Capítulo 9: la verdad y Compatible

—Qué pasa?—preguntó Carlos con impaciencia

—No soy compatible—exclamó con un hilo de voz con los ojos llenos de lagrimas—No puedo ser la donante de mi hija—lloro con tristeza

—Todo va a estar bien—le dijo abrazándola

—Dime como… ¿Cómo pueden estar bien las cosas ahora? Tengo que ver a Roberta —declaró zafándose de los brazos del hombre de ojos verdes y corriendo por el pasillo

•|Con Roberta|•

—Tienes que decírselo—aseguró la rubia

—No puedo Roby, no puedo—lloraba la castaña

—¿Vas a dejar que tu hija se muera en la cama de un hospital solo porque no quieres decirle a su padre la verdad? Perdona pero no creo que la vida de tu hija valga menos que eso

—Lo se Roby…pero…

El timbre interrumpió la conversación

—Está aquí

—¿Quién?

—Santiago , viene a trabajar con Mauricio a la casa los viernes

—No le digas que estoy aquí—suplico poniéndose de pie y caminando a la cocina

El timbre volvió a sonar

—Ya voy—gritó la rubia dirigiéndose a la puerta—Hola Santiago

—Hola Roberta, ¿está Mauricio?

—Sí, esta bañando a Tadeo, por favor espéralo en la sala

—Muchas gracias—dijo el ojiazul pasando a sentarse—Roby…

—¿Si?

—Tu estas trabajando con Macarena… ¿no es así?

—¿Cómo lo sabes?

—Mauricio me lo dijo…el punto no es ese, si no… ¿Cómo esta?

—Mal…

—¿Por qué mal?

—Por su hijita…

—¿Qué tiene Amelie?—preguntó con preocupación

—Está en el hospital, tiene Leucemia

—¿Pero cómo? Si ella es una niña apenas

—Sí, ahorita la están manteniendo con trasfusiones de sangre, pero para que la niña pueda tener una posibilidad de salvarse necesita de un trasplante de medula ósea

—Pobre me imagino cómo debe sentirse, pero supongo que ella va a ser la donante

—No, por desgracia ella no puede, parece que el único que podría darle una esperanza de vida a la niña es su padre

—Bueno—suspiro con tristeza—Pues ahí está cerca de ellas no creo que Carlos se niegue a salvar a su propia hija

—Es que Carlos no puede ser el donante de la niña

—¿No acabas de decir que solo su padre podría?—le pregunto confundido

—Es que…— empezaba a hablar la rubia pero fue interrumpida

—Es que Carlos no es el papá de Amelie, Santiago—declaró la voz quebradiza de la castaña de ojos verdea saliendo detrás la pared

El castaño se quedo sorprendido, ¿Qué estaba haciendo ella ahí? Con todas las fuerzas que le quedaban se puso de pie

—¿Qué…que estás diciendo?-le pregunto nervioso el ojiazul

—Santiago, tu hija te necesita—le dijo la ojiverde con los ojos cristalinos

—¿De qué hablas? ¿Cuál hija?—pregunto con dolor y con tristeza cristalizando su mirada

—Amelie, no es hija de Carlos es tu hija—confesó—Nuestra hija Santiago—lloró ella

El ojiazul negó incrédulo ante lo que oía, el dolor invadió sus sentidos y empezó a llorar

—Tuviste que esperar hasta que MI hija se estuviera muriendo para confesarlo… ¿hasta dónde eres capaz de llegar Macarena?—le gritó con ira

—Ya lo sé, pero por mi hija yo soy capaz de lo que sea

—También es hija mía—le reprocho con rabia

—Si…y por eso tienes que ayudarla

—Llévame a donde ella esta, ahora mismo…si es preciso en este instante me meto al quirófano y que me operen

—Primero tienes que hacerte unos estudios para que sepamos si eres compatible con Amelie para ser su donante…pero tienes altas probabilidades por ser el papá—explicó ella—También necesita que le dones sangre ya que ambos comparten el mismo tipo sanguíneo

—Yo a mi hija le voy a donar mi cuerpo entero si así hace falta, pero ella no se va a morir… ¿lo entiendes?-le gritó con dolor el ojiazul—Anda, llévame con ella—le ordeno

Ambos salieron de prisa la castaña delante de el con las lagrimas saliendo de su rostro

—Qué esperas metete al auto-le ordeno el castaño

Ella obedeció el ojiazul arranco y se encaminaron al hospital

—Espero que ya estés contenta, si algo le pasa a mi hija por tu culpa no te lo voy a perdonar jamás

—No eres el único preocupado por Amelie, yo soy su madre

—Una madre que le oculto que tenía un padre por toda su vida, una madre a la que solo le importa salvar su imagen antes que a su propia hija

—Cállate_le gritó—No te permito que me hables así

Llegaron a prisa, salieron del auto y caminaron a paso veloz hasta la sala de espera, enfrente iba la castaña a la que Carlos visualizó de inmediato

—Maca—exclamó con un hilo de voz tratando de abrazarla, pero se percato que no llegaba sola—¿Qué haces tú aquí?—reprochó

—¿Qué te imaginas que hago aquí?, vengo a ver a MI hija—respondió el ojiazul

—Yo se lo dije—hablo la castaña antes de desencadenar una lucha campal— Santiago acompáñame a buscar al doctor, para que dé la orden de los análisis—pidió ella mientras caminaba en dirección al consultorio

—Permiso—dijo despectivamente golpeando su hombro contra el del ojiverde

En el consultorio

—¿Usted es el padre de la niña Evans—

—Si—suspiro-Soy su padre-afirmo mirando a la castaña con desdén

—Doctor necesitamos que se haga los análisis de compatibilidad lo antes posible—pidió la castaña

—Claro que sí, los ordenare inmediatamente…señor Evans debe acompañarme—pido dirigiéndose al castaño

—Mi apellido es Achaga—corrigió el ojiazul y el doctor le miro confundido

—Mi hija solo tiene mi apellido—aclaró la castaña

—Bueno, de igual manera acompáñeme—pidió mientras el ojiazul le seguía

Las muestras fueron tomadas y enviadas al laboratorio, además de que le fue tomada sangre para trasfusión con su hija.

—Señor Santiago Achaga—habló una enfermera

—Soy yo—dijo poniéndose de pie

-Sus resultados están listos—dijo entregándole un sobre azul

—Santiago dime que si eres compatible con mi hija—suplico la castaña poniéndose a su lado

—Positivo—afirmo el ojiazul mirando con esperanza a la castaña—Puedo ser el donante_gritó con euforia

—Gracias a dios—exclamó ella

Sin quererlo y sin pensarlo ambos se fundieron en un abrazo donde pudo percatarse del olor a jazmines del perfume de ella y ese olor masculino a naranja proveniente de la colonia de él. Cuando se dieron cuenta de lo que habían hecho se separaron, CarloS hervía de celos…pero le aliviaba saber que Amelie tenía una oportunidad

—Familiares de Amelie Evans—hablo el doctor

—Nosotros-dijo el ojiazul

 —Doctor los resultados salieron positivos, Santiago es compatible para ser el donante de mi hija…

—¿Cuándo podemos intervenir?-pregunto el ojiazul

—Me da mucho alivio escuchar esa noticia—respiro el hombre de bata blanca—Debemos programar la intervención lo antes posible…para eso tendrían que pasar a mi consultorio, pero eso será más tarde

—¿Por qué no ahora?—pregunto ansiosa la castaña

_Porque su hija despertó y quiere ver a su mamá—afirmó el doctor

—¿En verdad?—preguntó con esperanza

—Sí, la niña no tiene mucha fuerza y aunque sé que los tres quisieran verla, me gustaría que solo entrara su madre

—Por favor Carlos, dile a mi mamá que Amelie ya recobró el conocimiento y que entrare a verla-pidió la castaña tomando de las manos al ojiverde y mirándolo con ternura

—Claro que si—dijo depositando un beso en su frente provocando la ira de Santiago

—Sígame por favor

La condujo hasta el área de intensivas donde la pequeña estaba conectada a todos esos aparatos. Le vistieron con un atuendo parecido al de los internistas de un azul celeste y cubre bocas y entonces pudo entrar a estar cerca de su pequeña

—Mami-hablo la pequeña con voz débil

—Shh!-le dijo su madre—-No hables mi niña bonita—le pidió mientras se acercaba a ella y le acariciaba la frente

—Mami, no me gusta este lugar, vámonos a casa—suplico la pequeña

—Ya pronto nos iremos mi amor chiquito, ahora tenemos que quedarnos aquí unos días más

—Pero no quiero

—Esta vez no es que queramos hacerlo, si no que debemos de

-—¿mucho tiempo mami?

—No mi cielo, yo procurare que sea el menor posible, te lo juro—le dijo dándole un beso en la frente

—¿Estoy muy enferma?

—No mi niña linda, solo que necesitas que estemos aquí porque van a operarte

—Pero yo no quiero que me operen me da mucho miedo

—Pero si te operan ahora, nos iremos muy pronto y ya no volveremos aquí

—¿Lo prometes?

—Te lo juro mi cielo

—¿Tu vas a estar conmigo?               

—Claro que sí, no me apartaría nunca de tu lado…pero tienes que prometerme que serás valiente

_Claro que si mami, yo por ti lo que sea—le sonrió con debilidad

—Ahora descansa mi pequeña, yo tengo que ir a hablar con el doctor para programar tu intervención…pero voy a estar aquí siempre a tu lado

—Pero ¿volverás?

—Si mi cielo, claro que volveré

Se puso de pie, le dio un beso de despedida a su hija y salió de ese cuarto. Dejo la ropa y se dirigió al consultorio del doctor

Con el doctor

—He hablado con el señor Achaga y hemos acordado que la intervención se lleve a cabo en 3 días

—Y así… ¿Cuándo podemos volver a casa?—preguntó ella

—Si todo sale bien después de la operación en otros 3 días de observación pueden volver a su casa y seguir su vida plena y normal

—Gracias al cielo… ¿hay algún riesgo?

—Los riesgos que toda operación contrae sin embargo nosotros procuraremos que no surjan percances

—Yo por mi hija me arriesgaría a lo que sea—afirmó el castaño—Regresare en 3 días para prepararme, y tú—se dirigió a la castaña—Mantenme informado si no es mucho pedir del estado de MI hija

—Si…lo hare—susurró ella viéndolo partir

En la puerta de afuera.

El castaño  se topo de frente con Carlos

—No pediría una explicación…y déjame decirte que así como ella me olvido yo la voy a olvidar, lo único que me une a ella es MI hija, pero todo lo otro es infinito desprecio por su mentira

—¿Su mentira? Y ¿Qué hay de tu traición?

—Dile que con esto estamos a mano—dijo esto y se fue

Los días pasaban y Carlos y Macarena la pasaban juntos, parecía que esta desgracia había sido el pretexto para acercarse más, Macarena  se sentía muy segura con Carlos  a su lado y aunque llamaba constantemente a su aun esposo y sentía que había algo entre ellos que tenía que cerrarse así lo quisieran o no.

Por fin había llegado el día esperado

—Maca…-hablo el ojiverde tomando sus manos

La castaña le miro fijamente clavando su mirada en la de el

—Yo sé que no es el momento apropiado para hablarte de esto, pero—se acercó un poco más

—Carlos yo—dijo mirando sus labios

—Tú sabes que yo siento algo por ti desde hace 10 años y ya no puedo seguir fingiendo que nada pasa—le acaricio el rostro

—Pero

—Shh—poso un dedo sobre sus labios—Solo pido una oportunidad, una oportunidad de hacerte feliz, una oportunidad de darle una familia a tu hija, hacerla mía también—le dijo muy cerca de su rostro—Yo quiero ser el padre de tu hija—aseguro acercándose peligrosamente a su boca

—Amelie ya tiene un padre y ese soy yo—hablo fríamente una voz masculina sacándolos de su mundo y alejándose

—¡Santiago viniste!—dijo con sorpresa la castaña

_Claro, no pensaras que dejare a mi hija ¿o sí?—dijo con dureza

—El doctor no debe tardar

—Lo esperare en su consultorio, no quiero interrumpirlos—dijo fríamente- Pero continúen lamento haberlos interrumpido a la mitad de su beso—dicho esto dio vuelta en dirección al consultorio del doctor

—Hablamos luego ¿si Carlos?

—Si…—dijo el resignado—Anda ve con él y con tu hija—le dijo animándola y ella se puso de pie dejándolo ahí solo

Prepararon a Santiago y a Amelie, la castaña estaba con su hija, animándola a que fuera valiente y fuerte…recordándole que tan pronto como eso acabara ella estaría esperándola feliz de verla sana y recuperada

—Tenemos que llevarnos a la niña-le—dijo una enfermera

—Mami quiero que vengas conmigo

—No puedo mi cielo, pero si estaré aquí esperándote lo prometo—le dio un beso en la frente y le sonrió

Vio como su mayor tesoro desaparecía en el pasillo entrando al quirófano

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