Capitulo 19: El percance

De pronto todo comenzó a cambiar.

Todos en la clase notaron que Bakugou estaba cambiado, a pesar de que sus explosivos ataques de ira incontrolada todavía surgían era menos frecuente verlo enojado, o al menos irritado. A pesar de que continuaba hablandole mal a todo el mundo algo había logrado que su caracter sea al menos más tranquilo y que su paciencia aumentara. Todos giraron la cabeza cuando lo oyeron llamarlo por su nombre por primera vez, se miraron los unos a los otros cuando los vieron conversar en los recesos, cuchichearon a sus alrededores cuando los observaron reir juntos, y al final terminaron por comprender que una nueva amistad había surgido. Se los veía entrenar por horas, ambos seguían manteniendo aquella rivalidad que existió siempre pero se trataban como compañeros, se ayudaban y se mantenían muy cercanos, tanto así que después de un tiempo a nadie le parecía extraño incluso que se juntaran a estudiar, pero detrás de la mascara de amistad se desarrollaba una historia un poco mas dulce que eso.
La rutina había empezado a modificar sus vidas, sobre todo por las noches, pero ambos parecían estar a gusto con ello. Todoroki pensó que era mejor que él fuera de visitas casi todas las noches a la habitación del rubio, llegaba a altas horas de la noche, como un espía, contando sus pasos, procurando no ser visto por nadie, y entonces se infiltraba en su cuarto favorito, hacía tiempo que al explosivo se le había ocurrido hacerle un juego de llaves para esas noches y la idea les había venido como anillo al dedo, Bakugou lo esperaba con los brazos abiertos, se reian, se besaban, hablaban, hacían el amor, y finalmente dormían juntos, a eso de las cinco de la mañana la alarma en el celular del mitad y mitad sonaba, y asi como había llegado volvía a su habitación. Los fines de semana eran diferentes, la mayoría de las veces se la pasaban en casa de Bakugou, los padres de este adoraban al bicolor, y al chico le encantaba estar allí, se sentía como en casa, contrario a esto no podían estar mucho en el hogar Todoroki, o al menos no cuando el héroe número dos se encontraba en casa, el rubio se había disculpado con Fuyumi por lo sucedido, pero Endeavor era bastante intimidante.
Fue así, con esas rutinas tiernas, que poco a poco iban olvidando cuando no se tenían mutuamente, cuando no se hablaban ni tenían algún contacto, todo giraba en una buena dirección, hasta que aquello ocurrió.

Fue una tarde en la escuela, Todoroki estaba concentrado escribiendo en su diario, aquel que siempre llenaba de letras dedicadas al rubio, Aizawa se estaba tardando, había surgido un altercado que debía atender y los chicos se aburrían, sobre todo Mina. Hacía unos días que se había envuelto en una relación con el pelirrojo y aquello la tenía con el romantisismo a flor de piel, chequeando como el bicolor escribía sin la necesidad siquiera de pestañear decidió ir hacia él.

- ¡Hey Todoroki-kun! -este se encargó de cerrar la libreta antes de que la chica rosa se acercara lo suficiente como para ojearla, entonces le sonrió.

- ¿Sí, Ashido? ¿Pasa algo? -la chica se sentó a su lado sobre el banco.

- No, solo quería saber qué tanto escribes -dijo. Si bien el enamorado de la chica ácido no era celoso, ya que a pesar del acercamiento de esta con el bicolor continuaba jugando con Kaminari como si nada, del otro lado de la moneda no se podía decir lo mismo, con solo escuchar su nombre, esos ojos rubies voltearon a donde él se encontraba, odiaba tener que verlo rodeado de chicas, le molestaba demasiado, pero sabía que Mina estaba con su amigo el pelirrojo, nada podía pasar -¿Serán poemas de amor?

- Algo así -respondió el chico con suma tranquilidad para que la chica rosa soltara un pequeño chillido completamente emocionada.

- ¡Kyaaa! ¡Todoroki escribe cosas de amor! -detrás de ella la chica invisible se acercó.

- Oh Todoroki-Kun en verdad que eres un sueño -dijo en un suspiro meneando su cuerpo de un lado al otro.

- ¿Puedes leernos algo? -volvió a hablar la rosada para que las demás se acercaran a él.

De a poco todas las chicas se echaron contra el bicolor, Mineta se desesperó e intentó llamar su atención gritando que también escribía poesía, los chicos reían, la cara de Todoroki en medio de las mujeres era bastante cómica, Kaminari se rió alto y codeó al pelirrojo que también se echó a reir.

- Después de esto Mina te pedirá que le escribas algo tú, piensa rápido -Kirishima se rió.

- Seguro, pero si debo tomar clases de poesía con Todoroki lo haré -se sonrió el pelirrojo -haría lo que fuera por verla sonreir -dijo de forma hipnotizada mientras la veía al otro lado del salón contenta, luego lo recordó -¡Hey Bakugou! -volteó a verlo -¿Podrías decirle a Todoro...?

Entonces notó como su amigo rechinaba los dientes y su ceño fruncido parecía arrugarse más que de costumbre, de la cabeza del rubio pareció salir humo y sus ojos eran demoniacos, por un momento quiso reir, ¿Bakugou estaría celoso del exito del bicolor con las chicas? Pensó, pero pronto algo deshizo sus pensamientos iniciales, el rubio se puso de pie hablando en voz alta.

- ¡Que estupidez! No necesito estar aguantando esto, son patéticos -refunfuñó y fue caminando con pasos fuertes hasta la puerta, el pelirrojo lo siguió.

- ¡Hey Bakugou, aguarda!  -corrió rápido para poder encontrarlo fuera del salón.

Era bastante típico que el chico explosivo se enojara por cualquier rídiculez, incluso ahora que estaba manteniendo el control contra sus enojos absurdos todavía seguía siendo el mismo, nadie le dio mucha importancia, Shouto quizo salir corriendo detrás de él pero Kirishima se le había adelantado y no quería tener que andar provocando sospechas innecesarias en sus compañeros, después de todo no estaba haciendo nada malo, pero alguien más se había dado cuenta de esto, Midoriya no pudo calmar a su intuición, algo iba a salir bastante mal esa tarde.

Bakugou caminó a paso rápido por los pasillos hasta el baño, como hacía siempre que quería gritar y golpear algo, pero el pelirrojo llegó antes de que pudiera comenzar con su rabieta.

- Bakugou ¿Qué sucede? -preguntó algo ingenuo.

- ¿Qué te importa? -se cruzó de brazos totalmente molesto y viendo hacia otro lado, el pelirrojo intentó verlo de frente.

- ¿Por qué saliste corriendo así del salón? ¿Es por Todoroki?

- ¡No! -gritó dandole justo en el rostro, el otro cerró los ojos por inercia -¡No me importa en absoluto ese idiota! No tenía ganas de estar escuchando sus estúpideces...

- Por favor Bakugou... Ya dime la verdad -dijo con unos ojos suplicantes su mejor amigo, el rubio lo vio algo confundido.

- ¿D-de qué...?

- No te hagas el tonto conmigo, lo sé todo, solo dímelo.

- No sé de qué estás hablando -dijo de la forma mas seria que pudo, dio media vuelta sobre su eje y lo dejó hablando solo para volver al salón de clases, el otro lo siguió nuevamente.

- ¡Vamos! No me mientas más, ¿Soy tu mejor amigo o no? -caminó detrás de él algo apenado, por más que gritara parecía mas triste que enojado, el otro volteó un segundo a verlo antes de abrir la puerta del 1A.

- ¡Dejame en paz, pelos de mierda! Si habría algo que quisiera...

Abrió la puerta y lo que encontró le dejó con las palabras en la boca y muy descolocado, Momo tenía sus labios puestos en los del bicolor, las manos de este estaban sujetandola de la cintura, él estaba sentado en su lugar, ella inclinada sobre su boca, todos alrededor de ellos soltaron un aliento alborotado, la mandibula de Bakugou cayó sin poder creer lo que estaba presenciando, ese beso le partió el corazón en mil pedazos, había quedado totalmente hipnotizado, al sentir el silencio que inundó el salón de clases Todoroki se separó abruto de Yaoyorozu y desvió su mirada al recién llegado, detrás de este Kirishima pudo notar aquello que ya sabía, no podía ser otra cosa, al ver su rostro impactado odió por cinco segundos a su adorada chica rosa, porque supo enseguida que si alguien pudo haber intervenido para que aquello pasara ese alguien era Ashido, y entendió a la perfección qué sentimiento estaba guardándose su mejor amigo.

- Wow Momo -fue lo unico que dijo, sin lágrimas, sin berrinches, sin ira, sin dolor, como si no hubiera ningún sentimiento en su corazón, los ojos de Todoroki se abrieron sorprendido, entonces el rubio solo se dio la vuelta y se fue.

- ¡Bakugou! -se oyó, una vez más el pelirrojo lo estaba persiguiendo, pero esta vez Shouto no podía quedarse quieto, al costo de que todos se enteraran la verdad o la formularan siquiera apartó a la chica bruscamente y salió corriendo del salón.

- ¡Bakugou, Bakugou espera!

Todos en el salón habían quedado confundidos, bastante, nadie podía comprender bien qué era lo que estaba pasando, Bakugou enojado porque Todoroki y Momo se habían besado era muy extraño, el unico que podía completar bien la ecuación era Deku, su semblante pareció cambiar tan de repente por uno totalmente apenado que Uraraka lo había notado enseguida pero no quiso preguntar nada, fue entonces que otra vez la reina alien metió sus pequeños cuernos en todo el lío pero esta vez para salvar la situación.

- Momo... Tal parece que le gustabas a Bakugou -dijo sorprendida, Midoriya la oyó y corrió su vista a ella, el rostro de la chica creación se volvió rojo.

- ¡Aay no! -exclamó Hagakure -Bakugou y Todoroki se venían llevando bien, como amigos, seguramente...

- ¡Seguramente Bakugou lo tomó como una traición de parte de Todoroki! -continuó Ashido totalmente dramatica, como si de una novela se tratara.

- ¡Arruinaste su amistad Yaoyorozu! -gritó Mineta -Es el momento en el que te das cuenta que siempre estuve entre tus mejores opciones -murmuró totalmente fuera de sí, los demás comenzaron a sacar sus propias conclusiones como si fueran parte de una telenovela, todos menos Deku, Uraraka se acercó a él.

- ¿Sucede algo Deku-kun? -el chico apoyó su cabeza contra sus brazos recostándose en el escritorio.

- Todos lo toman como un juego, sin pensar que realmente Kacchan debe sentirse muy mal.

Terminó de decir para continuar con su rostro entristecido, Ochako llegó a la conclusión enseguida, todo aquello de la traición y Momo rompiendo amistades podía ser cierto si hasta Midoriya lo creía pero... Como fuera, verdaderamente él tenía razón, después de todo Bakugou también tenía sentimientos.

El rubio corrió con todas sus fuerzas hasta el dormitorio, tratando de no activar su quirk para ir más deprisa solo por no causar revuelo y meterse en problemas, el pelirrojo que venía detrás de él lo vio ingresar en el edificio y lo siguió a mas velocidad, lo corrió incluso escaleras arriba hasta lograr tomarlo del brazo justo antes de que entrara en su cuarto, Bakugou volteó y provocó una explosión justo en su rostro, y no contento con ello agarró su cabeza con su otra mano haciendo lo mismo, simplemente estaba volcando toda su ira contra el chico, Kirishima tomó primero una de sus manos y luego la otra intentando que dejara de explotarle la cara, claramente a él nada le provocaba gracias a que su quirk resistía totalmente sus explosiones, lo notaba en sus movimientos rápidos, en su enojo que se derrumbaba y lo dejaba al descubierto, su rostro que evitaba ser mostrado, todo aquello que había pensado era cierto.

- Bakugou cálmate, cálmate ya ¿Qué sucede? -volvió a preguntar mientras intentaba calmarlo tomando sus brazos para que no se resistiera a hablar de eso, el rubio lo miro por primera vez, no había podido evitarlo, estaba lagrimeando - ...Bakugou... -se sorprendió.

- ¡¿Que quieres que te diga?!... Si ya lo sabes -le reprochó y evadió su mirada.

- Entonces... Tú y Todoroki... ¿Es verdad? -el rubio se tomó la cabeza tratando de resistirse al llanto, no iba a caer en eso -Ustedes...

- ¡Es un idiota! -gritó enojado y luego se quebró -No... No lo entiendo -el pelirrojo dio un paso al frente para socorrerlo pero entonces el bicolor se hizo presente.

- Katsuki -lo llamó, esto hizo que Kirishima se sorprendiera un poco, ¿Quién lo llamaba así? El rubio apartó a su amigo del medio y enfrentó al bicolor furioso.

- ¡No me llames así! Eres un pedazo de mierda, ¿Cómo...?

- No fue mi culpa. Puedo explicarlo -intentó acercarse pero el rubio se hizo hacia atrás y tomó a Kirishima de la mano para adentrarlo a su habitación.

- ¡¿Explicar?! ¡¿Qué quieres explicar?! -le gritó - ¡¿Momo te puso un arma en la cabeza, estúpido?!

- ¡Deja de agredirme! No entiendes nada, dejame explicarte como fueron las cosas... -intentó adentrarse al cuarto pero el rubio lo empujó hacia afuera.

- ¡Lárgate y déjame en paz, idiota! ¡Vete con la maldita bruja tetona!

- Bakugou por favor...

- Me acostaré con Kirishima -dijo de forma seria para que a ambos chicos se les abrieran los ojos como si fueran un par de lunas llenas.

- ¿Qué?

- ¡¿Qué?! -Kirishima se acercó por detrás a Bakugou que se mantenía en la puerta, el rostro de Todoroki era realmente confuso, el rubio suspiró.

- Lo haría, a ver si te agrada que otra persona tenga lo que más amas en el mundo -terminó de decir totalmente abatido y le cerró la puerta en la cara.

Shouto dejó caer sus brazos increíblemente agotado ¿Qué acababa de decir? ¿Qué acababa de pasar? Todo fue un mal entendido, golpeó su puerta y le gritó "Por favor Bakugou, escúchame, no fue lo que tú crees, por favor" se lo escuchaba suplicante, el rubio se había sentado en su cama con la cabeza agachada, Kirishima se encaminó hacia él.

- Bakugou... Eso fue mentira ¿Cierto? -se sentó a su lado, el rubio simplemente asintió y se cubrió el rostro con sus manos -Oh... En verdad lo quieres.

- ¡No, no lo quiero,...! -gritó girando su vista a él, pero sus ojos eran un mar de agua salada, Kirishima se sentó a su lado e intentó abrazarlo -¡No me toques! Estoy bien -dijo para luego echarse a llorar.

- Ya está, Bakugou no puedes ser fuerte todo el tiempo -habló de forma tierna mientras lo socorría entre sus brazos.

- ¿Por qué me hizo esto? Es un maldito idiota -dijo para luego levantar su cabeza del pecho del otro -Déjame, estoy bien -volvió a decir y lo alejó.

- Bakugou, llora si te sientes mal, no es bueno guardarse las cosas.

- ¡No estoy llorando! -volvió a gritar y al acto volvió a tirarse a en sus brazos y rompió en llantos nuevamente - ¡Estúpido mitad y mitad! ¿Por qué? ¿Por qué hizo eso?

Kirishima sentía que en cualquier momento él también lloraría si seguía viéndolo de esa forma, Bakugou se caracterizaba por ser fuerte, por ser masculino y con una personalidad poderosa, verlo echado entre sus brazos sollozando y con su corazón roto lo destrozaba, Todoroki se había cansado de golpear la puerta y suplicarle que le dejara explicarse pero no había caso, fue un shock demasiado grande para el rubio verlo de esa forma, se maldijo a sí mismo y se levantó decidido a hablar con Yaoyorozu, o con cualquiera de los presentes, alguien debía explicarle a Katsuki la verdad, no quería perderlo ahora que había logrado tenerlo, de otra forma, si el rubio lo dejaba, su mundo dejaría de girar.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top