Capitulo 26: Entre secretos y verdades.

Aquel día hicieron exactamente lo planeado, se levantaron temprano, desayunaron juntos y partieron hacia la casa de Todoroki, pero a pesar de que aquello había sido lo planeado nunca contaron con lo bien que sabia la verdad.
Katsuki ingresó a la sala esa mañana, en donde su madre preparaba el desayuno, y le gritó a su chico frío y caliente para que bajara a desayunar, pudo haberlo llamado por su nombre, pudo recordarle alguno de sus apodos frecuentes, pudo simplemente decirle "hey" pero decidió utilizar esa bella manera que había intentado guardarse todo este tiempo, apoyado por su madre quien ahora parecía haber limado sus lados para que ambos pudieran encajar como madre e hijo una vez más.

- El desayuno ya está listo hijo -la mujer fue hasta la mesa con una bandeja llena de panesillos, el rubio, que estaba acomodando las tazas, la miró.

- Genial, llamaré a Shouto para que baje a desayunar -dijo y acto seguido elevó la voz -¡Shou...!

- Puedes llamarlo amor si gustas -sugirió su madre y se sonrió mientras se sentaba a la mesa, el chico se rió, hacía mucho Katsuki no le sonreía así, acercandose a las escaleras volvió a llamarlo.

- ¡Amor, el desayuno está listo! -gritó con una risa que se desarmó en los labios de su madre, ambos sabían cuanto le costaba a Todoroki el relajarse cuando se trataba de eso, por un lado solo estaba molestandolo con ayuda de su madre, por otro, un poco más intimo, sentía a su corazón latir por aquella leve emoción de poder expresarse sin miedos, el otro había bajado al instante, con un fino rubor cubriendole la cara, y esperando pagarle de la misma forma lo había abrazado, contrario a lo que pudo imaginarse, un Katsuki suelto y despreocupado, pudo sentir su calor corporal elevado en cuanto colocó sus brazos a su alrededor, la madre del mismo se rió, el padre renegó con una sonria en sus labios, aún con la vista puesta en su periodico, el bicolor saludó también a sus suegros de manera tierna y educada, y todo en aquella mañana pareció ser perfecto.

Aquel día el movimiento hizo que nuevas experiencias se aparecieran. Antes de partir de su casa a la escuela decidió anotar lo importante dentro de su cuaderno, para que los sentimientos y emociones se vieran reflejados en eso "Ayer le dijimos la verdad a los padres de Katsuki [...] Ellos nos apoyan [...] Hoy me llamó amor frente a sus padres" y así anotó día a día cada capítulo de su historia, cada pequeño detalle, de esa manera inmortalizaría su felicidad con ese chico que a este punto lo volvía loco y estaba iluminando su existencia. Sus vidas volvieron a tomar un rumbo definido, sus compañeros ya no estaban a la espectativa de aquella amistad que había surgido de la nada entre el chico explosivo y el mitad y mitad, todo se movía natural, como si nunca hubiese existido alguna enemistad entre ellos. Todo lo hacían juntos, desde que Kirishima había anunciado su relación con Mina públicamente los otros dos parecían el uno para el otro, pero incluso así siguieron compitiendo entre ellos por ver quien era el mejor héroe. Aquellas batallas que se desataban en las actividades en las que los dos estaban enfrentados seguían dando de qué hablar, incluso parecían épicas. Aizawa los admiraba, todo lo que habían aprendido en esos meses lo adjudicaba a su amistad, Todoroki lograba el balance entre los ataques desmedidos y sin cálculo alguno de Bakugou, su efusiva ira, sus ataques de locura no eran tan constantes, había aprendido a trabajar en equipo, a mantener un control sobre sí mismo, había desarrollado una técnica más aficaz, estaba creciendo, y el bicolor no se quedaba atrás. Bakugou lo hacía más rápido, su confianza en sí mismo lo aceleraba a crear estrategias más rápidas que le permitieran exprimir su poder al máximo, y su fuego lograba encantar a todos los que lo veían luchar.
Los meses pasaban, los ataques de la liga de los villanos volvieron a hacerse presentes, y aquello había desatado la urgencia de que cada estudiante tuviera el camino libre para actuar en cualquier caso, casi como un héroe real. En cualquier otro universo paralelo, ambos habrían fallado, sus inseguridades, su respectivo orgullo, esa tonta manía de intentar hacer todo por su cuenta y encaminarse solos contra el mundo, todo aquello sumado a varios otros eventos los hubieran puesto a prueba, y definitivamente no hubiesen salido tan airosos del combate, pero como todos lo habían notado, aquellas rocas en el camino se deshicieron el día que comenzaron a salir, el día que habían podido comprenderse y desarrollarse juntos como verdaderos héroes, y así habían logrado obtener su licencia provisional, pero a pesar de todo todavía eran estudiantes y las actividades estudiantiles aún presionaban duro sobre ellos, fue entonces que la nueva actividad de vigilancia peatonal se presentó.

Todo parecía un déjà vu. Iida con la bolsa de papel colocando los nombres de todo el salón en pequeños trozos de hojas, Aizawa durmiendo en sus cobijas amarillas aguardando para describir la actividad, él al lado de la ventana intentando no caer en el cliché de pensar que sus nombres volverían a salir juntos, que una desmedida alegría lo invadería al saber a quién iba a enfrentarse y que la ira iba a consumirlo cuando se diera cuenta de la realidad. El otro a diferencia intentaba hacerse la idea de que definitivamente saldrían juntos una vez más, trataba de enfrentar el suceso manteniéndose calmado, siquiera una sonrisita pícara debía escaparsele, y sin previo aviso el sorteo comenzó. De poco en poco los nombres iban sonando, sus carácteres escritos en la pizarra, los minutos que no parecían correr, y cuando ya quedaban pocos Deku y Uraraka volvieron a estar lado a lado en otra actividad, para el bicolor podía significar el destino, para el rubio un mal presagio. Entonces su nombre se oyó fuerte y claro "Bakugou Katsuki" y un idiota que le arruinaba el día sin saberlo, como siempre, "Kaminari Denki" largó el aire por su boca resignado, realmente no era aquello lo que le importaba, él podía aguantarse a Kaminari, el problema siempre fue Shouto, y ahí estaban los últimos dos. Sus nervios le jugaron una mala pasada cuando sus ojos se desviaron a la pizarra para ver si había oído bien, cuando el sorteo se acabó y pudo escuchar su bello nombre "Todoroki Shouto" junto al de ella en la misma oración "Yaoyorozu Momo". Todos parecían haber olvidado el pequeño percanse que había acontecido entre ellos y Momo, nadie jamás volvió a tocar el tema, y aunque entre mujeres había quedado por sentado que Bakugou había sentido algo en alguna oportunidad por la chica de cabello negro, esta a su vez no había quedado muy convencida al respecto y había decidido guardarse solo para ella la explicación que ambos habían decidido presentarle, pero en el momento en el que sus nombres sonaron juntos un viejo fantasma pareció azechar el salón de 1roA nuevamente. Las miradas se posaron sobre el rubio ceniza a pesar de los nombrados, la vena que palpitaba en su frente, el rechinar de sus dientes apretados, sus ojos transformados que reflejaban violencia pura. Por dentro estaba ahorcando a la susodicha con ganas, por fuera se levantó de su asiento y gritó como si Aizawa no estuviera allí "¡¿Qué me ven todos?!" eraeser head se puso de pie y posó sus ojos sobre el explosivo, este inmediatamente se sentó, el hombre se vio en la obligación de preguntar, para él realmente todo aquello había quedado en el pasado, junto con las miles de veces que Bakugou y Todoroki se habían metido en problemas juntos. Reclamando la atención se dispuso a difuminar aquel fantasma y a explicar la actividad, pero el rubio estaba tan ensimismado que poco había oido, el déjà vu solo cumplió su cometido haciéndolo incapaz de comprender la actividad asignada una vez más.

A la salida de la clase, en el receso, caminó tan rápido que el bicolor siquiera había podido verlo, sabía que su novio estaba totalmente molesto, y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por que su humor cambiara, pero fue un segundo, un parpadeo, y ya no estaba. Afuera en el pasillo la vio caminar hacia el buffet cuando la interceptó cerca de los baños llamandola por su nombre "Yaoyorozu" gruñó con una pose intimidante, la chica se volteó y se lo encontró viendola fijamente, esa cara de maniatico sin duda la había espantado pero mentía si decía que no lo había visto venir.

- Oh... Bakugou -trató de sonreirse, pero el chico se acercó a ella de manera rápida.

- Necesito que hablemos -escupió sin vacilar, ella asintió.

- De acuerdo... -y sin dejarla terminar la frase la tomó de la mano y la arrastró camino afuera, para los observadores ocacionales presenciar aquel acto solo significaba una cosa, el rubio volvería a declararse, pero la realidad iba más allá.

La llevó de la mano paseando por el campo de deportes, del otro lado, donde las altas paredes del instituto sabían cubrirlos del sol, "Bakugou, espera, me haces daño" Momo intentaba safarse de su agarre pero el chico no paró hasta hallar un lugar más alejado, más propicio para lo que haría a continuación, sin visualizar a nadie a su alrededor se decidió a acorralarla contra la pared, para asombro de Momo el explosivo se veía bastante relajado, y antes de que él dijera algo...

- Sabía que harías esto, no quiero herir tus sentimientos pero...

- Mejor callate y escúchame -volvió a gruñir el chico intentando hacer que cerrara la boca y no se hiciera más suposiciones tontas, pero ella continuó.

- Sé lo que te pasa -al escuchar esto no supo por qué pero su cuerpo no reaccionó con sorpresa ni mucho menos, su tranquilidad continuaba rebosante -Y creeme lo que menos quisiera es interponerme entre ustedes, pero sé que todo se debe a Ashido.

- ¿Ashido?

- Desde que ella comenzó a salir con Kirishima, él y tú ya no se frecuentan como antes, temes que pase lo mismo ¿Verdad?

- ¿Tú... Crees que mi problema es la chica rosa? -preguntó algo incredulo tratando de entenderla.

- Yo siento cosas por Todoroki -los ojos del rubio se abrieron con asombro, un delicado sonrrojo le tiñó las mejillas a la chica, pero ni así dejó de mirarlo fijo a los ojos -Y si esta es una oportunidad la aprovecharé, debes entender que si tus amigos tienen novia no tiene nada que ver con que...

- No te metas con Shouto, él es mi hombre -corto, claro, sencillo, un mensaje totalmente transparente y fácil de entender, la mandibula de la chica pareció caerse, no podía ser.

- Pero... Ustedes...

- Él es mi maldito novio, mira -dijo para levantar su mano y enseñarle su anillo -Él me lo obsequió después de ponerse de rodillas y pedirme que fuera su novio.

- Entonces... Todo... -no sabía que decir, la sorpresa se veía intacta en su mirada, su voz atónita y sus cuerpo helado, el rubio volvió a hablar.

- Solo te traje aquí para que lo sepas, para que no intentes nada con él porque es mío -su voz sonaba amenazante, los ojos de Yaoyorozu aún le mantenían la mirada con asombro, cualquier desenlace hubiese sido más creíble que aquello, pero el rubio parecía estar diciendo la verdad -él me ama, y si crees que puedes hacer que cambie de opinión solo porque tienes ese pecho enorme te equivocas -continuó de forma tosca y ruda.

- No puede ser -fue lo unico que pudo decir.

- Es. Y si sientes algo de respeto o de amor por Shouto no dirás nada al respecto, porque si hubiese sido por mí todo el mundo podría ser testigo de esta conversación, pero respeto sus deseos y él no quiere ese tipo de atención.

- No diré nada -terminó de decir para que al rubio se le ocurriera salir de encima de ella y de alguna forma dejarle el paso libre para que pudiera irse, Momo dio dos pasos y salió de abajo de la sombra de este.

- Lamento tener que decirtelo de esta forma pero no había otra -siguió hablando tranquilo el explosivo mientras se cruzaba de brazos viendo a la chica alejarse, estuvo a punto de voltear e irse cuando su voz lo detuvo.

- Bakugou -el nombrado dio media vuelta y la vio, ella balbuceó un poco antes de volver a enfrentarlo -¿Cómo sabes que realmente te ama si no puede admitir lo que siente por ti ante todos?

- Ese no es asunto tuyo -fue lo ultimo que dijo para que ella le dedicara una mirada algo dolida, realmente todo aquel embrollo le había hecho daño de algún modo, rápidamente volvió sobre sus pasos y se dedicó a salir de allí pero antes de poder derramar alguna lagrima lo vio, caminó hacia ella con esa aura preciosa que siempre traía con él, le sonrió tiernamente e hizo que su alma se estrujara sin querer, Todoroki cambió su semblante cuando ella no respondió a su gesto.

- ¿Yaoyorozu? ¿Pasa algo? -su atención se desvió al ver a Bakugou detrás de ella a lo lejos, algo no andaba relativamente bien.

- N-no, no, todo está bien -dijo, y lo evadió sin la intención de hacerlo, caminó dejandolo atrás y se fue.

- ¡Bakugou! -Todoroki se acercó a este, el rubio desvió su mirada, sabía que lo mataría si lo supiera, incluso se molestaria por su conducta con Yaoyorozu, pero no era su culpa... ¿O si? Se había manejado con sus impulsos histericos otra vez.

- ¿Mmh? -fue el unico gesto que hizo, el bicolor llegó hasta él y se paró frente a su mirada.

- Katsuki ¿Qué sucede?

- Solo fue un actin, para que nadie piense que mi reacción allá se debió a lo nuestro -su mirada baja, sus palabras rebuscadas y su voz precipitada, podía estarle mintiendo.

- Ah... Ok. La próxima vez que inventes un actin trata de consultarme primero, me gustaría estar enterado de estas cosas.

- No te preocupes, esto no fue premeditado -se relajó, una vez más volvió a ser el Bakugou de siempre, sus ojos volvieron a mirarlo, su voz cambió, Todoroki suspiró.

- De acuerdo, trata de calmarte, hablaré con Aizawa y le pediré si...

- No hace falta, todo está bien.

Dijo, se acercó a él y le robó un beso, lo que provocó que Shouto espiara a todos lados para cerciorarse de que nadie los había visto, luego se sonrió, amaba sus besos, aunque sorpresivos, pero un gusto amargo lo invadió, intentó no pensar en que el explosivo le tuviera algo planeado, se había comportado más calmado con todo aquello de la actividad con Momo, pronto descubriría si había algo más allí.
La actividad de vigilancia peatonal era sencilla, tenían un perimetro que debían caminar, dos profesores encarnarían a un par de villanos y se pasearían por allí junto con otros cuantos estudiantes que prestaron su apoyo para interpretar a civiles, cada uno contaba con sus propios receptores para pedir refuerzo a los equipos más cercanos, pero por el momento las cosas parecían tranquilas, iban pasando de al menos 3 pares, y Momo y Todoroki estaban preparandose para pasar en el siguiente grupo, estar sola con él la estremecía, ambos terminaron de cambiarse y aguardaban en los vestidores, él parecía darle la espalda pero solo estaba sentado allí frente a sus ojos, colocandose sus muñequeras y permitiendo que desde la otra banca ella pudiera contemplarlo, aquel principe hermoso de cuento de hadas con sonrisa apacible y ojos encantadores pareció volverse gris con todo aquello que había oído de la boca de Bakugou, mejor dicho... Él seguía siendo el mismo, pero sus sueños de estar a su lado se desvanecieron, ¿Enserio era posible? ¿Un ser tan resplandeciente y atrapante, bello y tranquilo como Todoroki con alguien tan... Brusco, pedante, arrogante, iracundo e indiscutiblemente intimidante y detestable como Bakugou? Si todo lo que el explosivo había dicho era verdad ¿Qué había visto Todoroki en él? Mientras más lo observaba más se preguntaba ¿Por qué? Hasta que él se dio cuenta que su compañera estaba vigilandolo de cerca.

- ¿Tengo algo en la cara? -le preguntó un poco ingenuo, la chica se sonrió, esa carita linda que tenía aunque siquiera asomara una sonrisa era perfecta.

- No, no pasa nada -hizo silencio, pero no podía callarse para siempre -Amm... T-todoroki -volvió a llamar su atención, si quería terminar con sus sospechas y pensamientos ese era el momento de actuar.

- ¿Sí? -su mirada se posó en ella, esos ojos... La chica se ruborizó.

- ¿Puedo... Puedo hablar contigo? -preguntó algo nerviosa, realmente hasta a ella le daba pudor preguntar algo como eso, el chico la vio con su semblante pacífico que siempre traía consigo.

- Claro, no veo por que no.

- Pero es... Algo un poco intimo -su mirada se hizo a un lado, él siguió viendola pero esta vez se sonrió un poco.

- Dime, si te puedo ayudar...

- Es sobre ti -lo interrumpió volviendo su vista a él, el chico arrugó el entrecejo confundido.

- ¿Sobre mí?

- Hablé con Bakugou... -de solo oir su nombre su corazón comenzó a palpitar rápido, no quería creer que lo que estaba pensando era real, la chica estaba un poco indesiza, se trababa mucho al hablar, algo comenzaba a saberle muy mal  -Él... Él me dijo que están saliendo -la chica desvió su mirada, los ojos de Todoroki la vieron asombrado .

- ¿Qué?

- Que tú y él son... novios, eso... -una vez más volvió a enfrentarlo - ¿Eso es cierto?

- Pero... -los ojos de Yaoyorozu eran confusos para él, difíciles de decifrar, parecía estar inquieta y al mismo tiempo podía notar algo de pena en su mirar pero sus palabras eran rígidas exigentes, él se rió - ¿Enserio te dijo eso? Vamos, ¿Enserio crees que yo y Bakugou...? Bueno, no, no es así.

- Él se veía muy seguro.

- Pero no es así, Yaoyorozu, no sé por qué Bakugou te dijo eso pero... Recuerdas lo que pasó ese día...

- No estuve nunca convencida de eso -el rostro de Shouto lo decía todo, no hacía falta que hablara, un leve sentimiento parecido al miedo comenzó a inundarle el cuerpo, la chica continuó -Jamás estuve convencida de que podría gustarle a Bakugou.

- Convencida o no fue eso lo que ocurrió. Que Bakugou te haya dicho eso no tiene que ver conmigo. No sé por qué...

- ¿Entonces dices que es mentira? -una y otra vez ella parecía exigirle que le dijera la verdad, ¿Quien se creía que era? ¿Su novia? Para este punto el tierno y apasible rostro de Todoroki cambió.

- ¡Por favor! Claro que sí.

- Bakugou parecía realmente convencido de que aquello era cierto, incluso me mostró un anillo...

- Bakugou puede convencerte, es muy persuasivo -tratando de alejarse del tema dio media vuelta y comenzó a estirar los musculos de sus brazos, la chica fue hasta él tratando de que volviera a prestarle atención.

- No creo que estuviese mintiendo.

- Oye, Yaoyorozu, estamos en una actividad, esto es mucho más importante que lo que Bakugou te haya dicho.

- Todoroki, por favor, todo cuadra.

- ¿Todo cuadra? ¿De qué estás hablando...?

- Todo encaja a la perfección, aquel día que te besé y él nos vio, salió corriendo -los recuerdos parecieron invadir al bicolor, el momento exacto en el creyó que todo estaba perdido, que Bakugou no se dignaria a perdonarlo -él y tú ya estaban juntos ¿Verdad? Ya tenían algo ¿Verdad? Y eso... debió haberle partido el corazón -por un momento revivió aquellos sentimientos, no quería volver a ese momento, ella lo sabía todo, renegó con su cabeza y se levantó de donde estaba sentado.

- Deja de inventarte historias, no es así -dijo y caminó hacia la puerta.

- Por eso saliste automáticamente detrás de él ¿Verdad?

- Yaoyorozu -una vez más volvió hacia donde la chica se encontraba -No es así, basta.

- Porque querías explicarle que tú no tuviste la culpa. No es porque eran amigos...

- ¿Podemos dejar esto y concentrarnos en lo que estamos haciendo? -interrumpió las suposiciones de la chica, que llegaban a ser tan exactas que hasta creía que Bakugou le había contado todo con lujo de detalles.

- Es por eso, yo no le gusté jamás, siempre le gustaste tú, y tú...

- Basta ya, no quiero hablar de eso.

- Dime la verdad, él y tú ya andaban juntos. ¿Por qué no me dijiste? Podía haberme disculpado con él como se debía -y entonces pudo notar qué era lo que realmente importaba, no estaba reprochandole las cosas como una novia enojada, ella se sentía mal, simplemente porque había estado haciendo algo malo sin siquiera saberlo, bajó la guardia y suspiró, ¿Que más daba?

- Nadie debía enterarse -agachó la cabeza y continuó -No sé por qué te lo dijo.

- Todoroki... ¿Por qué no?

- Eso no es asunto tuyo -las mismas palabras que Bakugou había usado, el rostro de Momo se tornó molesto.

- Waw... ¿Te averguenzas de ello?

- No -respondió de la misma forma cortante.

- Te averguenzas de ello.

- No -levantó la vista y la enfrentó -No me averguenza, es solo que...

- Te averguenza.

- Nadie debe saberlo, jurame que no se lo dirás a nadie.

- No lo diré, pero piensa en ello, no es justo que estén ocultando esto, el amor no debe avergonzarte.

La chica creación dio media vuelta aún con un rostro epático y se dirigió a la puerta para abandonar la habitación, Todoroki realmente estaba exhausto, exhausto emocionalmente, había tantas cosas que revoloteaban en sus pensamientos que no podía atender a ninguna de esas cosas, con la cabeza en ello salió a sus prácticas y cayó una y otra y otra vez en los mismos errores del pasado, el duo que en algún momento fue exitoso junto a Yaoyorozu en esa oportunidad dejó mucho que desear, por sus fallas, la actividad se fue por la borda para los que estaban involucrados, los cuales esperaban mucho de él, después de su presentación en la vigilancia peatonal simplemente se levantó de su última caída y sin decir nada desapareció, caminó entre todos buscándolo, Deku le había dicho que lo vio pasar al vestuario y entonces se encaminó allí para poder encararlo con todo aquello que había pasado.

- Bakugou -el rubio estaba terminando de cambiarse, había salido a los vestidores ni bien había terminado su turno, no quería ver a su amor trabajar con alguien como Momo, y el que este fuera a buscarlo allí después de todo consiguió sacarle una sonrisa, Shouto aún seguía con su traje de héroe y era muy sexy a sus ojos, el rubio pensó que simplemente se divertirían juntos un rato y obvió el abotonar su camisa de nuevo.

- ¿Me vas a salvar héroe número dos? -se sonrió -claro está que el héroe número 1 soy yo, pero en este caso jugaremos a que no estoy disponible -continuó con su acto y una sonrisa picara, abrió sus piernas mientras se acomodaba en el banco, el otro se paró frente a él simulando que le seguiría el juego, pero contrario a esto su rostro serio no cambiaba.

- ¿Qué pasó con Yaoyorozu?

- Aagg -bufó -¿Por eso te dicen frío y caliente idiota? Acabas de extinguir el fuego -habló molesto mientras se levantaba y se abotonaba la camisa.

- ¿Qué le dijiste? -intentó buscar su mirada, el otro parecía no hacerle caso ni estar interesado siquiera en el tema.

- No le dije nada.

- Vamos -lo tomó por los hombros y lo volteó hacia él -Ya sé qué pasó, ella me contó, no me mientas.

- Shouto... Maldición -dijo y se tomó la cabeza frustrado, luego fue hasta su casillero en busca de su saco, con la misma energía -Estoy cansado de tanto misterio...

- ¿Misterio? -elevó la voz, el otro lo vio sorprendido -Bakugou no respetas nada de lo que acordamos.

- Eso no es así -replicó con suma tranquilidad, el bicolor se descolocó un poco y consiguió elevar un poco más el tono de su voz.

- ¿Qué quieres hacer? ¿Quieres arruinarme?

- ¿Arruinarte? -y entonces la bomba se detonó, la verdad era que desde su encuentro con Momo lo había estado pensando y no quería seguir haciendose preguntas tontas, pero en ese momento todo pareció más claro - ¿Arruinarte? ¡Ah claro! ¡Hasta que al fin te animas a decirme que te averguenzo!

- No me averguenzas -volvió a su tono normal, el rubio sacó sus cosas del casillero y cerró con fuerza sin dejar de mirarlo.

- ¡¿Entonces qué Shouto?! ¿Le admitiste a la maldita zorra que somos novios o se lo negaste hasta último momento? -Shouto no respondió, sus ojos cayeron al suelo y su boca pareció buscar alguna palabra que le permitiera escapar al momento, pero al parecer nada se lo ocurría, Bakugou bajo un poco aquella molestia que estaba teniendo y le dio paso a algo que hacía mucho no sentía, ¿Tristeza? ¿Desilusión? Quizás un poco de ambas -Se lo negaste.

- No. Bakugou por favor...

- Me llamas Bakugou porque estás enojado conmigo, pero debería ser yo el enojado, Todoroki -dijo haciendo enfasis en su nombre, colgó su mochila en su hombro y caminó hasta la salida, el otro fue hacia él y lo agarró del brazo.

- Katsuki, ¿Ahí te gusta más?

- Déjame -habló con una voz quebrada y se safó de su agarre.

- No te pongas así -el rubio ni lo miró, continuó con la cabeza gacha mientras él hablaba -le dije que era verdad, lo admití, pero sabes que no quería esto, nadie debía saberlo...

- ¿De qué forma podía alejarla de ti? -habló aún con su vista en el suelo, no tenía ganas de mirarlo, sabía que otra emoción se escaparía de su ser si lo miraba -¿Ya la has visto? La maldita es linda, refinada, inteligente y muy pulposa -entonces dejó ver el suelo y lo miró con intensidad -¿Quién me asegura que no pondrás tus ojos en ella si te sigue buscando? ¿Y yo que hago? ¿No hago nada? ¿Me tengo que quedar parado viendo como le coquetean al hombre que amo y como eventualmente lo pierdo? -continuó con su voz sollozante.

- No es así, yo no te dejaría por nada y lo sabes.

- ¿Entonces por qué no admites que me amas frente a todos? Dame una razón coherente para ocultarlo, por favor -pidió con unos ojos suplicantes, el bicolor intentó hablar pero nada salía de su boca, trató de explicarle por qué pero su mirada penetrante parecía golpearlo -Por favor -volvió a repetir el rubio viendo como esté siquiera podía dirigirle la mirada, él lo amaba, y era verdad, pero siempre había supuesto que no entendería sus razones, no podía decirlo. Bakugou renegó con la cabeza lentamente y apretó los ojos para no desbordar sus sentimientos y luego dio media vuelta -Nos vemos mitad y mitad, la próxima ven con un monologo arreglado.

Y con pasos fuerte y decididos se fue. No había tiempo de explicar que había sido tonto de su parte volver a crear ese ambiente entre ambos por algo tan sencillo, pero dentro suyo sabía que si se lo decía algo podía empeorar, tenía un mal presentimiento desde el primer día en que el hombre que más amaba se cruzó con el que más decía detestar, su razón coherente para estar ocultando aquello que lo hacía tan feliz, ya era hora de arriesgarse, y si todo salía mal podía optar por marcharse lejos junto con él, y dejar sus vidas como ahora las conocian en el pasado.

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