Zee - Reconstrucción.
La cafetería Steps está en una buena zona de Bangkok. El edificio que la alberga hace esquina y tiene una salida trasera y un baño con ventana abatible. He estado muchas veces aquí, de hecho fue la última vez que me tomé un café medio decente. Es por todo esto, que Pixie ha elegido este sitio para vernos. Tiene varias vías de escape y estoy seguro que alberga un plan de huida, en caso que sea necesario. Escrudiño la zona de las mesas, cuando un mensaje entra en mi teléfono, es Pixie. Rodeo la fuente que hay en el centro de la sala y le digo a Saint que me siga. En un reservado cerca de la salida trasera nos espera nuestra cita de hoy.
—Bienvenidos — nos dice cuando llegamos.
Pixie viste una sudadera gigante de color negro que no deja entrever la forma de su cuerpo. En su cabeza una capucha y en su boca una mascarilla, nos hace imposible reconocerla si alguna vez la llegamos a ver. Puedo notar que un mechón de pelo rebelde asoma por la parte delantera de la capucha, es de color rosa fucsia.
Saint mira hacia todos lados, escaneando el establecimiento de arriba abajo, de formación profesional, supongo. Le agarro de la mano para que se tranquilice y nos sentamos frente a nuestra informadora.
—Hola, necesitamos que nos ayudes con el Maestro — le dice Saint, sin rodeos, ese es mi chico.
—Directo al grano, señor Suppapong — le dice Pixie, no puedo ver su expresión tras la mascarilla, pero sus ojos brillan traviesos.
—Veo que has hecho los deberes — le respondo con una sonrisa.
—No estaría aquí si no fuese así, Zee — me replica y seguidamente saca un sobre debajo de la mesa y lo tira sobre ella.
Lo recojo con cautela y repaso la información que hay dentro. Un resumen de las pesquisas que ha llevado a cabo en busca del "maestro". Hay fechas, nombres y acontecimientos pasados, donde Saint es protagonista. También un detallado dossier de los miembros del selecto club y algunos nombres que aún no forman parte de él, pero que pronto lo harán.
Le voy tendiendo a Saint los documentos a medida de que los leo. No se me escapa la mirada de cautela y después de sorpresa en su hermoso rostro. De vez en cuando le echa un vistazo a Pixie y sigue leyendo con ansia todo lo que cae en sus manos.
—Esto es un trabajo muy exhaustivo — le comento a Pixie.
—Lo es, llevamos años detrás de esos depravados. Pero son demasiado listos, y ricos como para que llegue a alcanzarlos. Pero creo que mi suerte ha cambiado hoy — me dice ella sin dejar de mirar a Saint.
—¿Qué quieres decir? — le pregunto dudoso de sus intenciones.
—Que ahora tengo una oportunidad de acabar con todos ellos — me responde.
—Todo esto está muy bien, pero no me has contado nada que yo no sepa. Estos bastardos los conozco de sobra y pagarán por sus crímenes. En cambio, no veo nada en esos papeles que diga quién es el maestro y donde puedo encontrarlo — le espeta Saint muy serio.
—El Maestro es escurridizo, hemos logrado saber quién es su mano derecha y también tenemos esto — le dice ella poniendo en la mesa un móvil de prepago con una ubicación.
—¿Dónde es esto y qué hay ahí? — le pregunto.
—Hemos dado con su "guarida" o por lo menos donde editan y distribuyen sus asquerosas películas — me explica.
—¿Películas? ¿De qué hablas? — la interrogo, mirando entre ella y Saint.
Mi novio agacha la cabeza y con ese gesto sé que hay algo que no me ha contado, y Pixie sonríe en mi dirección, regodeándose en mi ignorancia.
—¿No se lo has contado? — le pregunta a Saint.
—¿Contarme qué? — le exijo que me diga.
—Esos malditos pervertidos no solo secuestraban y violaban críos, también lo grababan y vendían las películas al mejor postor. Y te sorprendería la cantidad de compradores que hay para ese tipo de "entretenimiento". Al principio fue casi imposible seguirles el rastro, usaban un servidor proxy y la señal rebotaba de un país a otro, haciendo que fuese imposible de rastrear. Pero alguien incumplió las normas y descargó el contenido en su ordenador y después lo compartió en la Deep Web. Gracias a eso he podido llegar al origen de esas grabaciones — nos cuenta sin apenas inmutarse.
—¿Eso es cierto, Saint? — le pregunto algo que obviamente es verdad.
—Sí, Zee — me dice escuetamente.
Decido que este no es el momento ni el lugar para gritarle a mi novio, así que aprieto los dientes y miro a Pixie.
—Bien, entonces ese es el lugar desde donde se dirige todo el cotarro. Investigaremos, trazaremos un plan y te mantendremos informada. Tú, por tu parte, harás lo mismo, nos dirás todo lo que descubras, ¿está claro? — le digo con mi voz más autoritaria.
Pixie asiente con la cabeza, y se levanta para salir de la cafetería. Cuando ella está fuera de mi vista, me siento frente a Saint.
—¿Cuándo pensabas contarme que hay grabaciones de todos esos actos deplorables? — le medio grito.
—No tenía manera de probar su existencia, además no quería que vieras esa mierda, yo...— me dice balbuceando su intento de explicación.
—¿Hay una grabación de tu hermano?
—Sí.
—¿La has visto?
—Sí.
—¡Dios, Saint! ¿Por qué?
—Mi padre creyó que era necesario, que era mi penitencia por no saber cuidar de él. Y ese recuerdo me persigue cada noche de mi vida — me explica con sus ojos llenos de lágrimas.
—Voy a matar a tu padre, es un... ¡qué le jodan, es un perfecto cabrón! —. La rabia sale de mí en oleadas intensas.
—Lo importante ahora es que sabemos dónde están y por fin podremos hacer justicia — me dice acariciando mi mejilla en un intento por calmar mi ira.
Respiro despacio, intento enfocar mi enojo en algo positivo y asiento para que sepa que lo he entendido.
Salimos de la cafetería rumbo a un motel cercano, donde Saint ha pagado una habitación. Cuando llegamos Serena está esperándonos con noticias de Kao y del padre de Saint.
—Por fin tortolitos. Tengo que decir que nunca había visto a Kao tan fuera de sí mismo. Papá también está que trina, pero he podido aplacarlo un poco haciendo de mi misión todo un éxito. El juez Sukkasem está criando malvas, no puedo decir que me entristece la pérdida — nos cuenta tan fresca.
—Hemos dado con el centro de operaciones del club, por lo menos desde donde se transmiten las grabaciones — le informa Saint.
Ella se levanta de golpe y nos mira con incredulidad.
—No me lo creo — nos dice.
—Pues créetelo, mañana iremos a hacer un reconocimiento de la zona y veremos cómo podemos entrar— le informa y seguidamente se tumba en la cama derrotado.
No pasa mucho tiempo cuando la respiración de Saint se vuelve regular y entonces aprovecho la ocasión para hablar con Serena de una idea que me ronda la cabeza desde esta mañana.
—Serena, tu hermano me ha dicho que hay una grabación con el asesinato de Earth, y que tu padre conocía su existencia. ¿Cómo pudo dar con ese clip? — le pregunto.
—Yo todavía no estaba en las misiones cuando Saint tuvo que ver eso, pero me acuerdo que Kao casi mata a media ciudad ese día. No tengo ni idea donde encontró mi padre la grabación, pero por lo que oí después alguien se la envió a su correo electrónico — me explica ella con un nudo en la garganta.
—Necesito que investigues a este hombre— le digo enseñándole una foto de mi jefe directo en la comisaría. —Es el comisario general, tengo mis sospechas sobre él desde que me mandó a vigilar a Saint. ¿Podrías encontrar su dirección y darme un informe de sus movimientos? — le pido.
—Considéralo hecho — me dice. —Me alegro de que Saint tenga a alguien, no se merece estar solo.
Después de esa declaración se levanta en silencio, le da un beso a su hermano y sale por la puerta. La familia de Saint es extraña, nunca oí hablar de Serena, su madre murió de cáncer sin tener más hijos y nadie en la policía conoce su existencia. Tendré que preguntarle a mi novio cuando se despierte. Lo miro dormir un rato, parece más relajado, como si tener algo sólido a lo que agarrarse le haya dado paz, por lo menos eso espero de todo corazón.
Mañana será un día duro y decisivo, porque será el momento que tanto ha esperado, el tiempo de la venganza ha llegado.
*******
Quiero dedicar este capítulo a mi preciosa @Lolytalala, porque hoy es su cumpleaños y este es mi regalo en la distancia para ella. Gracias mi niña por siempre estar ahí, tu apoyo es muy importante para mí. FELICIDADES.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top