Capitulo 24: Shouto es mi novio.
Los platos estaban limpios. Su boca dejó escapar esa lengua que ardía en la piel de su cuello.
La mesa estaba ordenada. Entrelazando sus dedos en su cabello tironeó por inercia.
El reloj marcaba más de las diez. Sus piernas aferradas al torso desnudo del que ahora era su novio no lograban mantenerse.
Tuvieron que aguantarse al menos una media hora para llegar a eso, habían tenido que ordenar todo a su paso porque a pesar de estar solos pronto algo podía interrumpirlos, pero la verdad era que ni bien había sentido el frío anillo en su dedo ya deseaba que lo hiciera suyo.
No lo habían hecho muchas veces en esa cama, en esa habitación, en esa casa, y quizás por eso la sensación de puridad lo había excitado más de la cuenta. A los besos habían recorrido los pasillos del palacio Todoroki, no quería perderse un segundo del cálido tacto de sus labios. Arrebatados como dos locos se fueron quitando la ropa antes de llegar a la cama, aquella remera nueva, negra y roja, se paseó por el suelo en lo que dejaba al descubierto su pecho, con delicadeza supo recostarse en la cama ajena, mientras insentivaba los sentidos del otro que lo miraba con cierta libido. Sus manos se posaron en su propio cuerpo, sobre su pecho, acariciandose con sensualidad, marcando suavemente el sendero que el otro recorría con la vista, y fue bajando lento hasta la cremayera de su pantalón, se veía tan tentador, apetitoso, cerrando la puerta a sus espaldas su hombre heterocromático se mordió el labio inferior y caminó muy sigiloso hasta su objetivo. Logró irrumpir entre las piernas del rubio casi por sorpresa y lo ayudó a deshacerse de aquel incómodo jean que anteriormente reberenció por no dejar nada a su imaginación, pero esta vez necesitaba tocar más que tela, necesitaba un contacto directo con aquel hombre que le hacía perder el juicio. Poco a poco lo fue dejando como le gustaba, como lo había tenido la primera vez, como lo recordaba, desnudo y bajo su control, deleitandose con esa vista maravillosa que le regalaba. No tardó mucho en ponerse a su nivel y botar su ropa lejos de él, el roce de sus cuerpos era la fricción más rica jamás sentida, Shouto comenzó a degustar el sabor de la piel de Katsuki, su boca era siempre el punto de partida y llegar a segunda base era un premio que no podía perderse. Le encantaba poder crear pequeños cubos de hielo que usaba para contonear sus pezones y hacerle sentir ligeros escalofríos, el rubio se estremecía cuando el frío del hielo se frotaba contra él y su jugosa lengua lo calentaba de repente succionandolo. Las manos de Shouto parecían poder ocuparse de todo lo que le provocaba deseos, con una tomaba su miembro y lo estimulaba mientras con la otra precionaba sus muñecas en lo alto, estar a su merced era todo lo que le gustaba a Bakugou, alguien que pudiese manejarlo, que lo provocara, que lo tocara en los lugares más intimos, que lo besara con esos labios jugosos y lo marcara como suyo en cada rincón, el chico era salvaje y necesitaba que lo domaran, y Shouto sabía bien como hacerlo.
Lo había posicionado sobre sus rodillas en la cama, con sus manos contra la pared, como si estuviese bajo arresto. Con una mano le tocó los muslos indicándole que abriera sus piernas, ver al rubio en esa posición plasmaba una sonrisa sexy sobre sus labios, su lengua se deslizó por la espalda del Katsuki, comenzando en su nuca y terminando en su cintura, estremeciendolo en el paso, llenandolo de pequeños gemidos que lograban escapar de su boca semiabierta, y antes de que pudiera pensar en algo esa lengua llegó hasta su entrada, y allí se detuvo. La lengua de Todoroki era ancha y cuando se adentraba en él lo hacía vibrar, al bicolor se le daba muy bien la tarea de hacer sentir placer, sobre todo con su boca, y estar en aquella posición no le incomodaba para nada, es más le encantaba poder saborearlo entero, el problema estaba en que no se podía aguantar ni un segundo cuando lo tenía entregado de ese modo, y en aquello se daba cuenta que no todo tenía un punto de comparación con esa primera vez. El cuerpo del rubio reaccionaba tan bien a sus estimulos que logró colocar la punta de su pene en su entrada y penetrar su interior como si nada, los gritos de Bakugou se oyeron haciendo eco en la habitación antes de que este cayera hasta poder ahogarlos sobre la almohada. Esos gemidos jadeantes, esos gritos masculinos eran tan sexys que no podía controlarse, se acercó a él y le lamió el lóbulo para después susurrar en su oído "Grita mi nombre, nadie va a escucharte" si había algo que lo excitaba más que nada era escucharlo gemir su nombre, con esa misma voz con la que lo insultaba durante el día. "Aah... Shouto..." comenzó a escucharlo quejándose por lo bajo mientras se metía en su interior una y otra vez. La manera en la que su culo apretaba su miembro era exquisito, el placer era inexplicable, y allí estaba de nuevo "¡Aahhh! ¡Shouto!" dando pequeños gemidos que con la fuerza de sus embestidas se convertirían en gritos que inundarían la habitación en cuestión de segundos, y Todoroki no perdía la oportunidad de hacerlo gritar cada vez más.
Habían pasado unas largas horas desde que había cruzado la puerta de aquel hogar sin saber con qué se iba a encontrar, y ahora no podía hacer más que vislumbrar aquella joya en su dedo a cada rato.
Ambos estaban recostados en la cama totalmente exhaustos, Katsuki estaba recostado sobre el pecho de Shouto, mirando en su mano aferrada a la del otro como hacían juego sus anillos, el bicolor acercó su otra mano al rostro del chico y lo acarició "Te amo" mencionó este con sus ojos puestos en aquellos rubies que tanto le gustaban, el rubio se rió un poco, cuando la cosa comenzaba a ponerse muy azucarada tenía que cortar el momento.
- Yo también, pero...
- No digas nada después de eso -una sonrisita se asomó en el rostro del bicolor -te lo noto en la cara, te estás riendo, la quieres arruinar.
- ¡No! No iba a decir nada raro -se sonrió el rubio y ocultó su rostro en el otro.
- No me quieras mentir, conozco esa sonrisa tuya -ambos continuaron riendo, el rubio volvió a mirarlo sonrrojado.
-Creo que me llenaste mucho -las mejillas del otro se tornaron rojas de repente y apartó la vista.
- No... No era eso lo que pensé que dirías -el bicolor se pegó una mano en la cara ocultando su rostro, Bakugou se separó de él y alcanzó a robarle un beso, Todoroki se sonrrojó un poco más - perdona, estaba con... Muchas ganas.
- Me lo imaginé -dijo el explosivo, el otro lo notó un poco incómodo, su rostro, su forma delicada de moverse, sus labios temblorosos, como si estuviera intentando decir algo -Amm.. Shouto...
- ¿Quieres bañarte? -preguntó para que el rubio lo viera avergonzado.
- Yo... No sé, mira si viene tu hermana justo...
- ¿Quieres bañarte conmigo? -se sonrió de una manera sensual el bicolor, Bakugou se sorprendió.
- Eso cambia totalmente la perspectiva -se sonrió, y no necesitó decir más nada.
El agua caliente dejó un vapor reconfortante en el ambiente, todo eso no había sido muy buena idea, por lo mismo que el rubio le había dicho antes, si su hermana llegaba y los encontraba tendrían que pensar rápido, pero las ganas que venía acumulando de bañarse con él lo cegaron, se adentró al baño y cerró la puerta con llave solo para voltear y encontrarselo bajo la ducha, lo había planeado diferente, cuando arriesgó la idea de bañarse juntos corrió al baño a preparar todo con esos toques romanticones que siempre intentaba para con Bakugou, las velas aromaticas, las toallas y la luz baja, llenó la tina esperando que los dos pudieran darse un momento de tranquilidad y relajarse, pero Katsuki siempre le ganaba de mano cuando se trataba de sensualidad, ver su cuerpo desnudo contoneado por el agua que caía sobre él, con el cabello mojado y sus manos acariciandose a sí mismo lo hizo tentar, lo estaba buscando, le tomó solo un segundo para entrar en sincronía con el explosivo, agarró su cintura y lo abrazó por detrás mientras depositaba un beso justo en su cuello, todo parecía ser perfecto, el agua le subía la temperatura a sus cuerpos, deslizar sus dedos por su piel, que traía ese efecto tan suave y resbaloso, era fascinante, besar su cuello y sentir que se estremecía, la ducha de a poco se transformaba en otra cosa.
- ¿Seguro que solo querías bañarte? -preguntó el bicolor después de notar como el rubio arqueaba su espalda apoyando ambas manos en la pared y le dejaba una vista de su increíble anatomía que se moría por volver a degustar.
- Si tenías en mente que solo me bañara no te hubieras metido conmigo -ese tono tosco pero divertido, ya conocía sus modos de ser y simplemente lo amaba tal como era -¿Me vas a dejar esperando estúpido mitad y mitad? -dijo, y se notó que había estado riendo, Todoroki no pudo hacer más, volvió a colocar sus manos en la pequeña cintura de este y acarició sus gluteos.
- Eres tan rico Katsuki.
Fue lo último que le oyó decir antes de que el baño se transformara con sus gemidos.
El tiempo se congeló para los dos, aquello de bañarse juntos nunca lo habían experimentado, y la sensación era bastante gratificante, no solo se habían limitado a tener sexo bajo la ducha, sino que aquello de lavarse el cabello el uno al otro, reir, jugar con la espuma del jabón y recostarse en la tina tranquilos en el agua tibia era un momento especial que rememorar. Se hallaban así mismo en esa última hora, los dos tranquilos y riendo, hablando de diferentes cosas, las manos de Katsuki batian el cabello de Shouto, este estaba sentado frente a él, acostado sobre él mejor dicho, mientras el rubio jugaba con su pelo rojo y blanco, le encantaba hacer aquello, crearle diferentes peinados y recrear a sus compañeros, el bicolor se reía, sentir sus dedos sobre su cabeza le daba espasmos, le producía esas cosquillas en la nuca que eran tan sabrosas que hacía que ese pequeño juego del rubio lo relajara totalmente, Bakugou terminó de levantarle el pelo y luego le lamió la mejilla.
- Ahora pareces el pelopincho-se rió el rubio, el bicolor lo vio con un rostro un poco confuso y con desden.
- ¿Por eso me lamiste la mejilla? ¿Porque soy Kirishima?
- No, porque eres Shouto con un peinado gracioso y quería lamerte la mejilla -dijo el rubio y luego lo despeinó, corrió su mirada de enfrente y se cruzó de brazos, el bicolor se acomodó un poco entre las piernas del otro volteando para verlo.
- Perdón, no te enojes, estoy jugando.
- No me enojé -sus facciones, su voz cortante, su semblante serio, su lenguaje corporal, ya no podía mentirle a él.
- Sí lo estás, lo siento, enserio lo siento -se disculpó el mitad y mitad, a pesar de que el explosivo era justamente lo que su apodo detonaba, ultimamente estaba muy cambiado con él, y que en ese momento lo haya abrazado lo demostraba, ese no era el Katsuki Bakugou que había conocido antes.
- Idiota, tengo tu puto anillo en el dedo, acabamos de coger dos veces hoy, estoy sentado en una tina abrazandote,... Te amo, maldito -a pesar de sus palabras y expresiones, y de que el bicolor se había reido un poco durante el discurso, todo parecía ser muy serio, él parecía estar hablando enserio -No puedes celarme con el tiburoncin todo el tiempo -dijo, sin dejar escapar al menos una minima sonrisa, el otro agachó un poco la mirada y luego lo recordó.
- Tú me celas con Midoriya.
- Pero eso es otra cosa... -Shouto se separó de él y lo vio sonriendo.
- ¡Que injusto!
- El perdedor de Deku no puede acercarse a ti...
- ¿Entonces tú puedes celarme y yo no? -preguntó Todoroki risueño, esas peleas constantes aún vacilaban.
- Claro -aclaró Katsuki con una sonrisa orgullosa.
- ¡Eres un embustero! -el bicolor se fue sobre él y comenzó a besarlo por toda la cara - Te voy a celar todo lo que quiera.
- ¡No, no! ¡Shouto solo yo te puedo celar, déjame!
Mientras el chico jugueteaba con su novio en la bañera la puerta de entrada se abrió, un par de pasos se internaron en la casa, sus ojos vieron todo en su lugar y se extraño bastante, ¿Todavía estaban allí? ¿Habían estado en algún momento o se habían ido a algún otro lado? El silencio le pareció sospechoso, no tuvo más idea que llamarlo en voz alta "¡Shouto! ¡Ya llegué!" escuchó su voz, la cabeza del bicolor se levantó de abajo del agua de entre las piernas del rubio "Oh no, Fuyumi" quien sabe a dónde estaban llegando con sus pequeños juegos, de forma rápida el mitad y mitad se puso de pie y salió de la bañadera colocándose una toalla alrededor de su cintura, el otro se lo quedó viendo.
- ¿No habías dicho que te iba a llamar? -preguntó el rubio preocupado.
- Sí, sí... -el bicolor hizo silencio, luego se acercó al explosivo y le encajó un beso rápido -Pero acabo de recordar que el celular quedo en la piesa.
- Idiota.
- Lo sé -susurró mientras caminaba rumbo a la puerta -Voy a salir y le diré que tu estás bañandote....
- ¿Qué? No, no, no... -Bakugou se levantó un poco con el afán de salir de la bañera pero el otro volteó hacia él.
- Mira, saldré, corro a mi habitación, me pongo algo y le diré que me bañé, tú quedate un rato aquí y sal como si nada, yo lo arreglo -una vez más el rubio volvió a sentarse en la tina mientras observaba al bicolor salir.
La escena fue un blooper, Shouto corrió rumbo a su piesa, sin darse cuenta que todavía chorreaba agua apresuró el paso y en eso resbaló, la toalla voló por un lado y su cuerpo cayó por el otro, con su trasero expuesto se apuró en tomar la toalla que se le había safado y se decidió a correr desnudo hasta su cuarto. Con un poco de suerte su hermana se había quedado en la cocina y no había podido verlo corriendo y resbalando desnudo como un loco, al llegar a su habitación su paso volvió a jugarle en contra, una vez más tropezó pero se mantuvo en pie "Maldita sea" susurró, eso de jugarse a la carrera con los pies mojados no era buena idea, y el haber cerrado la puerta de su cuarto estrepitosamente tampoco, la voz de Fuyumi se volvió a oir "Shouto, ¿Estás ahí?" los pasos parecían acersarse, aún con su cabello más que húmedo se movilizó y se colocó un pantalón, una remera blanca y alcanzó a tomar la toalla y simular secarse el pelo para salir y chocarse con Fuyumi en un acto teatral impresionante.
- Ah Fuyumi que... ¿Qué haces aquí? -comentó de lo mas normal, sus actuaciones no eran las mejores, su hermana le contestó mientras lo observaba con detenimiento.
- Acabo de llegar del hospital, de ver a mamá... ¿Estás mojado?
- Ah sí -afirmó y luego se sonrió -Me bañé.
- ¿Te bañaste? -la chica lo vio entrecerrando los ojos algo dudosa, esa postura incomodó un poco al bicolor, quien ahora sentía que sudaba frío, decidió seguir con el plan de escape.
- Sí, ahora está Katsuki, estabamos por dormir -la expresión en el rostro de su hermana no cambiaba.
- Mira tú, par de raros.
- ¿Raros? -esa descripción, la forma en la que lo dijo, no se rió, no parecía estar bromeando, no quería preguntar pero esa palabra lo acosaba -¿Raros por qué?
- Se los deja solos en la casa, comen, se bañan y se van a dormir, ¿También hicieron su tarea? -rió un poco Fuyumi, el alma se Shouto volvió a su cuerpo, la chica se sonrió tiernamente.
- Ahh por eso lo dices, sí también hicimos la tarea, enserio.
- Ay Shouto tú y tus amigos -volvió a sonreirse -La próxima aprovechen para divertirse, debes distenderte un poco -le reprendió con un aire de mamá, le tocó el rostro y se alejó. Nunca un suspiro había sido tan reconfortante.
Bakugou soltó una carcajada en medio de la noche que, de no ser porque Fuyumi tenía el sueño pesado, la hubiese levantado, la anecdota de Shouto corriendo rumbo a su habitación, cayendose desnudo en la mitad de camino y la frase "Par de raros" fue como contarle una pelicula cómica al explosivo, Todoroki se rió a su par, ambos ya estaban tendidos en la cama como dos buenos amigos.
- No puedo creer que te cayeras... ¡Dos veces! -volvió lanzar una risa burlona pero divertida, el otro se contagió.
- Te lo juro, fue muy cómico, tendrían que haber cámaras en mi casa, te morirías de risa.
- Pero no tienes cámaras, mejor, sino tu padre nos hubiera visto teniendo sexo en el baño -el bicolor se detuvo un instante y recalculó todo lo que había pasado, si el héroe número dos hubiese estado en lugar de Fuyumi seguramente las cosas serían diferentes, renegó con la cabeza sin querer hacerse a la idea.
- ¡Por favor! Imaginate si se enterara, imaginate que en lugar de Fuyumi hubiera sido él.
- Te apuesto que si hubiera pasado en mi casa la vieja ya se hubiera percatado de algo -y entonces lo recordó, la verdadera razón por la cual se encontraba allí en la casa de Todoroki. Se quedó en silencio un segundo intentando reunir las palabras correctas, miró su anillo e intentó hacerse la idea de que el bicolor no estaría tan disconforme con lo que quería hacer.
- Asi que eso era lo que me querias decir, waw pensamos igual -aquellas palabras hicieron que el rubio saliera de su concentración.
- ¿Qué? -preguntó perdido.
- ¿No te parece mucha coincidencia? Es decir, ambos nos habíamos propuesto esto y aquí estamos.
- Yo... -miró a un lado y lo encontró allí, acostado junto a él, visualizó su sonrisa, esos labios finos y sus ojos amorosos, volvió su vista al anillo plateado, por su cabeza desfilaron todos aquellos momentos que habían pasado y que lograron sortear, tenía que soltarlo ya, ese era el momento preciso, era un ahora o nunca, suspiró -Shou...
- Te amo.
- ¿Ah? -esos "Te amo" repentinos de Shouto lo descolocaban, le gustaban, pero lo descolocaban, sobre todo en esa situación.
- Te amo Katsuki.
- Oh... -se sonrió con un leve sonrrojo, siempre que le decía algo tierno lograba sonrrojarlo, Bakugou sin duda no era de ese tipo de persona- ¿Por qué lo dices así?
- Es que te estaba observando mientras pensabas -una vez más su sonrrojo se marcó con mas fuerza -Y... A veces pienso que todo esto fue demasiado extraño.
- Puede ser... -arrastrando su cuerpo hacia arriba logró quedar sentado en la cama, el bicolor poco a poco comenzó a acercarse hasta acomodar su cabeza en las piernas del otro-Pero realmente me gusta haberte encontrado así -dijo y llevó sus manos a acariciar los cabellos de Shouto -Me cambiaste demasiado.
- Es verdad -asintió y llevó una de sus manos a la mejilla del rubio -Que increíble... No puedo amarte tanto.
- Amm... Yo también te amo pero... Shouto...
- ¿Mmh?
- Yo... Te mentí -claro y conciso, Todoroki arrugó el entrecejo.
- ¿Qué?
- Te mentí -repitió con un poco de amargura, su compañero se levantó y lo vio preocupado.
- ¿En qué me mentiste? ¿De qué estás hablando? -ese tono en su voz podía leerse abrupto, parecía estar confuso pero al mismo tiempo molesto, necesitaba una explicación.
- Bueno... El día que te dije que tenía que decirte algo... -los ojos del otro lo siguieron con atención -No era esto. Sino que... Hablando con Kirishima me dijo que no éramos nada y yo pensé: Diablos, tiene razón, y me propuse pedirte que fueras mi novio pero antes de eso tenía algo que quería que discutamos...
- Me estás confundiendo -el frío y caliente se levantó de la cama, lo que alertó al explosivo quien instintivamente hizo lo mismo.
- Mira, tú me amas, yo te amo, eso es correcto -le aclaró mientras lo tomaba de la mano y lo llevaba hacia él sentandose otra vez en la cama -Y sí, tal vez deberíamos haber hecho esto antes pero... -Shouto se quedo parado frente a él, el rubio desvió su mirada -Aparte de eso...
- ¿Quieres ir al punto, Katsuki?
- Quiero decirle a mis padres -como si hubiesen hablado al mismo tiempo sus voces se mezclaron, las facciones de Shouto cambiaron, por un momento no le creyó, pero ni bien el silencio los iba consumiendo se dio cuenta que iba enserio.
- ¿Qué? ¿Estás loco? ¿De qué estás hablando? -reprochó y se alejó un poco.
- ¿Por qué no? Tú le dijiste a tu madre -una vez más, como siempre, ese modo que tenían de tratarse los controlaba, estaban elavando la voz, estaban poniendose en enfrentamiento, Katsuki se había levantado de la cama y lo había confrontado, Todoroki no se quedaba atrás.
- Y tú le dijiste a Kirishima.
- Y tú le dijiste a Deku.
- Eso no es verdad. Él se enteró solo, no me empieces a culpar...
- Hey, hey, hey, espera -el rubio se hizo atrás renegando con su cabeza y luego volvió a hablar -No empecemos a pelear, estabamos bien, no peleemos.
- De acuerdo, no peleemos -Shouto suspiró e intentó relajarse y volver a empezar -No quiero que le digas a tus padres, porque...
- Claro, ¿No? A tu mamá le puedes decir, a mis padre no -Bakugou volteó y se puso ambas manos en la cintura.
- Dijimos que no íbamos a pelear.
- ¿Qué tienes en contra de eso?
- ¿Y tú por qué quieres hacerlo? Dame una explicación.
- ¿Por qué le dijiste a tu mamá? -la conversación se ponía cada vez más ruidosa e intensa.
- Necesitaba a alguien con quien hablar de esto, dijiste que por esa misma razón querías contarle a Kirishima y ya lo sabe, ya está, punto -Bakugou agachó la mirada evitando verlo a los ojos, el otro continuaba cada vez más acelerado -Mis hermanos no lo saben, mi padre no lo sabe, tampoco quiero que lo sepan.
- Esto no es un juego... ¡Estoy harto de fingir! -gritó y luego se puso ambas manos en la cara dandose cuenta que no era el momento para recurrir a su ira incontrolada, debía mantener sus impulsos tranquilos, para evitarlo volvió a sentarse en la cama, Todoroki lo vio tan afligido que solo atinó a arrodillarse frente a él y bajar un grado al tono con el que estaban discutiendo.
- Lo siento. Para mí tampoco es un juego pero... Teníamos un acuerdo...
- No quiero fingir más Shouto -volvió a repetir para que el otro se callara y lo dejara hablar -No quiero fingir que solo somos amigos, tampoco quiero que lo sepan todos, pero al menos quiero estar en algún lugar en el que pueda ser libre, en el que no tengamos que escondernos, en el que seamos nosotros -esta vez era Todoroki el que desvió su mirada, las cosas comenzarían a complicarse -Quiero estar en mi casa contigo y poder besarte o decirte que te amo sin miedo a que alguien nos vea o nos oiga, ya nos escondemos demasiado, en la escuela, como en los dormitorios, como en la calle, como en tu casa, también en la mía...
- Tú eras el primero que dijo que no querías que nadie se entere -le reclamó aún sin poner sus ojos en él.
- ¡No te estoy diciendo todo el mundo, te estoy diciendo solo mis padres! -volvió a hablar en un tono tan alto que parecía un grito, pero esta vez algo dolido.
- No lo sé -Shouto se puso de pie -¿Y si no les gusta nada?
- Tú no me preguntaste cuando le dijiste a tu madre,... ¿Y si a ella no le gustaba nada?
- Es que ni siquiera lo pensé, no éramos nada ¿Entiendes? -volvió a mirarlo -No éramos nada, solo le dije: me gusta un chico de mi clase. Era cosa mía, no era cosa de los dos. Si tú... Me rechazabas, iba a quedar todo ahí. Pero esto es diferente, es algo de los dos, no vas a ir a decirle a tus padres "Me gusta un hombre" sino que vas a ir a decirles "Shouto es mi novio" y eso... -hizo silencio, luego dejó escapar un suspiro -Me asusta.
- ¿Por qué? -preguntó, ambos parecían haberse calmado, Todoroki caminó hacia él y se sentó a su lado.
- ¿Y si reaccionan mal? -continuó acomodandose para poder verlo -Mira... No quería decirte esto pero... Tú mamá...
- ¿Mi mamá...? -preguntó extrañado mientras observaba como el bicolor buscaba la forma de decir aquello.
- Tú mamá me asusta.
- ¿Qué? ¿Enserio?
- Es que... ¿Y si no quiere que estemos juntos? ¿Qué hacemos?
- Yo ya estuve pensando y premeditando en esto -habló, lo cierto era que a él también lo asustaba la reacción de su madre, pero de otro forma muy distinta a Shouto - Sé que a mi padre no le va a importar, porque sé como es y soporta muchas cosas que mi madre no, yo... Pienso... Que él lo va a aceptar y que así, quizás, pueda contener a mi madre, ya que ella es una mamá... Normal.
- ¿A qué te refieres con normal?
- Ella quiere verme casado, con una chica, y rodearse de nietos en un futuro, ya la oí hablar de eso, y eso es lo que más me preocupa -Katsuki notó que su chico mitad y mitad bajó el semblante un tanto triste, todo aquello en lo que se habían metido era una carga que tendrían que aprender a llevar, y si no lo hacían juntos no iban a llegar muy lejos, tomó sus manos con las suyas, lo que provocó que el bicolor lo mirara, con suavidad las apresó -Shouto, yo quiero hacer esto, y lo haré con o sin tu ayuda y consentimiento, pero si estás conmigo te lo agradecería más.
- Yo voy a estar contigo, no voy a dejarte solo -dijo para que el otro se sonriera -Pero hay que pensarlo bien, no se puede hacer algo así de un día para el otro.
- ¿Ah no? Yo pensaba decirselo mañana.
- ¡Aaay por favor...! -Todoroki se puso de pie nuevamente -Por favor, Katsuki, tomemonos un tiempo para pensarlo, para premeditarlo ¿Sí?
- No, quiero decirselos mañana.
- Pero... ¿Crees que va a ser sencillo?
- Sí, lo creo, solo les diré la verdad y ya -se levantó de la cama y fue hasta él para abrazarlo y besarlo en la frente -No te preocupes.
- Yo creo que ahora dices que va a ser fácil pero en el momento vas a querer hundirte en el suelo.
- No, va a ser sencillo, ya verás.
Ni bien se encontraron sentados frente a frente con el problema volvió a recordar aquellas últimas palabras que habían cruzado esa noche "Será sencillo" seguro, pensó para sí mismo.
Habían llegado apurados, el padre de Katsuki se encontraba en casa, era Domingo, el movimiento le resultó extraño a la señora Bakugou, su hijo entró a su casa y simplemente dijo "Necesito contarles algo" y los invitó a ambos a sentarse en el sillón de la sala, Todoroki lo estaba acompañando y se había sentado junto a Katsuki de frente a estos, las manos del rubio comenzaron a oler a nitroglicerina, se estaba poniendo algo nervioso, al tercer suspiro su madre tuvo que cortar el ambiente silencioso.
- ¿Y bien? -preguntó curiosa, el hombre se mantenía calmado, el bicolor no dejaba de ver al rubio esperando que este dijera algo pero todo parecía estancado.
- Yo... Quería... Diablos -susurró aquella ultima palabra, había creído que todo le iba a ser más sencillo.
- Déjame adivinar -volvió a hablar la mujer -¿No aprobaste un examen?
- No, no es eso -negó el explosivo y agachó la mirada, su madre volvió a hablar.
- ¿Te volviste a meter en un lío?
- Noo... Bueno, es un lío pero... Estoy tratando de ver la mejor forma de decirlo -continuó, esa frase hizo que Mitsuki se acelerara, en lo único que pudo pensar fue en que aquel lío podría estarle costando su carrera como héroe, era lo suficientmente díficil de admitir y lo suficientemente grave.
- No me digas... ¡¿Te expulsaron de la escuela?!
- ¡¿Puedes dejar de interrumpirme?! -el rubio se inclinó hacia su madre levantandose del sillón, la mujer hizo exactamente lo mismo.
- ¡Entonces explicanos qué está sucediendo!
- ¡Eso trato! -los gritos de ambos desequilibraron un poco el espacio, la situación, Masaru se acercó a su esposa e intento que volviera a sentarse en su lugar.
- Cariño, tranquila, déjalo hablar.
- Katsuki, calmate -habló el mitad frío y caliente para que el explosivo también volviese a sentarse.
- Lo siento, lo siento ¡Maldición! -se quejó, su madre se cruzó de brazos, su padre lo miró expectante - ¡Esto es tan dificil!
- Te lo dije -parloteó Shouto sin la necesidad de mirarlo.
- ¡Callate! -gritó en dirección al bicolor, frente a los ojos asechadores de sus padres suspiró tratando de tranquilizarse -Bueno... Ahí va,... Shouto es mi novio.
La tensión parecía no desaparecer aún cuando todo estaba dicho, Masaru y Mitsuki quedaron viendo hacia adelante como si ninguno cayera en cuenta de lo que el chico había dicho, sus expresiones parecían idas, todo había sido tan repentino que ninguno supo bien como reaccionar, por su lado Katsuki tenía el mismo rostro, quería esconderse, tal como Shouto se lo había dicho, quería que la tierra se lo tragara en ese mismo momento, y ni hablar de Todoroki, quien no sabía siquiera donde mirar, la mujer rubia lo miró, y luego a su hijo y viceversa.
- ¿Qué?
- Que Shouto... Es mi novio, estamos saliendo, somos pareja -replanteó el explosivo para esperar que de una buena vez decidieran decir algo.
- ¿Es una broma, Katsuki? -preguntó su padre, el rubio revoleó los ojos.
- No, no es ninguna broma viejo ¿Por qué estaría haciendo una broma con esto? -su madre que había quedado boquiabierta dejó escapar un leve sonido antes de hablar.
- Ah, ahora me cierran muchas cosas -su madre asintió con su cabeza recordando algunas escenas, su padre aún continuaba con su rostro impactado.
- ¿Qué? ¿Puedes explicarte mejor? Yo no... -Masaru no sabía qué decir, todo estaba muy claro.
- Shouto es mi novio, papá, asi de simple, ¿Qué quieres que te explique?
- Pero... Katsuki eres muy joven, es decir, jamás haz salido con ninguna chica, ¿Cómo puedes estar seguro de esto, de esta desición? -el rostro del rubio se transformó, de todo lo que había imaginado jamás se planteó que iba a ser su padre el que estuviese regañandolo -No haz vivido nada Katsuki, hijo, sin ofender a ninguno de los dos pero... Chicos... Tienen a penas 15 años -Mitsuki lo miró preocupada, frunció los labios y largó un suspiro antes de interrumpirlo -No pueden estar seguros de algo como esto, tienen tantas cosas por vivir, por experimentar, una relación así no...
- Lo que tú padre quiere decir es que son muy chicos para decidir que quieren esto sin haber experimentado antes -hablóla mujer, y aquella palabra resonó en los oidos de los dos, experimentar, ambos se sonrrojaron un poco, la mujer continuó -Pero bien, yo... No me esperaba esto, pero está bien -el hombre volteó hacia ella.
- Mitsuki, ¿Está bien?
- ¿Qué quieres que diga? -su padre volvió su vista a él nuevamente.
- Katsuki, jamás te hemos conocido una novia, a penas si tienes edad para estar en una relación y salir con esto de la nada...
- Viejo, no necesito haber tenido una novia para estar seguro de esto, realmente lo siento, lo amo, hace meses que estamos juntos, no pasó de un día para el otro.
- ¿Meses? Nunca dijiste nada. Katsuki no sabes lo que haces, eso no está bien, no has experimentado nada de la vida, y crees que estas cosas son faciles, los dos deberian pensar bien...
- Amm... -la mujer se levantó y colocó una mano sobre el hombro de su marido -Querido, ven, tenemos que hablar.
El hombre se puso de pie no muy convencido y la siguió, el momento tenso podían decir que había pasado pero igualmente había algo con lo que no tenía ganas de enfrentarse, no porque no quisiera, tal vez no era su deber, Todoroki se levantó.
- Katsuki, yo... Voy a estar afuera un rato, no...
- ¿Qué? No -el rubio se levantó sobresaltado y fue hasta él -No me dejes solo ahora.
- Esto se convirtió en una conversación familiar, es algo solo de ustedes, enserio, me siento un poco incómodo -Katsuki agachó la mirada, tenía razón, debía enfrentar a sus padres solo, sin pensar más dio un paso acercandose a él y lo besó en los labios.
- De acuerdo Shouto, tienes razón.
- Todo va a estar bien, estaré afuera si me necesitas.
Mientras tanto sus padres también tenían su propia conversación, a diferencia de lo que Katsuki había pensado, era su madre la que trataba de controlar a su padre, era bastante lógica la causa, pero por lo pronto él y su hijo se debían una charla a solas.
- Mitsuki, es un chico, aún es un niño, tú sabes como es Katsuki, sabes como piensa, sabes como reacciona, sabes lo que le falta para madurar.
- ¿Madurar? -la mujer se cruzó de brazos -Por favor, este tipo de cosas no llegan con la madurez, se sienten.
- Sí, pero... ¿Por un chico?
- ¿Y qué? ¿Acaso el amor no es amor? Aunque sea con otro chico, yo no veo nada de malo. Sabes como es Katsuki, será un niño idiota todavía, pero sus desiciones siempre han sido firmes -el hombre frente a ella bajó los brazos, su esposa colocó ambas manos en sus hombros y fue hasta su rostro depositando en su mejilla un tierno beso -Habla con él, no lo juzgues, demasiado lo jusgaran afuera.
El primer paso ya estaba hecho, de parte de Katsuki todo lo que podía hacer estaba hecho, ahora necesita esperar a que su padre tomara una desición, si quería apoyarlo o quería contradecirlo por siempre, por su lado su madre de alguna forma lo entendía, lo apoyaba, y para sorpresa del rubio era ella quien estaba convenciendo a su padre de tratarlo con cariño, después de todo, eran sus padres, y si lo amaban iban a tener que ser la fortaleza en la que pudiera apoyarse cuando todo le fallara, era un camino largo, y Mitsuki lo sabía, y en ese momento más que nunca planeaba volver a construir esa relación que había tenido con su hijo y que se había perdido en el tiempo.
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