Felix lo sabía. O al menos una parte de él lo hacía.

Lo supo desde el momento en que Chan le pidió ser parte de la manada, hace un par de años atrás. Lo supo cuando los volvieron a poner en el grupo, con la mano de su hyung aferrada a la suya mientras los devolvían a la sala de entrenamiento y explotaba en una sonrisa al ver a sus compañeros ahí, tan sorprendidos como él.

Lo supo cuando Chan, lleno de ese brillo característico que Australia reflejaba sobre él, lo abrazó sonriendo y diciéndole despacito "Quiero una manada. De todos ustedes. Te quiero en ella, así como te quise en el grupo desde el primer momento en el que te vi." Y Felix había dicho que sí, que obviamente, que estaba agradecido por hacerle tan linda invitación y casi lo había besado. Casi. Viéndolo ahí, tan feliz por su nueva manada, su única manada. Suya.

Lo supo cuando su Minho hyung se presentó un mes después de que él lo hizo, con su olor a lavanda fresco y floral, alejado de su propio olor a vainilla que lo volvía loco, demasiado dulce, demasiado empalagoso para el gusto de las alfas, simplemente demasiado.

Lo supo cuando Chan, siempre tan emocionado, los llevó a cenar y luego en casa, en el nido de los omegas, les dijo con una sonrisa que no podía borrar de su rostro que Minho, su hyung que siempre se había encargado de cuidarlos como sus propios cachorros, iba a ser el omega de la manada. Y eso que había estado calentándolo por dentro, eso, que le hacía sonreír cada vez que lo veía, que escuchaba su risa, que se acostaba a su lado, que hacía cosquillas en sus pies cuando se acurrucaban en las noches y que sentía su olor fuerte que le recordaba a casa, eso, se apagó. Lo supo ahí más que nada.

Nunca iba a ser él. Podría ser un omega en la manada de Chris, pero nunca sería el omega de Chris. Lo supo siempre. Sin embargo, nunca esperó el dolor que vendría con esa realidad.

O

Minho se vuelve el omega de la manada de Chris, algo que siempre se vio venir. Felix se consume a sí mismo, Chris intenta entender que hacer a continuación y hay conversaciones incómodas que llevar a cabo. Un amor no correspondido (que si es correspondido y un alfa y omega demasiado tontos pero muy enamorados).