo lo que pudo, su mirada cambió, los ojos de Katsuki lo visualizaron, se limpió un poco de aquel líquido espeso del rostro y fijó su vista en él.

- Te has portado mal Bakugou, tenías que avisarme antes de que pasara.

- L-lo siento -exclamó el rubio con una sonrisa, lo vio caminar hasta donde daba su cabeza y con tranquilidad bajó su bragueta para dejar escapar su pene totalmente erecto, el rubio se acomodó más en el borde de la cama y chocó sus labios con aquel enorme pedazo.

- Chúpala -ordenó el bicolor para que el otro introdujera su hombría en su boca.

Si bien Katsuki no era tan bueno para aquello realmente le gustaba, sentir el sabor de ese jugoso miembro en su cavidad que por momento ardía y por otro enfriaba su lengua, cuando era el bicolor quien estaba trabajando con la boca podía controlar su quirk a su manera pero en estos momento se le iba un poco de las manos "Ooh sí... Ahh... Más" pedía entre gemidos Todoroki, en eso simplemente tomó al rubio del cabello y llevó hasta el fondo de su garganta su pene, ver su rostro con sus ojos llorosos y con la boca ocupada reborboteando saliva por los costados era una imagen tan orgasmica que lo hacía pensar en una sola cosa. Dejó de precionarlo, alejó su miembro del fondo de su boca y lo dejó respirar, Katsuki tosió y tosió mientras dejaba salir de su boca toda esa lacsiva y pegajosa saliva que cayó sobre su cuerpo.

- Amo esta imagen de ti -susurró Todoroki mientras lo veía incorporandose y sentandose en la cama con sus rodillas juntas.

- Te gusta verme atragantado, maldito pervertido -escupió molesto, pero el otro sabía que le encantaba ser tratado así, el bicolor volvió sobre él y lo besó en los labios haciendolo a un lado, entre besos lo apartó un poco del centro de la cama y se recostó.

- Ven aquí -le dijo en un tono un poco especial, Shouto también podía ser bastante caliente cuando quería, eternamente caliente, tan caliente que el simple hecho de verlo sobre la cama y con su miembro tan duro solo le provocó atender a su pedido, Katsuki se acercó a él gateando, Todoroki solo puso una mano sobre su cintura y logró hacerlo entender que quería que se girara, el rubio colocó una pierna a cada lado del torso de su novio y acercó su entrada justo a sus labios, este degustó por completo su sabor, hundió su lengua en su interior, lo precionó con ambos labios y terminó mordiendole una nalga.

- Hey, hey, hey -se rió Katsuki y se volteó para poder verlo -¿Tantas ganas de comerme tiene Doctor Todoroki?

- Ni te imaginas -un beso justo en los labios, Katsuki volvió a acomodarse sobre él apoyando una rodilla de cada lado de su cuerpo, el beso se intensificó, sus lenguas volvieron a encontrarse.

Habían estado mucho tiempo sin poder sentirse, y sin saberlo habían deseado ese momento con tantas ganas que les pareció solo un instante, Todoroki se adentró en Bakugou lentamente, el rubio comenzó a moverse, el bicolor lo tomó de la cintura, el expectaculo de Katsuki moviendose tan sensual sobre él era ese algo que le faltaba para sentirse completo, ese encuentro a pesar de comenzar tan provocativo comenzó a caerse hasta un tópico tan diferente que ya se daban cuenta solos, por eso le dicen hacer el amor, el dolor punzante no significaba nada comparado al placer de sentirlo dentro suyo, Bakugou tomó las manos de Todoroki y las apretó, sus respiraciones se agitaban, la pasión se encendía con cada movimiento, Shouto levantó su espalda y se sentó aferrandose al torso de su novio, y aunque el tiempo no había volado como creían sintieron que había sido muy rápido, al llegar el clímax Bakugou llevó a Todoroki sobre él en un abrazo tan fuerte que creyó que iba a quebrarlo, aquel abrazo algo desesperado se torno extraño, un pequeño chillido lo hizo buscar el rostro del rubio con desespero, sus ojos derramaban lagrimas pero su sonrisa estaba intacta.

- ¿Qué pasa Katsuki? -preguntó descolocado el bicolor todavía manteniendolo sobre él, el otro sonrió con más fuerza.

- Gracias -dijo, el bicolor hizo silencio -Gracias por quedarte conmigo.

- Mi amor, no tienes nada que agradecer, te amo, y por eso me quedé.

- ¿Sientes? -interrogó el rubio mientras lo hacía bajar hasta su pecho, al escuchar el palpito acelerado del corazón de Bakugou Todoroki sonrió -Así me siento cuando estás conmigo,... Desde el primer día que comenzamos a hacer cosas obsenas -se rió, el otro hizo lo mismo para levantar su cabeza y verlo fijo a los ojos acariciando su rostro - Nunca me dejes.

- Por más que te lo recuerde, incluso después de años me preguntarás lo mismo, y yo siempre responderé igual... Nunca te voy a soltar -la sonrisa de Katsuki era tan encantadora que deseaba poder contemplarla toda su vida, se acercó a sus labios y lo besó sellando el pacto.

Eran apenas unos adolescentes enamorados, pero su amor había superado tantas barreras y había recorrido tan arduas fronteras en tan solo ese año que no podían simplemente decir que se trataba de un amor juvenil, los llantos, las caídas, los problemas, esos dolores del corazón, las discuciones, los desencuentros, todo valía la pena porque ese amor que nació hacía tanto era verdadero, y así algún día, mientras amaneciera, continuarían del mismo modo, quizás en una casa sola para ambos, despertando de una noche juntos, demostrandose aquel insaciable apetito que luego romantizarían con las mismas palabras.

~~ 7 años después ~~

- No me dejes nunca -pidió tiernamente mientras besaba la mano de su novio que acariciaba su mejilla con dulzura, Todoroki se rió.

- Y sigues pidiendome lo mismo -Bakugou mantuvo su sonrisa mientras se abrazaba al cuello del otro, el bicolor le dio un pequeño beso en la frente y aferró sus manos a la cintura del rubio.

- Lo hago para retarte a que me dejes en paz -ese humor, Todoroki lo empujó un poco divertido, el otro se quejó y se cubrió con las Sábanas, Bakugou continuaba siendo un poco rudo con su forma de ser, sobre todo con ese sentido del humor que lo había catacterizado desde que dejó de ser el niño renegado, desde que se enamoró de él.

Solían hacerlo por las mañanas, casi todas las mañanas para ser exactos, luego se quedaban así un rato, viendose a los ojos y revobinando aquella película de sus vidas que dislumbraban en sus reflejos en el otro. Esa película que siempre les hacía recordar ese primer beso, esa primera vez, ese primer "te amo" que ya se encontraba tan lejos. Todoroki se había puesto sus boxers y le había revoleado el suyo a su chico explosión, este lo tomó entre risas y volvió a recostarse en la cama bostezando, su pelo parecía estar un poco más corto, su cuerpo había cambiado, se veía mas maduro, más hombre, su cintura de avispa seguía allí tan marcada como siempre, pero su estatura no le llegaba a la de su novio, tal como su padre Todoroki era un poco más grande, alto, imponente, pero dado su empleo había preferido no entrenar con tanto esmero y aquel detalle de macho inflado con pectorales de globo estaban muy lejos de su fisico actual. Este se levantó de la cama y fue hasta el ventanal frente a ellos mientras cubría su torso bajo una remera oscura, el departamento tenía solo un ambiente y un baño, no era lujoso ni mucho menos, pero era lo que habían anhelado por mucho tiempo, el ventanal dejaba entrar la luz del amanecer de manera tenue entre aquellas cortinas blancas, cerca de su cama solo tenian un placard y una comoda, en un rincón un sillón frente a un televisor, la pequeña mesa japonesa y la cocina de frente al ventanal con la mesada en medio y varios bancos altos, la decoración era una lucha extensa entre lo tradicional y lo moderno. Luego de abrir las cortinas Todoroki se desperezó y se acercó nuevamente a la cama "Levantate" le dijo en un tono amoroso pero demandante, se acercó a él y lo besó, luego se incorporó y volvió a retomar el tema mientras se dirigía a la cocina.

- Asi que... Aguantarme tantos años no era la idea ¿No? -volteó un segundo y le sonrió.

- ¡No te vayas! ¿A dónde vas? -le gritó el rubio desde su cama, el bicolor se rastrilló el pelo que en ese momento se veía como una pequeña melena blanca y roja, abrió el refrigerador antes de volver mirarlo.

- A prepararte el desayuno, tienes que ir a trabajar -le dijo tiernamente con esa paciencia infinita que tenía y tuvo siempre con él, sacó la leche y prendió la cafetera.

- ¿Y tú? -mencionó el rubio cruzandose de brazos.

- Te dije que me pedí el día en la escuela, tengo que ir a ver a mi madre, hoy....

- ¡Cierto! -lo interrumpió el rubio -¡Hoy le dan el alta! ¡Lo olvidé, maldición! -golpeó el colchón con su puño y se destapó yendo al borde de la cama dejando al descubierto sus boxers negros.

- Como siempre -murmuró Shouto continuando con su labor, sacó de la alacena una canasta con galletas.

- No es mi culpa -continuó con la charla Katsuki mientras se acercaba semi desnudo hasta la mesada en la que su novio preparaba el desayuno -Tú me dices las cosas mucho antes de que sucedan.

- Te lo dije ayer -replicó Todoroki y tomó la cafetera sirviendo dos tazas que habían estado esperando en la mesada, Katsuki se sentó en un banco alto cerca de la misma y se tocó el cuello.

- Con el sexo la memoria me falla.

- De acuerdo, no se hace más -se sonrió el bicolor y colocó un poco de leche en cada taza, el otro lo vio con un rostro sorprendido algo ingenuo.

- Nunca dije que mi falta de memoria sea una maldición -Todoroki se echó a reir, dio vuelta a la mesada y se acercó a este para abrazarlo.

- Vamos mi amor -besó sus labios y luego se encaminó a un pequeño placard cercano a la cama -Toma tu desayuno o volveras a llegar tarde y Kirishima se enojará.

- Nunca se enoja conmigo -lo contradijo el explosivo mientras tomaba su café, Todoroki sacó del placard aquel traje negro, verde y naranja, el cambio había sido bastante notorio, sus granadas gigantes eran ahora unos guantes naranjas y verdes que se veían pesados pero que sabía llevar, sus pantalones anchos y su remera ajustada habían cambiado muy poco, Shouto dejó todo aquello sobre la cama y fue hasta él de nuevo.

- No importa lo que digas, le dije que se enoje contigo la próxima vez que llegaras tarde.

- ¿Qué? -preguntó esté de forma exagerada con su boca llena, luego tragó - ¿Desde cuando haces ese tipo de alianzas con mi mejor amigo?

Todoroki volvió a reir, tal parecía que sería un buen día.
Tal como él le había dicho esa mañana se había pedido un día en la escuela, y tal como alguna vez lo había pensado aquello de ser un héroe de tiempo completo no estaba en sus planes aunque se lo pidiesen a diario. Su potencial daba para mucho más pero aún no se sentía tan seguro, todo el incidente con su padre cuando él tenía a penas 15 años lo había marcado, y sabía que su padre hubiera estado detrás suyo cada instante, por ahora tomaba su trabajo como maestro de forma pasajera, algún día se dejaría convencer por Katsuki.

Para recordar el pasado ahora mismo podía hacer incapié en esa promesa "Nunca volver a mentirle a Katsuki" la omisión era una traición que había merodeado mucho en su pasado, y no quería regresar a eso, pero esta vez era la excepción, ya que Fuyumi había ido por su madre al hospital el día anterior.

Para Bakugou las cosas no salieron de lo normal. Se había encontrado con Red Riot, su amigo se había tornado tan grande que el hecho de tener una personalidad tierna y compradora lo complementaba bastante. En cuanto se pusieron en contacto comenzaron a trabajar, largas caminatas, algunos que otros desvios, el bocadillo de victoria que tanto le gustaba. El trabajo en equipo los ponía muy al frente a la hora de hablar de héroes, el ranking de popularidad siempre había sido generoso con ellos como dúo, las personas los amaban, y a pesar de que ambos tenían pareja siempre lograban arrastrar con ellos a muchas adolescentes enamoradas. Aquel día, después de una batalla con un criminal de segunda esas fanáticas se les acercaron, Red Riot siempre le había ganado cuando de simpatía se trataba, las chicas lo acorralaron a preguntas y el pobre no sabía qué decir, se reía de solo imaginar a Ashido regañando a Kirishima por eso, y entonces sintió su presencia. A pesar de nunca llegar a ser el héroe número 1 ya se había acostumbrado a verlo brillar cuando salvaba el día, y la forma en la que sentía que estaba cerca le era tan narural que supuso que siempre lo había sentido. Ese aura de héroe había nacido con él, Deku, había hecho exactamente todo como él se lo había imaginado, era la misma imagen, la sonrisa en sus rostros, la alabanza, igual que All Might, pero no sabía por qué ya no le molestaba en lo absoluto, quizás el simple hecho de tener a Todoroki a su lado le parecía más importante que cualquier cosa, y mientras lo contemplaba caer de las alturas y aterrizar con esa típica sonrisa suya fingió ignorarlo, aquel juego se había vuelto recurrente o su orgullo todavía no lograba aceptar lo que su mente ya había canalizado hacía rato, tal vez solo se divertía.

- ¿Que diablos haces aquí Deku? -mencionó de forma tozca pero ablandando su expresión con una media sonrisa, Kirishima se acercó, las personas a su alrededor comenzaron a notarlo y sacar fotos.

- Kirishima, Kacchan -sonrió el chico para que al rubio se le escaparan unos chispazos de sus manos y le cambiara la cara.

- ¡Te dije que no me digas asi! -gritó furioso, el otro rápidamente posicionó sus manos delante de él protegiendose y amplió más su sonrisita.

- Lo siento, es la costumbre -le dijo, la gente a su alrededor comenzó a saludarlo, realmente Deku era un héroe que muy pocas veces se dejaba ver dos veces en la misma ciudad, cambiaba de aire constantemente, viajaba mucho, los policias no se hicieron esperar y empezaron a apartar a las personas.

- Te lo había dicho varias veces ya, es denigrante -volvió a gruñir el héroe explosivo y se cruzó de brazos.

- Hey Deku hace años no te apareces por aquí -habló Red Riot mientras se arrimaba a la conversación, el nombrado lo miró.

- Sí, hace mucho no venía, dos años quizás -continuó Deku con la sonrisa implantada en sus labios, el pelirrojo se sorprendió.

- ¿Dos años ya?

- Sí, y ya has alterado a la multitud -barbulló Bakugou haciendo una referencia a las personas que se acumulaban para verlo, Deku se giró y saludó.

- ¿Y qué te hizo volver? -preguntó Kirishima, Deku volvió su atención a él.

- Bueno... Voy a hacer una reunión -fijó sus ojos en ambos y habló con alegría -Estuve reuniendo al grupo de 1ro A de la U.A

- ¿Qué? -dijeron ambos al unisono.

- Así que solo quería invitarlos -Deku metió su mano en su riñonera roja y sacó de allí dos invitaciones las que les pasó a entregar a cada uno -Va a ser una ocación especial, han pasado varios años desde que nos graduamos.

- ¡Suena genial! Será la juntada del año ¿No Blasty? -le dijo al rubio y lo codeó.

- Sí, sí -respondió sin emoción alguna y guardó la invitación asi como se la habían entregado, siquiera la miró.

- Aún están con Ashido y Todoroki ¿Verdad? - interrogó Deku, a la escena comenzaron a llegar algunos "paparazzis".

- Sí, todavía me soporta -respondió Red Riot mientras se sonreía, Katsuki se rió -Ella está embarazada ¿Te habías enterado?

- ¿Enserio? -las expresiones de Deku cambiaron, su sonrisa se hizo más fuerte y su tono pasó de amabla a emocionado - ¡Felicidades!

- Fuiste el último en enterarse -volvió a hablar Bakugou y esfumó su sonrisa -Eso de no usar redes sociales no te sirve de nada.

- Tienes razón -asintió y lo vio directo al rubio -Siempre al último, ¿Y tú qué? ¿Vas a ser el padrino Kacchan?

- ¡Que no me llames así! -gritó el explosivo enfurecido.

- Es la costumbre - volvió a decir Deku, se rió y se hizo hacia atrás -¡Muy bien! Supongo que los veré allá -les guiñó un ojo -Tengo que circular, nos veremos - y así, tan rápido como había llegado pegó un salto poderoso que lo llevó a elevarse al cielo y perderse. En lo que Bakugou lo veía partir Kirishima tomó la invitación y la leyó.

- Domingo al mediodia, interesante -habló bajo, luego subió la vista y continuó -Vas a ir ¿No?

- No lo sé, Shouto no creo que pueda y si él no va...

- Ay no empieces con eso, es insufrible -renegó su compañero de forma dramatica para que Katsuki se riera -Te pasaste toda la secundaria diciendo eso.

- ¡De acuerdo, de acuerdo! Iré -terminó por decir para que a su amigo no se le ocurriera empezar con su palabrería diaria acerca de Shouto y cómo lo había hecho cambiar, suspiró, y entonces volvió sobre aquel pensamiento recurrente, ese que siempre le llegaba cuando se trataba de Deku, sin quererlo habló en voz alta -Es una pena.

- ¿De qué hablas? -interrogó el otro intentando buscar la forma de guardarse su invitación, el otro le sonrió

- No es nada, sigamos -se adelantó.

- Oye Blasty ¿Me guardas esto? No tengo bolsillos -lo siguió de cerca.

Realmente aquella pena tenía nombre y apellido, pero ahora mismo le decían Uravity. Deku había estado tan concentrado en sus metas personales que jamás se había dado una oportunidad de sentir más, de experimentar ese desenfrenó loco que te hacía sentir el amor, era muy cursi viniendo de él que lo dijera, que lo pensara, pero tal vez la razón para haberlo dejado de odiar con tanto esmero, la razón para admirarlo en vez de rabiar, para aceptar que estaba un escalón más arriba era esa, a pesar de ser el segundo en todo, no sentía que Deku tuviese algo que él no, porque con Shouto a su lado sabía que cualquier cosa que el chico verde tuviera no se comparaba con ello.

Katsuki había llegado un poco tarde de trabajar, a pesar de que siempre estaba alerta a cualquier llamado esa noche decidió volver a su hogar y quedarse allí. Estaba realmente muy cansado, en las ultimas horas él y su compañero habían tenido un ataque que involucraba a una antigua banda de villanos y eso los había exprimido en el tiempo. Al llegar Todoroki le había preparado la cena, como siempre, el rubio fue hasta él y lo besó, el ritual de todos los días no le molestaba para nada, y mientras el bicolor terminaba de poner la mesa él se sentó en la cama y comenzó a desvestirse. Una pregunta se deshizo en el aire, el explosivo estaba tan ensimismado que no lo había escuchado.

- ¿Y? ¿Cómo te fue hoy? -volvió a preguntar Shouto, este lo miró.

- Bien, bien.

- ¿Solo eso dirás? -le sonrió, las sonrisas que Todoroki le regalaba eran tan suaves, tersas y amables que no había forma de que no lo contagiara, el rubio se puso de pie solo con su pantalón puesto, era costumbre en él andar en cueros y descalzo, fue hasta la mesa y se tiró en el suelo.

- Hoy vi a Deku -mencionó, Todoroki llevó a la mesa una bandeja con ensalada y se sentó junto al rubio.

- ¿Ah si? Hace años no lo veo.

- Sí, sí, habló de una reunión mañana al mediodía, con todos los del curso de 1ro A de la U.A -urgó en el bolsillo de su pantalón y sacó la invitación, acto seguido se la pasó a Todoroki quien la inspeccionó.

- ¿Enserio? Solo a Deku se le ocurren esas cosas -continuó mientras comía y leía el papel, Bakugou se metió un bocado de comida a la boca y continuó hablando.

- Pensé que podríamos ir, el idiota de Kirishima me insistió tanto que...

- Amm... No sé -Bakugou lo vio algo confundido -Es decir, si me necesitan en casa no podre ir, no quiero comprometerme.

- ¿En tu casa? ¿Para qué? -Todoroki lo vio seriamente, hizo silencio y esperó, el rubio seguía comiendo su pescado y su ensalada esperandolo a él, el rostro serio de Shouto cambió a uno más relajado, suspiró.

- Te olvidaste otra vez -dijo y continuó con su cena, Katsuki golpeó la mesa, lo que hizo que el bicolor se sobresaltara.

- ¡Cierto! Tu madre está en tu casa ¡Perdón! -se disculpó el otro, realmente odiaba olvidarse de ese tipo se cosas.

- Bueno, supongo que no tendrás problemas si vas solo.

- Aaay Todoroki -se quejó el rubio y se hizo hacia atras recostandose en el suelo -No quiero ir solo.

- ¿Qué? -se rió, el rubio continuó tirado en el suelo -Katsuki, conoces a todos los que...

- Me siento como en la secundaria, el festival de la U.A cuando me dejaste solo.

- No fue mi elección -Shouto tomó su vaso y bebió un trago -Además al final llegué.

- Sí, pero al inicio estuve solo con todos esos idiotas -Todoroki se rió fuerte.

- No hables así, me haces reir -se levantó un poco y fue hasta donde el otro estaba acostado -Aparte Kirishima quiere que vayas.

- Sí, y después se irá con Mina y me dejará solo con Kaminari y sus historias mediocres.

- Vamos amor -Shouto se sentó más cerca de Katsuki y subió la cabeza de este sobre sus piernas -No te pierdas esto por mí.

- Está bien iré -Bakugou se levantó -Pero más te vale que después me escuches parlotear las historias amorosas fallidas de Kaminari porque me las aprenderé de memoria.

Todoroki se rió, esa forma que tenía de ser Bakugou siempre lograba hacerlo reir, aún cuando no era a propósito. Esa noche se había dedicado a buscar entre sus atuendos uno que fuera con la ocación, incluso llamó a Kirishima para intentar entender qué debía vestir, ¿Era una reunion formal, informal, de amigos, de héroes, de adultos? No tenía ni idea, el estúpido Deku no le había dicho demasiado, no tenía mucho que ponerse solo un traje negro, y como Mina, según su amigo, quería llevar un vestido de gala él se adaptaria a su chica, y el rubio prefería adaptarse a ellos antes de pasar algún papelón.
En la mañana creyó que lo encontraria durmiendo a su lado, pensó que tal vez podía pedirle su opinión acerca de su traje para la reunión pero solo halló una carta "Estoy con mi madre, espero la pases bien en la reunion, te amo. Más tarde te veo." muy sencillo para ser de Shouto, pensó, pero quizás tuvo que salir rápido por algún motivo, trató de no preocuparse y se cambió tranquilo, Kirishima pasaría por él en una hora así que le convenía estar preparado. Las mañanas sin él no le gustaban, ya estaba tan acostumbrado a su presencia que no podía evitar sentirse un poco cabisbajo si él no estaba, desayunar solo, en silencio, por momentos una idea se cruzó en su cabeza, estaban conviviendo hacía bastante, quizás unos 4 años, las cosas iban bien, ambos trabajaban, y muy a pesar de que amaba ese departamento podía aspirar a algo más fijo. Podía darse el lujo de sacudir sus vidas otra vez, podría cambiar un poco su nombre, la vaga idea de una unión más formal entre ellos lo hizo sonreir, él estaba listo para un paso más, supuso que Shouto no lo rechazaría si se dignaba a hacer algo grande para proponerselo, la reunión de hoy podía ser buen momento para encontrar aliados que lo ayudaran a crear una sorpresa para Todoroki, se rió, algo se le ocurriría.

Después de que Kirishima y Ashido pasaron por él y de aguantar todo el camino a la chica rosa y su interminable lista de nombres para su bebé, llegaron. Era una casona bastante bien cuidada, con mucho verde y una entrada que parecía palacio con esas rejas enormes y el camino hecho de pequeñas piedras adornado con flores, detrás podía verse una amplia carpa, como si se tratara de la carpa de un circo, delicada y de color blanca, debajo varias columnas la sostenian, y en su sombra un banquete y muchas mesas. Allí comenzó a reconocer sus rostros, sus compañeros del primer año de la U.A, algunos de otros cursos, algunos invitados que había conocido durante su carrera, y lo vio a él corriendo a su encuentro, Deku se paró en frente suyo con una enorme sonrisa.

- Genial Kacchan, pudiste venir.

- No me digas asi -mencionó algo fatigado -Todoroki tuvo problemas familiares y no pudo llegar.

- Está bien, no hay problema, ven -lo tomó de la mano y lo encaminó junto con él, Bakugou observó como Ashido y Kirishima se perdían entre las mesas.

- ¿A dónde me llevas? Iré con Kirishima, es mejor...

- No, no, tengo tu lugar reservado aquí -le dijo, mientras lo alaba hacia al centro del lugar, el rubio volvió a ojear a su alrededor, ¿All Might? ¿Él también estaba allí? Empezó a reconocer a otros profesores en el sitio, al parecer no era el unico profesor invitado, pero... La vista de All Might lo seguía de cerca, más temprano que tarde se percató que los ojos de la gran mayoria estaban puestos en él y en Deku, acaso... ¿Era alguna reunión de héroes? ¿Tenía algo que ver con él y Deku? Pero de un momento a otro este lo abandonó solo en el medio, soltó su mano y lo dejó -Espérame un segundo.

- ¿Deku a dónde vas? -el chico verde salió corriendo rumbo a cualquier lado, como si solo estuviera huyendo de él, cuando volvió a girar la vista notó a alguien que prácticamente lo confundió al punto de dejarlo anonadado - ¿Mamá?

- Hola cariño -se sonrió su madre mientras se abrazaba a su padre, ambos se mantenían apartados de él, al ver más allá pudo identificar a su cuñada y a su suegra sentadas en una mesa,.... No podía ser, una hermosa melodía se oyó en el aire, y al fijarse que ya no era el punto de atención de los presentes se volteó y lo encontró a él.

- Shouto.

- Hola mi amor, ¿Sorprendido? -le habló tiernamente mientras caminaba hacia él, ese traje blanco se le veía precioso, su camisa oscura y su sonrisa... No podía estar pasando, Katsuki quedó perplejo, una pequeña risa se escapó de sus labios, realmente no lo podía creer.

- ¿Qué haces aquí? -preguntó por inercia, sus ojos mantenían esa sorpresa, no podían relajarse, la emoción que sentía comenzó a escalar cada vez más alto. Todoroki se acercó hasta quedar frente a él a escasos centimetros, el lugar era puro silencio, solo esa melodía de fondo.

- Solo quería salirme de la rutina -se sonrió, Katsuki simplemente lo escuchó -Katsuki... Conocerte fue un dolor de cabeza, tratar contigo y tu caracter explosivo fue una odisea terrible -la voz de Kaminari se oyó en el fondo.

- ¡Insufrible! -algunas risas se oyeron, incluso la del mismo Katsuki, Todoroki continuó hablando.

- Sabes... aguantar tus idas y vueltas, tus condiciones, tu mal humor, fue... Una locura,... quizás la más grande de mi vida, pero me llevó a enamorarme de ti con la misma locura. Te amo.

Concluyó para develar una hermosa caja, y aquella caja no era nueva, la conocía más que cualquiera, esa caja era especial, aquella con la que ambos habían decidido arribar esa relación, la había guardado por tanto tiempo, los ojos de Bakugou se pusieron húmedos, Todoroki abrió la caja dejando a la vista un bello anillo dorado y el grito emocionado de Ashido entre la multitud se dejó oir, el rubio se sonrió con sus mejillas ruborizadas.

- Te has adelantado a mí todas las veces, desde que me dijiste te amo hasta la noche en la que me pediste que fuera tu novio, ahora espero sorprenderte -Todoroki colocó una rodilla sobre el suelo y lo miró a los ojos, el otro tuvo que contener a su corazón para no perder la compostura antes de tiempo -Bakugou Katsuki, ¿Quieres casarte conmigo?

Su rostro, sus ojos puestos solo en él, siempre en él, sus labios en esa sonrisa que le enternecía el alma, su voz no salía, sus lagrimas se escaparon de a poco y con todas las emociones latentes y a flor de piel solo lo dejó salir en un susurro.

- Sí... Quiero.

Todos los presentes comenzaron a aplaudir, Bakugou extendió su mano para que Todoroki pudiera colocar el anillo en su dedo, y sin poder aguantarlo más el rubio se deshizo entre sus brazos.
La posibilidad de encontrar a alguien que te haga sentir que tu corazón salta de tu pecho, que hace que tu mundo se detenga, que te cambia y te amolda para ser la mejor versión de ti, esa persona que no puede ver a nadie con los mismos ojos con los que te ve, que no necesita nada más que una sonrisa para iluminar tus días, existe, y él era esa persona en su vida, y cada paso que daban juntos iban mejorando.
Esa mañana que se hizo tarde, bailaron y rieron con todos esos amigos que habían hecho durante años, y no dejaron de cruzar miradas en cada instante, esa fue la ultima vez que Todoroki le había mentido, e incluso así a Bakugou le encantó que lo hubiera hecho, después de ese día podrían volver a intentar llevar sus vidas a otro nivel, las cosas cambiarian si deseaban tenerlo todo, pero mientras estuvieran juntos nada podía frenarlos.

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Verlo tan contento, rodeado de sus amigos, hablando y presumiendo que iba a casarse era una imagen que se quedaría implantada en sus más valiosos recuerdos, eran las 19:00 cuando todo comenzaba a acabarse para emprender un nuevo comienzo, Bakugou estaba a un lado junto a Kirishima, Ashido, Sero y Kaminari, él se mantenía del otro lado de la carpa, había estado sentado viendolo reir, contemplandolo desde lejos, suspirando por lo bajo, lo amaba tanto, sinceramente no entendía la vida sin él, fue entonces que oyó como lo llamaban, pero al sentirlo tan efimero decidió no darle la menor importancia, hasta que lo volvió a oir, dio media vuelta y vio reflejado en esa persona cada tropiezo en su vida, parecía estarlo azechando desde lejos, se puso de pie y caminó alejandose de la reunión hasta donde él estaba, allí, al parecer, entre los árboles y las sombras que producía la alta casona, nadie se había percatado de su presencia, Shouto se acercó a él intimidante, ya no era un niño.

- ¿Qué haces aquí? ¿Qué quieres? ¿Quién te invitó? -la fuerza de sus palabras siquiera pudieron encogerlo de hombros, su padre dio un paso al frente.

- No vine a arruinarte el día, solo a disculparme.

- ¿Después de tantos años?

- Shouto -su padre bajó la mirada - Eres mi hijo y fui un mal padre, soy un héroe y fui el villano de tu historia, pero no más -el semblante de Shouto se relajó, había algo en la mirada de ese hombre que le resultaba extraño, un sentimiento que jamás había visto reflejado en él... Culpa -He venido hasta aquí para empezar se cero, yo... Quiero formar parte de tu familia -los ojos del bicolor lo vieron con sorpresa -Te vas a casar y me gustaria... Presenciar ese acto, quiero hablar con tu novio, quiero estar a tu lado.

- Padre... Llevará años que Katsuki te perdoné -el hombre no lo miró, solo hizo silencio -pero no por lo que pasó con él, por lo que significaste tú en toda mi vida, pero... Podemos intentar.

Los ojos de Endeavor parecieron llenarse de lagrimas, y las soltó sin hacer un solo ruido, ni un chillido, nada, de lleno se dejó caer de rodillas al suelo frente a su hijo, este se acercó a él y le colocó una mano en el hombro.

- Gracias, gracias, gracias -balbuceó el hombre intentando que su voz no se quebrara.

- No tienes qué agradecer.

El hombre se aferró a su cuerpo en un abrazo que al principio le heló la sangre, pero al correr los segundos correspondió, jamás se había abrazado así con su padre, pero si era un nuevo comienzo prefirió darle una oportunidad, la carga del odio que llevaba en su espalda la había abandonado de a poco, y en ese momento se sintió aliviado. Una nueva vida tendría comienzo para todos.

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Bueno, se tornó muy largo este último capitulo, estoy muy agradecida de que hayan leído esta historia completa y muy feliz de que les haya gustado.
Querría pedirles que la compartan así le puede llegar a mas gente, ya estaré escribiendo algo nuevo, muchisimas gracias a todos!!

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