11° Resplandece! El despertar de Orion

En el santuario,  una joven niña albina se hallaba preocupada, y sin poder ocultarlo más, fue con la máxima autoridad por debajo de Athena.

-Abuelo Shion.-

-Sucede algo mi niña?- Pregunto amable el ariano

-Necesito ir a Star Hill...-

-Pero, para que?-

-Por favor confía en mi, el cosmos de mi mami se hace débil cada vez más, tengo que ayudarla.-

El hombre dudo por unos instantes pero finalmente cedió.

-Esta bien, vamos... Dohko! Kanon! Se quedan a cargo mientras no estoy.-

-A donde vas Shion.- Pregunto el chino

-No se porque pero la niña quiere ir a Star Hill.-

-A Star Hill?! Pero por que?!-

-No lo se, es lo que quiero averiguar. -

Y sin decir una palabra más, el lemuriano salió con la pequeña niña en brazos, y haciendo uso de su poder convocó a Mū, para posteriormente teletransportarse al lugar. Tuvieron que subir por la colina pero gracias al cosmos del patriarca llegaron a salvo hasta la cima, donde, una vez allí, la pequeña niña se bajo de los brazos de Shion ante la mirada confundida de su tío y su abuelo.

Corrió hasta un punto y se metió en una de las salas privadas, la cual tenía una vista en la dirección del país en el que su madre estaba  peleando, subió aún más hasta dar con la azotea del lugar, en el que, al llegar, se detuvo cerca del precipicio, cosa que alertó a los dos hombres pero decidieron no acercarse tanto al ver las acciones de la niña.

Ella cerró sus ojitos y se arrodilló mientras juntaba sus manitas en forma de plegaria, comenzó a encender su pequeño cosmos, mismo que poco a poco iba aumentando más y más, hasta el punto en el que sus cabellos comenzaron a agitarse, luego a crecer más y danzaron al son de su energía vital.

Los dos hombres estaban impresionados ante tal hazaña, jamás en sus vidas habían visto algo así, era un cosmos enorme, puro y lleno de luz, era similar al de Athena, pero este no se le comparaba, pues era distinto y no llegaba a tal magnitud, pero si podría superar a los caballeros. 

La pequeña abrió sus ojos y su cosmos se disparó envolviendo el lugar en una enorme luz blanca que se asemejaba a la de la luna llena en su máximo esplendor, en su cenit. 

Aquella niña blanca empezó a recitar una especie de oración en un dialecto desconocido para ambos hombres presentes, y con cada palabra que salía de sus labios, su luz se intensificaba más junto con su cosmos, llegó a un punto en el que la luz se disparó hacia el cielo, mientras que su vestido y cabellos se ondeaban al aire. La luz era tal y tan fuerte que los dos hombres se tuvieron que cubrir los ojos.

Mientras tanto,  en Fiji, donde se llevaba a cabo la batalla,  Alejandra estaba demasiado herida, con gruesos hilos de sangre escurriendo de su cuerpo al tiempo que este era apresado por los hilos del espectro de Griffon. 

Al sentir que el cielo se despejaba y los primeros rayos de luna caían sobre la lastimada muchacha, esta levantó la mirada, topandose con el hermoso astro que brillaba con fuerza. Minos también la observo unos instantes antes de voltear a ver a la joven quien habló.

-La luna... se ve hermosa...- Musito siendo a penas audible

-Debo admitir que concuerdo amazona, pero, esto es a caso la declaracion japonesa?.- Habló casi burlándose

-Cállate pendejo, no te hablaba a ti estúpido.- Respondió molesta. -Ni la persona más pendeja de esta mundo se fijaría en una escoria como tu.-

-Aunque no lo creas, gozo de el amor de una bella mujer.-

-Claro! Tu mamá! Ellas siempre serán hermosas a los ojos de sus hijos y ellas a cambio nos brindan su amor y protección... Bueno, al menos en la mayoría de los casos.-

Para este punto la luna había sido descubierta por completo y alumbraba las batallas, pero más que nada, alumbraba a la joven guerrera quien no se podía mover a causa de la presión de los hilos y el dolor producido por algunos cuantos huesos rotos.

Bajo la mirada por el cansancio y trato de hacer oídos sordos  al escuchar todo lo que Minos le decía, el como la humillaba. Toda la mierda que le decía.
Pensando que posiblemente, tal y como el lo decía, ella no tenía ningún valor, no servía para nada, ni siquiera para morir, había logrado retener un poco al espectro, pero al final por su culpa sus amigos sufrirían, por culpa de su debilidad.

Se empezó a perder en un limbo de emociones, sentimientos y pensamientos,  en los que el predominante era un gran dolor y tristeza al saberse inútil y más muerta que viva, sintiendo que la luz de luna era su única protección al saberse indefensa ante el poder del espectro.

Llego un punto en el que no se pudo mover más y termino derrumbándose, terminando por caer al suelo estrepitosamente, inconsciente y lastimada, gran parte de su armadura estaba ya hecha trizas, y su vestido estaba sucio, ensangrentado y desgarrado, sintió que no tenia más razón por la cual luchar.

De pronto un pensamiento llegó a su cabeza.

Espera....


La luna...

Protección.....

La luna me protege........

Un recuerdo apareció desde lo más profundo de su alma y su mente. Se vio a sí misma de pequeña, cuando su madre le habló de la luna.

-Eso que vez, es la luna.-

-La luna?-

-Si, la luna.-
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-Mamá, por que la luna se ve aquí?-

-Eso es por que te sigue, la luna te cuida, por eso es que a donde quiera que vas la vez.-

-Me cuida?-

-Si, ella te protege...-
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-Entonces pequeña,  es un placer y un gran honor que ahora seas mi alumna,  yo Saga, me comprometo a cuidarte.-

-Si señor!-

-Dijiste que eras de junio no? Que día?-

-Nueve! Nueve de junio!- Contestó enérgica y emocionada

-Eso significa que eres geminis como yo, si bien te va y logras superarte podrías llegar a ser mi sucesora y portar mi armadura dorada.-

-De verdad?!-

-Si, por ahora, aspiraras a ser un caballero de bronce, mira, esa agrupación de estrellas es una constelación,  Orion, esa constelación será tu guardiana, entrenarás para obtener esa armadura.- Dijo el joven mientras le señalaba la forma de la constelación

-Orion... será mi guardián también?-

-Así es.-
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-Orion... Luna...- Musito la joven casi inconsciente.-
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Una pequeña niña estaba leyendo una gran selección de libros de mitos y leyendas del México prehispánico, en uno de esos, leyó sobre el tonalli, o "zodiaco mexica", como era su forma más sencilla de explicar a que se refería con eso. A raíz de leer sobre ello, comenzó a investigar más sobre el tema, dando como resultado que su tonalli era Tochtli, el conejo, su deidad regente, Mayahuel, la diosa del pulque y del maguey, y su astro regente, era la luna.

A partir de ahí fue que empezó a explicar la extraña atracción que sentía hacia la luna, a quien podía pasar horas contemplando sin cansarse.

-Orion y la Luna me protegen pero... no tengo ni fuerzas para seguir peleando...- Pensó

-Estas segura de eso?- Habló una voz desde dentro de su mente.

-Quien es?!-

-En verdad estas segura de que no hay nada más que te impulse? Que hay de Athena? De tu hija? De Shaka? No le prometiste que volverías?-

-Si pero... ya no puedo seguir.-

-Que?! Como que no puedes?! Que a caso no le prometiste a Shaka que volverías para decirle lo que le querías decir?! Y también para oír lo que el te tenia que decir?!-

-Lo se pero... creo que no podré... cumplir esa promesa.-

-Eres patética, realmente patética, me das lastima, eres una idiota,  por si no lo sabes aún hay un recurso que puedes usar a tu favor.-

-Y... que es?-

-Tu Odio.-

-Mi... odio?-

-Así es, tu odio, la razón por la que has llegado hasta aquí es por todo ese dolor y odio que te sigue, y que durante años has guardado en tu interior.-

-Pero... no se usarlo.-

-Claro que no! Pero es por que no quieres, es que a caso no estas molesta con la zorra que es Minos por el como te ha humillado?-

-Si...-

-No quieres matarlo? Cobrarte lo que ha hecho? Vengar a los inocentes que asesinó?-

-Si... Si quiero...-

-Quieres matarlo... desollarlo... arrancarle el corazón... devorar su alma...-

-No soy una bruja como para comer su alma... ni un nahual...- 

-Y quien te asegura que no lo eres? Quizás no seas del tipo de bruja que coma personas... pero que tal que eres una de otro tipo?-

-Yo? Ser una bruja?-

-Así es, y el primer paso es usar tu odio, liberalo y úsalo como tu fuerza, recuerda, todos aquellos que te han lastimado, que te han hecho enojar, todo el odio y el rencor que has sentido, todos los que han lastimado a tu familia y amigos, los que te han intentado matar, recuerda todo, y liberalo. Desquita tu odio con Minos, esa es su razón de existir, ser tu desahogo, mátalo sin piedad, usa tus machetes si es necesario, para algo los trajiste,  para matarlo a el, para sacar tu odio, torturalo, mátalo, destruyelo, que todos vean tu grandeza y poder, la razón por la que te volviste una amazona.-

-Mi razón de ser... Yo... existo para matar a Minos...-

-Así es, tu deber es matarlo, demuéstrale que fue un error meterse contigo. DESTRUYELO!!! Ahora el resto depende de ti-

Poco después la voz desapareció, dejando nuevamente a la muchacha en ese limbo del cual empezó a salir cuando sus recuerdos empezaron a llegar.

Cada golpe dado por sus padres, cada regaño, la ocasión en que casi es asesinada por sus compañeros de clase en preescolar, primaria, todos los que la hicieron enojar, la maestra que le quito puntos para ponérselos a la disque "más bonita" del salón, bonita pero pendeja, pensó ella, todo lo que pasó en primaria, como la trataron, como la obligaron los profesores a hacer algo que ella no quería y que a cambio, terminó sacrificando su salud mental, la pandemia, la amenaza de expulsión de secundaria por algo que ella no hizo, solo por que la maestra exagero, todo el dolor causado durante esos años.... Sus dolorosos entrenamientos,  que a pesar de no odiar a Saga, le dolían, el como protegió a sus amigos de quienes trataron de dañarlos, las veces que ha protegido a Athena jugandose la vida, su pelea contra Rigel por la armadura de Orion y como casi es vencida por el. El odio que sintió hacia la familia biológica de Tsuki cuando la abandonaron a su suerte por ser "la deshonrra de la familia", las veces que sus compañeros de primaria la trataron de matar con brujería, así como sus supuestas tías políticas, a sus padres, todo.

Todo ese odio estaba saliendo desde lo más puro y profundo de su ser, desde la zona más oscura de su corazón, asimismo, con la pizca de pensar que aún habían personas que la esperaban viva, sus padres, sus padres adoptivos, sus amigos que parecían más hermanos aunque no tuvieran vínculo sanguíneo, su hija, y su amado gold saint.

Todo ese odio comenzó a materializarse en forma de cosmos, el cual rodeo a la chica, al tiempo que la luna brillaba aún más y la constelación de Orion aparecía en el cielo, más brillante que nunca.

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En la parte de abajo de la montaña,  Aracne se hallaba luchando contra la única espectro femenina de la orden de Minos, una muchacha albina de ojos color miel, de piel pálida como un muerto, la diferencia es que ella estaba viva.

Se movía con tal gracia y destreza que pareciera que se burlaba del Saint, Aracne se desesperaba cada vez más por la actitud de la espectro de vampiro.

-Que pasa caballero? Eso es todo lo que tienes?- Canturreo divertida la albina mientras evadia y atacaba al caballero

-Detente ahí maldita sea!!!- Exclamó Aracne molesto

-Hoooo, solo por que un caballerito me lo ordena? Ni siquiera eres un caballero, no tienes constelación, ustedes no sirven, por lo menos servirías de entretenimiento si fueras más guapo y con mejores habilidades arañita, pero no, eres débil y feo, así no me sirves.- Se burló la espectro

-Y eso que?! Te mataré!!!- Gruñó el Sonota Saint mientras atacaba a la chica, mismo ataque del que se logró librar con una gran agilidad.

-Sabes que? Ya me aburrí, acabemos con esto, quizás y con suerte me encuentre a un caballero realmente atractivo.- Dijo la ojimiel

En un movimiento hábil y rápido aprisiono al Saint con las alas de su surplice, apareciendo desde arriba y colgada cual murciélago dando su rostro frente al aterrado semblante de el santo de la araña.

-Que sucede arañita? A caso el murciélago te comió la lengua? Jajajaja.- Se burló. -O a caso fue una serpiente?- Habló en un tono demasiado tétrico para cualquiera.

Bajó sus manos hasta el cuello del hombre y comenzó a estrangularlo mientras en sus labios se dibujaba una tétrica sonrisa, de las puntas de los dedos de su armadura comenzó a clavarlas en su cuello, pero en vez de que la sangre se escurriera, era absorbida por la armadura,  en un punto, la chica se inclinó y bebió la sangre directamente del cuello del caballero, dejándolo seco en segundos al absorber todas y cada una de las gotas de la sangre del cuerpo del hombre.

Al estar totalmente seco, la joven espectro arranco la cabeza y extremidades para posteriormente subir corriendo por la montaña hasta donde estaba Minos, con las extremidades y cabeza y una sonrisa en su rostro.

-Mi señor Minos!!! Mi señor Minos!!!- Exclamó emocionada. -Mire señor! Mire lo que logré!-

-Fuyuka? Que sucede pequeña?- Pregunto tranquilamente al darse la vuelta

-Mire mi señor! Le saque toda la sangre a este caballero! Y no me desmaye!-

-Fuyuka! Lo lograste! Ahora trata de asesinar a otro sin desmayarte pequeña- Habló el espectro sonriendo

-Si mi señor... este... yo...-

-Sucede algo?-

-N-No nada señor.- Respondió la chica bajando un poco la mirada, aunque la levantó en cuanto sintió la mano del mayor posarse sobre la cabeza de la joven, acariciandola levemente.

-Ahora vamos, sigamos asesinando a esos caballeros de quinta.-

-Señor, esa quien es?- Pregunto la albina señalando a la amazona desmayada.

-Es la amazona a la que me enfrente, resultó ser más fuerte de lo que pensé, pero al final, solo es una niña.-

-Y era bonita?-

-Algo, si, no era nada fea debo admitir,  pero no más que tu, tu eres mucho más bonita Ariadna, y estoy orgulloso de ti.- La chica sonrió en sobremanera, se lleno de alegría al escuchar esas palabras. -Ahora mi pequeña vampira, ve a chuparle la sangre a esos despreciables caballeros, quizás hasta te puedas quedar con la sangre de Athena, ve, y hazme aún más orgulloso de ti.-

La albina asintió y se adelanto, el hombre se quedó unos instantes y luego volteo.

Minos se estaba yendo,  pues pensaba que ya era hora de ir por los demás Santos, sin embargo se detuvo al sentir el cosmos de la muchacha elevarse más que antes, se dio la vuelta y la vio, se comenzaba a levantar con su cosmos desbordando vida y agresividad, más que nada agresividad.

-Que es esto?! Pensé que estabas muerta! Que mejor aún! Sigues viva para entretenerme más-

-Quien me va a entretener a mi vas a ser tu! Tu muerte será muy placentera para mi! Desearás jamás haberte metido conmigo!- Exclamó furica la amazona

-Eso está por verse amazona! MARIONETA COSMICA!!!-

-MURO DE CRISTAL!!!- Gritó la joven mientras la pared de cristal se materializaba al frente de ella.  -Así es, aprendí varias técnicas que no tienen nada que ver conmigo ni mi constelación, pero eso no te incumbe. - Escupió con desdén mientras rompia la pared y trazaba con sus manos la forma de su constelación.

-IMPLOSION DE BELLATRIX!!!- Exclamó atacando con más fuerza al espectro.

Sin embargo bajo la guardia por accidente,  dejando como resultado que Minos le asestara un certero y peligroso golpe en el abdomen, lo que la hizo caer al suelo de rodillas y vómitar lo que había desayunado horas antes, sumado a un poco de sangre que salió de sus labios partidos.

Minos solo se burló de ella y procedió a golpearla aun más dejándola magullada y ensangrentada, y su armadura aun más rota que antes.

-Ja! Por un momento pensé que no sería fácil acabar contigo, pero mírate, no te puedes ni levantar,  me das lastima,  ya no tiene caso matarte.-

La muchacha indignada se volvió a levantar, aun más molesta que antes, sintiendo su odio aumentar, se retiró los pedazos de armadura que se incrustaron en su carne y muy seguramente le dejarían marcas.

Se incorporó por completo y comenzó a trazar las estrellas de Orion con sus manos mientras su cosmos aumentaba considerablemente cada vez más, asimismo, la luna la alumbraba y la constelación de Orion en el cielo brillaba aún más.

Se lanzó hacía Minos y ejecutó su técnica especial, mientras extendía sus manos y dedos concentrando su cosmos en estos, en pequeñas esferas de energía que se agradaron cuando ella separó sus manos, y finalmente atacó corriendo hacia el frente.

-SUPERNOVA DE BETELGEUSE!!!!-

El ataque se impactó de lleno en el espectro quien fue arrojado varios metros, y gran parte de su surplice quedó destruida.

Con dificultad la chica llevó sus manos hasta las cubiertas donde guardaba sus machetes, los sacó y se colocó en posición de combate con sus dos armas, y se volvió a impulsar a gran velocidad hacia el frente sintiendo su cosmos volviéndose cada vez más enorme, conforme a su odio salía de ella.

Comenzó a atacar, lanzaba cortes y blandia las dos armas con tanta maestría,  y hasta algo de elegancia, cosa impropia de ella, pues su forma de pelea no era elegante, al contrario,  era más salvaje.

Movía las muñecas y brazos a gran velocidad realizando múltiples cortes al espectro, a quien no le daba ni tiempo de reaccionar, en un momento el albino logró tomar distancia solo para ser recibido por la espalda con una oleada de patadas y cortes, sacando bastante sangre del juez.

La sangre de la muchacha goteaba y chorreaba de sus heridas, los hematomas se estaban haciendo presentes, en un punto, esa sangre se escurrió por sus puños hasta el filo de los machetes, haciendo que estos brillarán al contacto con el vital líquido.

-Que significa esto?!- Preguntó el espectro sorprendido

-Esto Minos... Es tu sentencia de muerte.- Se impulsó hacia el y con gran precisión le corto la mejilla, al tiempo que soltaba el machete de la mano izquierda y le dislocaba el hombro a Minos con una maniobra, posteriormente susurró.

-Explosion de Bellatrix...-

Y con esto el brazo de Minos irremediablemente exploto, dejando al descubierto sus huesos, la piel, sangre y trozos de huesos cayeron al suelo con el desgarrador grito que pegó el espectro al sentir su extremidad, más que cortada, rota, el flujo sanguíneo aumento por el dolor, y su brazo soltaba sangre como cascada.

-La amazona solo lo observo, sus ojos brillaban de odio, destellaban ira pura, pero en ellos no había maldad, solo odio, odio y nada más que odio, el odio contenido de años le estaba sirviendo como arma contra su oponente.

Para este punto, Minos se tomó más enserió a la mujer comenzando a atacar con su mano sana, teniendo poca efectividad, pues la velocidad de la chica incremento de sobremanera, y su cuerpo era quien estaba sufriendo las consecuencias de su idiotez.

Los ojos de Alejandra ardían con intensidad y su cosmos aumentaba considerablemente cada segundo; tanto Athena como los caballeros y espectros sintieron el abrupto aumento de cosmos en la montaña, sorprendiéndose al percatarse que el cosmos le pertenecía a la hija del patriarca, aunque por su parte, Saga, se sentía más que orgulloso de que su pequeñita(como el le decía a veces), finalmente había alcanzado el séptimo sentido, y su cosmos era particularmente fuerte. 

Sin embargo ella no era la única, Shiryu y Seiya, también habían despertado el séptimo sentido al pelear, acabando hasta con cinco espectros menores cada uno de un solo ataque, los gold Saints ya habían matado por lo menos veinte espectros entre todos, quedando ya solo diez espectros de la orden de Minos, entre ellos Lune de Balrog y aquella chica llamada Fuyuka Ariadna.

Restaban cuando menos trece caballeros, pues cuatro yacían inconscientes, dos estaban demasiado cansados aunque recuperándose, y uno había sido abatido en un combate desigual.

Athena y Pandora ya estaban cansadas y muy lastimadas, pero ninguna daba su brazo a torcer, el cetro de Nike estaba tirado a un lado, y el tridente de Pandora también,  por lo que ambas mujeres dispusieron a pelear a puño limpio.

A pesar de sus heridas, ambas se movían con elegancia, pues ese era su estilo de combate.

-Donde aprendiste a pelear!-

-Oh, esto? Si soy una diosa de la guerra por ende debo saber pelear no lo crees? Te creía más lista Pandora, me decepcionas.- Se burló sutilmente la deidad mientras que recuerdos se manifestaban en su cabeza.

Por otro lado, Minos estaba algo emocionado por ver el alcance del poder de su contrincante quien ya había perdido toda la calma y lastima que podría haber llegado a sentir por el espectro.

Los largos cabellos castaños se agitaban fuertemente con el viento nocturno y danzaban con agresividad al son de su cosmos, Minos concentro una gran cantidad de cosmos, lo suficiente como para acabar con una manzana completa, sin darle tiempo a reaccionar, lanzó esa bola de energía cósmica hacia la morena, quien ni siquiera se inmutó, deteniendo el ataque con sus manos semidesnudas, asombrando al espectro y a ella misma, pues no se esperaba que al alcanzar el séptimo sentido su cosmos y su fuerza se harían más fuertes, claro, ella no estaba consciente de que su cosmos había llegado al nivel de un caballero dorado, o al menos los de plata más cercanos a la fuerza de los dorados.

-Me subestimaste Minos, y subestimaste la fuerza de mi odio y de todas aquellas vidas inocentes que arrancaste en un parpadeo, tal vez merecían morir, tal vez no, y tu alteraste ese proceso natural... Pagarás por tus crímenes! CON TU ASQUEROSA Y MISERABLE VIDA!!!-

-Ya me harté de ti amazona! Es hora de terminar esto.-

-Lo mismo digo, no te soporto ni un minuto más, solo hemos estado retrasando el momento de tu muerte.-

-Debo reconocer que me diste buena batalla niña, pensé que sería más fácil vencerte.-

Ambos guerreros se colocaron en posición de combate, Alejandra trazo nuevamente las estrellas de la constelación de Orion, solo que está vez con más precisión y más cosmos, al final se colocó en la posición que se supone estaría Orion en las estrellas. Con sus piernas separadas ejerciendo presión hacia abajo, su espalda y hombros rectos, mirada al frente, su brazo derecho estaba elevado mientras que su mano derecha sostenía el machete, a modo del arma que usaba Orion, y su brazo izquierdo flexionado de modo que este quedaba como una especie de escudo.

Minos se sorprendió al ver cómo, mientras la constelación era trazada, está brillaba aún más en el cielo y la luna emitía aún más luz que cubría a la amazona.  Se alistó para pelear y esperó unos segundos...

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-AHORA!!!- Exclamaron ambos mientras se lanzaban a atacar, golpes y patadas eran intercambiados, ataques cósmicos y con sus armas, los cortes y hematomas se hacían cada vez más presentes en los cuerpos de ambos combatientes, al tiempo que la sangre salía de sus heridas.

Llegado el punto en el que sus fuerzas estaban totalmente igualadas, las explosiones cósmicas eran cada vez más abundantes e impresionantes, pues ninguno daba su brazo a torcer, al contrario, se aferraban más a la idea de ganarle al otro, de humillarlo y dejarlo en ridículo.

Ambos estaban más que agotados y sus fuerzas comenzaban a disminuir lentamente,  lo que indicaba que era el punto máximo de la pelea, las estrellas se estaban empezando a perder lentamente por la poca luz del sol que comenzaba a pintar el horizonte con una aurora a penas visible; ambos sabían que debían terminar con ese encuentro de una vez por todas, pues eso definiría quien ganaba o quien perdía en el primer combate.

Tomaron distancia agitados, cansados, sudados y malheridos,  a este punto el cosmos de Alejandra había regenerado unos cuantos huesos de sus dedos, brindándole un poco más de estabilidad para agarrar su arma. Fue entonces que la amazona decidió hablar.

-Hemos llegado hasta aquí... este será el ataque que decidirá todo...-

-Prepárate para morir.-

-Ni lo sueñes... aun no he de morir... Hice una promesa y la cumpliré!-

Ambos asumieron nuevamente sus posiciones de combate y se lanzaron contra el otro, la chica en un movimiento rápido ejecutó una técnica con su cosmos para desviar la atención de Minos.

-GALAXIAN EXPLOSION!!!!!- Gritó,  ejecutando el ataque que debilitó y lastimó aún más al espectro, quien creyó esquivarlo, solo para darse cuenta de su error segundos más tarde.

Aquel ataque solo había desviado su atención, forzandolo a moverse, sin darse cuenta que estaba acorralado, pues cuando reaccionó, solo alcanzó a ver como un destello lila brillante se aproximaba hasta el, solo para darse cuenta de que ahora, su pecho estaba siendo atravesado por el machete que portaba la chiquilla.

Alejandra clavó rápidamente el arma en un punto cercano al corazón, cortando las venas del hombre al instante; ella permaneció unos segundos jadeando enganchada al arma que se aferraba al pecho del hombre mientras que la sangre comenzaba a salir de su boca y las zonas donde entraba y salía la filosa arma.

Los gallos cantaron y con ello, los primeros rayos del sol de las seis de la mañana alumbraron la tierra mientras que Orion se perdía entre el vasto cielo, no sin antes resplandecer otra vez.

-Te dije... que te vencería...-

-Si... Al final... ni siquiera supe tu nombre...- Habló entrecortadamente y casi sin fuerzas

-Alejandra... Mi nombre es _______ Alejandra, Amazona de bronce... de la constelación de Orion.- Respondió con orgullo.

-Alejandra eh... Realmente eres- AGH!- Se vio interrumpido al escupir sangre. -Demasiado... Fuerte...- Reconoció antes de que su último aliento llegara, y con ello, la joven retiro de golpe el machete del pecho herido del hombre, haciendo que el ahora cuerpo inerte de este,  azotara contra el suelo en un ruido seco.

La chica cayó de rodillas, totalmente agotada, con su vestido roto, sucio y ensangrentado, su armadura destrozada , herida y con sangre de sus propias heridas en casi todo el cuerpo.

Recordó entonces aquel sueño que había tenido meses antes, y todo cobro sentido, ella había vencido a Minos, el era el hombre del sueño, había sido un sueño premonitorio. 

Recordó también el como su "yo" del mundo onírico le mencionó algo sobre ofrendar, y, aunque su oponente no estaba preparado para ser una ofrenda, ella decidió hacerlo aún así.

Con mucha dificultad se levantó, apoyándose con su arma mientras recordaba las palabras. 

-La sangre... se divide entre la luna y el sol...-

Musito mientras hacia que el cadáver del hombre sangrara aún más mientras ofrecía la mitad al sol, por ser quien la vio empezar y finalizar la pelea, y la otra mitad a la luna, por ser quien la acompaño durante toda la noche.

-El corazón... para Tezcatlipoca...-

Volvió a hablar mientras clavaba la filosa arma en el pecho del hombre, logrando que, con dos golpes fuertes, se rompiera el hueso y la carne, dejando el acceso al vital organo libre, levantó la carne y metió su mano, sorprendentemente el corazon aun latia, y, como si ya hubiera hecho eso antes, metió su mano y tomo el corazon, lo giró con fuerza y jalo, logrando que este se separara de las venas, para posteriormente elevarlo hacia el cielo y bajarlo otra vez, no sin antes elevar su voz ofreciendo el corazón al gran Titlacahuan,  nuestro señor, de quien somos esclavos.

-La cabeza... para Athena... como símbolo de mi lealtad hacia ella...-

Volvió a hablar mientras usaba su cosmos para reforzar el arma y poder cortar la cabeza de Minos casi de cuajo, apartandola de su cuerpo.

-La piel ira para Xipe Totec, nuestro señor el desollado.-

Y con mucho cuidado retiró una parte de la piel del hombre, dejándola sobre la tierra.

-Y finalmente, la energía y fuerza vital que le quedaban, irán para mi, mientras que el resto de la carne y el cuerpo, irán para nuestra madre tierra...-

Y así, sin usar su cosmos, solo sintió una energía emerger de su interior y con esta, logró extraer la energía vital de su oponente, tomando junto con esta, la famosa habilidad del espectro, su Marioneta Cósmica.

-Yo se que este hombre no es digno de ser ofrecido a los dioses, pero al menos, que tomen algo de beneficio de su cuerpo, y su alma se pudra en el infierno y pague por sus crímenes...-

Como pudo, excavo un hoyo en la tierra, y fue ahí donde deposito el cadáver de Minos, a exepcion del corazón, el pedazo de piel, la sangre regada y la cabeza, claro está.

Al terminar de sepultarlo, la chica no soportó más el cansancio y cayó al suelo, respirando agitada y con sus piernas sin responder bien, por lo que permaneció así unos instantes, casi al borde, de caer en la inconsciencia...

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